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Primera publicación el lunes, 27 de septiembre de 2010, 20:01 en alemán en www.letztercountdown.org

Me gustaría invitarles una vez más a ir conmigo a un viaje que nos llevará casi 2000 años atrás hasta el año 31 d.C., el año que todos conocemos y aprendimos a amar en el adventismo como el año de la crucifixión de Cristo. Esto no es sólo un viaje en el tiempo, sino que también nos lleva a un cierto lugar que todos conocemos a través de los Evangelios. En el jardín de Getsemaní, donde nuestro amado Señor Jesús sudó sangre por nosotros, cuando nuestros pecados habían sido colocados sobre él. Después de que Jesús celebró la última cena con Sus discípulos en la tarde, ellos salieron para ir a este jardín. Esto era según nuestra comprensión adventista y según nuestro calendario habitual, en la noche del jueves al viernes de la Crucifixión. Según el cómputo judío, donde el día comienza al atardecer y no comienza a la medianoche, esto ya era viernes.

Elena G. de White comenzó el Capítulo 74 que se titula Getsemaní en su maravilloso libro El Deseado de Todas las Gentes con las siguientes palabras:

EN COMPAÑÍA de sus discípulos, el Salvador se encaminó lentamente hacia el huerto de Getsemaní. La luna de Pascua, ancha y llena, resplandecía desde un cielo sin nubes. La ciudad de cabañas para los peregrinos estaba sumida en el silencio.

Lo que la mayoría de nosotros entendemos como una descripción aparentemente poética de las circunstancias de la llegada de Jesús en el huerto de Getsemaní, contiene tanta dinamita que esta bomba está a punto de explotar todo el adventismo. Ustedes seguramente se preguntarán, ¿qué podría ser?

Una carta abierta

Para entender esto, tenemos que leer una carta abierta en contra de nuestra(s) iglesia(s) adventista(s) que está circulando en este momento en el internet. Se publicó el 6 de marzo de 2009 en la plataforma de documentos Scribd. Se dirige al autor ex-judío Clifford Goldstein que se convirtió al adventismo, y que es bien conocido por sus libros adventistas como América en la Profecía, y por lo tanto es indirectamente dirigido a todos los adventistas. El título es:

CARTA ABIERTA A CLIFFORD GOLDSTEIN: LA CRUZ NO FUE EN 31 DC

Y ya en la introducción podemos leer las siguientes fuertes palabras:

Si los cálculos de los Adventistas del Séptimo Día de la profecía de Daniel sobre las 70 semanas llevándonos a la Cruz en la Pascua el viernes, 14 de Nisán en el año 31 DC no son correctas, entonces. . . toda la premisa para la fundación y la existencia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es demolida.

Si la mitad de la semana 70 de Daniel no termina en la crucifixión de Jesús en la Pascua del viernes 14 de Nisán de 31 DC, entonces el decreto para reconstruir Jerusalén no fue dado por Artajerjes Longímanus a Esdras en el año 457 AC. Tampoco las 2.300 tardes y mañanas finalizan en 1844 DC. El principio de Día por Año es demostrado ser falso. No hay un “Juicio Investigador”. Babilonia todavía no está caída, y los mensajes de los 3 ángeles aún se quedan para ser anunciados por los 3 ángeles.

Esto sería razón suficiente para cuestionar el fundamento de la Organización Adventista del Séptimo Día, y poner fin a su existencia. Esto nos obliga a preguntar, si es posible que cualquier otra cosa que el adventismo enseña pueda ser verdadera, ¡si ellos ya entienden algo tan elemental de una manera tan absolutamente equivocada!

Esta iglesia que reclama de predicar los mensajes de los 3 ángeles, y de ser la depositaria de la Verdad Para Nuestro Tiempo, se habría basado en una mentira transparente.

La profetisa de esta iglesia sería probada de haber enseñado un falso mensaje, anulando su reclamo al título de un verdadero profeta de Dios. ¿Podría el Espíritu Santo haberle “mostrado” una tan falsa doctrina? Sólo los falsos profetas predican falsos mensajes, y tenemos que huir de ellos.

En cuanto a las multitudes de educados eruditos adventistas desde Elena G. de White, quienes han apoyado y reforzado las doctrinas de ella, ¿no dice ya todo, su silencio sobre este asunto tan fundamental y crucial acerca de su fe, sus estándares, y su integridad?

¿No significa esto que la Iglesia Adventista del Séptimo Día había sido fundada sobre una insoportable y condenable mentira?

Entonces, ¿no predicó esta iglesia una mentira desde 1844?

Una mentira que ningún ángel, ni Jesús, ni el Espíritu Santo jamás pronunciaron.

Quien considera estas declaraciones como una exageración, encuentra un amigo en mí. Porque aún yo pensé que se trataba de una mera hipérbole cuando leí esto por primera vez. Pero luego siguieron largos estudios de los distintos calendarios judíos y las normas bíblicas para las fiestas, porque quería contestar a los guardadores del sábado lunar y tuve que comprender sus estudios; y la comprensión de estos calendarios me trajo de vuelta a la astronomía (no astrología, como algunos quieren endilgarme) y a una conclusión sorprendente: En realidad tenemos un problema con el año 31 d.C. en el adventismo.

Según nuestros conocimientos actuales y considerando toda la evidencia científica y astronómica más reciente, no podría haber brillado una luna llena en el año 31 d.C. sobre la escena crucial en Getsemaní en un viernes como nosotros los adventistas predicamos. ¿Por qué no? Debido a que cada Pascua debe caer en un día con una luna llena (o al día siguiente). Pero si la Pascua del año 31 d.C. fue en marzo o abril, entonces la luna llena del 14 de Nisán si fuera el 27 de marzo cayó en martes, o si fue el 25 de abril, cayó en miércoles, ¡pero nunca en viernes!

Pero justo antes, leemos que Elena G. de White declaró: “La luna de Pascua, ancha y llena, resplandecía desde un cielo sin nubes.”

Y en sus escritos encontramos en varias ocasiones una clara referencia de que Jesús murió en la primavera del año 31 d.C. en la cruz:

En la primavera del año 31 de nuestra era, Cristo, el verdadero sacrificio, fue ofrecido en el Calvario.” {DTG 200,2}

Dos declaraciones similares se encuentran en El Conflicto de los Siglos, y cada vez una en El Espíritu de Profecía, Profetas y Reyes y La fe por la que vivo.

Y es confirmado por ella que Jesús murió un viernes: “Una dificultad parecía acumularse sobre otra.

El sexto día de la semana habían visto morir a su Maestro, el primer día de la semana siguiente se encontraban privados de su cuerpo, y se les acusaba de haberlo robado para engañar a la gente.” {DTG 736.2}

Me sorprendió y tocó en lo más profundo de mi corazón adventista. ¿Era realmente posible que yo hubiera creído una mentira todos estos años? ¿Era posible que las profecías de Daniel no se habían cumplido? ¿O es que los adventistas sólo tienen equivocado el año, pero cómo podría entonces 1844 todavía ser verdad? ¡Elena G. de White confirmó también el 22 de octubre 1844 muchas veces! Luego, ¿sería realmente una falsa profeta? ¡Terrible! ¡Insoportable! Eso sería en realidad el final del adventismo. ¡Sin exagerar!

Pero, por supuesto, pensé... cálmate primero, lee exactamente, revisa todo...

Esto es lo que me gustaría hacer ahora junto con ustedes...

Las 70 semanas

El autor de la carta abierta continúa, y explica cómo nosotros los adventistas entendemos el cumplimiento de la profecía de las 70 semanas de Daniel 9. Aquellos quienes no la conocen, deberían primero echar un vistazo a nuestra doctrina básica sobre este asunto. Esto se puede hacer de una manera muy agradable en Cyberspace Ministry. Todo es bíblico y muy bien explicado.

Quien lo sabe ya, y sólo quiere revisar un resumen, aquí está el diagrama básico de nuestra interpretación de las 70 semanas de Daniel:

Por lo tanto, exactamente en el medio de la septuagésima semana llegamos a la primavera del año 31 d.C. y a la crucifixión de Jesús. El autor de la carta abierta tiene toda la razón. Exactamente esta fue la forma en que lo enseñamos los adventistas.

El autor plantea una vez más:

La teología de los Adventistas del Séptimo Día declara, al parecer, sin haber en realidad recurrido al expediente más elemental de comprobar un calendario, que Jesús fue crucificado en la Pascua el viernes, 14 de Nisán del año 31 DC. Esta doctrina es el fulcro sobre el cual descansa la validez de su interpretación de la profecía de las 70 semanas, que, para ellos, se cumplió con el Mesías siendo “cortado a la mitad de la semana septuagésima”.

