Primera publicación el sábado, 27 de diciembre de 2014, 20:21 en inglés en www.lastcountdown.org
[1] Cuando leemos el Apocalipsis, encontramos que en realidad son utilizados de esta manera:
Al reflexionar sobre las señales del fin del tiempo, la mayoría de las personas, aún aquellas que no estén muy familiarizadas con la Biblia, inmediatamente piensan en las señales en el sol, la luna y las estrellas. Y, de hecho, esta expectativa tiene validez. Después de todo, cuando Dios creó el sol, la luna y las estrellas Su propósito no fue simplemente usarlos para separar el día de la noche, sino Él dijo, “y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años”.Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. (Apocalipsis 6:12-13).
Las señales en el sol, la luna y las estrellas son señales de que el fin del mundo está cerca. Entonces, ¿dónde están estas señales, si realmente estamos cerca del fin? ¿No lo sabríamos, si en realidad ya hubieran sucedido? Y si no han ocurrido aún, ¿cuándo debemos esperarlas?
La historia se repite
Uno de los métodos que Dios utiliza para enseñarnos, es a través de la historia. A menudo decimos que la historia se repite, pero para aquellos que sirven al Dios que conoce el fin desde el principio, esto tiene un significado mucho más amplio y más profundo. Por ejemplo, ¡considera la historia bíblica del Éxodo de Egipto! Israel se fue a Egipto en el tiempo en que su pueblo estaba empezando a crecer, y ellos habitaron allí por algunas generaciones. Durante ese tiempo, los egipcios sigilosamente comenzaron a esclavizar a los israelitas hasta que los tuvieron completamente bajo su dominio. Pero Dios eligió a Moisés, quien los sacó de Egipto, a través del Mar Rojo, y Él les proporcionó alimentos, agua, y la libertad de su esclavitud. Esta fue una experiencia histórica, pero como estaban siendo guiados por Dios, también es simbólica para acontecimientos futuros.
Los hijos de Israel eran el pueblo de Dios. Él los eligió de entre todos los pueblos de la tierra para representar su carácter al mundo. Hoy en día el pueblo de Dios tiene la misma misión. Por esa razón podemos aprender de nuestra contraparte antigua. Al igual que Su antiguo pueblo involuntariamente se encontró siendo esclavizado cuando anteriormente era libre, eso le sucede a Su pueblo actual que inconscientemente es esclavizado también. Tal vez hoy en día no sirvamos a personas que con látigos nos gritan sus órdenes, pero sí somos esclavos del pecado. El efecto es el mismo—aunque tal vez deseamos ser libres, él que nos esclaviza a menudo es duro con nosotros, y no podemos escapar. Así que, como Dios eligió a Moisés para liberar a los israelitas de sus amos egipcios, nosotros también tenemos un Libertador del pecado: es el hombre Jesús. Por Su sacrificio, Él nos libró de nuestros opresores, y tal como le enseñó a Su antiguo pueblo en el desierto, de la misma manera, Él nos enseña acerca de Sí mismo, transformando nuestras vidas.
Pero ese no es el fin de la historia. Jesús dijo que Él vendría otra vez, para que pudiéramos estar donde Él está.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. (Juan 14:3)
Esto también tiene una contraparte en la antigua historia. Después de haberlos instruido y enseñado acerca de Sí mismo, Dios cumplió Su antigua promesa dada a Abraham, de dar a su descendencia el lugar que había preparado para ellos. Cuando cruzaron a la tierra que Dios les estaba dando, tuvieron que desalojar a los enemigos. La primera ciudad en ser destruida fue Jericó, y Dios les dio instrucciones precisas sobre cómo iba a ser derrocada. Solo después de haber capturado esta ciudad fue que realmente pudieron decir que habían recibido la Tierra Prometida. Esto es un patrón para nosotros al prepararnos para recibir el lugar celestial que Dios nos ha prometido.
Historia se Repite, se explica en detalle cómo este patrón se aplica a nosotros en la actualidad, y es recomendable estudiarlo. Sin embargo y sin entrar en mucho detalle, a los varones israelitas se les mandó marchar alrededor de la ciudad mientras que los sacerdotes cargaban el arca del pacto de Dios y sonaban siete trompetas delante de ella. Esto se repitió por seis días. Cada día dieron una vuelta alrededor de la ciudad. Pero en el séptimo día, marcharon siete veces alrededor de la ciudad, después gritaron, y entonces las murallas de la ciudad cayeron y los israelitas empezaron a recibir su herencia.
En la serie de artículos,El arca del pacto contenía los Diez Mandamientos escritos en piedra por el dedo de Dios. Una marcha alrededor de la ciudad con el arca era una representación visual de fijar un sello alrededor de un pergamino. Un sello era utilizado para identificar a un testigo o a la autoridad respaldando un documento, así como utilizamos las firmas en la actualidad. La persona que ejercía la autoridad, presionaba su sello en el material suave para fijar el sello en el documento de tal modo que el documento no se pudiera abrir sin romper el sello. La ley de Dios fue hecha en tablas de piedra, escrita con Su propio dedo, y es utilizada como Su sello. En particular, el mandamiento del sábado contiene información específica, necesaria para identificar Su autoridad: Su nombre, título y jurisdicción.
La revelación de la repetición de la historia
En el Apocalipsis, a Juan se le mostró un libro (pergamino) sellado con siete sellos. Jesús, el Cordero, fue el Único que fue hallado digno de abrir los sellos, y cuando Él los abrió, Juan vio algunas cosas simbólicas sucediendo. Este libro con siete sellos representa la historia del pueblo de Dios. Cuando se abrió el primer sello, la pequeña “secta” cristiana de los seguidores iniciales de Jesús salió conquistando en un caballo blanco. Cada vez que se abría un sello, la historia cristiana se desarrollaba en armonía con los símbolos presentados en el Apocalipsis.
Reconociendo la aplicación de la conquista de Jericó, podemos ver una semejanza. Cada día, los israelitas marcharon alrededor de la ciudad una vez, representando un sello del libro de Apocalipsis. Sin embargo, en el séptimo día, marcharon siete veces indicando que ¡la historia de los sellos debe repetirse! Después de que los primeros seis sellos se abrieron, representando seis períodos de la historia de la iglesia, una historia similar se repetirá antes de que se abra el último sello.
De hecho, siguiendo el curso de la historia cristiana, descubrimos que así como había un grupo de jóvenes principiantes seguidores de Jesús que salieron conquistando en un caballo blanco (representando la pureza de la doctrina), así nuevamente - después de que entraran a la iglesia muchas concesiones y numerosas doctrinas impuras - Dios hizo un reagrupamiento, y unos cuantos jóvenes creyentes de diferentes denominaciones dejaron a un lado sus prejuicios y estudiaron sinceramente hasta que la pureza de la primera iglesia estuvo presente una vez más. Eso sucedió durante el Gran Despertar de las décadas de 1830 y 1840 y dio lugar a la formación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ellos se convirtieron en los heraldos de los mensajes de Dios de misericordia y de advertencia en los últimos días, pero tristemente - al igual que pasó con la iglesia primitiva - después de una etapa muy poco mencionada de persecución y martirio durante las guerras mundiales, la concesión y la contaminación corrompieron al pueblo otra vez. Todo esto está documentado en nuestra presentación insignia, El Reloj de Dios.
La repetición sigue al mismo patrón en cada detalle como los primeros seis períodos de la historia, sólo en una escala de tiempo mucho más corta. Al principio de este artículo, el versículo de Apocalipsis que fue citado habla de las señales en el sol, la luna y las estrellas, y ellas sucedieron después de que se abrió el sexto sello. De acuerdo con el patrón de la conquista de Jericó, por lo tanto, debemos esperar no solo uno, sino dos cumplimientos de esta profecía. Un cumplimiento habría sucedido antes de 1844, cuando el Gran Despertar había entrado en su fase de madurez, sin embargo, debe existir otro cumplimiento durante la repetición de este sello algún tiempo después. ¿Confirma la historia esto? ¡Vamos a ver!
Un gran terremoto
La primera señal que es dada cuando el sello se abre, es que “hubo un gran terremoto.” Por supuesto, muchos terremotos grandes han ocurrido en la historia, entonces ¿cómo reducimos la lista de las posibilidades? Al tener en cuenta otras profecías bíblicas relacionadas, vemos que el período de tiempo en el que deberíamos esperar el terremoto, debería caer aproximadamente entre 1600 d.C. y 1800 d.C. Los períodos antes de este tiempo en la historia son asociados reconociblemente a los sellos anteriores.
Un terremoto notable durante este período fue el Gran Terremoto de Lisboa que sucedió el 1 de noviembre de 1755. Pero, el factor principal que señala al terremoto de Lisboa no es cuán poderoso fue o cuántas vidas se perdieron, sino cuán influyente su efecto fue en la escala global. Si por ejemplo consideramos el terremoto más mortífero en la historia, que causó la muerte de más de 800.000 personas, no encontramos ningún impacto global significativo. Éste ocurrió en China en el año 1556 d.C., pero al igual que muchos otros terremotos, es relegado principalmente a inscripciones de enciclopedias y a listas de desastres naturales. Fuera de China tuvo poco impacto.
El terremoto de Lisboa, por el contrario, fue el desastre natural más grande[2] jamás registrado en Europa y se sintió físicamente en un área de más de diez millones de kilómetros cuadrados en toda Europa y Norte de África, donde causó mucha destrucción, especialmente en Marruecos y Argelia, donde ciudades enteras fueron destruidas. “La causa del terremoto sigue siendo un misterio, porque la actividad tectónica de la región no se entendía claramente. El límite de la placa... no está bien definido.”[3]
En Lisboa, la rica capital de Portugal, donde el daño fue particularmente severo, se formaron enormes fisuras de unos 5 metros de ancho que se abrieron en el centro de la ciudad. Muchos sin percatarse al buscar refugio de los edificios que se derrumbaban, corrieron a los claros cerca del río Tajo sólo para encontrar su destino poco después cuando enormes olas del tsunami arrasaron la ciudad, viajando por el río destruyendo los palacios del rey, bibliotecas, museos y lugares de interés cultural y ahogando a los que huían. Por el hecho de ser una época de velas y estufas de leña, numerosos pequeños incendios se propagaron rápidamente en las áreas donde el tsunami no llegó, y se extendieron rápidamente, envolviendo gran parte de lo que quedaba de la ciudad y poniendo fin a las vidas de muchos que estaban atrapados entre los escombros ya que el incendio duró varios días. Alrededor del 85% de los edificios de la ciudad fueron destruidos, incluyendo prácticamente todas las iglesias, que estaban llenas en ese día ya que era un día de celebración religiosa. “El terremoto de 1755 ha sido comparado en algunas ocasiones con el Holocausto como una catástrofe tan enorme en cuanto a tener un impacto transformador en la cultura y la filosofía europeas.”[4]
Por su impacto global, el terremoto de Lisboa fue inigualable. No sólo por la distancia donde fue sentido, sino también por la calidad de los registros que se guardaron del mismo. Poco después del terremoto se recolectó información de encuesta, y testigos compartieron sus observaciones en relación con ciertos aspectos de las circunstancias que rodearon el evento, y estas fueron documentadas y analizadas. Esto hizo que fuera el primer terremoto estudiado científicamente, y es reconocido como el estímulo inicial para el desarrollo de la sismología moderna. Hoy en día, los científicos aún estudian detenidamente los registros relacionados con el terremoto y siguen publicando sus investigaciones de este evento ¡que tuvo lugar hace casi 260 años!
¿Un Dios de amor?
Volviendo a la historia de Jericó por un momento, debemos preguntarnos qué podemos aprender acerca de Dios a base de estas cosas. Antes de que Jericó fuera destruido, sus habitantes estaban petrificados por miedo al pueblo de Israel. Ellos reconocieron que estaban en grave peligro, porque habían oído historias de lo que Dios había hecho por Su pueblo. Pero Dios es el Creador, y Él ama a la gente, ya sean buenos o malos. Ustedes pueden percibir el anhelo de Su corazón en el mensaje que una vez le dio a Su pueblo errante:
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel? (Ezequiel 33:11)
¡Dios no odia a sus enemigos! Él los ama y quiere eliminar lo que los aleja de Él, para que puedan estar con Él otra vez como en el principio, “paseando en el huerto, al aire del día.”[5] Pero cuando nos aferramos al pecado, Dios sabe que eso significa nuestra ruina, así que Él nos suplica que lo dejemos.
Después de salir de Egipto, antes de que se les permitiera entrar a la Tierra Prometida, Dios dijo, “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.”[6] En las ceremonias de este santuario, Dios ilustró cómo planeaba quitar el pecado de ellos, para que Él pudiera morar entre ellos de nuevo. Israel tenía un precioso mensaje para el resto del mundo, incluyendo a Jericó: Dios es misericordioso y siempre está dispuesto a perdonar el pecado, no importa lo atroz o lo grande que sea. Lamentablemente, pocos creen que Dios está realmente dispuesto a perdonarlos. En vez, se aferran a las falsas nociones de que Él los odia y sólo quiere castigarlos para desquitarse por las cosas que hicieron que a Él no le gustan. Pero al mismo tiempo que Jericó temerosamente anticipó su perdición, había una que miraba desde la muralla de la ciudad hacia el campamento de Israel y vio Su amor. Siendo ella una prostituta, era consciente de su indignidad, pero puso su fe en el Dios de Israel, que la amaba a pesar de su condición miserable. Ella respondió a Su deseo de habitar con Su creación, y se sometió a Su misericordia. Esto no pasó desapercibido por Dios. Aunque toda la ciudad fue destruida y saqueada, Dios dispuso que esta ramera y toda su familia se salvaran.
