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A veces, el Señor guarda un pequeño secreto por un tiempo y luego lo revela en el momento justo para que tenga un efecto máximo. Por 2.700 años, un pequeño artefacto cerca del tamaño de la punta de un dedo estuvo enterrado en la tierra, justo al sur del Monte del Templo en Jerusalén. En el 2009, fue recobrado de la tierra e identificado como una impresión de un sello en arcilla (llamado bulla), catalogado, y almacenado en un armario de una universidad. Éste yacía allí en la oscuridad varios años más antes de que fuera analizado más de cerca, y la inscripción fue entendida como siendo la de uno de los reyes bíblicos más famosos, ¡el Rey Ezequías!

Cuando el valor de este tesoro fue entendido, fue finalmente anunciado al público después de tantos siglos de oscuridad, en un día muy especial: el 2 de diciembre de 2015.[1] “¿Qué hace que este día sea especial?” te puedes preguntar. Para el público inconsciente, el día fue como cualquier otro, pero para una persona que reconoce la voz de Dios en Orión, el día es muy significativo. No sólo estábamos esperando una bendición de acuerdo con nuestra aplicación de Daniel 12:12, como fue explicado en el artículo anterior, sino el ciclo de las plagas de Orión marca ese mismo día con una línea del trono, indicando que es algo especialmente relacionado con la Divinidad. Voy a explicar esa relación más adelante en este artículo.

La profesora que dirigió la excavación señaló lo que hace que este sea un hallazgo extraordinario para el resto del mundo: “Ésta es la primera vez que una impresión del sello de un rey israelita o de Judea ha salido a la luz en una excavación arqueológica científica”.[2] En otras palabras, este hallazgo viene con un fuerte respaldo científico para confirmar su autenticidad, ya que se sabe que se originó directamente de un sitio al sur del Monte del Templo, contiguo a un edificio real.

Las señales de Dios

Cuando la voz de Dios habla, los sabios escuchan, en vez de burlarse como si fuera simplemente un trueno. Como ya comentamos anteriormente, cuando Su voz habló al comienzo del ciclo de las plagas, hubo una gran señal: cuando el sol se ponía en México, iniciando el Gran Sábado de Yom Kipur de 2015, que nosotros habíamos reconocido fue marcado por el Reloj de Dios en Orión desde el principio de este ministerio,[3] la tormenta más poderosa jamás registrada, el huracán Patricia, amenazó con causar terribles estragos sobre los habitantes en tierra.[4] Pero a pesar de su llegada con amenazante potencial destructivo, hubo poco daño real, porque el tiempo para la devastación desenfrenada estaba todavía un poco en el futuro.

Dios está demostrando al mundo Sus lágrimas en El Niño, a medida que los cuatro vientos empiezan a soltarse. Hasta el momento, la lucha es retenida hasta que la cosecha sea recogida, como fue profetizado:

Todos los que no tienen el espíritu de la verdad se unirán bajo el liderazgo de agentes satánicos; pero serán retenidos hasta que llegue el tiempo de la gran batalla del Armagedón. —Comentario Bíblico Adventista 7:978 (1900). {EUD 203.3}[5]

La voz de Dios habló de nuevo el 2 de diciembre de 2015 en la segunda plaga, y hubo otra gran señal en medio de las montañas de evidencias que se hicieron visibles en ese día. Esta vez, era una señal de aprobación y de bendición sobre los que la oyeron, como la que Dios dio a Su Hijo en Su bautismo.

Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. (Marcos 1:10-11)

El Padre dio Su aprobación a través de una voz del Cielo, y en ese momento, el Espíritu Santo descendió sobre Él. El testimonio divino proclamó que Jesús era el Hijo de Dios. De manera similar, el Espíritu Santo descendió en el 2010, cuando la voz del Padre comenzó a escucharse desde el Cielo en Orión, y juntos, han estado proclamando las virtudes de Jesús, Él que fue herido. La señal que fue dada fue la revelación de la pequeña impresión de un sello mencionado antes, exactamente en la fecha cuando habíamos estado esperando una bendición. Puede que esto no parezca mucho, pero está lleno de significado, el cual vamos a explorar.

Directamente desde el principio, vemos que es ¡el sello de autoridad de un rey justo! Es como si Dios está diciendo: “Este es mi Hijo amado [como es visto en Orión], en quien tengo complacencia; a él oíd”.[6] El ÚltimoConteo es el único ministerio que estaba esperando con expectativa una bendición en esa fecha. Para todos los demás, el descubrimiento del sello es un buen hallazgo, pero no pueden oír la voz de Dios en éste. Sólo aquellos que entienden el significado del tiempo en que fue descubierto pueden discernir la bendición.

Cuando un hallazgo como éste sucede exactamente en la terminación de la línea de tiempo de Daniel, e incluso coincide con un indicador clave del reloj de Orión, podemos discernir una relación. Y a medida que exploramos, descubrimos muchos detalles adicionales para confirmarlo aún más. Por ejemplo, el sello fue revelado en una fecha de la línea del trono, lo que indica que tiene algo que ver con Dios y Su sede de autoridad. Con este descubrimiento, Dios quiere que el mundo sepa a quién le ha dado Él, el sello de Su mano derecha.