Poniendo toda su fe en los cálculos del pagano Ptolomeo, los Adventistas del Séptimo Día aseguran a sí mismos, por causa que hace 486 años y medio (69 ½ semanas) a partir del año 457 AC (cuando Artajerjes Longímano, como ellos dicen, dio su decreto para reconstruir Jerusalén), que los llevaba al año 31 DC, que ellos así han demostrado concluyentemente de que su método de exégesis e interpretación de la Biblia, es hermético, intachable, infalible, e inviolable. Están convencidos más allá de todo argumento que esto es correcto, y no desean ser confundidos con los hechos.

Desafortunadamente para esta doctrina, es demostrablemente falsa. Nunca he encontrado ninguna prueba de los Adventistas del Séptimo Día de esta fecha para la Cruz, posiblemente porque, al estar precipitadamente convencido de su exactitud, todo el mundo consideró innecesario comprobar este detalle crucial.

Y, por desgracia, también debo admitir que yo nunca había visto o escuchado acerca de cualquier verificación adventista de esta fecha. Pero tengo que admitir también que realmente no lo había investigado. La primera vez que pude leer alguna crítica acerca de nuestra enseñanza en este sentido provino de los seguidores de la doctrina del sábado lunar. Pero más sobre esto más adelante.

Si ustedes leen las siguientes 16 páginas del documento del autor de la carta abierta, quien se hace llamar “Jerushah” en su perfil, uno se enfrenta con una detallada introducción al calendario hebreo de una manera cómo el autor se imagina el calendario actual de la época de Jesús. De ninguna manera, Jerushah expone que hay grandes desacuerdos y disensiones acerca de exactamente cómo los judíos hace 2.000 años habían calculado sus festivales. La solución real para el “problema del año 31” también mostrará, cuál calendario estaba realmente en uso en ese tiempo.

De hecho, lo que el autor y muchos otros - atacando a nuestra(s) iglesia(s) de la misma manera - están haciendo, es bastante simple. Ellos hacen una comparación entre las fases de la luna que hoy en día son fácilmente predecibles y verificables científicamente, con los días de la semana de los meses elegibles, los cuales podrían haber sido candidatos para la Pascua del año 31 d.C. Y debemos ahora hacer lo mismo. Tal vez incluso con un programa más desarrollado que el que “Jerushah” tenía. Él me lo perdonará, porque a primera vista sus resultados serán confirmados y esto sin duda le agradará. ¡Pero no tanto a nosotros!

Lo que necesitamos es un programa que nos diga algo astronómicamente exacto sobre la luna de ese tiempo. Pero primero debemos hacernos la pregunta: “¿Por qué es tan importante la luna?”

La luna determina el comienzo del mes

Lo que sabemos con certeza y lo que es indiscutible es el hecho de que los antiguos israelitas observaron meses lunares y determinaron sus fiestas en dependencia de ellas. Esto es bíblicamente demostrado, y no se puede negar. Pero donde ya encontramos pequeñas diferencias de opiniones, es la cuestión sobre cuándo exactamente comenzó el mes judío: con la luna nueva astronómica o la primera luna creciente, la primera pequeña hoz visible.

Pero sabemos con bastante seguridad que en Jerusalén guardias especiales fueron colocados en las colinas, que tenían la tarea de observar el momento de la puesta del sol (el principio del día bíblico), si después de la luna nueva (astronómica) la pequeña primera luna creciente llegaba a ser visible. Si ese fuera el caso, este nuevo día que había comenzado al atardecer, era declarado el primer día del nuevo mes. Este primer creciente, el cual abreviaremos con “PC” de ahora en adelante, determinó el comienzo del mes. Por supuesto, podrían producirse posibles retrasos, por ejemplo, si prevaleció mal tiempo con nubes, o si las condiciones de iluminación eran muy desfavorables. Quiero hacer hincapié, y volveré a este tema, que no debemos utilizar estos posibles retrasos para explicar las diferencias de nuestra doctrina con los resultados astronómicos las cuales pronto descubriremos, porque eso sólo nos hará caer en otra trampa.

También hay otros grupos que les gusta establecer el principio del mes por la luna nueva astronómica. Ya que la luna nueva puede durar 1 a 3 días cuando ningún creciente es visible, este método resultaría en disputas sobre cuál de los días de la luna nueva realmente hubiera marcado el comienzo del mes. Por lo tanto, es muy probable que este método nunca fue utilizado. Cuanto más avanzaremos en este estudio, tanto más claro será que, al descubrir ciertas armonías, también habremos llegado a redescubrir aún el verdadero calendario bíblico y las reglas exactas para la determinación de los meses y años.

Incluso hoy en día, el bando de los guardianes del sábado lunar está muy dividido, ya que están en disputa entre sí, cuándo sería exactamente el momento del comienzo del mes. Ellos celebran su nuevo sábado en el primer día de cada mes que, por lo tanto, puede caer en cualquier día de la semana y así es diferente cada mes. Este día de la semana, por ellos es santificado para el resto del mes como el día del sábado. Por causa que no hay acuerdo entre sí mismos cuál regla usar, varios grupos de los guardianes del sábado lunar guardan sus “sábados” en diferentes días en el mismo mes. Ya que sabemos lo importante que es el día santificado de Dios, podemos discernir por la lucha entre los guardadores del sábado lunar que algo está errado con sus ideas.

Probablemente sólo unos pocos saben, que aún hoy en el mundo árabe el principio de los meses religiosos y los tiempos fijos para los rezos están determinados exactamente a través de la primera luna creciente (PC) y ya que el Islam es muy estricto y los musulmanes tienen que cumplir con los tiempos de los rezos que se aplican por sus lugares de nacimiento, incluso en los viajes, ellos han provisto los mejores programas descargables para la determinación de las lunas PC y sus horas de rezos en internet. Vamos a utilizar uno de estos programas para toda la serie de artículos, porque proporciona diagramas muy agradables y nos ayudará a aprender mucho más acerca de nuestro futuro que resolver sólo el problema del año 31 d.C.

Quien quiera comprobar estos estudios, debe ahora descargar el programa Accurate Times [tiempos precisos] en International Astronomical Center y verificar que no estoy contando patrañas. Por supuesto, ustedes pueden volver a calcular los datos con cualquier otro programa planetario también. Todos estos proporcionan muy buenos resultados que difieren muy poco entre sí. Otro programa que es capaz de darnos vistas de la luna muy exactas como siendo observado directamente desde una colina en Jerusalén en un año determinado es Redshift. Está disponible en varios idiomas y sólo cuesta alrededor de 75 dólares estadounidenses. Este programa probablemente es lo mejor que actualmente se puede obtener en el mercado a este precio. Ellos han hecho hincapié en la realización de un cálculo lunar absolutamente exacto, ya que esto es astronómica y matemáticamente no tan simple, porque la luna no se mueve en una órbita recta, sino de alguna manera “tambalea”. La página oficial es www.redshift-live.com. (No, no estoy afiliado con ellos.)

Por otra parte, vamos a descubrir más tarde que es irrelevante para nuestra solución del problema del año 31, si la luna fue calculada según la luna nueva (¿cuál?) o la luna PC, porque sabemos que Elena G. de White vio una luna llena en el jardín de Getsemaní el 14 de Nisán. Ella sería una falsa profetisa, si en el año 31 d.C. no hubiera caído una luna llena sobre el viernes de Crucifixión. Yo deliberadamente trataré Elena G. de White de una manera muy estricta.

El día judío: de tarde a tarde

El día judío comenzaba al atardecer y terminaba al atardecer. Desde la creación esto se puede ver claramente en la Biblia:

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. (Génesis 1:3-5)

Otro versículo da también una clara confirmación:

Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo. (Levítico 23:32)

Una vez más, Roma introdujo confusión cambiando el comienzo del día a la medianoche. Siempre hay que pensar profundamente, si utilizamos las fechas del calendario romano, porque parte del día romano sigue estando en el viejo día judío (de la medianoche hasta el atardecer) y otra parte en el siguiente día judío (del atardecer hasta la medianoche). Esto puede causar gran confusión. Ya el significado de Babilonia es “confusión”.

¿Realmente cayó Yom Kipur el 22 de octubre de 1844?

Me gustaría mostrarles un ejemplo controvertido, por el cual se puede muy bien ilustrar cómo el cálculo de los inicios de los meses se realiza de una manera moderna. Ya que hay mucha discusión acerca de nuestro “Cumpleaños Adventista”, el 22 de octubre de 1844, me gustaría revisar a través de este tema sí Elena G. de White, quien a menudo ha confirmada esta fecha, es correcta o – como muchos sitios demandan - “de nuevo” en el error. Así que primero tenemos que determinar cuándo la primera luna creciente antes del 22 de octubre fue visible. Este habría sido el comienzo del 1 de Tishri, el séptimo mes judío, de 1844. Entonces tendríamos que contar hasta el 10 de Tishri y obtendríamos la fecha del Día de la Expiación (Yom Kipur) en 1844 porque el Día de la Expiación siempre tiene lugar en el décimo día del séptimo mes judío.

