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Primera publicación el domingo, 30 de agosto de 2015, 14:42 en inglés en www.lastcountdown.org

El sueño de Guillermo Miller se ha hecho realidadEste artículo explica el sueño de Guillermo Miller. Para aquellos que quizás no sepan, Guillermo Miller surgió como una figura prominente en el Gran Despertar de la década de 1800, y el movimiento millerita, que lleva su nombre, dio lugar a varias denominaciones protestantes nuevas, sobre todo al Adventismo del Séptimo Día. Sus conferencias sobre profecía llevaron a muchos al arrepentimiento y mostraron la cercanía de la Segunda Venida de Cristo. En 1847, pocos años después del Gran Chasco de 1844, Miller recibió su único sueño que ha sido registrado. Los pioneros del adventismo consideraron este sueño como dado por Dios, ya que pudieron ver claramente su propia experiencia delineada allí.

El sueño dio consuelo y aliento a Miller y sus asociados en la época cuando fue soñado, pero también tiene un significado profético que ha incrementado con el tiempo, como a menudo sucede con los sueños dados por Dios. Elena de White se refirió a este sueño muchas veces, lo que demuestra que ella lo consideraba como un sueño suficientemente importante como para darle la debida consideración a la luz del constante desenvolvimiento de circunstancias del Movimiento Adventista. Aunque algunas interpretaciones del sueño han sido publicadas por otros, ninguno de ellos explica el sueño en la verdadera luz del Movimiento del Cuarto Ángel de Apocalipsis 18. Por esta razón, compartimos lo siguiente. (En primer lugar, lee El Sueño de Guillermo Miller.)

El cofre del tesoro

El cofre (un baúl o una caja) que Dios le dio a Guillermo Miller en su sueño simboliza la Biblia, como se puede deducir por las dimensiones casi convencionales de unas 10 pulgadas de largo por 6 pulgadas de ancho (25.4 centímetros por 15.24 centímetros) y por el hecho de que estaba hecho de ébano, que es negro (como lo son la mayoría de las Biblias), así también como que contenía tesoros – a los que Elena de White se refirió como “joyas de verdad”.

Las joyas de verdad yacen esparcidas sobre el terreno de la revelación; pero han quedado sepultadas debajo de las tradiciones humanas, debajo de los dichos y mandamientos de hombres, y la sabiduría del cielo ha sido prácticamente pasada por alto... {EC 49.2}[1]

La clave para abrir el cofre era el método de interpretación de Miller, mediante el cual él descubrió las profecías de la Biblia referentes al Día del Juicio. Una característica destacada de sus métodos de interpretación fue el principio de día por año:[2]

... día por año te lo he dado. (Ezequiel 4:6)

Para el cómputo profético, la Biblia usa consistentemente meses de 30 días y años de 360 días, como es ilustrado por ejemplo por el tiempo de la persecución que fue profetizada de diversas maneras como 42 meses, 1260 días y 3 años y medio. Las dimensiones del cofre de Miller también aluden a este principio bíblico porque “diez pulgadas de largo por seis de ancho” y seis de fondo, como lo indica el sueño original en inglés, equivale a 360:

10 × 6 × 6 = 360

A través de sus conferencias, Miller presentó la Palabra profética y muchos fueron llevados al arrepentimiento. La relación entre la verdad salvadora y las almas salvadas significa que el surtido de artículos preciosos también representa a las personas que fueron salvadas como resultado de la verdad. Estas almas permanecieron en la Palabra de la manera como ella había sido mostrada y explicada por Guillermo Miller, y, por lo tanto, también son representadas por las joyas. En el mismo párrafo, Elena de White expresa también esta conexión entre la verdad y la salvación:

El Señor Jehová, el Creador del universo, ha dado el Evangelio al mundo a un costo infinito. Mediante este agente divino, agradables y refrigerantes manantiales de refrigerio celestial y permanente consolación han sido abiertos para aquellos que acudan a la fuente de la vida. Hay vetas de verdad que aún quedan por descubrir; empero, las cosas espirituales se disciernen espiritualmente. Las mentes oscurecidas por el mal no pueden apreciar el valor de la verdad tal cual es en Jesús. Cuando se acaricia la iniquidad, los hombres no sienten la necesidad de hacer esfuerzos diligentes, acompañados de oración y reflexión, para comprender lo que deben saber o de lo contrario perder el cielo... {EC 49.2}[3]

Sí, el conocimiento es una condición para la salvación.