Fue un escenario similar cuando los hijos de Israel salieron de Egipto. La última plaga que iba a venir a Egipto fue la muerte de todos los primogénitos varones, ya sea de hombres o bestias. Los únicos que se salvaron de esta plaga fúnebre fueron los hijos de Israel, a quienes se les dio instrucción con respecto a la primera Pascua, donde marcaron las puertas de sus casas con la sangre de un cordero, para que el ángel destructor pasara sobre su hogar sin ejecutar su juicio.
El pueblo se inclinó y adoró, agradecidos por este notable conmemorativo dado para preservar a sus hijos el recuerdo del cuidado de Dios por su pueblo. Había un buen número de egipcios que fueron llevados a reconocer, por medio de las manifestaciones de las señales y prodigios mostrados en Egipto, que los dioses que ellos habían adorado no tenían conocimiento, y no tenían poder para salvar o destruir, y que el Dios de los hebreos era el único Dios verdadero. Ellos rogaron que se les permitiera entrar a las casas de los israelitas con sus familias en aquella terrible noche cuando el ángel de Dios debía matar a los primogénitos de los egipcios. Los hebreos les dieron la bienvenida a estos egipcios creyentes en sus hogares, y estos últimos se comprometieron a sí mismos, a partir de ese momento de elegir al Dios de Israel como su Dios, y de salir de Egipto e ir con los israelitas a adorar al Señor. {ST, 25 de marzo de 1880, par. 4}[7]
Para algunas personas es difícil reconciliar la idea de un Dios amoroso con la ejecución de una ciudad entera, pero, aunque Él hace ese trabajo sucio, Él no se complace en ello y hubiera querido más bien que todos ellos se arrepintieran, para no tener que hacer ese trabajo. Él ha demostrado su disposición de perdonar en cualquier escala. Ese ha sido Su propósito declarado—limpiar al hombre del pecado.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:21)
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Isaías 1:18)
Lo que lleva a Dios a sacudir la tierra, es Su ira contra el pecado. Cuando el primer sello se abre, hay pureza en la iglesia. No son sin mancha y Él los aconseja en consecuencia, pero la doctrina que Él les dio permanece pura. Es el evangelio eterno - las buenas nuevas que Él ciertamente nos librará del pecado y no nos deja ser esclavos en el pecado. Pero cuando los siguientes sellos se abren, Él ve a Su pueblo cada vez más y más corrupto por el pecado y enseñando una doctrina impura, y por esa razón su consejo se vuelve más y más severo, hasta que finalmente Él sacude la tierra en un esfuerzo de despertar a Su pueblo para que vean su necesidad de reforma.
Jesús explicó que no debemos pensar que las personas que son afectadas por desastres, son peores pecadores que los demás, sino Él nos aconseja a tomar esto como una advertencia de que debemos tener una actitud de arrepentimiento hacia nuestro pecado o nosotros también pereceremos.
¿O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. (Lucas 13:4-5)
Por lo tanto, debemos evitar la idea de que a Lisboa le sobrevinieron los juicios de Dios porque era una ciudad impía.
¡Sin embargo, eso no quiere decir que Dios no ejecuta juicios sobre ciudades perversas! Pero cuando lo hace, no es por mera coincidencia. Sodoma y Gomorra fueron ejemplos de la ira de Dios siendo derramada sobre los pecadores impenitentes. Jesús aclara este punto con una pequeña parábola de la higuera sin fruto:
Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después. (Lucas 13:6-9)
La higuera era una representación de la nación de Israel. Él había estado trabajando en ella extensamente para que produjera buen fruto—el fruto del Espíritu. Pero ellos rehusaron aceptarlo, y, en consecuencia, no pudieron recibir Su Espíritu para producir fruto. A pesar de todos Sus esfuerzos, Él finalmente tuvo que cortarla intencionalmente. Antes de ejecutar juicios con ira, Dios siempre da advertencias. Nos corresponde a nosotros, discernir esas advertencias y prestarles atención reformando nuestras vidas en humildad y arrepentimiento. Jesús explicó que la caída de la torre no fue un juicio contra el pecado, sino una advertencia de arrepentimiento para todos. Sin embargo, no cabe duda que la destrucción de Jerusalén era el juicio de Dios.
Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos. Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa? Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos. (2 Crónicas 7:19-22)
Dios siempre está dispuesto a trabajar en nosotros si se Lo permitimos. En la cruz, Él tomó nuestros pecados de color escarlata sobre Sí mismo y dio en intercambio Su propia vida contenida en Su sangre, para que la blanca pureza de Su vida sea nuestra. Si estamos dispuestos a recibirla, podemos ser obedientes como Él lo fue, porque Él no tenía ventajas sobre nosotros, sino vino en “semejanza de carne de pecado.”[8] Pero si rehusamos permitir que Su Espíritu haga Su voluntad en nuestras vidas, Él no puede limpiarnos, y si persistimos en esta rebelión, Él finalmente nos dejará solos para que seamos destruidos juntos con nuestro pecado, porque es la sangre de Jesucristo que nos limpia de todo pecado.[9]
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho. (Isaías 1:18-20)
Gracias a Jesús, la elección es tuya. ¿Cómo vas a elegir?
Preparando a un pueblo
El terremoto de Lisboa fue una señal de que el Día del Juicio estaba cerca, y cuando Dios estaba despertando a Sus vírgenes dormidas, les dio entendimiento en relación con las Escrituras. Pero ésta no fue la única señal que Él dio, para que sea bien claro que era en realidad la señal profetizada.
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; (Apocalipsis 6:12)
Después del gran terremoto, habría más señales; esta vez en los cielos. En la Nueva Inglaterra durante las décadas que siguieron al terremoto de Lisboa, hubo un gran interés en las cosas espirituales. Más tarde recibió el apodo de “el distrito quemado”, debido a los numerosos reavivamientos por causa de la anticipación de “fuego y azufre” y los nuevos movimientos religiosos que se originaron allí. La gente estaba ansiosa por aprender acerca de las Escrituras. Así que, aunque era un área relativamente pequeña, sería la ubicación apropiada para las siguientes señales. Abarcando desde Maine hasta Nueva Jersey, “El Día Oscuro de Nueva Inglaterra” se manifestó el 19 de mayo de 1780. En medio de la mañana, el cielo estaba nublado con una tonalidad rojiza, y comenzó a hacerse más y más oscuro hasta que al mediodía estaba tan oscuro, que velas fueron necesarias para continuar con los negocios. No se sabía la causa del evento. Un incidente notable habla del pensamiento inmediato de la gente que el Día del Juicio había llegado. Abraham Davenport, un miembro de la legislatura de Connecticut, respondió a la moción de aplazamiento de la sesión con estas palabras:
Estoy en contra de un aplazo. Puede ser, que el día del juicio está llegando, o no. Si no ha llegado, no hay razón para un aplazo: si ha llegado, yo quiero ser encontrado haciendo mi deber. Por lo tanto, deseo, que se traigan velas.[10]
La población religiosa en esa área, rápidamente conectó este evento tan particular con la llegada del Juicio del Fin. Durante 2 ¼ siglos, permaneció como un misterio sin resolver, pero con la investigación científica más reciente,[11] se ha descubierto que hubo un gran incendio forestal en Canadá alrededor de ese tiempo, y el humo de ese fuego se elevó lo suficiente para dejar poco o ningún rastro de olor, y se expandió en la región. En combinación con una densa neblina, al esparcirse bloqueó completamente la luz del sol en un área grande. Era una señal de humo de Dios, que fue enviada para advertirles que de hecho el Día del Juicio se acercaba.
Este no fue ni el primero, ni el último día oscuro que se ha observado, pero, “Mientras que otros ‘días oscuros’ han ocurrido en el pasado, la oscuridad de este día fue más intensa y de mayor alcance de lo que la gente había experimentado antes, lo que llevo a la histeria y reacciones exageradas.”[12] Al igual que el terremoto de Lisboa que sucedió anteriormente, este día oscuro se destaca entre los demás de su clase.
Mientras todavía estaba fresco en sus mentes, y muchos estaban observando el cielo esa noche en búsqueda de la señal familiar de las estrellas titilantes o de la luna llena, la oscuridad comenzó a disiparse. Pero cuando la luna apareció, tenía un color rojizo como de sangre, aunque no había eclipse lunar esa noche. Por lo tanto, dos elementos proféticos ocurrieron a la vez en sucesión inmediata. Muchas personas pudieron recordar lo sucedido veinticinco años antes, cuando recibieron la noticia del gran terremoto de Lisboa y comenzaron a sacar conclusiones de que Dios estaba enviando a la tierra avisos de advertencia acerca de la llegada del gran Día del Juicio.
Los aspectos extensos, únicos y misteriosos de estos acontecimientos son indicativos de su propósito como señales. Algunos parecen pensar, que debido a que una gran parte del misterio que rodeaba a estos eventos ya se ha explicado científicamente, ya no califican más como señales. Pero, así como no hay ningún misterio al enviar una bengala roja desde un buque, esto aún tiene un mensaje definido, así pasa con las señales de Dios; no es necesario tener un gran misterio rodeando a los eventos para que sean una señal de Dios.
En los años siguientes, hombres llenos del Espíritu Santo comenzaron a estudiar las profecías de la Biblia, y verdades les fueron mostradas que les revelaron que se estaban acercando a un tiempo crucial en la historia. A la luz reveladora del Apocalipsis, el “librito” de Daniel fue comprendido como nunca antes lo había sido. Después de años de estudio, Dios convenció a un agricultor y estudiante diligente de la Biblia con el nombre de Guillermo Miller a compartir sus estudios, y en la década de 1830 la gente comenzó a tomar nota. Especialmente su estudio de los 2300 días de Daniel 8:14 le llevó a la conclusión de que Jesús regresaría alrededor del año 1843. Más tarde, después de darse cuenta de un simple y casi obvio error en sus cálculos, la fecha fue corregida al año 1844.
[13] Esta señal apareció en el Nuevo Mundo y fue visible en todas partes al este de las Montañas Rocosas. La lluvia de meteoros llamada Leónidas es conocida en ofrecer un espectáculo prolífico. En un año pico cuando ocurre una “tormenta de meteoros”, la cantidad de meteoritos puede ser de algunos miles de meteoros por hora (alrededor de un meteoro cada segundo o dos). Sin embargo, en 1833, la exhibición fue realmente espectacular, generando varias veces esa cantidad. Un artículo de la revista Salt River Journal de Bowling Green en Missouri afirmó: “El maestro de lenguaje más perfecto no lograría expresar a otros una imagen completa de esta experiencia extraordinaria y poco común.”[14] En ciertas localidades, fueron tantos los que se vieron, que no se pudo obtener un cálculo hasta que su frecuencia comenzó a disminuir. Fue comparado como contar gotas de lluvia.
Como para darle fuerza al movimiento, otra señal apareció en el cielo cerca del periodo en que Miller comenzó a predicar. Era la siguiente en la secuencia indicada por el sexto sello: “y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.”Muchas personas se despertaron de sus sueños por la luz, algunos temerosos pensando que un incendio había comenzado. El juez James Flanagan del condado de Clark en Kentucky señaló que “Las personas quedaron deslumbradas con asombro y cayeron en gran consternación.”[15] Al igual que con muchos eventos inusuales o desastrosos, las personas creían que el Día del Juicio había llegado. Tenían miedo y se postraron, buscando el perdón. ¿Cuán mejor hubiera sido si hubieran podido disfrutar del deslumbrante espectáculo con alegría, porque se habían preparado previamente?
Hoy en día, muchas personas hacen todo lo posible para prepararse con comida, linternas y otros artículos útiles para el caso de una emergencia catastrófica. Estas preparaciones son realmente útiles y sabias, pues “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.”[16]Pero si esa es toda tu preparación, tal vez verás que careces terriblemente en la capacidad de afrontar emocionalmente y espiritualmente un desastre de proporciones apocalípticas. La preparación que es de primordial importancia es la preparación del corazón. Si los hombres tenían miedo a las meras señales del Día del Juicio, ¿cuánto más temerán cuando los juicios reales comiencen a caer? Dios invita a todos diciendo “buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche…”[17] ¿No sería mejor estar preparado espiritualmente, para ayudar a los que estén aterrados a nuestro alrededor, mientras la misericordia todavía aboga en ese tiempo al cual esas señales advirtieron? “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”[18]
Ya con varias señales perceptibles y en la secuencia debida, la gente de Nueva Inglaterra comenzó a despertarse y a tomar en serio la interpretación de Guillermo Miller de que Jesús regresaría en 1844. Después de todo, el versículo que sigue después de la caída de las estrellas, representa el caos catastrófico asociado con “la ira del Cordero”.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis 6:14-17)
Al acercarse al año predicho y haberse desarrollado un movimiento, los estudios de Miller llegaron a un escéptico con el nombre de Samuel Snow. Estos estudios le convencieron y se convirtió en un cristiano. Más tarde testificó de su experiencia:
Vi la perfecta armonía entre Daniel y Apocalipsis, y la historia que es un perfecto cumplimiento de estas revelaciones. Me pregunté a mí mismo con toda seriedad, ¿cómo puede ser obtenido este gran conocimiento a menos que fuera inspirado por Dios? Entonces vi que la Biblia que había rechazado por tanto tiempo, era la palabra de Dios, y me derretí ante ella.”[19]
Después de haberse derretido, doblego su voluntad y permitió que el Espíritu Santo lo usara.