Sellados con la autoridad de Dios

Un sello atestigua a la autoría o a la propiedad de lo que se sella (por ejemplo, un documento o un recipiente), y también se utiliza como marca de autoridad, como en el libro de los siete sellos, que sólo podía ser abierto por Él que fue hallado digno de desatar sus sellos. Nadie más fue encontrado con la autoridad apropiada. Un sello completo expresa tres atributos claves que identifican la autoridad detrás de él:

  1. Nombre
  2. Título
  3. Territorio

Un ejemplo común de un sello bíblico que contiene estos elementos es: “El Señor (1), Creador (2) de los Cielos y de la Tierra (3)”. Un ejemplo a donde encontramos una impresión de este sello es en el mandamiento del sábado de la Ley de Dios:

Porque en seis días hizo [Título: Creador] Jehová [nombre] los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay [territorio], y reposó en el séptimo día; por tanto [por la autoridad indicada], Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. (Éxodo 20:11)

Podemos estar seguros de la autenticidad del sábado y el territorio sobre el que se aplica, consultando al sello correspondiente. (Los que se oponen a la vigencia del sábado del séptimo día deberían preguntarse, cuál sello de autoridad declara cualquier otro día como siendo sagrado, y considerar qué sello lleva la mayor autoridad.)

La autoridad también puede ser conferida sobre los súbditos de alguien, como fue el caso con Adán:

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra [territorio delegado al hombre]. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:26-27)

Dios le otorgó autoridad al hombre, dándole una parte de Su propio territorio sobre el cual tener dominio. El sello de la autoridad de Dios se expresa (Dios, Creador del hombre) y Él figurativamente también graba el sello del hombre, designando su territorio y su capacidad como una imagen o reflejo de Dios (el título del hombre). El sello de Dios quedó impresionado sobre la humanidad de la manera que Él los creó: como un par complementario: varón y hembra. Ninguna otra combinación (varón y varón, hembra y hembra, o el rol invertido hembra y varón) lleva el sello de Dios. La imagen de Dios es borrada en estas otras combinaciones, y la autoridad de Dios otorgada al hombre como Él los creo, varón y hembra, se pierde. No es un lenguaje de odio decirlo, es sólo la realidad.

y [ellos] cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. (Romanos 1:23,26-27)

Cuando el papa dice cosas como “¿Quién soy yo para juzgar?”, ¿entiendes, querido lector católico, que esto es contrario a la doctrina del apóstol Pablo? Él nos advirtió no permitir que los que viven en pecado abierto permanezcan en la iglesia. De este modo, aunque los pecadores se sientan cómodos, la iglesia ha perdido su efectividad y no puede cumplir con su tarea. Ahora, debemos seguir en pie, independientes de cualquier organización eclesiástica.

Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera [de la iglesia]? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? (1 Corintios 5:11-12)

Un amor por el cual morir

El Creador le confiere significado a todo. Nada de lo que Él hace o permite es sin un propósito. Él nos ha dado muchas piezas de rompecabezas para encajar entre sí, y es nuestra tarea como reyes y sacerdotes, trabajar con el Espíritu Santo para armar el rompecabezas, como dice el proverbio:

Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. (Proverbios 25:2)

Incluso el hecho de que fue una impresión de sello lo que Dios escogió como el medio para comunicar la bendición, tiene una notable importancia, porque nos señala ¡el propio sello de Dios! En Cantares de Salomón (el hombre dotado de sabiduría más que todos los demás), se relata la historia de amor de Cristo y Su pueblo (quienes están representados por la amada Sulamita), y nos muestra algo importante acerca de Su sello. La historia presenta no sólo al Hombre y a Su amada, sino hay también un coro de espectadores que cantan de vez en cuando. Hablando de Su amada, Él dice:

“Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, La escogida de la que la dio a luz.... (Cantares 6:9)

Ella es descrita como “la escogida”, como los deliciosos primeros higos maduros de la cosecha de higos[7] y “perfecta” como los que buscan a Dios con todo su corazón:

Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. (Salmos 119:1-3)

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. (Apocalipsis 14:3-5)

Pero en la canción, Él incluye una nota de incertidumbre, diciendo:

Descendí al huerto de los nogales Para ver el verdor del valle, Para ver si [o no] la vid había retoñado, Si los granados habían florecido. Sin que me diera cuenta, mi alma me colocó Sobre los carros de mi noble pueblo.” (Cantares 6:11,12 NBLH)

Él no sabía si la fruta estaría floreciendo, pero Se puso en el cuidado de Su pueblo noble. ¿Sería encontrado el fruto de la fe? ¿Estaría alguno dispuesto a seguir el ejemplo de amor abnegado de Jesús? Dios dio a Su Hijo para hacer eso posible, y Él hizo Su propia vida dependiente en sí podrían ser encontrados. ¿Es sorprendente que el coro de voces se une, llamando a la amada de Jesús, ¡para que ellos la puedan ver!?

Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; Vuélvete, vuélvete, y te miraremos. ¿Qué veréis en la sulamita? Algo como la reunión de dos campamentos. (Cantares 6:13)

Al continuar la canción, la amada expresa su amor:[8]

Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían. (Cantares 8:6-7)

La imagen es la de las manos de ella aferradas a Su brazo y su cara presionada contra Su corazón como uno podría presionar un sello en la arcilla. El amor de ella es como un sello, y es representado como siendo tan fuerte como la muerte, y como un fuego tan intenso que ninguna cantidad de agua puede apagarlo. El lenguaje es aquel que se utiliza en relación con la ira de Dios sobre los malvados.[9] En otras palabras, ¡su amor es tan fuerte como la segunda muerte! Ella representa Su pueblo noble – dispuestos a dar ¡sus propias vidas eternas por amor! Ellos poseen la fe que Jesús fervientemente preguntó si Él encontraría, sabiendo que el Padre Mismo estaba dependiendo de esto.