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (Oseas 4:6)

Las joyas dadas a Miller reflejaron una luz y una gloria igual a la del sol. (Veremos algunos ejemplos de sus joyas en la última sección.) Por una parte, esto significa que las verdades de la Palabra de Dios son una expresión de Jesús Mismo (la Palabra). Por otro lado, esto significa que los que creyeron en el Sol de Justicia estaban abandonando sus pecados y reflejando Su carácter mientras se preparaban para el día inminente de Su venida.

La dispersión del tesoro

Las joyas estaban dispersadas, ensuciadas, mezcladas con artículos sin valor, y perdidas. Esto representa el tiempo después del Gran Chasco, cuando las verdades de Miller y aquellos que fueron convertidos por ellas estaban dispersados y perdidos en gran manera. Por varios años, Miller sufrió como es descrito en su sueño, pero todavía mantuvo su fe hasta cuando cerró sus ojos en la muerte.

En su sueño, Miller cerró sus ojos antes de que él hubiera entendido el trabajo del hombre con la escobilla. De hecho, él incluso lo había resistido. Eso simboliza cómo Miller no acogió correctamente la luz con respecto al santuario celestial (el centro de la actividad de limpieza) o el sábado del séptimo día.

El hombre con la escobilla que limpia las joyas de la basura es simbólico del Espíritu Santo, quien nos guía a toda la verdad (incluyendo las profecías):

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. (Juan 16:13)

El Espíritu Santo limpia las gemas de la verdad en la Palabra de Dios por medio de guiarnos a toda la verdad, y por la fe en Su Palabra somos limpiados de la suciedad y de la basura del pecado para brillar como nuestro Redentor.

El proceso de limpieza (de expiación) comenzó en 1844, y había evidencias claras de la obra del Espíritu Santo desde ese momento en adelante. El Espíritu Santo guio las mentes de los pioneros en el establecimiento de las verdades fundamentales del adventismo durante esos años, y el don de profecía (uno de los dones del Espíritu) fue especialmente manifestado en Elena G. de White después del Gran Chasco. Estas fueron las evidencias iniciales de la obra del Espíritu, que deberían haber llevado a que un pueblo estuviera listo para recibir al Espíritu en plenitud en 1888 para dar lugar a la Segunda Venida de Cristo poco después de eso.

Si eso hubiera ocurrido, el propio Guillermo Miller hubiera abierto sus ojos en la resurrección para ver sus joyas de nuevo, más numerosas, más limpias, y brillando más radiantes que antes – ¡pero lamentablemente eso no sucedió!

El gran desvío

A medida que la iglesia se acercaba al 70o Jubileo en 1890, la profecía del tiempo del fin estaba acercándose a un cumplimiento perfecto. El Clamor de Medianoche había dado a luz a la que debería haber sido la última generación, y el hombre con la escobilla (el Espíritu Santo) estaba trabajando para terminar de limpiar y acomodar todas las joyas en sus lugares. Pero cuando la iglesia rechazó Su liderazgo en 1888, el Señor tuvo que cambiar a un plan diferente, como Él lo hizo con el antiguo pueblo de Israel que rechazó Su liderazgo, mientras estaba en las fronteras de Canaán.

No era voluntad de Dios que Israel peregrinase durante cuarenta años en el desierto; lo que él quería era conducirlo a la tierra de Canaán y establecerlo allí como pueblo santo y feliz. Pero “no pudieron entrar a causa de incredulidad”. Hebreos 3:19. Perecieron en el desierto a causa de su apostasía, y otros fueron suscitados para entrar en la tierra prometida. Asimismo, no era la voluntad de Dios que la venida de Cristo se dilatara tanto, y que su pueblo permaneciese por tantos años en este mundo de pecado e infortunio. Pero la incredulidad lo separó de Dios. Como se negara a hacer la obra que le había señalado, otros fueron los llamados para proclamar el mensaje. Por misericordia para con el mundo, Jesús difiere su venida para que los pecadores tengan oportunidad de oír el aviso y de encontrar amparo en él antes que se desate la ira de Dios. {CS 451.2}[4]

La generación que había nacido del Clamor de Medianoche de 1844 tuvo que morir en el desierto figurativo, y mientras la iglesia vagaba durante los años subsiguientes, el cumplimiento de la profecía se hizo cada vez más elusivo. Dios no podía realizar la obra con esas personas, y fue necesario preparar a otros. En una generación diferente, los ojos de un “Miller” diferente tenían que ser abiertos.