Si ustedes utilizan el programa “Accurate Times” por primera vez, antes de todo tienen que entrar la ubicación de “Jerusalén”, porque todos los cálculos se basan en el sitio del viejo templo en la ciudad donde Jesús predicó y fue crucificado fuera de sus puertas. En este programa árabe, la ubicación no está disponible inmediatamente después de la instalación (pregúntense por qué).

Una nueva ubicación predeterminada se agrega con el botón “ubicación” [location]. Las coordenadas de Jerusalén son 35° 13' este (E) y 31° 47' norte (N). La zona horaria es +2 este y la elevación 630m. La “refracción” [refraction] no nos interesa en particular (yo tengo: temperatura [temperature]: 17° C, presión atmosférica [air pressure]: 914mb). Tampoco estamos interesados en la “configuración de la ciudad” [city settings]. Para los tiempos de los rezos, pueden dejar los 15 km.

A continuación, introduzcan un nombre para la nueva ubicación predeterminada: “ISRAEL Jerusalén” y presionen el botón “añadir” [add]. Y ya está.

Primeramente, vamos a ver las fases lunares para el octubre de 1844. Hagan clic en “fases de la luna” [moon phases]. Utilicen siempre “hora local” [local times] y el cálculo “topocéntrico” [topocentric] porque es más exacto. Ahora solo entren “1844” en el campo “año” [year] y hagan clic en “calcular” [calculate]. Después de un corto tiempo de cálculo aparece una tabla de las fases de la luna para todo el año 1844. Busquen en la columna “luna nueva” [new moon], la última fecha antes del 22 de octubre 1844. ¿Qué encontraron? Es el 12 de octubre, 0:41 horas. Redshift dice 1:25 horas. Yo le creo más a Redshift, pero la pequeña diferencia no es relevante para nuestra investigación.

La luna nueva astronómica, cuando ni siquiera la más pequeña luna creciente era visible, cayó el 12 de octubre 1844 poco después de nuestro comienzo del día (a la medianoche). Ahora tenemos que determinar en qué día al atardecer un observador sobre una colina en Jerusalén podría haber detectado la primera pequeña luna creciente. Este sería el comienzo bíblico del mes y esa tarde sería el comienzo bíblico del primer día del nuevo mes. Ya aquí se puede ver que las teorías de algunos hermanos, quienes me enviaron extraños estudios de que el comienzo bíblico del día no sería a la puesta del sol, sino en la mañana, son completamente absurdos. Tenemos que entender a la perfección cómo estos cálculos fueron hechos, de lo contrario nunca descubriríamos lo que Dios ha preparado en Su sabiduría en la ley ceremonial sombría para nuestro tiempo.

Ahora llegamos a la tarea principal del programa “Accurate Times”, que está diseñado específicamente para esta tarea: la determinación de cuándo la primera luna creciente fue visible. Cierren el diálogo del cálculo de las fases de la luna con “cerrar” [close] y hagan clic en el menú principal “visibilidad de la luna creciente” [visibility of the crescent moon]. Para todos los cálculos de esta serie vamos a usar fechas romanas porque estamos acostumbrados a pensar y contar con ellas. Por lo tanto, primero marcamos “fechas gregorianas” [Gregorian dates] en la ventana de diálogo. A continuación, introduzcan 12 para el “día” [day], 10 para “mes” [month] y 1844 para el “año” [year].

Los otros ajustes siempre deben ser:

  • “Nuevo creciente (tardecita)” [New Crescent (Evening)]
  • “Cálculos topocéntricos” [Topocentric Calculations] (pero también funciona con “geocéntricos” [Geocentric])
  • “Tiempo de calculación: puesta del sol” [Time of Calculation: Sunset]

Después de haber introducido una nueva fecha, siempre deben primero hacer clic en “vista previa” [preview]. A continuación, el programa calcula automáticamente tres días posibles para la visibilidad que están más cercanos a nuestra fecha y podemos hacer clic en el botón rojo “mapa de la visibilidad de la luna creciente” [Crescent Visibility Map].

En primer lugar, el programa sugiere el 11 de octubre 1844 y hacemos clic en “dibujar” [Draw] para dibujar el mapa de la visibilidad. El resultado es lo siguiente:

La leyenda del mapa nos dice que las áreas blancas y rojas indican, que es imposible de ver la luna creciente. Así que la tarde del 11 de octubre 1844 se descarta por completo. La luna nueva astronómica ni siquiera ocurrió antes de la medianoche del día 12. ¡Tiene sentido!

El 12 de octubre se ve así:

Hay un área roja justo arriba: imposible; una zona en blanco: de ninguna manera. Y hay un área azul que indica que dispositivos ópticos habrían sido necesarios para detectar la luna creciente. Vamos a excluir las zonas azules de todos nuestros cálculos, porque los antiguos israelitas no tenían estos aparatos y por lo tanto estas áreas no pueden marcar el comienzo del mes bíblico. De la misma manera se excluyen las zonas magentas, donde la observación a simple vista es teóricamente posible en condiciones meteorológicas muy buenas, pero por sólo un tan breve momento durante la puesta del sol, que también parece imposible. Dejé Redshift simular todo esto para mí. Los resultados son increíblemente hermosos y uno se siente transportado a esos años. Pero en las zonas magentas hay sólo un destello corto de una muy pequeña “luna creciente” en el momento en el que el sol no se había puesto por completo, que esto no puede haber sido válido.

Esto es muy diferente en las zonas verdes. En el mapa de arriba encontramos una zona verde y eso es lo que estamos buscando. Aquí, de acuerdo con los criterios para los cálculos de los científicos, es muy probable que la observación fuera posible. Sin embargo, la zona verde en el mapa de arriba no se extiende sobre Israel y Jerusalén, que significa que el avistamiento de la luna PC al atardecer del 12 de octubre no fue posible.

Avancemos al 13 de octubre:

¡Ahora hemos encontrado lo que buscábamos! La zona verde cubre claramente todo Israel en la tardecita del 13 de octubre al atardecer y, por lo tanto, Jerusalén también. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cuál día es ahora el primero de Tishri, el día primero del séptimo mes judío?

Como ya he dicho, el mes comienza con el avistamiento de la primera luna creciente, precisamente en esta puesta del sol del 13 de octubre. Definir la fecha gregoriana para el 1° de Tishri como 13 de octubre sería un error, porque el día siguiente, el 14 de octubre se había iniciado a la medianoche ya hace un par de horas después de la observación al atardecer. Por eso, la mayor parte del 1° de Tishri cae en el día 14 de octubre gregoriano. Pero siempre debemos recordar que un par de horas del 1° de Tishri todavía caen en las horas desde el atardecer hasta la medianoche del 13 de octubre. De lo contrario, pronto llegaríamos a serios problemas.

Ahora queremos contar al 10 de Tishri. Para hacerlo de manera más fácil podríamos utilizar uno de los muchos calendarios disponibles en Internet. A mí me gusta usar Uledoc. Pero incluso si simplemente agregamos 9 días al 14 de octubre, que ya hemos detectado como el 1 de Tishri, llegamos al día exacto, en el que los antiguos israelitas habrían celebrado su Día de la Expiación en 1844.

Y si los números no engañan, resulta esto en: 14 + 9 = 23. El 23 de octubre de 1844.

¡Espera un minuto! En el adventismo siempre hemos enseñado que el día de Yom Kipur del año 1844 cayó el 22 de octubre y que los milleritas estaban esperando la segunda venida de Jesús en este día exacto. ¿Y de repente es el día 23 en lugar del 22? ¿Está ahora todo equivocado en el adventismo?

No, ¡cálmense y piensen!

Por supuesto, los milleritas y el “Movimiento del Séptimo Mes” no tenían tales programas como los que tenemos hoy en día y no existía para ellos la posibilidad de observar lo que podría haber sido visible en aquellos días elegibles al atardecer en Jerusalén. Además, no estaba claro por cuáles criterios el nuevo mes tenía que ser determinado. Sin entrar demasiado en detalle, preguntamos a la misma Elena de White, que era testigo presencial de los acontecimientos en el día del “gran chasco”, lo que realmente sucedió y en cuáles horas ellos esperaban a Jesús:

Con ansiedad los adventistas, no menos de cincuenta mil y, probablemente, más cerca de cien mil diseminados en gran parte a través de la zona de noreste de Norte América, se levantaron para saludar el día memorable, martes, el 22 de octubre 1844.

Algunos buscaron miradores donde pudieran observar el cielo claro, con la esperanza de vislumbrar primero la venida del Señor regresando. ¿Cuándo vendría Jesús? Las horas de la mañana pasaron lentamente y el mediodía llegó, a continuación, la media tarde, y finalmente la oscuridad se sentó sobre la tierra. Pero todavía era 22 de octubre y lo sería hasta la medianoche. Por fin llegó esa hora, pero Jesús no vino. La decepción fue casi indescriptible. {1 BIO 53.3} [traducido]

Según nuestro cálculo muy exacto llegamos a la conclusión de que los milleritas y todo el movimiento adventista, que habían calculado esta “fecha más tarde” para la venida después del previo “pequeño chasco”, en realidad habían estado esperando el regreso del Señor un día demasiado temprano. Pero habían hecho su cálculo de esta “última fecha posible para la venida” bíblicamente correcto y muy similar a la manera cómo los judíos caraítas lo hacen mediante la determinación de la cosecha de cebada en la primavera del año judío.