¡Imagina! El Todopoderoso, encomendando Su propia vida, en la cual está envuelta la existencia de todo el universo, ¡en los “carros” de amor de los débiles, errantes seres humanos! Él confía en que Su propio amor profundo – como Jesús demostró en la Cruz – será manifestado en Su pueblo de la última generación. Verdaderamente Dios es amor y ese amor es una fuente de agua de vida que fluye a través de Su Hijo y refresca a aquellos que aprecian lo que Jesús hizo por ellos, porque cuando consideran la profundidad de Su sacrificio, al darles la liberación de la esclavitud del pecado que odian, ese mismo amor comienza a surgir en ellos mismos, permitiéndoles devolverlo de nuevo al Padre como una muestra de gratitud y de alabanza. Ellos tienen amor porque Él los amó primero. Ellos andan en Sus caminos sin importar el costo o recompensa, simplemente porque ellos Lo aman más que a cualquier otra cosa. Su Ley está escrita en sus corazones. Ellos tienen la fe de Jesús y cantan el cántico de Moisés y del Cordero, habiendo voluntariamente seguido a su Maestro en beber los residuos del Santo Grial. Todo es una efusión del amor del Padre, y está representado en Su sello.

Longitud de días y vida larga

Ezequías tenía dos sellos diferentes que utilizó durante su reinado, y él hizo el cambio después de un evento importante en su vida. Esto fue cuando estaba enfermo de muerte, y a su petición de Dios, se le concedió una extensión de vida.[10] La impresión del sello que fue encontrada el 2 de diciembre fue la de su segundo sello, la de después de su experiencia de sanación, y por lo tanto incluye especialmente ese evento en el mensaje que Dios está comunicando.

Los símbolos en la impresión del sello de El Ofel sugieren que se hicieron al final de su vida, cuando tanto la autoridad administrativa real y los símbolos personales del rey cambiaron, desde el escarabajo alado (escarabajo de estiércol) – el símbolo del poder y el imperio que había sido familiar a lo largo del Antiguo Cercano Oriente – al del sol alado – un motivo que proclamaba la protección de Dios – que dio al régimen su legitimidad y poder, también generalizada en todo el Antiguo Cercano Oriente y usada por los reyes asirios.[11]

Aunque hay una definitiva influencia egipcia, Ezequías era un devoto seguidor de Jehová y no un adorador del sol. Debemos entender los símbolos de la misma manera como Ezequías les hubiera dado significado –al igual como Malaquías habló con respecto al sol: “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación;”[12] Él simplemente estaba utilizando un símbolo del sol con alas que era común y ampliamente entendido y le aplicó su significado a su Dios. Es importante entender estos símbolos en la luz apropiada, para no interpretarlos de acuerdo con un contexto equivocado.

El sol no sólo representa la provisión de Dios, y las alas que apuntan hacia abajo, Su protección, como si estuviera listo para abrazar y proteger, sino debido a que Dios le dio a Ezequías una señal en el sol que iba a ser sanado, para él, ¡hubiera sido doblemente representativo de la protección y del cuidado de Dios!

Los anjs a ambos lados de las alas eran otro símbolo egipcio común que representaba la vida. La asociación de estos anjs con la protección del sol y sus rayos de bendición y provisión reitera la referencia a su sanación.

Su historia es una historia bien conocida de la Biblia relatada en tres libros de la Biblia. Dios honró a Ezequías con una gran señal en el sol – una señal de vida que estaba marcada en un gran “reloj” – el reloj solar de Acaz – ¡al mover la sombra hacia atrás 10 grados! Esa fue una gran señal desproporcionada en comparación con el evento, lo que demuestra que apuntaba a ¡algo mucho más grande! Sin embargo, el honor que Dios le concedió a Ezequías también sirvió para probar el orgullo del rey, y él falló la prueba al no darle la gloria a Dios, sino señalar a sus propios logros como si fueran meritorios. No obstante, su arrepentimiento acerca del orgullo está registrado en las Escrituras.[13] El cambio en su sello muestra la autenticidad de su arrepentimiento de su orgullo, porque él ya no se identificó con el primer símbolo, que daba tributo a su propio poder y dominio, sino diseñó su segundo sello para dar la gloria a Dios, reconociendo Su provisión y Su protección sobre él y expresando gratitud por la vida. No sólo Dios ahora ha honrado su arrepentimiento al señalar a este descubrimiento con Su reloj celestial en Orión, sino Él incorpora la lección de humildad y fe en el mensaje, porque, aunque los 144.000 hacen una gran labor, es Cristo quien hace la obra a través de ellos, porque por sí mismos, ellos no pueden hacer nada.

El reloj de Orión no sólo apunta a la bulla por la fecha en que se encontró, sino que incluso los símbolos en el sello en sí ¡están íntimamente relacionados con este mensaje! En el reloj de Orión, las estrellas exteriores están representadas en la Escritura por serafines con seis alas; dos para cubrir la cara, dos para cubrir los pies, ¡y dos alas extendidas para volar![14] Por lo tanto, el diseño combina las alas extendidas de los serafines con los soles de Orión, que los serafines representan en realidad, y en conjunto, estos forman una señal que reitera la importancia del tiempo en que se encontró ¡como un indicador a este mensaje!