En el resto del sueño (después de que Miller abrió sus ojos de nuevo) él representa a un hombre que no es él mismo, como suele ser el caso con los sueños inspirados que tienen más que una aplicación personal. Aplicando el sueño una segunda vez significa que el segundo “Miller” debe ser un hombre que tuvo una experiencia similar a la de Guillermo Miller, pero en esta nueva última generación. Ese hombre es John Scotram.

En la época de Guillermo Miller, personas a menudo lo llamaban “Padre Miller”. Cuando yo era niño, me fue enseñado el respeto a los mayores al no dirigirme a ellos por su primer nombre. Incluso ahora de adulto, usar el apellido de una persona expresa una cierta distancia – un nivel de respeto o de profesionalidad. Yo todavía respeto esa distancia hacia personas como el Sr. Miller, quien vivió en una época diferente y de hecho sigue siendo una persona mayor que yo y es como uno de los “padres” de mi fe. Por razones similares, tampoco me refiero a otras personas, como la hermana White por su primer nombre solamente. Aunque conozco a esas figuras históricas a través de sus escritos, aún estoy esperando conocerlos a nivel personal, o como decimos en español, estoy deseando relacionarme con ellos de tú a tú. Sin embargo, es nuestro privilegio (y es perfectamente apropiado) el dirigirnos por su primer nombre a personas con quienes estamos familiarizados, porque la distancia no existe ya.

El segundo “Miller”

Al igual que Guillermo Miller, el hermano John también hizo la pregunta “¿Hasta cuándo?” En el libro de Daniel, las preguntas de estos dos hombres están registradas en visiones separadas. La pregunta de Miller es registrada en Daniel 8:13-14, y la pregunta de John se registra en Daniel 12:6-7. Esos versículos fueron explicados con más detalle en ¡Ha Caído Babilonia! - Parte I bajo el subtítulo “La repetición del quinto sello”.

Eso identifica uno de los criterios bíblicos del segundo Miller: es decir que él debe tener un mensaje de tiempo. Él debe preguntar: “¿Hasta cuándo?” Él debe tener una experiencia con el tiempo que es similar a la de Miller. John cumple claramente ese criterio, después de haber descubierto una nueva esfera de profecías de tiempo escondidas en las Escrituras.

Con este nuevo mensaje de tiempo, otro “Fuerte Clamor” ha venido en una manera similar a la del Clamor de Medianoche del tiempo de Miller para despertar a los santos que duermen. La historia y las experiencias se repiten al acercarnos a las fronteras de Canaán por segunda vez, pero hay diferencias. Ahora el mensaje de advertencia incluye la identificación de los pecados que han entrado en la iglesia desde 1844 (las joyas falsas, las monedas falsas, la suciedad, las virutas, la arena y la basura).

Aquí se repite el mensaje de la caída de Babilonia, tal como lo dio el segundo ángel, con la mención adicional de las corrupciones introducidas en las iglesias desde 1844. La obra de este ángel comienza a tiempo para unirse a la última magna obra del mensaje del tercer ángel cuando éste se intensifica hasta ser un fuerte pregón. {PE 277.1}[5]

Aquellos que dicen que no deberíamos ser críticos de nuestra propia iglesia claramente no están involucrados en el Fuerte Pregón como es definido por el Espíritu de Profecía. El sueño de Miller es claro: la basura debe ser sacada, y eso no puede ser hecho hasta que gimamos y clamemos por las abominaciones y oremos a Dios por ayuda, al igual que Miller hizo en su sueño. Ahí es donde Ezequiel 9 entra en la historia, y el Espíritu Santo es derramado en la Lluvia Tardía sobre aquellos que están listos para recibirlo.

De esta manera, hemos estado experimentando ahora el trabajo del hombre con la escobilla (el Espíritu Santo) de modo parecido a cómo se vivió en el tiempo de Miller. Él está guiando a toda la verdad, e instando a las almas al arrepentimiento de sus pecados en el proceso. Las experiencias del pueblo de Dios en el tiempo del segundo “Miller” son similares a las experiencias del pueblo de Dios en el tiempo del primer Miller.