La fiesta judía de Yom Kipur, también conocida como el Día de la Expiación, era el tiempo en que el pueblo de Israel se reunía para el juicio. Se humillaban y esperaban con solemnidad mientras observaban a los sacerdotes realizar su simbólico servicio en el santuario. Su tarea era la purificación del santuario de los pecados que el pueblo de Israel había cometido durante todo el año. Cuando un israelita pecaba, iba al sacerdote con un cordero, y confesando su pecado, simbólicamente lo transfería al animal inocente. La sangre de los muchos corderos y otros animales de sacrificio representaba el gran sacrificio de Jesucristo, a quien Dios hizo pecado por nosotros “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”[20] Esa sangre fue rociada sobre el velo en el santuario manchándolo con los pecados del pueblo durante todo el año. En el Día de la Expiación, el registro del pecado que había sido transferido a la sangre era ceremonialmente limpiado del santuario.
Esta fiesta es un paralelo apropiado a la purificación del santuario que fue hablada a Daniel:“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.”[21] A través de sus estudios del calendario judío, Samuel Snow descubrió que en el año 1844 esta fiesta especial ocurriría el 22 de octubre. Miller y otros enseñaron que la purificación del santuario tipificaba la purificación de la tierra por medio de fuego en la segunda venida de Jesús. Para los que llegaron a amar al Señor, esto fue recibido como miel por su dulzura, mientras esperaban ansiosos a Aquel que los amaba tanto como para darse a Sí mismo por ellos “siendo aún pecadores.”[22] Esta experiencia fue bien caracterizada en las palabras de Juan el Revelador:
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito [la profecía de Daniel]. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. (Apocalipsis 10:9)
Después de que el Señor había claramente guiado al movimiento millerita por tanto tiempo, reuniendo a la gente para estudiar sinceramente Su Palabra, Jesús no vino en el día señalado, y, como el ángel lo profetizó a Juan, fue una experiencia amarga para los creyentes que tuvieron que soportar las burlas de los amigos y prójimos no creyentes.
Pasó el tiempo de expectativa, y no apareció Cristo para libertar a su pueblo. Los que habían esperado a su Salvador con fe sincera, experimentaron un amargo desengaño. Sin embargo los designios de Dios se estaban cumpliendo: Dios estaba probando los corazones de los que profesaban estar esperando su aparición. Había muchos entre ellos que no habían sido movidos por un motivo más elevado que el miedo. Su profesión de fe no había mejorado sus corazones ni sus vidas. Cuando el acontecimiento esperado no se realizó, esas personas declararon que no estaban desengañadas; no habían creído nunca que Cristo vendría. Fueron de los primeros en ridiculizar el dolor de los verdaderos creyentes. {CS 371.3}[23]
Pero los que de forma sencilla y humilde buscaban la verdad en las Escrituras volvieron de nuevo a la Fuente, decididos a entender qué pudo ser su error. El Señor recompensó su fe, pues como dice la Escritura, si “buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”[24] Todos los aspectos técnicos de los cálculos habían sido corregidos y refinados antes de que llegara la fecha y su aplicación era clara. Su debilidad radicó en una interpretación errónea del santuario, pero después de más estudios, la luz que los había guiado hasta ese momento continuó brillando aún con mayor fuerza.
El servicio del Día de Expiación era el único momento del año en el que el Sumo Sacerdote entraba en el compartimiento del santuario, donde la presencia de Dios se manifestaba como una luz brillante sobre el propiciatorio. En esa resplandeciente habitación toda cubierta de oro, reposaba el Arca del Pacto que contenía los Diez Mandamientos escritos en piedra por el dedo de Dios. A las afueras, todo Israel esperaba observando la reaparición del sacerdote a sabiendas que estaba haciendo un servicio especial para ellos en ese lugar santísimo.
En el día al cual apuntaban sus cálculos, Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, comenzó ese servicio especial para la humanidad en “aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.”[25] El Día del Juicio celestial había comenzado, y esto fue la razón porque Dios estaba preparando a Su pueblo en el periodo del sexto sello.
Es necesario que profetices otra vez
Después de que la experiencia acerca de la amarga desilusión de los creyentes adventistas fue mostrada a Juan el Revelador, el ángel dijo, “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”[26] En el Apocalipsis, después de que se presenta la profecía de los siete sellos, hay una profecía acerca de las siete trompetas. Esta orden de profetizar otra vez, es dada después de que suena la sexta trompeta. Porque las trompetas eran tocadas cada vez que el pueblo “sellaba la ciudad” en sus marchas simbólicas alrededor de Jericó, entendemos que estos ángeles que tocan las trompetas en Apocalipsis también tocan sus trompetas al abrir su sello correspondiente.
Esto indica que después de que el sexto sello sea abierto, la sexta trompeta sonará. La profecía de la sexta trompeta comienza con una peculiar y precisa profecía de tiempo que fue interpretada por Josías Litch que terminaría el 11 de agosto de 1840. Los detalles del cumplimiento de su interpretación, y su repetición posterior se pueden encontrar en el artículo anterior, El Último Llamamiento. Fue en la misma profecía de la sexta trompeta que se dio la orden de profetizar otra vez, repitiendo las profecías anteriores. Por lo tanto, como hemos visto antes, la ronda de los seis sellos (así como también sus trompetas correspondientes) deben tener un doble cumplimiento repitiéndose después de que esa luz especial fue dada en 1844.
El puñado de personas de diferentes denominaciones que habían seguido los movimientos de Cristo en el santuario celestial por fe, fue escogido por Dios para ser Su pueblo para proclamar el último mensaje de misericordia al mundo, y para estar preparado para sostenerse en pie en el Gran Día del Señor. Aunque no era un gran pueblo, Él cuidó de ellos como a la niña de Su ojo.
Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. (Deuteronomio 32:9-10)
Él cuidó a este pequeño grupo de personas guiándolo e instruyéndolo a lo largo de su peregrinar. Entre ellos se encontraban Jaime White y Elena Harmon, quienes más tarde se casaron y dedicaron sus vidas a ayudar a difundir por todas partes, el hermoso mensaje que Dios les había dado. Poco después de la desilusión, Dios comenzó a dar a Elena Harmon sueños y visiones que confirmarían al pequeño grupo en sus estudios. A pesar de que éstos eran sinceros estudiantes de la palabra, no todos estaban listos para aceptar, que la instrucción dada a ella era ciertamente la instrucción de Dios. En el artículo 17 Lunas y un Caballo Blanco se relata la historia de una notable experiencia cuando un bien fundado creyente entre ellos con el nombre de José Bates, finalmente se convenció de su don profético. Dios conocía sus preocupaciones y les proveyó la evidencia que necesitaban, sin quitar toda duda para que pudieran ejercer la fe.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios; a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:11-13)
Estos dones prevalecían en la iglesia primitiva, cuando la lluvia temprana del Espíritu Santo estaba aún fresca. Pero con el tiempo, cuando Su pueblo perdió su primer amor y no tenía afán de escuchar al Espíritu Santo en todas las cosas, los dones se manifestaron con menos frecuencia. Sin embargo, cuando Él comenzó a despertar a Su pueblo y ellos se reunían para estudiar de nuevo con el Espíritu Santo y Lo seguían seriamente, entonces Él Espíritu Santo podía volver a manifestar Sus dones.
Durante el resto de su vida, el ministerio de Elena G. de White proveyó mucho ánimo, instrucción, amonestación, y visión profética a la iglesia naciente. Fue un don de gran valor, pues les dio el apoyo y la confirmación adicionales durante el crecimiento del movimiento. Aunque formalmente ella sólo tenía educación de tercer grado y era físicamente muy frágil, Dios hizo Su fuerza perfecta en su debilidad, y durante toda su vida, prestando atención a Su consejo, ella se tornó cada vez más fuerte y mejor equipada para manejar las demandas de su ministerio. Hoy en día, hay mucha luz relevante que todavía brilla a través de las casi 100.000 páginas que ella escribió.
Las señales de que el fin estaba cerca, tuvieron su efecto y el resultado fue el Gran Despertar. Dios estaba despertando a Su pueblo dormido, para que estuvieran listos para el movimiento que Él estaba iniciando. Había llegado el tiempo para que Él montara el caballo blanco de nuevo, y con las personas despiertas, Él lo pudo hacer. Pero a medida que sello tras sello fueron abiertos, por segunda vez se repitió la misma historia. El fervor, que era fuerte al principio, pronto comenzó a disminuir, y finalmente llevó a la apatía y a una profunda apostasía en los más altos niveles de la iglesia que se organizó de ese pequeño grupo inicial de creyentes. Cuando se abrió el cuarto sello, el hermoso caballo blanco de los años iniciales era ahora representado en tonos pálidos. Ya no era el Dador de la Vida, Jesús, sino la Muerte quien montaba el movimiento con el Infierno siguiendo detrás. ¿Qué podría traer el vigor de vida de nuevo a esta gente mortalmente enferma?
Como cristianos somos llamados a ser una revelación de Jesucristo al mundo, pero esto no es posible sin la recepción de Su Espíritu.
Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. (Oseas 6:3)
En el tiempo de Pentecostés, después de que Jesús había ascendido al cielo, Sus discípulos recibieron el derramamiento del Espíritu Santo. Este riego inicial era necesario para germinar las semillas de la verdad, que en aquel entonces estaban siendo plantadas, para que pudieran crecer y dar fruto. Pero para llevar el fruto a la madurez, se necesitaba otra lluvia. La lluvia tardía simboliza el derramamiento del Espíritu Santo justo antes de la gran cosecha de la tierra, para suplir la demanda extra del fruto en desarrollo. Para la moribunda iglesia del caballo pálido, Jesús abre el quinto sello para traer nueva vida y energía para producir el fruto de Su Espíritu que es necesario para que el mundo vea y pueda participar de él.
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? (Apocalipsis 6:9-10)
El altar referenciado en este pasaje es el altar del sacrificio. Observe, que las almas están clamando desde la parte de abajo del altar. ¡Debe haber sido bastante apretado ahí abajo! No, obviamente esto es un lenguaje figurativo, y podemos entenderlo si consideramos ¿qué había debajo del altar?
Y de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. (Éxodo 29:12)
La sangre de los sacrificios se derramaba junto al altar. Estas almas que habían sido muertas por causa de la palabra de Dios y por sus testimonios, son representadas por su sangre que es recogida bajo el altar. La sangre del primer mártir, Abel, está entre ellos, y como clamó a Dios en su muerte[27] de tal manera vuelve a clamar otra vez en este tiempo.
Hay una última generación, y toda la sangre justa de esos mártires será demandada de esa generación. Escucha las palabras de Jesús:
¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. (Mateo 23:33-36)
En el año 2010, se publicó un estudio que relaciona la constelación de Orión (el Cazador, que está preparado para aplastar la cabeza de la serpiente) con el Santuario Celestial de acuerdo con el patrón dado en Apocalipsis 4 y 5. En este estudio, los sellos repetidos son mostrados correspondiendo con ocurrencias históricas dentro del pequeño grupo de creyentes adventistas que más tarde se organizaron como la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Las siete estrellas de Orión forman un reloj que marca varios eventos, muy importantes en la historia de este pueblo.
En la historia de Job, cuando Dios le habla desde el torbellino, una de las preguntas que Él le hace a Job nos da información útil acerca de esta constelación. Él pregunta, “¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, O desatarás las ligaduras de Orión?”[28] Dios indica que Orión tiene ligaduras que Job, por implicación, no puede desatar. ¿Suena esto familiar? Así es—ésta es una referencia a los sellos del Apocalipsis que sólo el Cordero (Jesús) fue encontrado digno de desatar. Estos sellos son asociados con Orión en este pasaje. Por otra parte, la palabra traducida “Pléyades” significa literalmente “siete estrellas”. Así que, el versículo dice literalmente, “¿Podrás tú atar los lazos de las siete estrellas...?” Lo que vemos es un ejemplo de paralelismo poético hebreo. Frecuentemente en la poesía hebrea, la segunda mitad de una línea repite el pensamiento de la primera introduciendo un pequeño cambio. Este es el caso aquí. En la primera parte, se refiere a las siete estrellas, mientras que en la segunda parte se dice Orión. De hecho, ambas partes se están refiriendo a la misma constelación, y Dios también nos está diciendo que, en las siete estrellas de Orión, encontraremos un mensaje con lazos que van a ser atados a nosotros. Estos lazos provienen de la ley de Dios:
Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos. Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón. (Proverbios 7:2-3)
De hecho, el mensaje de Orión es uno de transformación del carácter, llevado a cabo por el Espíritu Santo. Otra traducción para “lazos” en el versículo de Job es “dulces influencias”. Y éstas encontramos en la próxima cita:
No es siempre la presentación más sabia de la verdad de Dios la que convence y convierte al alma. Los corazones de los hombres no son alcanzados por la elocuencia ni la lógica, sino por las dulces influencias del Espíritu Santo, que obra quedamente y sin embargo en forma segura para transformar y desarrollar el carácter. Es la queda vocecita del Espíritu de Dios la que tiene poder para cambiar el corazón. {PR 124.3}[29]
Otra referencia a Orión en la Biblia nos muestra que efectivamente es asociado con el derramamiento del Espíritu Santo:
Buscad al que hace las Pléyades [siete estrellas] y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre; (Amós 5:8)
Asociado con las siete estrellas y Orión es un torrente de lluvia que se describe como tomando toda el agua del mar y ¡derramándola abundantemente sobre la tierra! Esto corresponde con el Ángel de Apocalipsis 18:1 que desciende a la tierra y alumbra todo el planeta con su gloria. Esto describe el gran poder que asistirá al último mensaje a medida que Él envíe Su luz a este mundo oscuro convirtiendo “las tinieblas en mañana”. La lluvia ya ha empezado a caer desde el año 2010, y está aumentando en intensidad cada día.