Pero los anjs también apuntan a este mensaje, ya que son un símbolo de la vida y en nuestro mundo moderno de hoy, el bien conocido símbolo natural de la vida es el ADN. Lo que comúnmente referimos como el “Mensaje de Orión”, incluye no sólo los relojes de Orión, sino también la lista de los Grandes Sábados, también conocida como el Buque del Tiempo, que tiene ¡muchas relaciones alegóricas al ADN![15]

Grabado como un sello

El sello de Dios no es como ningún otro, pero sirve los mismos propósitos que el de los sellos físicos. En términos simbólicos, la Biblia describe cómo está diseñado este sello especial. Cuando Moisés recibió instrucciones acerca de las vestiduras del sacerdote, él fue instruido tres veces a hacer grabados, “como grabaduras de sello”.[16] El lenguaje es significativo. Dios no usa palabras sin propósito o sin intención. Por ejemplo, Él podría haber descrito la profundidad de los grabados, pero Él escogió asociarlos con un sello. Para que el texto grabado pueda ser legible en un sello, es necesario que esté profundamente grabado. Simplemente rayar la superficie, mientras que sería visible en el sello mismo, no sería suficiente para transferir lo escrito a la arcilla en la que se presiona. Al relacionar los grabados para el sacerdote a los de un sello, las Escrituras apuntan a algo más grande – el propio sello de Dios.

En el diseño del efod del sacerdote, había doce piedras preciosas en el pectoral que fueron grabadas con los nombres de los hijos de Israel – un nombre por piedra. Cerca del corazón, los hijos de Dios están representados de forma individual de acuerdo con su tribu. Sin embargo, sobre los hombros del sacerdote, los nombres de los hijos de Israel fueron grabados de nuevo en dos piedras preciosas, sólo que esta vez, ellos están representados colectivamente, con seis nombres grabados en cada una de las dos piedras de los hombros. Al colocar simbólicamente a los hijos de Israel sobre Sus hombros, Dios nos muestra que es Él quien nos sostiene y es nuestra fortaleza en el tiempo de la angustia.

Dividiendo a las doce tribus en dos grupos de seis no es común, pero vemos el mismo patrón en el pan de la proposición que estaba continuamente presente en el santuario. Había doce panes sin levadura en dos pilas de seis que fueron puestos en una mesa para estar continuamente en exhibición ante Dios, siendo reemplazados cada semana. El pan representa el cuerpo de Cristo – la iglesia – pero especialmente esa última generación, que cumple con el propósito de la iglesia como Pablo declaró:

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:11-13)

El pan estaba en exhibición ante Dios como un recordatorio del resultado final de la salvación – esa generación que posee la unidad de la fe y la culminación del crecimiento a la madurez del hombre en la plenitud de Cristo, es decir, a la semejanza de Cristo, especialmente en relación con Su amor abnegado. Las piedras de los hombros en el efod representan la última generación también, siendo sostenidos del pecado por medio de Cristo y puestos en exhibición como los primeros frutos de la salvación. El peso de los pecados del mundo descansaba sobre los hombros de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, y el peso de esta carga es levantado mediante ese pueblo sostenido, siendo interpuestos entre Sus hombros y la carga. La función de ellos no es una de fuerza, ya que ellos no podrían levantar nada separados de Cristo, sino que ellos ven en sí mismos lo que Él puede hacer, y esto es una parte necesaria del plan. Ellos demuestran la eficacia de la salvación de Cristo y ellos reinan con Él. Considera cuando se le dio su nombre a Israel, representando Su victoria a través de reclamar el poder de Dios por fe:

Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. (Génesis 32:28)

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3:21)

La última generación del Israel espiritual tiene las mismas características. Ellos son vencedores – los primeros frutos de la salvación, que han permitido que la sangre de Cristo los limpie del pecado mientras están en la Tierra. Ellos dan validez al plan de salvación al demostrar que es eficaz. Esto es una práctica rutinaria en la industria analítica. Cuando un grupo de muestras es analizado, varias otras muestras preparadas, llamadas muestras de control, deben ser analizadas con ellas. Si las muestras de control dan los resultados esperados, entonces sabes que puedes confiar en los resultados de las muestras desconocidas. Sin embargo, sin ellas, no tienes ninguna prueba de que el análisis de las muestras desconocidas fue válido, y no se puede confiar en los resultados. Los 144.000 son las muestras de control requeridas para mostrar que la salvación que la gran multitud de “muestras desconocidas” recibe en su resurrección, realmente sirve su propósito deseado – la liberación completa del pecado de la persona.