La diferencia

La última parte del sueño de Miller (después de que abrió sus ojos) cuenta la historia del segundo “Miller”, mostrando cómo su mensaje se diferenciaría del de Miller. Mientras que la primera parte del sueño describe las similitudes entre los dos “Milleres”, la última parte describe las diferencias.

Miller abre sus ojos para ver las joyas preciosas, los diamantes y las monedas esparcidas en abundancia. Eso refleja cómo encontró el hermano John la verdad del adventismo: dispersada en abundancia en toda la historia de la denominación. El pueblo del adventismo se encontraba en una situación similar: aquí estaba uno, allá había otro – como las joyas que yacían esparcidas por la confusión de los adventistas falsos y las doctrinas falsas.

Entonces, el Espíritu Santo le dio al hermano John el estudio de Orión. Él puso otro cofre en la mesa. Un cofre es una caja, de figura rectangular. En la primera parte del sueño, lo entendimos como un libro especial, la Palabra de Dios. Lo mismo se aplica a la constelación de Orión, la cual es parte del gran libro de la naturaleza:

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa: (Romanos 1:20)

Así como el primer cofre tenía las dimensiones de un libro (la Biblia), el segundo también debe tenerlas. Las siete estrellas de Orión están delimitadas por cuatro estrellas brillantes en las esquinas. La Biblia habla acerca del libro de Orión de la siguiente manera:

De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. (Zacarías 5:1-2)

Zacarías vio un libro. Un “rollo” es otro nombre para un pergamino o libro. Además, él vio este libro volando en el cielo, al igual que lo hace la constelación de Orión. Las dimensiones que él observó son una descripción precisa del tamaño del rectángulo formado por las estrellas exteriores: la longitud es el doble de la anchura.

El primer cofre de Miller era una representación de la Biblia, la Palabra de Dios. Jesús es la Palabra[6]. Entonces, el segundo cofre también debe ser la Palabra de Dios, pero mucho más grande, ya que en esta ocasión se encuentra en la naturaleza (y, de hecho, incluso en la inmensidad del espacio interestelar). También debe ser Jesús, la Palabra. Debe tener en él la Vida que transforma las almas. La constelación de Orión de hecho es una representación de Jesús quien fue herido, y su mensaje es literalmente “del Cielo”, como la voz de Dios. La constelación de Orión es también la Puerta al verdadero santuario celestial, como sabemos porque su tamaño es idéntico a la puerta del templo de Ezequiel que nunca fue construido:

El ancho de la puerta era de diez codos, y los lados de la puerta, de cinco codos de un lado, y cinco del otro. Y midió su longitud, de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos. (Ezequiel 41:2)

Jacob también reconoció esto como la puerta de la casa de Dios, como se explica en el artículo, Siete Pasos a la Eternidad bajo el subtítulo “La Escalera de Jacob y el Jubileo sin Júbilo”. Esta puerta es un reflejo de Jesús, quien dijo:

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9)

El cofre de Miller estaba hecho de ébano, un tipo de madera que es conocido por su color negro, y tenía perlas incrustadas. Las perlas son generalmente esferas redondas y blancas. El segundo cofre era más grande y más hermoso, pero no se da ninguna otra descripción. Eso significa que también debe ser de color negro, con perlas blancas incrustadas. La constelación de Orión es descrita apropiadamente como el fondo negro del espacio exterior salpicado o incrustado con esferas blancas titilantes de distantes soles – ¡y mucho más grande que las dimensiones del primer cofre de Miller!

La ley y la maldición

Zacarías nos cuenta muchos más detalles sobre este segundo cofre. Aprendemos de su rollo volador, que el libro de Orión contiene una maldición de Dios:

Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido. Yo la he hecho salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras. (Zacarías 5:3-4)

La maldición contenida en el libro de Orión es la ira de Dios en las siete plagas postreras del Apocalipsis. Es una maldición sobre los ladrones y sobre aquellos que toman el nombre del Señor en vano. Esta es una alusión a los Diez Mandamientos y su estructura quiástica, como se explica en el artículo La Muerte de los Gemelos bajo el subtítulo “El espejo del alma”. El mandamiento contra el robo es paralelo al mandamiento en contra de llamarte a ti mismo un creyente sin practicar lo que predicas.