Si abrimos el sitio web de los caraítas www.karaite-korner.org, encontramos en este sitio puramente judío, que normalmente no se ocupa de ninguna manera con otras religiones, sorprendentemente enlaces a sitios con el debate adventista. Una vez enlacen a un sitio de adversarios del adventismo y una vez a la respuesta adventista, la cual es muy bien fundamentada en Pickle Publishing. Pero, esta discusión no es sobre el día exacto - como en nuestro caso - sino sobre sí el mes habría sido correcto, porque los judíos ya habían celebrado su Yom Kipur el 23 de septiembre en ese año importante, 1844.

¿Qué causa, esta diferencia de exactamente un mes? El séptimo mes judío es la séptima luna creciente calculada a partir de la primera luna PC y esto dependía claramente de cuándo el año judío había comenzado y cuándo se determinó el primer mes. Todavía tenemos que hablar en detalle acerca de cómo el primer mes bíblico realmente fue determinado porque mucho depende de esto. Por ahora sólo tengan en cuenta lo siguiente: Hay por lo menos dos grupos de judíos: los judíos rabínicos que determinan su principio de año según el calendario de Rabí Hillel II y los judíos caraítas que comienzan su año de una manera más bíblica - por lo menos como ellos dicen – dependiente de la cosecha de la cebada. Voy a explicarles a ustedes detalladamente estos dos métodos para determinar el comienzo del año judío y ustedes reconocerán muy pronto que... ¡ambos son defectuosos!

Pero ahora muchos están culpando justo a los adventistas y dicen que nosotros tendríamos errores en nuestros cálculos. Lo peor es que acusan a Elena de White porque sus visiones confirman la fecha y si no es correcta, ella “una vez más” estaría expuesta como falsa profetisa.

En primer lugar, debemos entender que el conocimiento de las verdades bíblicas y de la ley ceremonial bíblica aún era muy incompleto en ese tiempo. El sábado no había sido reconocido, mucho menos el comienzo del día judío en el ocaso. Todo esto iba a ser descubierto años más tarde. Así, Jesús, por ejemplo, por 16 años no consideró que fuera necesario explicarle a Elena de White que el principio bíblico del día para la celebración del sábado no es a las 18:00 horas, sino en el momento de la puesta del sol. Pero si Jesús en ese tiempo no lo consideró importante, eso no quiere decir que también sería de poca importancia para nosotros hoy en día. El conocimiento está creciendo y mis descubrimientos en la ley ceremonial judía y en los servicios y fiestas sombrías no hubieran sido posibles sin una comprensión precisa del verdadero cálculo bíblico de los comienzos de días, meses y años.

Vamos a examinar las declaraciones de Elena G. de White sobre el 22 de octubre 1844 y lo que ella dice exactamente:

Así que la historia registra estos eventos milagrosos en Suecia para las generaciones posteriores para recordar, no sea que los adventistas olviden o nieguen el gran poder de Dios que obraba en la proclamación del Adviento en los años del comienzo de la década de 1840 y la importancia del juicio que se inició en el lugar santísimo del santuario celestial el 22 de octubre 1844. {EGWE 108.3} [traducido]

¿Cuándo comenzó exactamente el día Yom Kipur? En la tardecita del 22 de octubre al 23 de octubre de 1844 en el momento de la puesta del sol. La declaración de Elena de White es absolutamente correcta. ¡El juicio comenzó exactamente en el ocaso del 22 de octubre de 1844! No comenzó en el 23 de octubre, porque eso habría sido alrededor de 6 horas más tarde. Nuestros cálculos de la luna confirman precisamente esa fecha.

En su biografía, leemos:

También a ella fue mostrado que ellos estuvieron en el comienzo de un sendero, en lugar de estar al final de él, como lo habían supuesto. {1 BIO 59.3} [traducido]

Se trata del comienzo del juicio y otra vez eso fue exactamente el 22 de octubre, como muestra nuestro cálculo: puesta del sol en la tardecita del 22 de octubre 1844 al 23 de octubre.

En Primeros Escritos leemos acerca de la puerta cerrada y abierta que marca el verdadero acontecimiento que tuvo lugar en esa puesta del sol del 22 de octubre: Jesús concluyó Su servicio en el Lugar Santo y avanzó a servir en el Lugar Santísimo. No hay contradicción, ¡todo correcto!

El único comentario un poco problemático de Elena G. de White que encontré es del Conflicto de los Siglos:

El décimo día del séptimo mes, el gran día de la expiación, el tiempo de la purificación del santuario, el cual en el año 1844 caía en el 22 de octubre, fue considerado como el día de la venida del Señor. Esto estaba en consonancia con las pruebas ya presentadas, de que los 2.300 días terminarían en el otoño, y la conclusión parecía irrebatible. {CS 451}

Según nuestra definición, el Día de la Expiación en el año 1844 no habría caído en el 22 de octubre, sino en el 23; pero, de todos modos, este Día de la Expiación realmente no fue guardado en ningún lugar del mundo. En el sitio web caraíta podemos leer que ellos no hubieran guardado el Día de la Expiación en ese día. (Voy a mostrar más adelante por qué ellos piensan así.) ¡Pero es cierto que el Día de la Expiación se inició el 22 de octubre de 1844! Se trata de una cuestión puramente dialéctica, porque en verdad, una parte de Yom Kipur cayó en el 22 de octubre y otra parte en el 23 de octubre. ¡Esto no es suficiente para llamar a Elena de White una falsa profetisa! Pero podemos aprender de esto cuán importante es de entender bien estas cuestiones con el fin de refutar a nuestros oponentes con la verdad.

Al final de nuestro corto viaje a este tema quiero dar el consejo que debemos ser muy cuidadosos en nuestra articulación. El Día de la Expiación correctamente calculado debería haber caído en el 23 de octubre, pero Jesús entró definitivamente el 22 de octubre 1844 en el Lugar Santísimo y el Gran Día del Juicio en el cielo comenzó al atardecer del 22 de octubre 1844 según el calendario gregoriano. Los pioneros habían identificado la luna nueva del 12 de octubre como el comienzo del mes, y no la primera luna creciente, ya que más tarde también pensaron equivocadamente que el sábado comenzara a las 18:00 horas. Sin embargo, Jesús nos dice por el profeta Daniel:

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. (Daniel 12:4)

El año bíblico

En esta serie, nadie puede evitar de tratar con el inusual calendario judío y las fiestas que parecen bastante complicadas. La Biblia está llena de esto y también tiene una razón, la que hasta ahora no había sido reconocida. Por lo tanto, hablamos un poco más sobre los cálculos del calendario judío. Ahora sabemos que el mes judío comienza con la primera luna creciente (PC) y esto es lo mismo en todos los meses. Ahora queremos saber cuándo comienza el año judío.

Antes que todo hay dos teorías y calendarios. Nuestro “Jerushah” utilizaba sólo uno de ellos, y, además, aquello que de forma demostrable no estaba en uso en ese tiempo.

Para entrar en esta cuestión, tenemos que entender que la primavera en el antiguo Israel se inició con el equinoccio de marzo igual que en nuestra cultura. Teniendo en cuenta los desplazamientos en el tiempo de los últimos 2000 años, el equinoccio de la primavera entonces era alrededor del 23 de marzo (en el calendario juliano), y hoy en día es alrededor del 20 de marzo. Por cierto, todas mis fechas se darán en fechas gregorianas (después de 1582 d.C.) o fechas julianas (antes de 1582 d.C.). Los programas recomendados por mí hacen la conversión automáticamente. Sólo es importante para ustedes saber que, con la introducción del calendario gregoriano, el orden de la secuencia de los días de la semana no cambió. Y principalmente se trata de esto, porque queremos saber, si fue posible que Jesús en el año 31 verdaderamente murió en un viernes, pasó un sábado en la tumba y resucitó en la mañana del domingo, como siempre hemos sido enseñados.

Sabemos, que en el cuarto siglo (también hay una gran cantidad de controversia acerca de cuándo exactamente, pero todos están de acuerdo de que fue siglos después de Cristo), un famoso rabino Hillel ha introducido un calendario que determinó el primer mes judío, el Nisán, de modo que empezó con la luna creciente (PC) que cayó más cerca del equinoccio de la primavera. Algunos llaman este calendario “Hillel II” y el que existió antes “Hillel I” que, por supuesto, no es completamente correcto, porque Rabí Hillel ni siquiera había nacido en ese tiempo antes del calendario Hillel II. Pero me gustaría también seguir usando esta nomenclatura porque es muy simple.