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34)

... Estos [los 144.000] fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. (Apocalipsis 14:4-5)

El tercer elemento de la vestimenta del sacerdote que fue grabado como un sello, fue la lámina de oro colocada en la mitra, que llevaba la inscripción: “SANTIDAD A JEHOVÁ”. Esto también se aplica a los 144.000 porque ellos son consagrados totalmente a Dios. Con confianza implícita, ellos desean seguir cada palabra Suya, sin desviarse de esta manera o aquella, y ellos se unen al salmista, diciendo:

Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. (Salmos 119:10-11)

La Ley de Dios es el fundamento de Su gobierno. Esto está representado en el santuario por su posición directamente debajo de Su trono – el propiciatorio. La Ley es obedecida universalmente en todas las provincias de todo Su reino, y es precisamente esa Ley, lo que es el tema central del gran conflicto entre el gobierno de Dios y el de Satanás. El reino del diablo consiste en aquellos que escogen hacer caso omiso a esa Ley. Aunque pueden profesar amar al Señor, ellos no aman a Su naturaleza, ni tampoco respetan la autoridad de Su sello, que es encontrado en la Ley como vimos anteriormente. Por otro lado, el pueblo de Dios ama Su gobierno y tienen Su ley escrita en sus corazones y en sus mentes. Estas palabras expresan el sentimiento de uno que conoce y ama al Señor:

La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo... Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Tú salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera. (Salmos 119:163,165-167)

Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. (Jeremías 31:33-34)

Por lo tanto, el grabado de “SANTIDAD A JEHOVÁ” en la frente representa todo el reino de Dios – el territorio en el que Su Ley es apreciada y obedecida.

¿Entiendes lo que significan estas cosas? El sello de Dios, como es ilustrado por los grabados, describe a Su pueblo – ¡Su última generación! Ellos son Su templo vivo, en el que Dios habita, y a través de quiénes ¡Su sello de aprobación y de autoridad es dado! Ese templo es construido durante el gran día del Señor, cuando el carácter de Dios, como es presentado en Su sello, ¡es finalmente desarrollado plenamente en esa generación de Su pueblo!

El día del Señor

En la Biblia, cuando Zorobabel, gobernador de Judá, supervisó la colocación de los cimientos para el nuevo templo, Dios dijo:

...Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. (Hageo 2:21-23)

Hay una clara aplicación a los últimos días en este pasaje; no es sólo una referencia a la época de la primera venida de Jesús. La aplicación más literal está asociada directamente con el tiempo de la ira de Dios – ¡el tiempo en el que hemos estado viviendo desde el 25 de octubre de 2015!

He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros [en Strong aparece como: Orión] no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira. (Isaías 13:9-11,13)

Ten en cuenta que el día (el año) del Señor[17] es un tiempo en que Dios dijo que Orión dejaría de dar su luz. Físicamente, la cantidad de luz que proviene de Orión, o incluso de todas las estrellas juntas, es bastante minúscula, por lo que esto debe estar hablando espiritualmente. Desde Orión, la Tierra ha sido alumbrada con Su gloria, pero los habitantes de este mundo han rechazado la luz. Por lo tanto, Él los ha dejado a que vaguen en la oscuridad.

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. (Juan 3:19-21)

Cuando la luz llegó, fue para traer convicción a los corazones del pueblo de Dios y para prepararlo para Su regreso. Pero ¡cuán pocos han aprovechado esa oportunidad! Ahora la luz del Espíritu Santo es retenida de los que Le han rechazado. Prefigurado por el eclipse solar en el medio de la tétrada de lunas de sangre profética, incluso el sol y la luna, las luces brillantes de Dios de la Biblia y los testimonios, ¡ya no brillan! Aunque las palabras están todavía disponibles, el Espíritu de entendimiento se ha ido, y aunque ellos buscan con gran intensidad, no encontrarán la luz.

... por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. (2 Tesalonicenses 2:10-12)

[El Señor ha enviado] hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán [porque Lo rechazaron mientras estuvo disponible]. (Amos 8:11-12)

Así como Nabucodonosor perdió su sensatez y se convirtió como un animal, así también la humanidad está perdiendo su sensatez por haberse apartado del Espíritu de entendimiento. Dios está humillando su orgullo, pero a diferencia de Nabucodonosor, ellos no se arrepentirán, porque no pueden. Sus vidas están cargadas con pecados sin perdonar y pecados imperdonables, porque no se arrepintieron mientras Jesús todavía estaba intercediendo en su favor. Ahora Él ya no está suplicando con Su sangre (sin la cual, no puede haber perdón), sino Él ha dejado el santuario, y está esperando cosechar a Su pueblo, como podrás ver en el próximo artículo.

Aquí está la paciencia [en Strong aparece como: resistencia o aguante alegre (o esperanzado) constancia] de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. (Apocalipsis 14:12-13)

Una vez que Jesús cesó Su intercesión, la muerte de los justos se convirtió en una bendición, porque si ellos no tienen la resistencia para soportar las grandes pruebas sin caer en pecado, ellos perderían la vida eterna, porque el pecado ya no puede ser perdonado. Por lo tanto, los que tienen la fe de Jesús para perdurar en su obediencia de los mandamientos de Dios, se les dio el sello del Dios Vivo,[18] concediéndoles “provisiones diarias” del Espíritu Santo para sostenerlos, y están preparados para tomar el papel de Su sello en el tiempo de la oscuridad.

Un sello viviente

En la sección anterior, vimos cómo Zorobabel fue escogido por Dios para ser como un sello. Esto fue en asociación con la colocación de los cimientos del templo cuya gloria superó a la del templo de Salomón, en virtud de recibir a Jesús, el Hijo de Dios en la carne, dentro de sus muros. Esto también tiene un paralelo para nuestro tiempo. El templo de la visión de Ezequiel, que nunca fue construido físicamente en la Tierra, es simbólico del templo espiritual de los 144.000, cuyos cimientos fueron puestos por el mensaje de Orión. John Scotram fue el instrumento escogido para supervisar la colocación de esos cimientos, y ser como un sello. A su vez, el resto de los 144.000 son para servir como Su sello también.