La repetición de las señales
La apertura del sexto sello, en el cual se registran las señales y prodigios, debe ocurrir después de la apertura del quinto sello en el 2010 cuando el Padre dio el Mensaje de Orión al mundo. Como hemos visto antes, la primera señal del sexto sello es un gran terremoto. ¿Recuerdan algunos terremotos importantes después de 2010 que puedan calificar?
Era la tarde del viernes, 11 de marzo de 2011, cuando el temblor comenzó y duró varios minutos. Pronto una ola masiva de 7 metros de altura comenzó a moverse hacia el interior, inundando un porcentaje significativo de los sitios de evacuación de tsunamis de Japón, debido a que no fueron construidos para defenderse de un enorme tsunami como este. La línea costanera fue devastada. 1,2 millones de edificios fueron dañados o destruidos, y de 15 a 20.000 personas perdieron la vida. Otros 452.000 tuvieron que acoplarse inesperadamente a vivir en un refugio lleno de gente.
Fue uno de los terremotos más fuertes jamás registrados, moviendo el eje de la tierra por varios centímetros, pero lo que hace que éste terremoto sea sin precedentes en su impacto global, es el hecho de que en la costa una planta de energía nuclear de seis reactores sufrió graves daños a tres de sus reactores.
Una planta de energía nuclear opera utilizando el calor de los materiales radiactivos para generar vapor, que a su vez alimenta una turbina de la cual se genera electricidad. Sin embargo, las fuentes térmicas nucleares necesitan agua para evitar el sobrecalentamiento. ¿Alguna vez has notado cómo una olla seca en la estufa se pone más caliente que una que tenga agua? Incluso se cambia el color del metal por el calor. El mismo principio se aplica en un reactor nuclear. Las cantidades concentradas de material altamente radiactivo que se utilizan en el núcleo del reactor, generan una increíble cantidad de calor, y al igual que la olla en la estufa, necesitan agua para absorber (y disipar) una cierta parte de ese calor, o se sobrecalentará. Desafortunadamente, mientras que podemos controlar el calor en la estufa, no hay nada que se pueda hacer para “apagar” la radiactividad que produce calor en los núcleos de los reactores. La única forma en que se regulan es el uso de “barras de control” que absorben parte de esa radiación. Sin embargo, aunque esto proporciona cierto control de la velocidad del calentamiento del agua, no tiene ningún efecto sin el agua de refrigeración. Desde su construcción hasta su “desmantelamiento”, los núcleos de los reactores deben ser constantemente enfriados.
Cuando el núcleo de un reactor no refrigerado se calienta, se puede generar mucho calor antes de que algo suceda, pero alrededor de 1500°C (2700°F), empiezan las barras de control a derretirse. Eso significa que cualquier “control” que ellos pudieran haber proporcionado habrá desaparecido, y la temperatura seguirá aumentando. A los 1800°C (3300°F), la cubierta exterior del combustible del reactor comienza a derretirse, y la temperatura sigue aumentando. En unas horas sin agua de refrigeración, la temperatura puede llegar a 2400°C (4400°F) o incluso mayores, y en este punto el propio núcleo del reactor se derrite y forma un charco en el fondo del recipiente del reactor.
Pero no hay muchos materiales que pueden soportar esta temperatura. El charco caliente luego comienza a carcomer el recipiente de contención y continúa descendiendo, derritiendo o destruyendo todo lo que está a su paso hasta que se mezcla con suficiente material que se enfría lo suficiente para solidificarse de nuevo.
Esto es lo que ocurrió en tres de los reactores de la planta Dai'ichi de Fukushima debido a la pérdida de energía y al no poder generar energía de respaldo por causa de la inmensidad del tsunami. Pero lo peor era que ni siquiera podían determinar el estado de los núcleos derretidos - cuán hondo habían llegado o en qué condiciones estaban - porque los niveles de radiación eran demasiado altos para hacer observaciones. Incluso los robots no podían entrar, porque la radiación interfería con su electrónica, y fracasarían. Lo único que podían hacer era arrojar mucha agua, y esperar que estuviera enfriando. Desde entonces, el hecho de que “tierra negra” muy radiactiva se haya encontrado en las calles de la zona, ha causado preocupaciones. El análisis del material revela que probablemente sean los restos de los núcleos de los reactores, cuyo estado no podían determinar. Existen diferentes ideas en cuanto a cómo llegó al medio ambiente, pero la desintegración y dispersión de las barras de combustible es un fenómeno conocido y puede explicar la misteriosa “tierra negra”.
En los casi tres años desde el terremoto, todos los días unas 300 toneladas de agua subterránea está fluyendo hacia la planta contaminada volviéndose radioactiva (aunque relativamente leve) en su ruta hacia el océano. Otras 100 toneladas cada día se utilizan en un esfuerzo para enfriar lo que queda de los reactores, volviéndose sumamente radiactivas. Esta agua se almacena en grandes tanques. Actualmente hay casi medio millón de toneladas de agua altamente radiactivas almacenadas en estos tanques. Pero aproximadamente un tercio de los tanques (más de 300) son de mala calidad y varios de ellos han tenido problemas significativos de fugas.
Ya la tasa de cáncer de tiroides en niños de la zona ha sufrido un importante aumento. Si bien aún no se ha confirmado si es debido al aumento de la radiactividad o no, ¡sin duda es muy probable! Uno podría continuar durante mucho tiempo describiendo todos los riesgos asociados con el desastre, pero el hecho de que esta planta eléctrica esté colocada justo en frente del océano más grande del mundo, significa que necesariamente tendremos efectos mundiales. Hay una enorme aglomeración de escombros del tsunami que se han estado acumulando y están flotando en el océano, y con ella unas 165 especies no nativas de criaturas marinas. Esto tiene el potencial para causar estragos en los ecosistemas en donde esta basura pueda llegar. Esto ya sucedió en Guam, donde serpientes no nativas se han multiplicado dramáticamente. Hay varios tipos de criaturas marinas que misteriosamente aparecieron muertas en enormes cantidades por todo el mundo.
Realmente no hay otro desastre que haya sucedido en la historia que tenga tan grande impacto global adverso, que ésta moribunda planta nuclear ha tenido y seguirá teniendo. Eso es lo que la hace una señal de proporciones apocalípticas; el cumplimiento del terremoto profetizado del sexto sello repetido.
Un presagio en el sol
Tras el terremoto, la profecía indica que habrá señales en el sol y la luna. El Día Oscuro de 1780 fue causado por efectos en la tierra, pero en nuestros días el sol mismo se oscurece. Análoga a la atmósfera de la tierra, hay una envoltura súper caliente de plasma alrededor del sol, llamada la corona. En circunstancias normales, el campo magnético del sol mantiene a la corona en la superficie, pero ocasionalmente pequeñas áreas del campo magnético se fracturan y esto libera la corona en esa zona a velocidades altas. En el verano de 2013, ocurrió el
máximo solar de la menor intensidad que se haya observado desde principios de la década de 1900, y en un periodo en que los agujeros no son comunes, sin embargo, una ruptura masiva creó un agujero en el sol ¡descubriendo alrededor de una cuarta parte de su superficie! Esto se hizo noticia en todo el mundo.Si bien no hubo una diferencia visible en su apariencia a los ojos humanos, visto por filtros de luz de alta frecuencia se revela claramente un enorme agujero negro. Los científicos no están seguros qué está causando este tipo de fenómeno, pero han observado que por lo general ocurren cuando el sol está cerca de su punto máximo de actividad, y pueden permanecer por varias semanas o incluso meses. Este oscurecimiento del sol fue extraordinariamente de larga duración, apareciendo durante seis giros del sol desde mayo hasta octubre, aun causando algunas perturbaciones en las señales de comunicaciones durante ese tiempo. Muchos ya han asociado este hecho con el sol tornándose negro como se describe en el sexto sello.
Pero hay algo más importante en relación con esta señal. Las señales son sólo eso, señales de que algo va a suceder en el futuro. Son un presagio del tumulto planetario precedente al retorno de Cristo. Una de las características omnipresentes en todas las naciones paganas era la supremacía del dios sol. Los nombres para él varían, pero es siempre el sol que está siendo venerado. El dios sol es por supuesto Lucifer, el Portador de Luz y la estrella de la mañana que se convirtió en el diablo. Los antiguos egipcios adoraban a varios dioses como el sol, y Dios envió plagas a ellos para revelar que Él era el Creador y Señor sobre todos los demás dioses, incluyendo al sol.
Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. (Éxodo 10:21-23)
Hoy en día, ustedes puedan pensar que los únicos adoradores del sol son algunos extraños idólatras en aldeas remotas de los países del tercer mundo. Pero la evidencia está alrededor nuestro que hay adoradores del sol ocultos aún en medio de nosotros. A simple vista en el billete de un dólar tenemos el ojo luciferino que todo lo ve en la parte superior de la pirámide. ¿Sera ese un símbolo que se incluyó sólo porque se ve bien? ¿O crees que es un indicativo de que los líderes de esta nación tienen vínculos con el culto luciferino, que representa el culto al sol? Muchos líderes políticos, empresariales, financieros, e incluso de la iglesia son, a puerta cerrada, adoradores del sol. La Biblia también hace referencia a esto respecto a Su pueblo. Se dirige a la antigua Israel, pero el pueblo de Dios hoy en día encuentra la misma situación en relación con los líderes de la iglesia prácticamente sin excepción. Dios llevó a Ezequiel paso a paso cada vez más cerca a los líderes del templo, mostrándole todas las abominaciones que se estaban cometiendo en todos los niveles. Esto es lo que vio:
Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente. (Ezequiel 8:16)
Estos fueron los líderes religiosos del pueblo de Dios con sus espaldas vueltas al templo, ¡adorando al sol! Y así es hoy en día, y vemos evidencia en la simbología que se utiliza en sus logotipos y medios de comunicación. Desde el fracaso de la Torre de Babel y la confusión de las lenguas, el hombre ha tratado de reponerse mediante el uso de un lenguaje simbólico unificado, y bajo la instrucción del diablo está creando un gobierno mundial unificado. Pero no es el propósito de este artículo presentar pruebas contundentes de esto. Se menciona aquí sólo para informar al lector - si no lo sabía anteriormente - que hay muchos adoradores del sol en todos los rangos de la sociedad, especialmente en los puestos de liderazgo. Muchos entre la población común adoran al sol sin saberlo al guardar el domingo en lugar del sábado de la Biblia.
Dios está consciente de esta idolatría, y juzgará a estos idólatras rebeldes según sus obras. Pero Él preferiría que abandonaran la idolatría y pusieran sus energías en una causa mejor. Es un mundo en el cual se despedazan unos a otros en el gobierno egoísta y rebelde de Satanás. Pero con Cristo, todas las cosas son dadas libremente en un ambiente abierto y feliz. No se necesita guardar oscuros secretos de los demás, porque en Cristo sólo hay claridad cristalina. Él protegerá a todos los que decidan abandonar las filas de la oscuridad, no importa lo involucrados que hayan estado.
Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (Juan 10:28-29)
El diablo puede prometer grandes riquezas y placer en esta tierra, pero al final (que es muy pronto) habrá pérdida eterna. Cristo promete seguridad de los ataques del diablo y una eternidad de vida con Él, quien nos ama infinitamente. El mismo lucifer será reducido a cenizas, junto con los hijos de orgullo que obedecen su espíritu. “Y Yo he sacado fuego de en medio de ti, Que te ha consumido; Y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.”[30] Y la señal de su destrucción fue prefigurada hace milenios de años por los tres días de oscuridad en Egipto. También hoy, el sol da un aviso premonitorio a todos los que siguen la falsa luz del dios sol, Lucifer, ya sea directamente o al participar de su espíritu de orgullo y auto-exaltación.
Dios atormentó a los egipcios al quitar la luz del sol por tres días, y Él atormentará a los impíos en el juicio final al subir la temperatura del sol:
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. (Apocalipsis 16:8)
El ennegrecimiento del sol sucede como resultado de perder parte de su atmosfera, la corona. Todavía estamos en un tiempo de misericordia, así que esto es sólo una pequeña pista de lo que sucederá en el futuro. Se le dará poder al sol que hará que sus capas exteriores calientes se expandan lo suficiente hasta que los hombres sean quemados con gran calor. Esta expansión de las capas externas es el primer paso en la muerte de una estrella como nuestro sol. El sol se acredita como el dador de vida en la tierra, pero la verdad es que el Creador, nuestro Salvador, es el verdadero Dador de Vida, y los que endurecen sus corazones en contra de Su amor, finalmente recibirán la recompensa de su moribundo “dador de vida” solar.
Los científicos podrán estimar la vida futura del sol en miles de millones de años, pero no tienen toda la evidencia. ¡Ellos ni siquiera saben lo que causa la formación de los agujeros de la corona! La física del sol es increíblemente compleja, y hay suficiente espacio para sorpresas.