Algunos están asumiendo ahora que antes del rabino Hillel y su calendario Hillel II, la regla judía para el inicio del año era de usar la primera luna creciente después del equinoccio de primavera o cayendo directamente en el equinoccio de primavera. Como veremos, los defensores de esta teoría han llegado muy cerca a la verdad, pero todavía les falta algo.

Por lo tanto, hay dos calendarios posibles que dependen por completo del equinoccio primaveral (marzo 23 en aquel entonces y 20 de marzo en la actualidad), y uno de ellos fue demostrablemente introducido siglos después de Cristo. Y exactamente este es el que nuestro “Jerushah” utiliza en su carta abierta... Así él está cometiendo su primer gran error y muchos otros hacen lo mismo.

Así que, ¿ustedes creen ahora que sólo necesitamos utilizar el calendario Hillel I y todo es miel sobre hojuelas? ¡Lejos de esto! Pero primero vamos a resumir las posibilidades para el comienzo del año que hemos encontrado hasta el momento:

Cuatro métodos

Ya vemos por el análisis de las diversas teorías del comienzo del mes y año bíblico que hay algunas incoherencias e incertidumbres. Si hay algo incluido en los días festivos bíblicos para nosotros como la última generación, primero tenemos que reconocer que no fue otro que Satanás, quien ha creado tanta confusión y que ahora nosotros tenemos la tarea de traer orden del caos.

Hasta ahora, hemos encontrado cuatro formas diferentes con las cuales los judíos en el año 31 podrían haber determinado el comienzo de su primer mes “Nisán”. Estos métodos son utilizados por muchos sitios web, de manera intercambiable y todos están asumiendo el método que soporta mejor las ideas del autor.

  1. Principio del año (1 Nisán) con la luna nueva astronómica que cae más cerca del equinoccio primaveral.
  2. Principio del año (1 Nisán) con la luna nueva astronómica que cae después del equinoccio primaveral o sobre él.
  3. Principio del año (1 Nisán) con la luna PC, que cae más cerca del equinoccio primaveral.
  4. Principio del año (1 Nisán) con la luna PC que cae después del equinoccio primaveral o sobre él.

“Jerushah” eligió sólo uno de estos cuatro métodos, el método de Hillel II (n.º 3), y este método es muy poco probable que sea el correcto, ya que sabemos que el rabino Hillel introdujo el cálculo con la luna PC más cerca del equinoccio de la primavera unos siglos después del año 31 d.C.

Los caraítas

Asimismo, no podemos evitar este grupo de judíos, cuando estemos considerando lo que fue probablemente el verdadero cálculo del inicio bíblico del año. Ellos reclaman - y esto aparentemente de manera honesta - que ellos intentan de revertir el calendario judío, el cual fue reformado por el rabino Hillel, y regresar a la observancia del calendario bíblico original exigido por Jehová. Por lo tanto, ellos excluyen completamente el uso de la luna nueva astronómica, porque entienden que Dios mostró a Moisés algo en el cielo de la noche, cuando Él le dijo:

Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. (Éxodo 12:2)

La palabra para mes es “hodesh” y actualmente significa “luna nueva”. Así que, si Dios quería enseñarle a Moisés el comienzo del mes, entonces Él apuntó a la primera luna creciente, porque si no habría sido algo visible (el caso de la luna nueva astronómica), Él no hubiera podido mostrar algo. Estoy de acuerdo con los caraítas y por lo tanto vamos a dejar a un lado en el futuro las lunas nuevas astronómicas, las cuales aún duran a veces hasta 2 o 3 días y podrían causar otros problemas en la determinación del inicio del mes. No obstante, en el cálculo de los posibles días de la semana para la Pascua del año 31 d.C. las usaremos para completar la investigación.

Ahora me gustaría presentarles en forma breve lo que los caraítas creen. En el 16 de Nisán, el decimosexto día del primer mes judío, tuvo que ser ofrecido un cierto sacrificio ceremonial: se debía mecer una gavilla de los primeros frutos.

Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. (Levítico 23:10-11)

Según la tradición judía, la gavilla de los primeros frutos consiste en la primera cebada, ya que la cebada madura primero que todos los cultivos de cereales, alrededor de un mes antes que los demás. Desafortunadamente, no tenemos muchas otras referencias bíblicas, pero es una conclusión lógica de que debe ocurrir un problema para esta fiesta de la primavera, el segundo día después de la Pascua, si simplemente la cebada madura no estaba disponible, ¿no? ¿Cómo podían los judíos “mecer la gavilla” si no encontraban la cebada madura para la gavilla?

Este aparente problema dio lugar a la muy correcta suposición que el comienzo del año tendría que ser pospuesto si en el final del mes duodécimo, no estaba disponible la cebada madura (el Abib). En este caso, ellos tenían que esperar a la próxima luna PC. Pero de este modo ellos supieron por lo menos dos semanas antes de la fiesta de la Pascua, si la gavilla realmente podría ser mecida en el 16 de Nisán o no. En la cultura judía, no existe un año bisiesto con un día extra cada cuatro años, como nosotros lo conocemos, sino un decimotercer mes, un mes bisiesto. Y, por supuesto, es muy discutido de nuevo, cómo este debe ser determinado.

Los judíos rabínicos tienen un sistema permanente que intercala cada 19 años un mes bisiesto (que por cierto lleva a problemas matemáticos muy interesantes y un cambio gradual del inicio del año en comparación con el año solar real), mientras que los judíos caraítas determinan su mes bisiesto por el Abib (que simplemente significa “madurez”) de la cebada, lo que hace mucho más sentido en la luz de la Biblia:

Vosotros salís hoy en el mes de Abib. (Éxodo 13:4)

Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche. (Deuteronomio 16:1)

Pero ¿qué pasa con el equinoccio? Esta pregunta es totalmente ignorada por los caraítas. Ellos sólo miran el final de su 12º mes por el Abib, y si lo encuentran, la siguiente luna creciente marca inmediatamente el 1 de Nisán. Si no pueden encontrarlo, ellos intercalan un 13° mes y al final de este mes buscan de nuevo. El inicio del año para los caraítas depende, por lo tanto, sólo indirectamente del sol, ya que da luz y calor para el crecimiento de las plantas. Su determinación es más agrícola y menos astronómica.

Si añadimos ahora el cálculo caraíta del comienzo del año a nuestra lista de cuatro métodos, tenemos ya cinco maneras de cómo el inicio judío del año podría haber sido calculado. ¿Ven, cuánta confusión había sido introducida?

  1. Principio del año (1 Nisán) con la luna nueva astronómica que cae más cerca del equinoccio primaveral.
  2. Principio del año (1 Nisán) con la luna nueva astronómica que cae después del equinoccio primaveral o sobre él.
  3. Principio del año (1 Nisán) con la luna PC, que cae más cerca del equinoccio primaveral.
  4. Principio del año (1 Nisán) con la luna PC que cae después del equinoccio primaveral o sobre él.
  5. Principio del año (1 Nisán) con la luna PC si el Abib pudo ser encontrado.

Los pioneros adventistas después de la “primera decepción” de 1843 comenzaron en el verano de 1844 a enseñar que Jesús tendría que volver a más tardar el 22 de octubre de 1844, si este año hubiera sido precedida por un mes bisiesto debido a la ausencia del Abib (el decimotercer mes, por supuesto, siempre pertenece al año anterior). ¡Vamos a ver que ellos estaban absolutamente en lo correcto!

Al lector interesado a quien le gustaría profundizar este tema y conocer más detalles, le recomiendo especialmente la página web de los caraítas www.karaite-korner.org y el texto muy informativo en Pickle Publishing. Me limitaré a presentar aquí sólo los hechos que son importantes para entender la solución. Yo no quiero que sea demasiado largo.

Por tanto, será nuestra tarea de averiguar cuál de estos métodos es el correcto y esto ciertamente no es una tarea fácil, ya que este problema que tenemos ante nosotros nadie lo ha resuelto. El sorprendente hecho acerca de la solución será que ninguno de los métodos resultará completamente errado, pero tampoco completamente correcto. En esta primera parte de la serie de las sombras, encontraremos el verdadero método bíblico, el cual estaba aún en uso en la época de Jesús y solamente con este conocimiento habían sido posibles los sorprendentes cálculos de la tercera parte, que de una manera maravillosa volverán a confirmar nuestros resultados de la primera parte.

La fiesta de la Pascua

Según la Biblia, la fiesta de la Pascua tiene lugar el 14 de Nisán, en el primer mes judío. Por eso es tan importante saber, cuándo comienza el año judío. Y por supuesto también las otras fiestas de la primavera y cuándo caen las fiestas dependen de él. Por lo general, se cree que los israelitas estaban sólo buscando por la luna creciente, antes o después del equinoccio de la primavera, o buscaron el Abib y si la luna creciente era visible al atardecer ellos sabían que se trataba del comienzo del primer día del mes Nisán. A continuación, ellos fueron capaces de proclamarlo solemnemente a lo largo de Israel y el pueblo tenía casi dos semanas para viajar a Jerusalén y reunirse allí para los preparativos de la Pascua, los cuales comenzaron con la eliminación de la levadura de las casas y el sacrificio del cordero pascual.