¿Cómo usa Dios Su sello viviente? Como mencioné anteriormente, un sello era usado en la antigüedad para declarar posesión y autoridad. Dios usa a Su pueblo para ambos propósitos. Él ha establecido Su autoridad a través de ellos. Porque los 144.000 son los primeros frutos que dan validez al plan de salvación, ellos son el sello de garantía que los redimidos pueden ser llamados legítimamente hijos de Dios. Este concepto puede parecer difícil de comprender, por eso permíteme explicar.

Recuerda, porque todos hemos pecado, el diablo ha tenido derecho a cada ser humano desde Adán hasta ti mismo, con la única excepción de Jesucristo, quien nunca pecó. Los pecadores están marcados por Satanás como súbditos de su reino, y él es celoso en retener a todos los que alguna vez fueron suyos. Los que recibieron el amor a la verdad para ser salvos por la gracia de Cristo, deben tener una marca genuina de la autoridad de Dios para ser reclamados como Suyos – ¡una marca que no puede ser desafiada! Los 144.000 son la prueba viviente de la autoridad de Dios para reclamar como Suyo a un amante de la verdad.

La provisión de Dios para la iglesia ha sido que crezca a la semejanza de Cristo,[19] pero no todos los salvos a lo largo de la historia han llegado a esa estatura y vencido completamente el pecado. Más bien, ellos tenían fe en el plan de Cristo para llevarlos a ese punto, si el tiempo lo permitiera. Esa fe consiste en dos elementos. Primero, es fe en el sacrificio perfecto de Cristo, sin el cual, nadie sería salvo. Pero también es fe que ese sacrificio perfecto produciría frutos en la Tierra. Mientras que los 144.000 no pueden hacer nada para salvar a una persona, ellos hacen lo que Cristo mismo no pudo hacer: demuestran que los humanos, habiendo una vez estado atrapados en el pecado, pueden efectivamente vencer ese pecado y vivir una vida como la de Cristo en la carne en medio de un mundo contaminado y excesivamente pecaminoso.

Es una cosa crecer en Cristo en una atmósfera celestial, donde todas las cosas ayudan a ese crecimiento, como la mayoría de los redimidos lo harán, pero es una cosa totalmente diferente crecer a la plenitud de Su estatura contra la corriente de maldad en la Tierra y la presión para conformarse de una manera u otra. Los 144.000 provienen de la generación más débil, más degenerada y decrépita, pero ellos tienen un amor a la verdad, al igual que todos los hijos de Dios, y Cristo demuestra con ellos que ese amor es suficiente para vencer todos los obstáculos. Ellos son la prueba de que todas las personas a lo largo de todas las edades que demuestran un amor a la verdad podrían, si tuvieran el tiempo y les fuera dada la luz, llegar al mismo punto de victoria. Ellos demuestran que todo lo que es necesario para que la salvación sea efectiva, es un amor supremo a la verdad, o el deseo de ser como Cristo, porque su victoria sobre el pecado fue lograda por la fe sin ninguna otra ventaja de circunstancias.

Jesús toma el amor de ellos – su voluntad de ponerlo a Él en primer lugar, sin importar el costo para ellos mismos – y mora en ellos a través de Su Espíritu. Con Su Espíritu en ellos, Él los sostiene de manera que puedan permanecer sin pecado en el tiempo de las plagas, cueste lo que cueste a pesar de sus circunstancias, que es una cosa que el diablo puede usar en su contra para tentarlos a apartarse del camino de la vida a lo que el promete serían circunstancias más agradables.

Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré [del pecado]; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. (Salmos 91:14-16)

Dios no permitirá que uno de sus verdaderos obreros sea dejado para luchar solo contra grandes dificultades y ser vencido. A cada uno cuya vida está escondida con Cristo en Dios, él lo preserva como si fuera una joya preciosa. De cada uno de ellos dice: “Te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí” Hageo 2:23. {7TI 67.3}[20]

El proceso de limpieza no es agradable, pero a pesar del dolor, si uno tiene amor a la verdad que es mayor que todo lo demás, habiendo permitido el amor de Dios en ellos para destapar ese manantial, la experiencia es bendecida, por más severa que pueda ser. Dios puede realizar la obra de limpieza cuando simplemente permitimos que Su amor lave nuestro orgullo y resistencia.[21]

Velando por Su venida

Al traer a la luz un centímetro cuadrado de testimonio antiguo en el día en el que Él designó una bendición especial, vemos cómo el Señor usa la historia de la sanación de Ezequías y la señal del sol retrocediendo para apuntar al gran clímax de la historia, cuando los primeros frutos de la Salvación finalmente maduren y den su dulce fragancia. Incluso los orígenes del artefacto ¡hacen paralelo al mensaje al que apunta!

... conjeturando que [el sello] se utilizó originalmente para sellar un documento escrito en un rollo de papiro que luego se enrolla y se ata con cuerdas delgadas, dejando su huella en el reverso... El sello fue descubierto en un vertedero de basuras de fecha a la época del rey Ezequías, o poco después, y se originó en el Palacio Real, justo al lado de este y parece haber sido utilizado para almacenar productos alimenticios.[22]

Un anuncio legítimo del regreso de Cristo no podría darse sin la debida autoridad. Orión es el documento sellado con siete sellos, que viene de un edificio real (Orión, donde habita el Rey) que se utiliza para almacenar alimentos (alimento espiritual: el profundo mensaje de Orión). Pero al igual que el sello de Ezequías, este mensaje ha sido arrojado a la basura por la mayoría del mundo que no reconoce su inmenso valor.