La Biblia a menudo habla de las plagas viniendo como un ladrón:

Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. (1 Tesalonicenses 5:2-4)

El movimiento por la paz y la seguridad vino como un ladrón, justo a tiempo durante el mes del octavo mandamiento.[7] Este año se cumple el septuagésimo aniversario de las Naciones Unidas, y la profecía de Jeremías nos asegura que la ira de Dios seguirá inmediatamente después:

Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre. (Jeremías 25:12)

Después de que los mandamientos hayan sido totalmente pisoteados, la maldición comenzará.

El instrumento de medición

A segunda vista, Zacarías vio que el rollo que volaba era una medida (o aparato de medición):

Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa que sale. Además dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra. (Zacarías 5:6)

Un efa es una medida de volumen, como una taza o un litro. La concordancia de Strong define la palabra hebrea como una “medida de grano; por lo tanto, una medida en general”. Por eso el segundo cofre del sueño de Miller debe medir algo. De hecho, mide dos cosas: el tiempo y el carácter.

Más particularmente, Zacarías ve a cierta mujer o iglesia medida por el efa, la cual es pronunciada como mala:

Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa. (Zacarías 5:7-8)

La mujer que es medida y hallada falta por Jesús quien está en Orión no es otra que la organización de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sin valor como el plomo, y una carga pesada. Después de la medición (el juicio) es terminado, la Iglesia puede esperar encontrarse a sí misma en la tierra de Sinar, de acuerdo con la visión:

Dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa? Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base. (Zacarías 5:10-11)

Sinar era la llanura donde Nimrod comenzó a construir ciudades,[8] en particular Babel que más tarde se convirtió en Babilonia. Esto una vez más apunta a la ascensión del Babel moderno y más específicamente al llevar de los vasos sagrados a Babilonia:

En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. (Daniel 1:1-2)

¿Eres un recipiente consagrado a Dios? ¡Espero que no hayas sido llevado lejos también! Si es así, sigue el ejemplo de Abraham como se explica en el artículo Satanás desenmascarado bajo el subtítulo “La Babel de Nimrod”.

De esta manera, el Mensaje de Orión cumple otra especificación del segundo cofre de joyas “de Miller” porque mide el tiempo y el carácter.

El libro de los siete sellos

Al tercer vistazo, Zacarías vio que el rollo volador es el libro de los siete sellos, que es descrito en el Apocalipsis del apóstol Juan. Zacarías vio a los cuatro caballos del Apocalipsis:

De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. En el primer carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados. (Zacarías 6:1-3)

El ángel continúa identificando cuidadosamente a estos, en respuesta a la pregunta de Zacarías:

Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? Y el ángel me respondió y me dijo: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra. (Zacarías 6:4-5)

La palabra que a menudo se traduce como viento, de acuerdo con el diccionario de Strong también puede significar “una región del cielo”:

H7307 רוּח rûach

De H7306; viento; por semejanza aliento, i.e. una exhalación sensible (o incluso violenta); fig. vida, ira, insustancial; por extensión región del cielo; por semejanza espíritu, pero solo de un ser racional (incl. su expresión y funciones):—aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, ira, lado, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, vacío, en vano, viento.

Teniendo en cuenta que el versículo menciona específicamente a los cielos en conexión con esta palabra, sería especialmente apropiado traducirlo en el sentido de las regiones del cielo. Eso significa que los cuatro caballos del apocalipsis son de hecho, las cuatro regiones de los cielos, o, es decir, ¡las cuatro esquinas de Orión! Por otra parte, el ángel aclara que salen después de “presentarse delante del Señor”, y como ya sabemos, estas estrellas de hecho están delante de o en frente de (o más cerca que) las tres estrellas del trono en el centro y la propia nebulosa donde Dios está.

Al decir “Ven y ve”, el hombre con la escobilla en el sueño de Miller vincula deliberadamente el nuevo cofre con las cuatro bestias del Apocalipsis que están alrededor del trono, y llama la atención hacia los cuatro caballos. Una vez más, estos están representados por las cuatro estrellas exteriores.