El único otro lugar en las Escrituras donde se usa la palabra “quemar” [G2739] es en la parábola del sembrador que Jesús dio. Cuando el sembrador sembró sus semillas, una parte cayó entre las piedras. Estos representan a los que han endurecido sus corazones. La buena semilla es el maravilloso mensaje de un Dios de amor que, a un costo infinito para Sí mismo, envió a Su Hijo para liberarnos de la carga de nuestra culpa y para darnos el poder para vivir de acuerdo con Su Espíritu. Pero cuando cae entre los corazones de piedra poco dispuestos a ceder con humildad, reciben la plaga:
Parte [de las semillas] cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. (Mateo 13:5-6)
Al principio, ellos brotan en respuesta gozosa al Evangelio, pero su corazón de piedra no puede apoyar el crecimiento. No habiendo sido quebrados en la Roca Jesús, estos corazones de piedra terminan siendo quemados por el sol en la cuarta plaga.
Demos nuestros corazones a Dios; porque tenemos sólo un poco de tiempo restante. Estamos viviendo en los últimos días. Por todas partes hay señales del fin. La vida es cada vez más y más incierta. Oímos hablar de numerosos naufragios y otros desastres; escuchamos de muchos que mueren en un instante sin advertencia previa. Determinemos no esperar hasta una temporada más conveniente antes de prepararnos para recibir al Señor en paz cuando venga. Démonos a nosotros mismos completamente a él, y luego trabajaremos por la salvación de otras almas, de casa en casa, y dondequiera que estemos. {RH 14 de junio de 1906, par. 22}[31]
Si tú, querido lector, ves que tienes un corazón de piedra, inflexible, intransigente a los esfuerzos del Espíritu, no pierdas el tiempo; ven a Jesús para ser quebrado. Sí, va a ser doloroso, pero en menor medida que el calor abrasador del moribundo sol. Él te recibirá en paz, y podrás descansar de tu resistencia. Si no te arrepientes ahora mientras hay misericordia, el sol abrasador endurecerá aún más tu corazón:
Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. (Apocalipsis 16:9)
Lunas de sangre
Recientemente, otro fenómeno planetario ha despertado interés generalizado, especialmente en las comunidades religiosas: la tétrada de las lunas de sangre. Una tétrada es una serie de cuatro eclipses lunares totales en secuencia (sin eclipses lunares parciales entre ellas). En promedio un poco más de uno de cada cuatro eclipses lunares son eclipses totales, también conocidos como lunas de sangre por causa de su apariencia de color rojo como sangre que cubre la luna cuando entra completamente en la sombra de la tierra. En un año típico hay dos eclipses lunares, por lo que una tétrada se extiende por dos años. Las tétradas no son comunes, solo hay de 2 a 3 en promedio en un siglo. Y aún menos comunes son aquellas tétradas, que marcan las fiestas judías. En el 2014 y 2015 nos encontramos en medio de una de éstas tétradas. Cada una de las cuatro lunas de sangre en la tétrada se produce durante las fiestas judías en la primavera y el otoño de estos años.
La última de las cuatro lunas de sangre de la tétrada actual se llama una “súper luna”, ya que es cuando la luna aparece un poco más grande estando en su punto más cercano a la tierra. Si bien esto se asocia con incrementos de ciertas influencias físicas (como mareas altas, etc.), como una señal pone un énfasis adicional en las fiestas de otoño del 2015. ¿No sería bueno para nosotros considerar cuál es el mensaje de las fiestas, a las que estas lunas de sangre están apuntando?
Muchos se apresuran a ver hacia el Israel físico en el medio oriente a la espera de saber el significado de estas señales. Pero ¿quién es Israel? “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.”[32] Amigos, desde que la nación de Israel rechazó a su Salvador y apedreo a su siervo Esteban, fueron cortados de su propio árbol. Los que por fe aceptan a Cristo y su Espíritu son los que constituyen el Israel actual. El diablo busca llamar la atención hacia el Israel físico, porque no quiere que veas la verdad. Suceda lo que suceda en el estado de Israel, ustedes podrán estar seguros de que no es un cumplimiento adecuado de la profecía porque las profecías se cumplen ahora en el Israel espiritual.
Las fiestas que Dios le dio a Israel estaban en los dos extremos de la temporada agrícola. Esto es representativo de la obra de Dios con el hombre. Somos el cultivo que Dios desea cosechar. Las fiestas de primavera representan Su primera venida en la carne, cuando vino a sembrar Su buena semilla, mientras que las fiestas de otoño representan Su segunda venida, cuando Él venga para la cosecha. Asociada con las fiestas de primavera está la fiesta de las semanas o Pentecostés, representando el derramamiento de Su Espíritu como la lluvia para apoyar y desarrollar el cultivo.
Hay muchos tesoros enterrados en estas fiestas. La serie de artículos Sombras de los Sacrificios explica parte de la importancia de estas fiestas para nuestros días. Parte de ellas sirve como una advertencia específica, y esto es lo que están señalando las lunas. El calendario judío se basó principalmente en la luna y los cultivos. Así que, mediante el uso de lunas para resaltar las fiestas judías, Dios al mismo tiempo está apuntando a Su calendario. Pero el calendario moderno de uso común no está de acuerdo con el relato bíblico. ¡No podemos confiar en un calendario hecho por el hombre para dar información precisa sobre las profecías de Dios! No, sino hay que verificar que tenemos el calendario original de Dios, y luego vamos a discernir algo de Su reloj. El punto central de los estudios que aclaran el calendario de Dios es la cruz de Jesucristo, y en el artículo Luna Llena en Getsemaní ciertos detalles del calendario de Dios son determinados y discernibles sólo mediante el estudio de la crucifixión de Cristo. Las lunas de sangre de la tétrada que ocurren durante la Pascua, son por lo tanto una señal que dirige el mundo a este estudio fundamental. Fue de acuerdo con ese calendario que los eventos que rodearon la primera venida de Cristo se llevaron a cabo. Y de acuerdo con el mismo calendario, los acontecimientos que rodean Su segunda venida se cumplirán. Las lunas de sangre que caen dentro de las fiestas de otoño apuntan a una aplicación del calendario de Dios para la temporada de la Segunda Venida.
No es coincidencia que sea una tétrada que forme esta señal especial. El número cuatro representa la totalidad de la creación. Hay cuatro puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), cuatro estaciones, cuatro estados de la materia (sólido, líquido, gas y plasma), cuatro dimensiones (anchura, longitud, profundidad y tiempo), etc. Todos estos son universales en el reino del hombre. Por lo tanto, siendo cuatro en número, las tétradas representan un mensaje que es dado para todo el mundo. Sin embargo, hay dos pares: el primero en la primavera y el otoño del 2014, y el segundo en las mismas estaciones de 2015. Esto se debe a que los primeros dos representan una advertencia que se le dio a un grupo más pequeño.
El Mensaje de Orión en su conjunto es la advertencia que se dio primero a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ellos fueron los que surgieron del grupo inicial de creyentes que siguió a Jesús por fe al segundo compartimiento del santuario celestial en 1844. Ellos son el equivalente moderno del antiguo Israel. Así que, la parábola que Jesús dirigió a los judíos en Su día también aplica hoy en día:
Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después. (Lucas 13:6-9)
El mensaje de Orión está bien representado por las fiestas de otoño, ya que tiene todo que ver con el Yom Kipur. Es el reloj de la hora del juicio, que comienza y termina en el Día de la Expiación. Este mensaje fue publicado por primera vez en el 2010, dirigido a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Jesús vino a Su pueblo ese año, buscando fruto en Su higuera, pero no lo encontró. El año del calendario de Dios comienza en el otoño, entonces el año de 2010 terminó en el otoño de 2011. El segundo año de 2011 a 2012 pasó, y no hubo fruto. Tampoco hubo fruto en el tercer año, de 2012 a 2013. Pero en su misericordia, el Espíritu Santo pidió que se le diera un año más, “hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.” Sin embargo, el cuarto año terminó sin producir el fruto deseado, y en el otoño del 2014, después de cuatro años de oportunidad, fue hecha la dolorosa decisión: “Córtala.” Las dos primeras lunas de sangre pasaron para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pero ahora la oportunidad se da a los que están fuera de “Jerusalén”, y para éstos las restantes lunas de sangre se aplican.
La última de las lunas - la súper luna - también ocurre durante las fiestas de otoño. Es una luna más cercana a la tierra, ya que es una advertencia especial. El Día de la Expiación en el año 2015, de acuerdo con el calendario de Dios, es el último día antes de que comiencen las siete últimas plagas. Las decisiones de todos habrán sido tomadas. Los mártires habrán dado su último testimonio. El juicio de los vivos habrá terminado, y Jesús ya no tendrá la necesidad de interceder por la humanidad. Es el momento en que se dará esta solemne declaración:
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. (Apocalipsis 22:11)
Los justos estarán refugiados en el arca de la seguridad como Noé y su familia, y después de haber esperado por siete días, la lluvia de juicios sin misericordia comenzará a caer. Es el gran día de la ira de Dios, y sólo aquellos que estén sellados con el sello de Dios se librarán de la ira que será derramada a su alrededor.
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. (Salmo 91:4-10)
Esta es la última advertencia de que el gran día de la ira está sobre nosotros. Hace miles de años, la Biblia dio las señales que estamos presenciando en los cuerpos celestes hoy en día, porque desde el principio Dios sabía cuándo ocurriría:
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. (Joel 2:31)
Las señales del sexto sello del primer ciclo de los sellos, fueron relativamente suaves en comparación con su repetición. Mientras que el terremoto de Lisboa tuvo un impacto mundial, no fue nada comparado con la devastación global con la que el terremoto de Japón está amenazando al mundo. El hollín del incendio forestal es mucho más benigno que las primeras señales ominosas de que nuestro sol está realmente empezando a apagarse en preparación para el fin de la creación. La luna de sangre después de que el humo se disipó en aquel Día Oscuro ni siquiera tenía una causa celestial, pero la tétrada de lunas de sangre no sólo es celestial, sino nos indica de forma precisa y clara que debemos profundizar nuestro conocimiento de las fiestas judías para discernir cómo se aplican a nosotros en los últimos días de la historia de la tierra. No callemos nuestra conciencia, porque puede haber algunas preguntas pendientes. ¡Actúen en fe!
Son muchos hoy en el mundo los que cierran los ojos a las evidencias que Cristo dió para advertir a los hombres de su advenimiento. Tratan de aquietar toda aprensión, mientras las señales del fin se cumplen rápidamente, y el mundo se precipita hacia el tiempo cuando el Hijo del hombre se manifestará en las nubes del cielo. Pablo enseña que es pecaminoso ser indiferente para con las señales que han de preceder a la segunda venida de Cristo. A los culpables de este descuido, los llama hijos de la noche y de las tinieblas. Anima a los vigilantes y despiertos con estas palabras: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.” {HAp 211.1}[33]
Cuando puede ser demasiado tarde
Los meteoros del año 1833, deslumbrantes en su belleza y alarmantes para los no preparados, también eran una mera señal. La única señal restante antes de la venida del día de la ira de Dios, es la repetición de los meteoros. De todas las señales ésta es sin duda la más intensa, pues los meteoros de la repetición no se restringirán al cielo, sino que causarán estragos en la tierra como ningún desastre haya hecho antes.
Las lluvias de meteoros son el resultado de que la Tierra pasa a través de un rastro de partículas del tamaño de granos de arena o pequeñas piedras dejadas detrás por un cometa. A medida que las partículas entran en la atmósfera, se calientan mucho y comienzan a irradiar brillantemente vaporizándose. La mayoría del tiempo, debido a su pequeño tamaño, se queman completamente mucho antes de que lleguen a la superficie de la tierra. De vez en cuando, sin embargo, algunos meteoros logran llegar a la superficie (entonces se les llama meteoritos).
La repetición de las estrellas fugaces podría ser simplemente una extensión de la maravillosa exhibición de 1833, a excepción de que esta vez serán grandes rocas en lugar de arena fina. En la Biblia hay algunos ejemplos de la destrucción causada por la caída de objetos desde el espacio exterior. Una de las plagas de Egipto fue la de granizo mezclado con fuego:
Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. (Éxodo 9:24)
Este granizo ardiente obviamente no fue el granizo con cual estamos familiarizados de las fuertes tormentas, porque el hielo no se puede hacer arder. Más bien, este granizo debe haber sido piedras ardientes, después de haber sido encendidas debido al intenso calor que se genera al entrar en la atmósfera terrestre. Otro interesante ejemplo bíblico es el de Sodoma y Gomorra, dos ciudades sobre las cuales llovió fuego y azufre, provocando su destrucción. Se sabe que los meteoritos y material cometario son abundantes en azufre, lo que los hace candidatos potenciales para ese evento. Dios claramente ha indicado a Job que Él usaría una forma similar de juicios en el tiempo de angustia:
¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo, Que tengo reservados para el tiempo de angustia, Para el día de la guerra y de la batalla? (Job 38:22-23)
De hecho, la representación de las estrellas que caen de acuerdo con el texto bíblico incluye más que simplemente una exhibición nocturna deslumbrante.
y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento. (Apocalipsis 6:13; NBLH)
Ellos no sólo caerán en sentido figurativo, sino el texto dice específicamente que cayeron “sobre la tierra”. Esto significa que un cumplimiento completo implicaría un impacto sobre la superficie de la tierra. Y eso es precisamente lo que acontecerá en la repetición.
Dos sueños de Elena G. de White son relevantes en este contexto y nos dan una mejor idea de la magnitud de esta maravilla que podemos esperar.