Contrario a la creencia popular, la Biblia no dice que nadie sabrá nunca el tiempo de Su regreso. Jesús dijo que ese tiempo no se sabía cuándo Él estaba en la tierra, pero Su consejo de velar porque no sabemos la hora, es entendido mejor de que debemos velar para que podamos ¡enterarnos de la hora cuando sea revelada! Esto es hecho claro en el mensaje de Jesús a la iglesia de Sardis:

... Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. (Apocalipsis 3:3)

Jesús marca un contraste entre los que velan y los que no lo hacen. Al decir que, si no velamos, Él vendrá sobre nosotros como un ladrón, y no sabremos la hora de Su venida, Él también dice que, si velamos, no vendrá sobre nosotros como un ladrón, y sabremos la hora de Su venida. La “hora” es la unidad de tiempo más precisa en la Biblia. Si Él sólo hubiera querido que supiéramos el período de tiempo en general de acuerdo con las señales de los tiempos, como muchos sugieren, Él no habría utilizado un término tan específico.

Es como las ocasiones cuando esperas por una entrega especial. Cuando revisas la información de rastreo de la entrega, encuentras que está marcada como “en camino”. Pero ¡no sabes si va a llegar en la mañana, al mediodía o al atardecer! Varias veces, yo solicité que el conductor me llamara poco antes de la entrega para poder encontrarme con él en el lugar de la entrega. En esas ocasiones, estaba atento a su llamada para asegurarme de no perderla, para poder tener tiempo para prepararme para encontrarme con él. Es lo mismo con Jesús. Observa cómo Él lo explica:

Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. (Marcos 13:32-37)

Así como yo no sabía cuándo esperar la llamada del conductor de la entrega durante el día, la humanidad no sabía cuándo esperar el mensaje del regreso de Jesús, pero podían saber que estaba cerca. En la parábola, Jesús ordenó al portero que velara. El portero era el vigilante de la puerta, y ¡él estaría esperando ver a un mensajero! Esto es mostrado muy claramente en la parábola de las diez vírgenes, cuando un mensajero viene anunciando que el novio estaba en camino:

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! (Mateo 25:6)

El mensajero lleva la autoridad de quien lo envió. En el caso de un anuncio real, éste sería sellado con el sello del rey para que las personas supieran que era auténtico. En el caso del anuncio del regreso de Jesús, la autoridad debe venir del Padre, porque Jesús dijo que los tiempos están en la autoridad del Padre.[23] ¡Las buenas nuevas de la venida del Reino de Dios han llegado, y Dios ha sellado ese mensaje con Su propio sello en Orión!

Y será predicado este evangelio [las buenas nuevas] del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)

Un testigo da evidencia. A medida que las montañas de evidencias se acumulan de que estamos en el tiempo de las últimas cosechas, esto llama la atención de una clase más y más amplia de personas, hasta que la evidencia es tan inconfundible que cualquier persona sensata en el planeta se dará cuenta de que es el tiempo para el fin del mundo “y entonces vendrá el fin”. La pregunta que debe hacerse es, ¿en cuál cosecha serás recolectado? ¿Serás incluido entre las cizañas para ser quemadas, o serás reunido en el granero con el trigo?

Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

... la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, (Mateo 13:30,39-41)

Se necesita algún tiempo para clasificar y cosechar un cultivo. El fin del mundo es un período de tiempo, no un momento. Cuando Jesús salió del santuario celestial y se puso Sus vestiduras reales, Él fue coronado y comenzó el tiempo del fin del mundo. Pronto será el tiempo de la cosecha – cuando la cosecha esté madura y el buen grano es separado de las malezas pretenciosas. En el próximo artículo, descubrirás cómo se repite este tema en el Apocalipsis con un ajuste excelente al “ciclo del fin del mundo” del reloj de Orión (el ciclo de las plagas).

Una revelación del tiempo

No hace mucho tiempo, descubrimos un reloj simple en la historia de la sanación de Ezequías y la señal en el sol. En el artículo, En la Sombra del Tiempo, lo llamamos el Reloj de la Reforma, porque cubre el lapso de tiempo de la gran reforma de la iglesia al comienzo de la era moderna de la historia, destacando la última fase de esa reforma, que fue el Gran Movimiento Adventista del siglo 19, y culminando con el tiempo presente y la reforma completa del pecado.

Por lo tanto, Dios tomó una pequeña bulla de arcilla mostrando la gratitud de Ezequías por la sanación que él recibió, y ¡la convirtió en una señal para el mensaje de sanación del pecado que ha abarcado a toda la humanidad a través de todos los tiempos! Ese simple reloj nos da una medida para el acortamiento del tiempo del fin, como dijo Jesús que debe ser hecho:

Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mateo 24:22)

El precioso regalo de la comprensión del tiempo, que Dios ha dado a todos los que lo recibirán a través de este ministerio, revela muchas cosas y responde muchas preguntas profundas que las personas se han estado preguntando a lo largo de las edades. Dios ha hecho esto, no sólo para satisfacer nuestra curiosidad, sino para enseñar lecciones importantes. El Mensaje de Orión, con todos sus componentes temporales, da un marco de tiempo desde la Creación hasta la Segunda Venida, dentro del cual la cronología bíblica tiene un ajuste espléndidamente perfecto que ¡debe ser la envidia de todo cronista cristiano![24]