De tal manera, el cofre mucho más grande y más hermoso está claramente identificado por muchos criterios como el estudio de Orión, tanto por su similitud con el cofre original de Miller, como por su contraste con este. Está lleno de verdades tan preciosas como las joyas, los diamantes y las monedas que el hombre con la escobilla arrojó adentro del cofre a puñados. ¡Qué descripción tan apropiada de cómo el Espíritu Santo ha llenado este mensaje con la verdad! Qué descripción tan acertada de las estrellas y nebulosas que se encuentran dentro de la constelación de Orión, de las cuales ciertamente cualquier observador de estrellas puede decir que muchas de ellas no son más grandes que la punta de un alfiler desde nuestra perspectiva.

Diez veces el poder

Miller quedó deslumbrado ante el espectáculo de las gemas en el nuevo cofre, que ahora brillaban con diez veces más su antigua gloria. Ese incremento en el orden de la magnitud del resplandor muestra, cómo las gemas de la verdad en la Palabra de Dios han revivido a la luz de Orión. También muestra la calidad de almas que este mensaje está diseñado para producir.

El mensaje del Cuarto Ángel confirma las antiguas verdades que Miller exhibió – como la profecía de 2520 años (incluida en el artículo Siete Pasos a la Eternidad) siendo la profecía de más larga duración del repertorio de Miller que apuntó al comienzo del juicio. Ésta confirma la exposición de Miller de la profecía de las 70 semanas señalando a la crucifixión de Cristo, que podría decirse que es la interpretación profética más crítica en el adventismo y el fundamento para la interpretación de Miller de las 2300 tardes y mañanas, que apuntan a 1844 como el comienzo de la limpieza. Los artículos Luna Llena en Getsemaní no sólo confirman la crucifixión de nuestro Señor en el año 31 d.C., sino señalan con precisión la fecha elusiva y al hacerlo también explican los principios del calendario de Dios. El resultado es una confirmación exacta de la fecha culminante para el movimiento Millerita, el 22 de octubre de 1844, que comenzó la expiación, así como una revelación de la fecha del fin de la expiación y la verdadera fecha del regreso de Jesús. La verdad realmente brilla diez veces más brillante ahora, con diez veces el número de objetos preciosos.

Elena G. de White vio este momento en una visión corta. El Ellen G. White Estate nos informa acerca de la visión:

Visión respecto a algunos creyentes en Washington, New Hampshire, quienes estaban poniendo la venida del Señor “demasiado lejos” y se convirtieron en mundanos. {1EGWLM 332.10} [traducido]

Ella dijo:

Ustedes están poniendo la venida del Señor demasiado lejos. Vi que la Lluvia Tardía estaba viniendo tan de repente como el clamor de medianoche, y con diez veces más poder. {1EGWLM 333.1} [traducido]

Si esa visión era estrictamente para esos creyentes, entonces el Señor debió haber venido antes de la predicción que ellos hicieron en los años de 1850, así que debe tener otra aplicación, como el sueño de Miller. En el próximo artículo, vas a descubrir quiénes son esos creyentes en la actualidad, que están poniendo la venida del Señor demasiado lejos. Nota también que ella no censuró a los creyentes o condenó su fijar de fechas como un pecado, a pesar de que fue después de 1844. De hecho, el Señor les respondió de manera gentil, y “mostró Su buena disposición para bendecir a Su pueblo reunido”, como James White lo dijo, al dar una visión instructiva. La visión es clara, y vincula las joyas de Guillermo Miller con la Lluvia Tardía y el Fuerte Pregón (la repetición del Clamor de la Medianoche) como hemos estado explorando – un proceso que apenas había comenzado incluso en 1890:

La pregunta me ha sido hecha, “¿Crees que el Señor tiene más luz para nosotros como pueblo?” Yo respondo que Él tiene luz que es nueva para nosotros, y sin embargo es luz antigua y preciosa que ha de resplandecer de la Palabra de la verdad. Tenemos sólo los destellos de los rayos de la luz que está por venir a nosotros. No estamos haciendo el mejor provecho de la luz que el Señor ya nos ha dado, y por lo tanto fracasamos en recibir el aumento de la luz; no caminamos en la luz que ya ha sido derramada sobre nosotros. {RH de junio de 3, 1890, par. 2} [traducido]

Sí, estamos en las fronteras de la Canaán Celestial. En el resumen del mensaje que mi hermano Ray escribió, él explicó que las “siete estrellas” (a menudo traducidas como Pléyades) en la Biblia son de hecho una referencia a las siete estrellas de Orión. Esa misma palabra tiene la siguiente raíz:

H3558 כּוּמָז . kumáz

De una raíz que no se usa que significa: almacenar; joya (prob. cuentas de oro): – brazalete.