En la mañana del viernes pasado, justamente antes de despertar, se me presentó una escena sumamente impresionante. Tuve la sensación de que despertaba del sueño en un lugar que no era mi casa. Desde las ventanas veía una terrible conflagración. Grandes bolas de fuego caían sobre las casas, y de ellas salían dardos encendidos que volaban en todas direcciones. Era imposible apagar los incendios que se producían, y muchos lugares estaban siendo destruidos. El terror de la gente era indescriptible. Desperté después de cierto tiempo y descubrí que estaba en mi hogar —El Evangelismo, 25-26 (1906). {EUD92 25.1}[34]
Una escena muy impresionante pasó ante mí en visiones nocturnas. Vi una inmensa bola de fuego que caía en medio de un grupo de hermosas casas que fueron destruidas instantáneamente. Oí a alguien decir: “Sabíamos que los juicios de Dios visitarían la tierra, mas no pensábamos que vendrían tan pronto”. Otros dijeron en tono de reproche: “Vosotros que sabíais estas cosas, ¿por qué no dijisteis nada? ¡Nosotros no lo sabíamos!” Y por todas partes oía reproches parecidos. {9TI 23.3}[35]
¿Te diste cuenta cómo ella menciona específicamente a los que no saben cuándo los juicios vendrían? Estos son los higos verdes del texto. Son verdes, debido a estar fuera de temporada. Debido a que no sabían el tiempo de su visitación, no discernieron la temporada, y fueron encontrados sin preparación para resistir a la tormenta; son sacudidos por el viento fuerte y no son capaces de cumplir con la vocación a la que Dios les haya llamado.
La caída de las estrellas en la repetición del sexto sello no es una señal que debamos esperar antes de decidirnos por Dios. Muchos perderán sus vidas en este evento. No todos se habrán preparado. Ahora es la oportunidad de hacerlo. Aprende ahora, estudia ahora, y busca al que fue herido, que es representado en Orión, para que sepas el tiempo de tu visitación. Cree en las pequeñas evidencias que son numerosas, en lugar de esperar hasta que la evidencia inevitable llegue. Jesús está buscando fe, y ésta debe ser demostrada por Su pueblo. “Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?”[36] ¿La encontrará en ti?
La última generación de los vivos
Mientras que las primeras señales señalaban la llegada del Día del Juicio, las señales repetidas señalan la llegada del Día de la Ira. En ambos casos sirven como advertencias. Nuestro Dios es un Dios de amor. Él viene muy pronto, y Él necesita un pueblo que podrá sostenerse en pie en la plenitud de Cristo, representándolo durante el tiempo en que Su ira estará siendo derramada sin piedad sobre los impíos. Después de que las señales del sexto sello son dadas, el gran día de Su ira viene, y una pregunta es hecha:
Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis 6:17)
Todo el capítulo 7 es la respuesta a esta pregunta. Antes de que los cuatro vientos sean sueltos, representando el tiempo de conflicto antes de la llegada de las últimas plagas y la lucha de ese tiempo, un ángel viene con un sello, “No hagáis daño a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos sellado los siervos de nuestro Dios en sus frentes.”[37] Estos siervos de Dios, que están sellados en sus mentes, son los que serán habilitados para sostenerse en pie en el día de Su ira. Esta es la última generación de los justos, de los cuales David escribió en el fin del salmo que Jesús comenzó a citar en la cruz. Colgado en nuestro lugar, Jesús exclamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”[38] Mientras Él se dio a Sí mismo y los perros Lo rodeaban, Él vio “la aflicción de su alma,”[39] y fue consolado:
La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación. Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto. (Salmos 22:30-31)
En la última generación, aquellos que son sellados por el ángel como es descrito en Apocalipsis 7, han demostrado su fe y su disposición a dar todo por Jesús. David vio que habría siervos, contados como una generación, que declararían la justicia de Dios a otros contemporáneos (el “pueblo no nacido aún”). Es un tiempo admirable en la historia en el que estamos viviendo. Es un tiempo de juicio, y los habitantes de la tierra están siendo polarizados por sus decisiones. Es ahora como era en los días de Noé, cuando Dios advirtió que Su Espíritu non contenderá con el hombre para siempre.[40]El Espíritu de Dios todavía continúa contendiendo con el hombre, pero Él está siendo retirado a medida que el mundo firmemente Lo sigue resistiendo, y muy pronto, Él va a dejar de contender, y sólo permanecerá con aquellos que han aprendido a no resistirlo.
Ascienda a Dios la oración: “Crea en mí un corazón limpio”, pues un alma pura y limpia tiene a Cristo que mora en ella, y de la abundancia del corazón fluye la vida. La voluntad humana debe rendirse a Cristo. En vez de pasar de largo, cerrando egoístamente el corazón a las dulces influencias del Espíritu de Dios. La religión práctica por doquiera exhala su fragancia. Es un sabor de vida para vida (Carta 31a, 1894). {CB 7A, 135.7}[41]
En esa declaración de Su justicia, hecha posible al ser llenos de toda la plenitud de Dios,[42] se confirma la salvación del hombre: una generación es puesta en pie rescatada del pecado, revelando sólo a Jesús en su carácter. “Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”[43]
Es para la preparación de esta generación que las señales del sexto sello son dadas. Siempre fue el propósito de Dios el tener un pueblo en quien Él podría manifestarse libremente. Cuando Él escribe su ley en las tablas de nuestro corazón, Él nos da la promesa:
Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. (Levítico 26:11-12)
Esta es la restauración que Dios está buscando. Así como Él caminó con Adán y Eva en la frescura del jardín del Edén, de esa manera Él desea caminar con nosotros. Él ha puesto Su santuario en medio de nosotros, para que Él pueda quitar nuestro pecado que Su alma aborrece. Entonces seremos Su pueblo que declara, por medio de revelar Su carácter, incluso en un tiempo de gran persecución y tribulación, que Él es nuestro Dios. Este es el propósito del mensaje de Orión.
Por lo tanto, el séptimo sello se abre en el tiempo del Juicio de los Vivos. Este es el tiempo cuando la última generación—los vivos—será identificada, y los justos serán llenos del y sellados por el Espíritu Santo a fin de revelar plenamente el poder de la salvación de Cristo declarando Su justicia sin mancha en la decrépita carne de pecado.
Cuando él abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. (Apocalipsis 8:1)
En el Reloj de Dios en Orión (en el cielo), una hora equivale a siete años en la Tierra.[44] Por lo tanto, el periodo de media hora en el cielo corresponde a tres años y medio en la tierra. Esta es la duración del Juicio de los Vivos en perfecta armonía con Daniel 12, donde se da el mismo período de tiempo usando los términos, “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo”[45] (un “tiempo” en la Biblia indica un año, así que esto equivale a 1 año + 2 años + ½ año = 3 ½ años). El Reloj de Dios nos da la fecha de finalización: Yom Kipur (Día de Expiación) de 2015. En los días de Noé, los justos fueron sellados dentro del arca, y los impíos fueron sellados fuera del arca. Entonces, después de siete días de espera, las lluvias implacables comenzaron a caer sobre todos aquellos sin refugio dentro del arca. Jesús dijo que, en el fin, sería como lo fue en los días de Noé,[46] así que entendemos de esto que siete días antes, los justos están sellados dentro del arca. Contando hacia atrás desde Yom Kipur (24 de octubre de 2015) estos 7 días y tres años y medio literales (1.260 días) nos llevan al 6 de mayo de 2012 como el inicio del Juicio de los Vivos. ¡Ese es el momento cuando el séptimo sello se abrió!
Después de que este período ha terminado, todos habrán tomado sus decisiones y serán sellados en justicia o marcados del egoísmo señalando el tiempo para derramar los juicios finales sin piedad sobre los impíos, y los siervos de Dios siendo protegidos al mismo tiempo. Ahora tenemos menos de un año hasta que el tiempo de la misericordia finalmente pase al tiempo sin misericordia. Es en ese momento que la revelación del misterio de Dios es completada. Los siete sellos estarán completamente abiertos, las siete trompetas habrán sonado, y los siervos de Dios reflejarán plenamente a Cristo quien mora en ellos.
El estudiante astuto se dará cuenta de que en el momento de la apertura del séptimo sello, sólo la primera señal del sexto sello había ocurrido (el terremoto de Japón). Lo mismo ocurre con el quinto sello, que habla de los mártires y el esperar hasta que su número sea completado. Una vez que el último mártir ha dado su testimonio, los sellos están completamente abiertos. ¡Es casi como si Jesús estuviera ansioso de abrir el pergamino! Al principio, Él abre cada sello completamente antes de abrir el siguiente, pero con los últimos sellos, los eventos comienzan rápidamente a medida que Él quita los sellos en sucesión tan rápida que antes de que uno esté completamente abierto, el siguiente ya se está abriendo. El tiempo es muy corto ahora. No hay más sellos que se abrirán. Estos últimos tres sellos todos encuentran su fin en la terminación del ministerio de Jesús en el cielo, cuando cada testimonio ha sido dado y cada decisión ha sido tomada, que será en Yom Kipur (Día de Expiación) en el otoño de 2015.
Una perspectiva celestial
Sería bueno para nosotros entender por qué el Juicio de los Vivos es un tiempo de silencio en el cielo. Para ver esto, es importante darse cuenta que los habitantes del cielo están observando lo que está ocurriendo en esta tierra, “pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.”[47]Ahora piense en la situación desde la perspectiva del cielo.
Lucifer cayó del cielo, y comenzó a tentar y a engañar a la raza humana. “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!”[48] En la cruz, el Revelador representa a Satanás como perdiendo su lugar en el cielo:
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Apocalipsis 12:7-11)
La guerra comenzó en el cielo, donde Satanás habitó antes de su rebelión, pero el momento en que él fue arrojado del cielo con sus ángeles, no fue hasta que estuvo completamente desenmascarado en la cruz ante la vista de los mundos no caídos. Fue allí que el resultado final de su gobierno rebelde fue visto. Al mismo tiempo, pudieron ver el contraste con el carácter benévolo y desinteresado de su propio Maestro. Y Satanás, con su furia venenosa, buscó causar que el Hijo de Dios cometiera el más mínimo error. Incluso un sólo pecado en un momento de extrema presión hubiera fracasado todo el plan de salvación, pues Jesús entonces habría muerto por Su propio pecado. Sólo un sacrificio sin pecado podía ser la expiación por la ley quebrantada.
La ley de Dios es la constitución de Su gobierno. Ésta representa como Él opera en todos los asuntos, y señala el camino de la vida, porque Él es la fuente de la vida. “Y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá.”[49] Así como las reglas de un salón de clases reflejan la naturaleza y el carácter del maestro, de la misma manera la ley de Dios refleja Su naturaleza, Su carácter. El carácter de Dios no cambia, y tampoco Su ley. “Porque yo Jehová no cambio.”[50] Si Su ley pudiera ser alterada, Jesús no habría necesitado morir. ¿Qué fue lo que condenó al hombre? Era la ley. Jesús tomó sobre Sí mismo la condenación del hombre. Esta condenación no podía ser levantada de ninguna otra manera sino por medio del hombre al aceptar el don de la propia y justa obediencia de Dios a la ley, y por Él tomando la condenación del hombre. No es la eliminación o alteración de la Ley lo que nos libera de su condena, sino la perfecta adherencia a la misma que Jesús demostró en Su humanidad. Esta adherencia nos fue dada por Su Espíritu que habita en nosotros.
Pero en el cielo, Lucifer pensó que sus ideas de gobierno serían mejores. Empezó a dudar que Dios tuviera su mejor interés en mente, y pensó que sería mejor para él hacer sus propias reglas. Vemos esta actitud aún expresada en sus seguidores de hoy. Muchos hoy en día buscan sus propios intereses egoístas, porque piensan que estos les hacen más felices que seguir a Dios. Creen esto porque han sido engañados con el pensar que Dios no tiene su mejor interés en mente. En el momento en que uno empieza a buscar su propio interés, el engaño comienza a manifestarse. El engaño se manifiesta en el encubrimiento de las verdaderas intenciones y presentándose a sí mismo en una luz más favorable para que sea más probable obtener el apoyo de los demás. Pero la ley de Dios prohíbe tal deshonestidad. Él no tiene ninguna necesidad de ocultar Su motivación, porque no hay nada egoísta en ella; no hay nada que no sea por naturaleza favorable para aquellos que pueden discernirla; es amor puro y desinteresado, y no necesita ningún encubrimiento.
Este es el contraste que fue mostrado en la cruz. El carácter engañoso y secreto de Satanás hizo difícil discernir sus motivos al principio, pero en la cruz, todo se hizo claro para el universo espectador. Vieron su intención maliciosa contra el Hijo de Dios, y en última instancia contra Dios mismo, a la par con la absoluta humildad y abnegación de Jesús, quien estaba dispuesto a asumir permanentemente la forma de la humanidad, e incluso se sometió a la vergüenza de la cruz, todo porque Él amaba a la humanidad, y esto era necesario para que ellos pudieran tener vida. Él no consideró el costo infinito para Sí mismo como un precio demasiado alto, porque no tenía la más mínima preocupación por Sí mismo. Sólo vio el bien que haría para la humanidad.
Ángeles estaban presentes en la sala de juicio, y cuando Cristo fue azotado con las crueles correas, ellos apenas podían soportar la escena. Ángeles del cielo estaban presentes en Su muerte. La oscuridad que cubrió la tierra en Su crucifixión ocultó la compañía de las poderosas agencias del cielo, pero la tierra tembló con las pisadas de la multitud celestial. Las rocas fueron quebrantadas violentamente; por tres horas la tierra estuvo cubierta en una oscuridad impenetrable; la naturaleza con sus túnicas oscuras escondió el sufrimiento del Hijo de Dios. {5MR 353.1}[51]
Fue este contraste que causó que los ex compañeros de Satanás perdieran toda simpatía hacia él en sus corazones. Por lo tanto, no teniendo más lugar para él en sus corazones, fue expulsado del cielo. Hasta ese momento - a pesar de que el cielo ya no era su morada - aún tenía acceso en ocasiones, como los dos primeros capítulos del libro de Job aclaran.