En el adventismo se cree que el 14 de Nisán del año 31, era un viernes y el 15 de Nisán, el primer día de los siete días de los panes sin levadura, había sido un día ceremonial de reposo (sábado) que cayó en este año 31 exactamente en un sábado del séptimo día. Por lo tanto, habría caído un sábado ceremonial “accidentalmente” en un sábado del séptimo día.

Vamos a leer las instrucciones de Dios para la Pascua:

En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis. (Levítico 23:5-8)

Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. (Levítico 23:10,11)

En este punto me gustaría mostrarles una pequeña tabla, para darles un poco de ayuda. La tabla también incluye los días de la semana como nosotros los adventistas los enseñamos. Esta tabla refleja exactamente lo que encontramos en nuestro Comentario Bíblico Adventista.

Fecha judía14 de Nisán15 de Nisán16 de Nisán
Nombre de la fiesta Pascua (Lev. 23:5) 1° Día de los Panes sin Levadura (Lev. 23:6) 2° Día de los Panes sin Levadura
Ceremonia (tipo) A la novena hora (15:00 horas) el cordero era matado y comido a la puesta del sol (próximo día). Sábado ceremonial - día de reposo. El mecer de la gavilla de los primeros frutos (Lev. 23:10-11) al tercer día de la pascua.
Jesús el verdadero cordero de la pascua (antitipo) Jesús celebra la última cena con Sus discípulos a la puesta del sol el jueves y entonces se va al jardín de Getsemaní, donde Él es arrestado. Después de esto siguen las cortes de la noche y del día, y Jesús es crucificado y muere antes del fin del día a la novena hora.
Antes de la puesta del sol del viernes, el principio del sábado, Jesús es colocado en la tumba.
Jesús reposa de Su obra en la tumba. La resurrección de Jesús en la mañana del día tercero.
Día de la semana (como enseñaron los adventistas) Puesta del sol del jueves -
puesta del sol del viernes
Puesta del sol del viernes -
puesta del sol del sábado
Puesta del sol del sábado - puesta del sol del domingo.

En este punto me gustaría mostrarles unas pequeñas tablas, para darles un poco de ayuda. Las tablas también incluyen los días de la semana como nosotros los adventistas los enseñamos. Estas tablas reflejan exactamente lo que encontramos en nuestro Comentario Bíblico Adventista.

Fecha judía14 de Nisán
Nombre de la fiesta Pascua (Lev. 23:5)
Ceremonia (tipo) A la 9na hora (15:00 horas) el cordero era matado y comido a la puesta del sol (próximo día).
Jesús el verdadero cordero de la pascua (antitipo) Jesús celebra la última cena con Sus discípulos a la puesta del sol el jueves y entonces se va al jardín de Getsemaní, donde Él es arrestado. Después de esto siguen las cortes de la noche y del día, y Jesús es crucificado y muere antes del fin del día a la 9na hora.
Antes de la puesta del sol del viernes, el principio del sábado, Jesús es colocado en la tumba.
Día de la semana (como enseñaron los adventistas) Puesta del sol del jueves -
puesta del sol del viernes
Fecha judía15 de Nisán
Nombre de la fiesta 1er Día de los Panes sin Levadura (Lev. 23:6)
Ceremonia (tipo) Sábado ceremonial - día de reposo.
Jesús el verdadero cordero de la pascua (antitipo) Jesús reposa de Su obra en la tumba.
Día de la semana (como enseñaron los adventistas) Puesta del sol del viernes -
puesta del sol del sábado
Fecha judía16 de Nisán
Nombre de la fiesta 2do Día de los Panes sin Levadura
Ceremonia (tipo) El mecer de la gavilla de los primeros frutos (Lev 23:10-11) al tercer día de la pascua.
Jesús el verdadero cordero de la pascua (antitipo) La resurrección de Jesús en la mañana del día tercero.
Día de la semana (como enseñaron los adventistas) Puesta del sol del sábado -puesta del sol del domingo.

De acuerdo con el cálculo judío inclusivo, Jesús pasó los tres días en la tumba que fueron profetizados. Una pequeña parte antes del atardecer del viernes (1er día, 14 de Nisán), todo el sábado (2do día, 15 de Nisán) y la noche desde el atardecer del sábado hasta el domingo por la mañana (3er día, 16 de Nisán). El sacrificio de los primeros frutos, el mecer de un tipo específico de grano, de acuerdo con la ley ceremonial tuvo que tener lugar al día siguiente del “sábado”.

Ahora, la Pascua cae sólo en algunos años en un viernes, así que el sábado ceremonial (15 de Nisán) cae en un verdadero sábado del séptimo día. En el año de la crucifixión de Jesús, pasó exactamente esto.

Lo sabemos por Juan 19:31:

Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.

La más probable y absolutamente correcta opinión de expertos es que el así llamado “alto sábado” o “gran sábado” acontece cada vez, cuándo un sábado ceremonial cae sobre un verdadero sábado del séptimo día. Por supuesto, hay una vez más mucha discusión sobre este asunto en los círculos cristianos, como obviamente, todo debe ser cuestionado lo cual se expresa en forma sencilla en la Biblia. Pero lo cierto es que aquí en la Biblia se menciona una característica muy especial de este particular sábado, que no se puede encontrar en ningún otro lugar en la Biblia. Si pudiéramos demostrar que Jesús murió realmente un viernes en el año 31 d.C., entonces esto sería también la prueba de que el término “Gran Sábado”, significara la coincidencia de un sábado ceremonial con un sábado del séptimo día. En la tercera parte de esta serie, este entendimiento llegará a ser muy importante.

Si nosotros tuviéramos que encontrar que Jesús en el año 31 d.C. no pudo haber muerto en un viernes, esto sería el peor escenario para el adventismo. ¡La pregunta en este caso sería un asunto de “vida o muerte” para nosotros los adventistas!

Por lo tanto, ha llegado el momento para calcular el año 31 d.C. con los cinco métodos mencionados arriba, y veremos sí la Pascua en el 14 de Nisán tal vez pudiera haber caído en viernes en 31 d.C....

La verificación

Para el cálculo con los cuatro primeros métodos, necesitamos la fecha del equinoccio primaveral. Redshift da la respuesta: 23 de marzo de 31 d.C., 06:24 horas en Jerusalén.

Ahora tenemos que buscar la luna nueva astronómica antes del equinoccio primaveral. Redshift dice: 12 de marzo de 31 d.C., 00:23 horas.

Y la luna nueva astronómica después del equinoccio primaveral: 10 de abril de 31 d.C., 13:37 horas.

La luna nueva astronómica más cercana al equinoccio vernal es la del 12 de marzo (11 días de diferencia). En cambio, la luna nueva astronómica del 10 de abril tiene una distancia de 18 días.

De acuerdo con el método 1, empezando el año con la luna nueva astronómica, que es la más cercana al equinoccio primaveral (12 de marzo), la Pascua habría caído el 25 de marzo de 31 d.C. Vamos a buscar rápidamente en la calculadora del día de la semana, cuál día de la semana fue eso: domingo. Lamentablemente no fue un viernes.

Según el método 2, iniciando el año con la luna nueva astronómica, que es posterior al equinoccio vernal o coincide con el (10 de abril), la Pascua habría caído el 23 de abril 31 d.C. Instantáneamente volvemos a buscar en la calculadora del día de la semana, cuál día de la semana cayó: lunes. Desafortunadamente, este tampoco fue un viernes.

Para el método 3, que determina el inicio del año con la luna PC, la cual está más cercana al equinoccio primaveral, primero tenemos que calcularla con el programa “Accurate Times”. Si desean comprobar los resultados, por favor, repiten exactamente los pasos que les había mostrado en los ejemplos de 1844. Sólo tienen que introducir 12 de marzo de 31 como la fecha. Con el fin de acortar el proceso, sólo mostraré el mapa de la visibilidad del 12 de marzo y el “día del cumplimiento”.

Primero, la puesta de sol del 12 de marzo:

El área que cubre Israel es azul y habrían sido necesarios instrumentos ópticos para descubrir esa luna PC. Estos instrumentos no existían en 31 d.C. ¡Excluido!

Ahora, el 13 de marzo de 31:

¡Verde! Esta es la puesta del sol con la luna PC que estamos buscando. El programa nos dice que este fue un martes por la noche. Así que el primero de Nisán habría sido miércoles, el 14 de marzo de 31 d.C. Vamos a añadir rápidamente 13 días en la calculadora de fechas para llegar al 14 de Nisán: martes, 27 de marzo del año 31 d.C. ¡Una vez más no fue un viernes!