Una cuenta es una pequeña piedra preciosa, generalmente redonda, muchas de las cuales a menudo se ensartan en una cuerda para hacer un collar, como el collar de perlas en la imagen, por ejemplo. Si hubiéramos querido hablar acerca de un collar de perlas en hebreo, probablemente hubiéramos utilizado esta raíz de la palabra. Eso significa que las referencias a las siete estrellas en la Biblia son también una referencia implícita a las estrellas del cinturón, porque la estrella del medio del cinturón toma su nombre de exactamente eso:

Alnilam...su nombre proviene del árabe النظام An-niżām que significa «collar de perlas».[9]

Además, la misma palabra es usada exactamente dos veces en un par de textos interesantes de la Biblia. La primera mención es acerca de los hijos de Israel llevando ofrendas para la construcción del tabernáculo:

Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes [collares de perlas] y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová. (Éxodo 35:22)

Ese proyecto de construcción sirve como un tipo para el inicio del juicio – el gran anti-típico Día de la Expiación – que comenzó en 1844. El segundo uso de la palabra viene después de la peregrinación por el desierto, justo antes de que los hijos de Israel cruzaran el río Jordán hacia la tierra de Canaán:

Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas [collares de perlas], para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová. (Números 31:50)

Este es un versículo interesante, porque parece contradecir el firme principio bíblico de que la sangre es necesaria para la expiación:

Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22)

Aquellos que perdonan pecados a cambio de joyas, dinero o riquezas de otro material son los católicos vendiendo indulgencias, ¡no los cristianos que son expiados por la sangre de Cristo! Por lo tanto, si queremos armonizar las Escrituras, debemos reconocer que Dios tiene algo más profundo para enseñarnos con ese versículo.

Las heridas de Jesús, de donde fluyó Su sangre, están representadas en Orión. Al utilizar la raíz de la palabra “collar de perlas” en estos dos versículos, podemos ver que, en esta generación final, se necesita la constelación de Orión, tanto para la construcción del templo de los 144.000 – el verdadero tabernáculo o templo del Apocalipsis – como para la expiación o purificación de las 144.000 almas mismas. Aquí, al fin del juicio, Orión está haciendo expiación por las almas, y pesándolas en la balanza.

Las tres estrellas del cinturón fueron conjuntamente conocidas por muchos nombres en muchas culturas. Términos árabes incluyen Al Nijād ‘el Cinturón’, Al Nasak ‘la Línea’, Al Alkāt ‘los granos de oro o nueces’ y, en árabe moderno, Al Mīzān al H•akk ‘la Viga de Balanza Precisa’. En la mitología china también eran conocidas como La Viga de Pesaje.[10]

¿Has encontrado la Perla de Gran Precio? ¿Tiene Jesús más peso que tu mundo? Cuando tu carácter es pesado en la balanza exacta, ¿qué muestra?

El Espíritu Santo ha limpiado las joyas de la verdad y las ha arreglado en un orden hermoso. Todo lo que falta es que 144.000 lectores como tú respondan a este movimiento del Espíritu Santo, para amar a Dios con todo su corazón, su alma, su mente y su fuerza. ¿Serás una de las joyas deslumbrantes, brillando diez veces más resplandeciente que nunca? Cuando seas llevado ante reyes, ¿te encontrarán diez veces más sabio que otros?

En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. (Daniel 1:20)

Busca la sabiduría del Cielo en el cofre del segundo “Miller” ¡antes de que sea demasiado tarde![11] ¡El cierre de la gracia será al atardecer del 17 de octubre de 2015!

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. (Daniel 12:3)

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2.
Ver Números 14:34, Isaías 34:8, Ezequiel 4:6 
6.
Juan 1:1 — En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios 
7.
Los meses que corresponden a los mandamientos se explican en las primeras secciones del artículo ¡Ha Caído Babilonia! - Parte II
8.
Génesis 10:10 – Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. 
9.
Wikipedia, Alnilam 
10.
Wikipedia, Alnilam [traducido] 
11.
Ver también Proverbios 1:20-33