Imaginen a los ángeles mirando a esta escena de intenso conflicto. ¿Tendría el diablo éxito en sus intentos viciosos de causar la caída del amado Rey en su debilidad de ser un humano frágil? Con cuán grande interés verían cómo aquellos por quienes Él estaba dando Su vida, ¡Le azotaron, escupieron en Su rostro, Le arrancaron Su barba, Lo desnudaron, Lo clavaron a una cruz, y Lo invitaron a demostrar Su divinidad instándolo salvarse a Sí mismo de forma egoísta en lugar de salvar al hombre! Con la respiración contenida, estaban viendo estas escenas tal como se desarrollaron, para no perder ningún detalle. Hubo silencio en el cielo en ese momento, debido a la magnitud de lo que estaba en riesgo, y la vulnerabilidad a la que había sido sometido.
La segunda mitad del plan de salvación
El contraste demostrado a los seres no caídos, no era claro para los habitantes de la tierra. Los engaños de Satanás no han sido vistos por lo que son. En la cruz, Jesús hizo posible para nosotros elegir el bien y abandonar el mal. Pero hasta que el mundo pueda ver lo que vio la hueste angelical en la cruz, no van a tener una imagen verdadera de la realidad, que es necesaria para tomar una decisión informada. Jesús es el centro del plan de salvación. Su vida ejemplar y muerte sacrificial en medio de las feroces tentaciones del enemigo de las almas, demostraron a los ángeles y a los mundos no caídos que la ley de Su gobierno era verdaderamente”santa, y el mandamiento santo, y justo y bueno.”[52] Al mismo tiempo, desenmascaró completamente el carácter verdadero del diablo, y la naturaleza de su gobierno rebelde.
Con el propósito de hacer ese contraste claro a la vista de la humanidad, las escenas de la cruz deben ocurrir de nuevo; sólo que ahora todo debe ser hecho de una forma visible a la humanidad. El hombre no podía percibir la influencia de Satanás sobre la vida de Jesús, porque él estaba oculto de su vista. Pero cuando Satanás utiliza sus agentes humanos para perseguir y tentar a aquellos, que desean servir a Dios y se han entregado por completo a Él para ser llenados con Su Espíritu, entonces el contraste será visto en la humanidad por la humanidad. El carácter sagrado de la ley de Dios será escrito en los corazones de Su pueblo, y ellos serán sellados con el Espíritu Santo. Para los humildes de corazón, que caen sobre la Roca para romper su orgullo, las pruebas de fuego de una intensa persecución sólo servirán para refinarlos, y el carácter de Cristo en ellos brillará cada vez más brillante. Esta es “la revelación de Jesucristo”[53]que completará el plan de salvación.
La mayor parte de la cristiandad no se ha dado cuenta que el ministerio de Jesús de tres años y medio solo fue la mitad del proceso. Cuando Jesús exclamó: “Consumado es”, Él declaró que había terminado la obra que Dios le había dado a Él para hacer en la carne. Pero había una tarea que quedaba por hacer, como es representado en la duración de Su ministerio. El número de finalización es siete. ¡El ministerio de Jesús fue la mitad de esto, y por lo tanto estaba incompleto! Para los seres no caídos fue suficiente, pues ellos podían ver lo que es invisible para nosotros. Pero para la humanidad, sería necesario una segunda mitad de Su ministerio antes de que el plan fuera totalmente cumplido. La segunda mitad también debe durar tres años y medio, para completar siete años de ministerio de Cristo en la tierra. La primera mitad fue realizada en la carne de Jesús, pero la segunda mitad se debe hacer en la carne de la humanidad, llena de Su Espíritu y vaciada del yo. Esta es la Alta Vocación de los 144.000.
Entonces, y sólo entonces, será completado el plan de salvación, para que los seres invisibles no caídos y la humanidad visible ambos tengan la oportunidad de ver el contraste entre los principios del gobierno de Dios (Su ley), y los principios del gobierno de Satanás. La ley de Dios será escrita en los corazones del pueblo de Dios, y el carácter de Satanás será escrito en los corazones de los que rechazan la gracia de Dios. El amor desinteresado de Jesús se revelará en aquellos que Le sirven, y esto será visiblemente puesto en contraste con el odio venenoso de los que buscan su propia exaltación. Entonces el hombre verá claramente, porque todo será hecho en la esfera visible de la humanidad, y todos podrán hacer un voto informado en cuanto a cuál gobierno consideran mejor.
¡El plan de salvación es mucho más profundo que simplemente nuestra liberación de las pruebas de la tierra! Cubre más que la redención del hombre del pecado, aunque esta es una parte importante, por supuesto. Pero la plenitud del plan de salvación está en la vindicación de la ley de Dios; declarando que la ley de Dios es perfecta tal como es, y no debe ser alterada. “Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado,”[54] pero los que han aceptado la gracia de Jesús en restaurar nuestra libertad de elección, ya no son esclavos sino libres, y por lo tanto son capacitados para ser miembros del jurado. Y sus vidas pronuncian el veredicto.
Estos son aquellos que son descritos en respuesta a la pregunta, “¿quién podrá sostenerse en pie?” Estos siervos de Dios están sellados en sus frentes. Los “lazos de las siete estrellas” están atados, y mediante la impresión del sello de Su santa ley—la misma ley inmutable como fue escrita por el dedo de Dios en el Sinaí— en sus corazones receptivos, el Espíritu Santo sella a Su pueblo.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. (Apocalipsis 7:4)
Estos son los miembros del jurado que ven a Jesús en Orión, cuyo templo no está desolado de Su presencia. A medida que el Espíritu de Dios los llena y ministran al mundo, muchos son llevados a Jesús en arrepentimiento. El mundo ve la pureza y el amor de Dios en ellos, y también ve el contraste con los que se ponen un manto de piedad, pero interiormente sólo se sirven a sí mismos.
Como lo fue cuando Jesús ministró en la carne, ahora hay silencio en el cielo debido a que sus habitantes observan con atención el despliegue de los acontecimientos finales de la historia. El riesgo es grande. El jurado aún no ha sido reunido en su totalidad, pero su número debe completarse para cumplir con el quórum. Su amado Maestro, nuestro Padre, está siendo juzgado. ¿Vamos nosotros, el jurado, a estar convencidos de que Su carácter—Su ley—no puede ser mejorada y demostraremos esto votando a lado de la obediencia? ¿O vamos a dar nuestro voto a lado de Satanás, al decidir ceder a sus tentaciones a desobedecer a Dios? Recuerde las palabras de Jesús: “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”[55] Así que, si crees esto, no puedes argumentar que fuiste obligado a desobedecer. Jesús venció en la semejanza de la carne de pecado, y Él nos ha dado Su ejemplo, para que hagamos lo mismo.
Esta fase de tres años y medio del Juicio de los Vivos, cuando damos nuestros votos, será como fue en los días de Jesús:
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. (Juan 3:18-19)
¿Cómo vas a votar? ¿Quieres venir a la luz y ser purificado de tus pecados, echando fuera a Satanás para que no tenga ningún lugar en tu corazón y vida, o vas a aferrarte a tu inmundicia y buscar la oscuridad para que no sea vista? Todos vamos a ser traídos un día delante de Dios, quien es la Luz, y el carácter que elijamos será revelado en esa Luz. ¿Reflejará tu túnica la belleza de Su presencia, o estará llena de manchas y vergüenza? Gracias a Jesús, la elección es tuya. ¿Cómo vas a elegir?
Anexo a Señales del fin
Escrito por Robert Dickinson
Publicado: viernes, 26 de agosto de 2016
Con la publicación del artículo Anclados en el Tiempo, hemos delineado nuestra fe hasta el final, y Dios por lo tanto nos ha dado un entendimiento completo de las profecías. El “misterio de las siete estrellas” (la Revelación o el Apocalipsis) de hecho ha sido completamente revelado. Orión nos permite armonizar todo el libro de Apocalipsis, y ver la armonía en el capítulo 14, como lo explicamos en ¡Es el Señor!, es evidencia de ello. Esto muestra que, debido a nuestra fe, Dios nos ha guiado a toda verdad, que es lo mismo que decir que Jesús realmente vendrá el 24 de octubre de 2016.
Continuando en ese hilo de razonamiento, debemos ser capaces de finalmente armonizar completamente el sexto sello, el cual nunca entendimos completamente. Si nuestra fe es realmente segura hasta el final, entonces el sexto sello debe ser entendido también. Si no lo es, entonces significa que tenemos una causa legitima para la duda y nuestra fe no es perfecta como la fe de Jesús.
Para refrescar la memoria, el “libro” de los siete sellos está escrito por dentro y por fuera. La parte exterior del libro habló de los eventos de la iglesia primitiva hasta el tiempo del juicio. Seis sellos fueron abiertos durante ese tiempo, pero no se abrió un séptimo sello, porque los sellos tenían que repetirse de acuerdo al patrón de las marchas alrededor de Jericó. Esto sucedió porque el pueblo rechazó el primer modelo más simple de la entrada a Canaán como lo explicamos en el anexo al artículo La Historia se Repite, Parte II. Después de que el sexto sello clásico se cerró y el Día del Juicio comenzó – el gran Día de la Expiación a partir de 1844 – entonces en vez de un séptimo sello, hubo un nuevo conjunto completo de siete sellos, que significa que hubo siete marchas alrededor de Jericó en el séptimo día (en lugar de una sola marcha como en los primeros seis días). Este nuevo conjunto de siete sellos corresponde al interior del libro, que es revelado por el mensaje de Orión.
En el contexto del tiempo del juicio y del mensaje de Orión, el sexto sello repetido tiene la siguiente interpretación (texto en corchetes) de acuerdo con nuestro entendimiento publicado en este artículo (todo el texto del sello de Apocalipsis 6 es citado abajo, con los números de los versículos como referencia más adelante):
12— Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto [11 de marzo de 2011 – el terremoto de Fukushima]; y el sol se puso negro como tela de cilicio [el verano del 2013], y la luna se volvió toda como sangre [del 15 de abril de 2014 al 28 de septiembre de 2015 – la tétrada de las lunas de sangre];
13—y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra [aquí es donde nos quedamos atascados...], como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento. (LBLA)
14—Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
15—Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
16—y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
17— porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
En el tiempo en que escribimos este artículo, no podíamos ver el cumplimiento del versículo 13, y simplemente asumimos que debían ser las bolas de fuego por venir. Ahora estamos más allá del fin del sexto sello, porque ahora estamos en el tiempo de las plagas y el “gran día de su ira ha llegado” (v. 17). La profecía es dada de manera que cuando se cumpla, podamos entenderla – y eso significa que, si realmente estamos en el tiempo de las plagas como lo creemos, entonces deberíamos ser capaces de comprender todo el sexto sello, ya que éste termina al comienzo de las plagas. Quisiera enfatizar una vez más que si no podemos armonizar esto, entonces podría haber todavía duda de que las plagas realmente comenzaron, y nuestra fe no sería perfecta – por lo que debemos ser capaces de armonizar esto.
Hay diferentes clases de señales aquí: las señales en la tierra, y las señales en el cielo. Las señales en el cielo acontecen en el firmamento y no se pueden sentir. Las señales en la tierra se pueden sentir. Por ejemplo, el terremoto afectó realmente a las personas, pero el oscurecimiento del sol y de la luna eran sólo señales en el cielo, y no afectaron a la tierra. ¿Y qué pasa con las “estrellas que cayeron”? El versículo dice que las estrellas “del cielo” cayeron sobre “la tierra”, lo que significa que no sólo deben ser visibles en el cielo, sino que también son algo que puede ser sentido.
La verdad es que los medios de comunicación estuvieron llenos de informes acerca de ¡“bolas de fuego” en los últimos años! La mayoría de ellas fueron visibles sólo en el cielo, pero hubo una que también afectó drásticamente a la tierra: el bólido de Cheliábinsk, del 15 de febrero de 2013. De hecho, ha habido muchas “estrellas cayendo” (bolas de fuego), pero ésta causó daños y perjuicios a unas 1.500 personas, afectando a seis ciudades (ver fuente), y por lo tanto marca la fecha cuando podemos decir que la señal se cumplió que las bolas de fuego “cayeron sobre la tierra”. Es posible que este fue el evento de sólo “una bola de fuego” del que Elena de White soñó. Muchos edificios fueron afectados y sus fachadas de vidrio fueron completamente destruidas. Personas resultaron heridas principalmente por ese vidrio volando en todas las direcciones. ¡Solo vean la onda expansiva capturada en las imágenes de la cámara cerca de la mitad de este video!
Sin embargo, la profecía es acerca de algo aparte de las bolas de fuego. Es acerca de la guerra espiritual. En este caso, hay dos lados de la guerra y un lado es la “estrella caída”, Lucifer o Satanás. La renuncia del Papa Benedicto XVI fue anunciada un poco antes del bólido de Cheliábinsk, y por supuesto eso abrió la puerta para la elección del Papa Francisco, la estrella caída misma. Un relámpago incluso cayó sobre la Basílica de San Pedro sólo unas horas después de la renuncia papal, ¡como confirmando la ubicación a donde la “estrella” estaba cayendo!