¡Pero todavía tenemos dos posibilidades más!

Revisemos el método 4. Según el, el comienzo del año (1 de Nisán) cae en la luna PC siguiente al equinoccio vernal o coincide con él. Por lo tanto, tenemos que usar la luna nueva astronómica fechada el 10 de abril de 31 d.C. en Accurate Times para encontrar su luna creciente correspondiente.

No, esto es imposible. Vamos a ver el próximo día:

Sí, ¡Israel está verde! Era un miércoles, 11 de abril de 31 d.C. Por lo tanto, el 1° de Nisán habría sido el jueves, 12 de abril de 31 d.C. ¿Y la Pascua? Miércoles, 25 de abril 31 d.C. Una vez más no fue un viernes y ¡ahora estamos en apuros!

Porque, si examinamos ahora el método 5 siguiendo las reglas de los caraítas de su propia página web, el Abib es primero comprobado en marzo. Si ellos lo hubiesen encontrado en marzo, la Pascua hubiera tenido lugar después de la luna PC de marzo y esa fecha ya fue calculada: martes, 27 de marzo de 31 d.C.

Y si supongamos que ellos no pudieron encontrar el Abib en marzo, automáticamente llegamos a la siguiente luna PC de abril. También ésta Pascua ya la hemos calculado: miércoles, 25 de abril de 31 d.C.

Cinco métodos diferentes y ninguna de las Pascuas cae en un viernes. ¡Qué vergüenza!

¿Acabó ahora el adventismo, como “Jerushah” afirma con fervor?

Vamos a escuchar algunas voces aisladas en medio de nosotros, que tratan de defendernos de este ataque aparentemente mortal...

Patéticos intentos de explicar

En YouTube, podemos ver y escuchar (lastimosamente sólo en inglés) un sermón del pastor adventista Michael Kunz, el cual contiene el “non plus ultra” de las respuestas adventistas a este dilema. En el comienzo, escuché este sermón con gran alegría, pero luego me di cuenta de algo perturbador.

Michael Kunz, explica allí, básicamente, los mismos hechos que les presenté antes. Él nos dice que hay un ataque terrible contra el adventismo porque nosotros no seríamos capaces de resolver el problema del año 31 d.C. con el viernes. Comentó con tristeza, que él había sido pastor por décadas e incluso él había sido sacudido en los cimientos de su convicción y fe. Él enfatizó en el inicio de que nadie debía salir de la sala, porque primero tendría que demostrar que esto es realmente un terrible problema para el adventismo, pero al final de su corto sermón – que aún no dura más que una media hora -, él iba a mostrar a todos la solución de este problema. Hizo tanto hincapié en que nadie debía salir de la conferencia antes del final de su sermón, porque de lo contrario la persona probablemente jamás volvería al adventismo, perdiendo la solución del problema.

A pesar de mi extremadamente lenta conexión a Internet aquí en el campo, vi el sermón completo, que llegó a empujones y entrecortadamente por más de dos horas, con gran expectación y alta tensión. Quería saber, cuál era la solución de este aparentemente irresoluble problema...

Vi el contador de tiempo del sermón llegar a los últimos tres minutos... y él estaba todavía hablando acerca de cuán malo era todo esto. ¡Pero por fin llegó! Y la solución era tan simple. Todos estamos demasiado ciegos...

Dando la esencia del discurso, eso es lo que el Pastor Michael Kunz dijo en su sermón el 13 de febrero de 2010:

De hecho, ¡el problema no es sí la Pascua cayó realmente en un viernes astronómicamente! La verdadera pregunta es, sí podría haber caído en un viernes, de acuerdo con una perspectiva humana teniendo en cuenta todos los errores, que en ese tiempo en el año 31 d.C. pudieran haber sido posibles con la observación de la nueva luna creciente.

Todo el mundo cree que la Pascua habría caído en miércoles, el 25 de abril, ya que era la única fecha astronómicamente correcta y de conformidad con las normas del imperante calendario judío [presumiblemente Hillel I, con la luna nueva después del equinoccio primaveral] de esta época. Pero los judíos de antaño ponían guardias para descubrir la primera pequeña luna creciente...

Así que, ¿qué habría pasado si los guardias no descubrieron la primera luna creciente en la puesta del sol el miércoles, 11 de abril de 31 d.C.? Entonces, el 1° de Nisán se habría retrasado por un día. Y si el mal tiempo prevaleció incluso un día más, entonces podría haber habido un retraso de otro día. Según de una perspectiva humana, un error de dos días en ese tiempo, sin programas de cálculos astronómicos y computadoras no puede ser excluido.

Ahora, ¡váyanse tranquilos a sus hogares! El adventismo no ha muerto, porque era posible que la Pascua pudiera haber caído en un viernes debido a un error humano.

Hasta acá, el buen intencionado intento para explicar de este ciertamente amable pastor. Al principio, pensé que esto había sido algo nuevo que él había descubierto por sí mismo a través del severo estudio de la materia. Más tarde, sin embargo, me di cuenta de que, en realidad, sólo repitió lo que ya estaba escrito hace mucho tiempo en nuestro Comentario Bíblico Adventista.

En la página 243 del tomo 5 del Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, leemos bajo el título “Años cuándo la crucifixión pudo haber ocurrido en viernes”:

b. En el mes que comenzó tres días y unas cuatro horas después de la luna nueva de abril del año 31 d.C. (aproximadamente el 14 de abril) si se computa un período un tanto más largo, pero todavía posible después de la luna nueva astronómica (el 14 correspondería con viernes, 27 de abril).

Esto en otras palabras, es exactamente lo que el Pastor Michael Kunz nos explicó. Solamente necesitamos contar un poco de patrañas y ya encaja todo a la perfección. Vamos simplemente a asumir que en el primer día los guardias estaban borrachos y en el segundo día hubo una tormenta eléctrica tremenda y ya hemos eliminado el problema.

Pero no se puede acusar a nuestros eruditos que nosotros los adventistas nunca habríamos revisado un calendario. En nuestro Comentario Bíblico se puede leer en muchas páginas impresos de gran tamaño y con letras pequeñas (p. 242 a 259) acerca de un análisis exacto de este problema y esta es la segunda bofetada en la cara de “Jerushah”, quien, mientras está atacando al adventismo, no conoce ni siquiera nuestros escritos y declaraciones sobre este tema. Pero admito que yo mismo nunca había oído hablar de este problema a través de un pastor o anciano, y por lo tanto no sabía que nosotros desde el comienzo del adventismo estamos muy bien despiertos sobre el “asunto del año 31” y nos quedamos satisfechos con una solución “debido a un error humano”.

Si ustedes leen nuestro Comentario Bíblico, y encuentran en el apéndice sobre este tema incluso las cartas de varias instituciones astronómicas de la década de 1950, puede suceder en algún momento, que después de tanta lectura tan difícil de digerir, ustedes cierren el comentario y dicen: “Bueno, estos son todos expertos. Ciertamente, ¡ellos saben lo que es correcto!” Después apagan la lámpara de la mesilla de noche y tratan de recuperar sus cerebros durante un buen sueño. Honestamente, casi reaccioné de igual manera...

Pero luego, el Espíritu Santo ya no me dejó descansar. Una lucha interna se llevó a cabo en mí interior, y ella me llevó una y otra vez al jardín de Getsemaní, y a las palabras introductorias de Elena G. de White en “El Deseado de Todas las Gentes” en el capítulo “Getsemaní”:

EN COMPAÑÍA de sus discípulos, el Salvador se encaminó lentamente hacia el huerto de Getsemaní. La luna de Pascua, ancha y llena, resplandecía desde un cielo sin nubes. La ciudad de cabañas para los peregrinos estaba sumida en el silencio.

¿Alguna vez han visto la luna dos días después de la luna llena? ¿Era todavía una luna llena para ustedes? Por favor, observen esto el próximo mes, u obtengan ustedes mismos el programa “Redshift”, el cual es capaz de simular incluso la “luna llena” del año 31 d.C. del viernes 27 de abril.

No, es fácil de distinguir y ustedes lo pueden ver claramente que ¡esto ya no es una luna llena! Y ahora viene el problema: Elena G. de White siempre dijo que a ella fueron mostradas estas escenas cruciales en visión. ¡Ella realmente vio la luna llena en el jardín de Getsemaní, y a Jesús y Sus discípulos allí!

Por lo tanto, si permitimos error humano en el avistamiento de la luna nueva y por lo tanto dejamos de lado los cálculos astronómicos, automáticamente nosotros hacemos a Elena G. de White una mentirosa, porque el 27 de abril del año 31 d.C., definitivamente no hubo una luna llena visible en Getsemaní.

Y si nosotros mismos hacemos a Elena G. de White una falsa profetisa, entonces aún más seguro el adventismo ha llegado a su fin.