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. (Lucas 10:18)
Del otro lado de la guerra están las “estrellas” de Dios – las estrellas del mensaje de Orión – que también emiten su luz sobre la tierra. El texto dice que las estrellas cayeron como la higuera deja caer sus higos verdes, “al ser sacudida por un fuerte viento”. ¿Qué “fuerte viento” provocó una “sacudida” en una “higuera” y causó que sus “higos verdes” cayeran? El “viento fuerte” es una referencia al estruendo del viento recio del Pentecostés como la lluvia temprana, y por lo tanto también del regalo del Espíritu Santo en el derramamiento de la lluvia tardía. Este mensaje de la lluvia tardía – el mensaje de Orión – fue dado especialmente a la Iglesia ASD (la higuera), y sacudió a la iglesia (el zarandeo), especialmente cuando estaba acompañado de eventos visibles, haciendo que sus “higos verdes” (los que están en contra de fijar fechas) cayeran.
Un punto importante es que Dios dio las profecías para mostrar los eventos — en este caso los eventos papales y el mensaje de Orión — más que cualquier otra cosa. Ese es el cumplimiento más profundo del texto, pero Dios también dio las señales físicas gratuitamente para ayudarnos a conectar la profecía con el evento. Realmente, ¿a quién le importa ¡el bólido de Cheliábinsk!? Pero nos ¡importan mucho los movimientos papales! Ese principio de una señal y un cumplimiento espiritual es importante para descifrar el resto del sexto sello.
Luego, el cielo se desvaneció “como un pergamino que se enrolla”. ¿Qué pergamino fue enrollado en el cielo como el evento que dio una señal para marcar el final del sexto sello y el día de la ira? Esto está hablando del principio del fin del mundo. Los huracanes que fueron empeorando cada vez más en aquellos años fueron la señal, hasta que por primera vez en la historia, tres huracanes fueron registrados simultáneamente sobre el Pacífico el 30 de agosto de 2015, prediciendo un importante evento político/religioso a suceder en septiembre, ese mes decisivo de la historia de la Tierra. Los huracanes parecen ser pergaminos enrollados desde una vista lateral. ¡Allí tuvimos tres! Las tres partes del mensaje del Cuarto Ángel.
Todo empeoró hasta que el huracán Patricia, que rompió todos los récords, llegó al final del sexto sello, o mejor al final del séptimo sello y el comienzo de la primera plaga el 25 de octubre de 2015. (Recuerden: ¡el sexto y el séptimo sellos terminaron juntos!) Pero nuevamente, ¡esas eran sólo las señales! La señal es sólo un beneficio para ayudarnos a ver los eventos espirituales. El cielo se desvaneció, como diciendo que el mensaje celestial de Orión se desvaneció, porque el Espíritu Santo estaba a punto de ser retirado. Esto es comparado con un “pergamino” o libro que se “enrolla” o se cierra. Un libro se cierra – es decir, el juicio (y por tanto la puerta de la misericordia) iba a cerrarse. Todos los siete sellos finalmente concluyeron: se cerraron. Si rechazas la luz del Espíritu Santo ahora, no hay manera de regresar. Es el examen final para el mundo para revelar el corazón – es una prueba de tiempo, así como lo fue en 1843 (ver el anexo al artículo La Historia se Repite, parte II).
devastación en mapas e imágenes. El monte Everest en sí experimentó un movimiento significativo de 3 cm al suroeste, debido al terremoto. Se observó que los últimos grandes terremotos de Japón movieron la isla entera y cambiaron el eje de la tierra, por lo que puede decirse verdaderamente que “todo” monte e isla se removió de su lugar. Así que el 2015 estuvo marcado por acontecimientos físicos visibles que predijeron un acontecimiento espiritual importante.
Ahora el texto explica en detalle acerca de los momentos finales, diciendo que “todo monte y toda isla se removió de su lugar”. Eso pasó literalmente cuando los terremotos grandes y profundos de los últimos tiempos movieron la corteza de toda la tierra por varias pulgadas. Todo monte e isla fueron literalmente movidos de sus lugares. En el 2015, hubo un terremoto de magnitud record que está en nuestra memoria hasta este día: el gran terremoto de Nepal, del 15 de abril de 2015. Éste movió la región del Himalaya (las montañas más grandes de la tierra) causando avalanchas en el monte Everest y en otras áreas, y la ciudad capital de Katmandú fue movida 3 metros ¡en cuestión de 30 segundos! Ésta sufrió efectos tan devastadores que la prensa habló deLos versículos 15 al 17 están todos conectados, diciendo que los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre – en otras palabras, prácticamente se incluye a todo el mundo por rango socioeconómico – “se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes”, diciendo a los montes y a las peñas “caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
Analicemos esto poco a poco. Todo eso básicamente suena como el fin del mundo. Suena como si todos, descritos por clase, reconocen que el fin del mundo se acerca. ¿Se cumplió eso? ¿De cuál fin del mundo hablaron los líderes de las naciones hacia el final del sexto sello, en el 2015, antes del cierre de la puerta de la misericordia? De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores francés había especificado “500 días para evitar el caos climático”, período que terminó en ¡una fecha importante, como veremos pronto! ¿Es el ministro de Asuntos Exteriores de Francia un “gran hombre” o “capitán”? Él también dijo “y yo sé que el Presidente Obama y John Kerry están comprometidos con este tema y estoy seguro que con ellos y muchos otros amigos más, deberíamos tener éxito en este tema importante”. De esa manera, los “reyes de la tierra” y “los grandes” estaban todos hablando del fin del mundo a través del calentamiento global a menos que algo fuera hecho para detenerlo – y ellos estaban activamente tratando de detenerlo.
Así que, ¿a dónde fueron ellos a “esconderse” del fin del mundo? Las Escrituras dicen que se fueron a las cuevas y a las peñas de los montes. ¿Cuál “entidad” es adorada en madrigueras o cuevas? ¡Es María, simbólica de Satanás! María es adorada en las cuevas y en las peñas de los montes. Normalmente una persona no le habla a las peñas y a los montes, ¡pero ellos sí le hablan a María, quien es adorada en las peñas y en los montes! Y noten cómo el ministro de Asuntos Exteriores de Francia en la foto de arriba está mostrando la señal de María en su mano mientras hablaba en el día de la Virgen de Fátima (María) ¡el 13 de mayo! ¡Él estaba apelando a María para salvar al mundo!
Por otro lado – el Papa Francisco visitó recientemente una cueva como esas en Polonia, y allí reiteró la blasfemia de María siendo “la escalera al cielo, es decir, la escalera de Jacob” (en lugar de Cristo), María siendo el espejo o la imagen de Dios (en lugar de Cristo), etc. María representa a Satanás, así que básicamente el papa estaba poniendo a María o a Satanás en lugar de Cristo, ¡incluso hasta en Orión! Las tres estrellas del trono son llamadas a veces “la escalera de Jacob”. En español, son llamadas a menudo las “tres Marías”, obviamente por la influencia católica. Así que, muy literalmente, María “oculta” el rostro de “aquel que está sentado en el trono”. Ahora, esa noticia fue reciente, pero muestra algunos de los conceptos que se aplican al 2015 y al cierre del sexto sello. Al canonizar a Juan Pablo II, el Papa Francisco había prometido completar la obra que él había comenzado – y la gran obra de Juan Pablo II fue implementar el culto total a María en la tierra. La visita del Papa Francisco al santuario polaco también simboliza eso, porque Juan Pablo II frecuentaba ese santuario y éste también contiene la banda manchada de sangre del intento de asesinato en su contra – ¡nuevamente el 13 de mayo de 1981! Ese es el dios que nuestros antepasados no conocían, que es el dios de las “fortalezas” o cuevas en las peñas:
[H4581; también traducido como “fortalezas” o “peñasco” = María], dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio. (Daniel 11:38)
Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezasLos pueblos del mundo hicieron un llamado para la acción climática para evitar el fin del mundo. ¡Ellos no quieren que Jesús venga! Le rezaron a María –directa o indirectamente – al apelar al Papa Francisco (Satanás, María) para dirigirse a la ONU en la Asamblea General, rompiendo todos los records, el 25 de septiembre del 2015 – el fin de los 500 días del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, y exactamente un año antes de la séptima plaga. Él les habló acerca de cómo trabajar juntos para detener el fin del mundo por medio del cambio climático (el titular de la noticia en alemán dice, “¡Sólo un Corto Tiempo para Salvar al Mundo!”), y ellos dieron seguimiento con la Conferencia Climática de París en noviembre/diciembre. Bill Gates, uno de los “ricos” de la tierra, estaba en esa conferencia dando su impulso, y uno de los grandes objetivos del Acuerdo de París fue ayudar a los países “pobres”, a quienes el papa ha señalado en repetidas ocasiones como víctimas del cambio climático.
Noten que la Conferencia Climática de París ocurrió en respuesta a la dirección dada por el papa en la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, el sexto sello habla de la oración a María para intervenir en contra del fin del mundo, la cual fue cumplida por la Asamblea General de la ONU en Nueva York en septiembre del 2015. Podemos aprender acerca de algunos detalles que fueron dados a conocer en la respuesta a la Conferencia Climática de París de noviembre/diciembre de 2015, pero el sexto sello, de hecho, terminó antes de la Conferencia Climática.
Cada faceta del texto se cumplió, incluyendo la parte que pregunta: “¿y quién podrá sostenerse en pie?” Es acerca de la resistencia y de la continuidad. ¿Podrán los líderes de la tierra sostener su gobierno a través del tiempo del fin del mundo? Es por ello que la ONU enfatiza los objetivos de desarrollo “sostenibles” – el NOM es construido para “sostenerse en pie” en contra de Dios más allá del fin del mundo. Por tal motivo, el lamento, “¿quién podrá sostenerse en pie?” Y ahora los espíritus inmundos se están reuniendo para orar por la paz (es decir, para que Jesús no venga), para que puedan continuar sostenidos en pie.
De este modo, todo el sexto sello se cumplió y terminó antes de que comenzaran las plagas. Eso es lo que escribimos, pero en el tiempo en que lo escribimos todavía pensábamos que los eventos serían cumplidos por bolas de fuego y una explosión de rayos gamma. Eso no fue así, ¡pero el texto de hecho sí se cumplió! Estábamos atrapados por la cortina de humo que Satanás había levantado, creyendo más en catástrofes que en los grandes acontecimientos políticos/religiosos que ocurrieron justo frente a nuestros ojos. Pero ahora, el sexto sello es entendido al igual que Apocalipsis 14 es entendido, y podemos estar seguros de que nuestra fe no es en vano. Este nuevo entendimiento acerca del sexto sello ha sido incorporado en la presentación de Orión en las diapositivas 105-113.
Cambiando un poco de tema, podemos preguntarnos por qué Elena de White vio las cosas de forma tan literal, pero ahora todas se están cumpliendo de manera simbólica. Sabemos que en realidad había una propuesta para una Ley Dominical literal en 1888, y si la iglesia hubiera aceptado la luz del Cuarto Ángel en ese tiempo, las visiones de Elena de White se hubieran cumplido literalmente, y Jesús habría venido en 1890. Elena de White era para la Iglesia Adventista lo que Moisés fue para los hijos de Israel. Ella los condujo a la frontera de Canaán, pero entonces ellos rechazaron la dirección de Dios y tuvieron que vagar por el desierto como los hijos de Israel. Elena de White también murió en el desierto, como lo hizo Moisés.
Pero Dios hizo algo cuando ellos Lo rechazaron. Él decidió cumplir todas las profecías simbólicamente en lugar de literalmente, porque ya no era el “fin del tiempo”. Dios envió a un profeta (Elena de White) para hablar palabras literales a Su pueblo en el fin del tiempo, pero debido a que el tiempo había sido prolongado a causa de su incredulidad, las palabras literales se volvieron simbólicas. Ahora que hemos llegado al fin del tiempo de nuevo, Dios ha enviado de nuevo a un “profeta” (nuestro ministerio de “Elías”) para hablar palabras literales a las personas. Hacemos esto al explicar la Palabra de Dios de una manera que la conecta con los acontecimientos actuales (literales). También se puede hacer la comparación de que el sucesor de Moisés era Josué, y a él fue a quien Jesús dijo cómo funcionaría la entrada a Canaán a través de la conquista de Jericó con la secuencia de las marchas. Esa es la enseñanza básica que necesitábamos para descifrar el ciclo del juicio del reloj de Orión.
Dios no sólo hizo algo después de 1888, sino que también no hizo algo. No le dijo a Elena de White que sus profecías se habían vuelto simbólicas, de la misma manera como Él no le dijo al antiguo Israel que no enviaría las avispas delante de ellos como le había dicho originalmente a Moisés (Éxodo 23:28). De esa manera, Él cumplió lo que está escrito en Su Ley: “yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. (Éxodo 20:5) Hoy vemos cómo las generaciones que siguieron a los “padres” en 1888 están siendo destruidas por falta de amor a la verdad. Al no informar a Elena de White que sus visiones se habían vuelto simbólicas, Dios permitió que los adventistas cayeran en la trampa de la ceguedad, al igual como los judíos cayeron en la misma trampa. Tenían a Jesús delante de ellos, pero no Lo pudieron reconocer porque “Moisés dijo...”
Pero, así como Jesús se dio a Sí mismo como el pan del Cielo para alimentar a las personas con las palabras de vida, de nuevo, Él se da a Sí mismo como el pan desde Orión para alimentarte a ti con las palabras de vida; para sostenerte en estos últimos momentos difíciles de la historia de la tierra. ¿Amas la verdad que Él ha envidado del Cielo – desde Orión? Si es así, entonces aférrate de la fe, sin dudar. Jesús mismo habla en la sexta plaga para advertir diciendo: “¡guarda tus ropas!”