Otro problema. Si permitimos estos grandes errores en el cálculo de las lunas PC, podemos realmente abstenernos de estudiar profecías que se basan en los festivales, porque todos dependen de las lunas PC. Si ésta fuera la solución, entonces, queridos hermanos y hermanas, nuestro Señor en el año 31 d.C. no fue crucificado de acuerdo con las normas astronómicas que Él mismo como el Creador estableció. Entonces no hubiera sido la intención de Jesús de descansar en la tumba en un sábado del séptimo día que en lo contrario habría sido predicho profética y astronómicamente. Entonces, la conexión entre la astronomía y la profecía, y también la posible real explicación para los muchos sábados lunares en la Biblia, habrían sido destruidas. Así que, Cristo simplemente supo antes que los guardias en el año 31 d.C. estarían borrachos y todo esto tiene nada que ver con la determinación astronómica de las fechas de los festivales. Y por eso nosotros también podemos olvidar que el siguiente versículo de la Biblia podría contener alguna referencia a un significado profético de la luna y del sol:

Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, (Génesis 1:14)

Y este modo de pensar fue probablemente la razón de que nadie en 166 años desde la existencia de nuestra iglesia realmente comenzara a reflexionar sobre el problema, orara sobre él, y finalmente encontrara la solución verdadera, bella, y armoniosa.

¡Estamos en un terrible dilema, hermanos y hermanas! Hasta ahora sólo sabemos que el viernes, 27 de abril de 31 d.C. es astronómicamente errado y que en este equivocado viernes no brillaba la luna llena en Getsemaní, como afirma Elena de White. ¿Quién nos ayudará a salir de esta angustia?

La solución de los guardadores del sábado lunar

En esta hora tan terrible, los guardianes del sábado lunar quienes habían sido capacitados en este problema por muchos años por la colección de Grace Amadon, se están ofreciendo como Salvadores del Adventismo y están extendiendo sus manos para sacarnos de las “arenas movedizas del tiempo”. Quién no conoce lo que es la colección de la Grace Amadon, debe saber que esta es una enorme colección de estudios que fue presentado a nuestra Conferencia General a principios de la década de 1930. Grace Amadon era la hija de uno de nuestros pioneros y había estudiado por décadas el calendario bíblico, y había llegado a la conclusión (errónea) de que el verdadero sábado del séptimo día estaría dependiente de la luna creciente. La Conferencia General o sea el Instituto de Investigaciones Bíblicas nunca ha confirmado que esto sería la verdad, pero también ha fallado en estudiar el verdadero significado de las fiestas, las cuales de hecho dependen de las lunas PC, y esta negligencia es la razón por la cual estos estudios surgen hoy de nuevo y están en proceso de desviar a muchos de nuestros miembros de guardar el Sábado del séptimo día en el séptimo día de la semana (sábado) y quieren “convertir” a toda la Iglesia Adventista a este nuevo sistema. Lo llaman “La gran reforma del calendario” o “La gran reforma del sábado”.

La solución del problema del año 31 d.C. por los guardianes del sábado lunar es tan simple como sorprendente:

Como se mencionó anteriormente, la mayoría de ellos observan como los judíos la primera luna creciente (con criterios diferentes, pero eso no debe molestarnos) y comienzan con ella su método de conteo de los sábados. ¡El primer día del mes lunar es para ellos el primer sábado! Algunos grupos, sin embargo, guardan la luna nueva astronómica como sábado, el cual puede durar de uno a tres días. Por lo tanto, hay que precocinar mucho como guardador del sábado lunar, porque no se sabe sí el primer sábado de luna nueva dura uno o tres días. Entonces ellos siguen contando a partir del primer sábado y guardan sus “sábados” cada siete días. De esta manera, ellos guardan sus “sábados” en un mes determinado a intervalos de 7 días. Pero el día de la semana varía de acuerdo con la luna PC (o la luna nueva astronómica), ya que cae en diferentes días de la semana de acuerdo con el inicio de cada mes nuevo. Afirman de haber encontrado el verdadero sábado bíblico y de ser los únicos y verdaderos genuinos adventistas del séptimo día.

Por lo tanto, ellos declaran que Jesús habría descansado en la tumba en un “sábado” no importa en cuál día de la semana hubiera muerto. El primer día de Panes sin Levadura, que siempre sigue a la Pascua está de acuerdo con Éxodo 23:7 un día ceremonial del descanso (en hebreo “sábado”) y siempre cae automáticamente en su “sábado del séptimo día”. Así que, el tipo y antitipo se habrían cumplido perfectamente aún si Jesús hubiera muerto el miércoles, 25 de abril de 31 d.C., porque para ellos el jueves era un “sábado del séptimo día” como es para ellos siempre cualquier 15 de Nisán.

Para ellos, cada fiesta que se describe en las órdenes divinas de la forma: "[este día] tendrán santa convocación, no haréis ningún trabajo servil en él” es automáticamente un “sábado del séptimo día”. Y como el día después de la Pascua definitivamente fue declarado un “sábado”, es totalmente irrelevante en qué día de la semana cae.

¡Vaya, muchas gracias, queridos guardianes del sábado lunar! Ahora ustedes han salvado al adventismo y todos podemos dormir tranquilos otra vez. A partir de ahora todos vamos a utilizar el programa Accurate Times y observamos a la puesta del sol el cielo para ver si la pequeña luna creciente es visible. Y luego les decimos a nuestros empresarios que nos quedamos en casa cada mes en diferentes días de la semana y esto los hará seguramente muy felices.

No, amigos, ¡no es tan simple! De hecho, los sábados festivos tienen un muy complicado ritmo y no todos tienen exactamente una distancia de siete días. En los festivales de la primavera encontramos también la regla para contar después del primer día de los Panes sin Levadura siete veces siete días para llegar al día antes de Pentecostés, y que cada uno de estos días séptimos es de nuevo un día de reposo ceremonial. Y este recuento abarca tres meses completos y ya en el segundo mes sus “sábados del séptimo día” están fuera de ritmo con este orden divino. Otro problema para ustedes es que el 16 de Nisán, el día de las Primicias un día después del primer día de los Panes sin Levadura también fue declarado un día de reposo. ¿Cuál es el significado de todo esto? Exactamente esto, ninguno de ustedes es capaz de explicarlo con precisión.

Ah, casi puedo profetizar que aquellos guardianes del sábado lunar entre ustedes que prefieren el uso de las lunas nuevas astronómicas argumentarán que esto podría ser la explicación de las discrepancias de arriba y de los tres días de reposo seguidos (la Pascua, Panes sin Levadura, las Primicias), ya que la luna nueva puede durar hasta tres días. No, tampoco puede ser, porque la fiesta de la Pascua es siempre el 14 de Nisán, la cual siempre cae en una luna llena que dura solamente un día y no en la luna nueva que puede durar hasta tres días. ¡Olvídenlo! Sus explicaciones no van a salvar al adventismo, pero traen problemas más severos.

Lo único que pueden explicar con respecto a los festivales, es que Jesús, según su teoría, podría haber muerto en cualquier año determinado en cualquier mes de la primavera en cualquier día de la semana, y habría descansado automáticamente en un día de reposo ceremonial en la tumba. Pero con esto no salvan al adventismo, porque nosotros enseñamos claramente que Jesús murió un viernes.

Ustedes no son capaces de explicar, cómo los otros sábados de las fiestas de primavera deben cumplirse proféticamente. Para ustedes, todos los sábados ceremoniales son automáticamente un cumplimiento. Ustedes erradican el verdadero Sábado del Séptimo Día y declaran los sábados ceremoniales como su propio cumplimiento. Por lo tanto, todo se cumple en cualquier momento dado en el tiempo y en cualquier año. ¡Esto es pura tontería y no tiene significancia!

Lo que ustedes ofrecen como un aparente apoyo, lleva a la destrucción completa del adventismo porque nos están desviando de guardar el verdadero Sábado de la Creación y así nos quieren hacer pecar. Y de este modo, todos moriríamos y Satanás habría logrado su objetivo.

La elección

Por lo tanto, podemos elegir entre las siguientes posibilidades:

  1. Admitimos que nos hemos equivocado con el viernes y que Jesús no fue crucificado en viernes. Entonces damos la razón a “Jerushah”.
  2. Aceptamos la solución del Comentario Bíblico y declaramos que Jesús por causa de “un error humano” fue accidentalmente crucificado en viernes. Esto implica, sin embargo, que Elena G. de White nos había engañado con la luna llena y no es una verdadera mensajera de Dios.
  3. Aceptamos la solución de los guardianes del sábado lunar y olvidamos el sábado del séptimo día de la semana y empezamos a guardar a partir de ahora nuestros sábados de acuerdo con la luna creciente cada mes en un diferente día de la semana.

¿Cuál opción prefieren? Todas nos llevan al fin del adventismo, tal como lo conocemos.

¿O es que ahora quieren ver la verdadera solución?

En este caso, por favor sigan leyendo en Parte II.

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