Pero la línea de tiempo de Orión ¡no es la única línea de tiempo en la escala de toda la historia de la Tierra! Por favor, permíteme reiterar lo que se presentó anteriormente, añadiendo algunos detalles para solidificar el concepto. Pedro advirtió de los burladores que vendrían en los últimos días, negando la promesa de la venida de Jesús,

y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. (2 Pedro 3:4)

Su explicación del final de ellos nos da un lapso apropiado para el juicio en contra de los impíos:

pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:7-9)

La indisposición de Jesús de que alguno perezca por su pecado es lo que inspiró el primer sacrificio en la puerta del Edén, el jardín de Dios, que prefiguró ¡el sacrificio de nuestro Salvador cuatro mil años más tarde! La relación de tiempo que Pedro establece es que mil años representan un día, y él coloca un día aparte del resto, diciendo:

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. (2 Pedro 3:10)

Ahora pregunto, ¿qué día es el día del Señor? No tenemos que acudir a la tradición para una respuesta, sino a la Biblia:

mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna... (Éxodo 20:10)

Sólo un día es identificado como siendo del Señor, y es distinguido del resto de la semana como un día de descanso. No sólo eso, sino que el sábado también está asociado con el reposo prometido de nuestras labores terrenales, al entrar en la Canaán celestial:

otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. (Hebreos 4:7-11)

Está claro, entonces, que la semana de siete días, culminando con el séptimo día, que es el día del Señor – Su sábado de reposo– es el intervalo de tiempo que Pedro identifica. Seis días milenarios de trabajo son dados antes del día del Señor, cuando el pueblo de Dios finalmente entra en Su reposo. Por lo tanto, entendemos que seis mil años son asignados para la obra contra el pecado, antes que Jesús venga y nos de descanso.

Ahora, la Palabra de Dios no es sólo una expresión casual, sino un arma afilada y perspicaz:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)

Entonces, ¡con cuánto cuidado y respeto debemos manejar esto! Si lo hacemos, y tomamos en serio los seis mil años de obra por el pecado, en lugar de asumir que es una expresión casual, ¡entonces descubrimos un tesoro escondido! Sin entrar en detalles aquí sobre el simbolismo numérico, es suficiente decir que los seis milenios están divididos en cuatro y dos. El momento de división se encuentra en el año 31 d.C. cuando nuestro Señor fue crucificado.[25] Una vez más, se nos recuerda que el sacrificio de nuestro Salvador está en el punto central de todas las líneas de tiempo de Dios. Él es el centro de atención de todos los tiempos. En la entrada del pecado, el sacrificio fue prometido; después de cuatro milenios, la promesa fue hecha realidad; después de dos milenios más, el fruto de ese sacrificio es cosechado; y en la culminación de la semana milenaria después de los mil años de descanso en el Cielo, el pecado será erradicado y la promesa de la liberación del pecado ¡se cumplirá por completo!

Y aquí está la simplicidad de la medida: el año en el que se debe esperar que el Señor coseche el fruto de Su sacrificio cuando regrese (si no fuera acortado el tiempo), sería dos mil años después de la crucifixión, o en el 2031 d.C. Como detallamos anteriormente, sin embargo, al acortamiento de ese tiempo se le da una medida en ¡la extensión de vida que Ezequías recibió! Su vida iba a ser acortada, y quince años se le habrían quitado. Por lo tanto, el verdadero año del regreso de Jesús no es 2031 d.C., sino quince años antes, o ¡el 2016 d.C.!

Como hemos acostumbrado a esperar de nuestro increíble Dios, esto está en ¡perfecta armonía con Sus otros relojes! El último día de las fiestas judías es el 8o día de la fiesta de los Tabernáculos, llamado el Último Gran Día o Sheminí Atzeret. Es el día festivo que prefigura el regreso de Jesús, después de un largo vagar,[26] y, por lo tanto, de una manera sencilla podemos discernir ¡el mismo día en que el Señor volverá! Ese día comienza a la puesta del sol del 23 de octubre de 2016, y las 24 horas de ese día cumplirán con las expectativas, pues grande es el día en que “viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron”.[27] A medida que la Tierra haga su rotación, todo ojo contemplará el Rey de Reyes. Los justos muertos serán resucitados y los 144.000 se unirán a ellos en la nube para darle la bienvenida como su libertador de un planeta vencido por el pecado, mientras que los impíos que permanezcan hasta entonces serán destruidos en Su venida en ese día.

Este es el segundo testigo[28] para los 372 días de provisiones especiales del Espíritu Santo que fueron descubiertos por un estudio del significado y del conteo de los sacrificios del santuario, y que conectan los otros relojes directamente con el día de la Segunda Venida.

¿Cuántos de los que profesan aguardar Su regreso, esperan a un Jesús que la Biblia no describe? – ¡uno que acepta a los pecadores viviendo en pecado! No, no. El que crea ver al Señor en paz cuando Él regrese, mientras que todavía está amando el pecado, será decepcionado amargamente.

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (Apocalipsis 1:7)

¿Cuán pocos han escuchado el consejo a los hebreos de no endurecer sus corazones, habiendo escuchado la voz de Dios? ¿Has oído tú Su voz en este mensaje sin endurecerte frente a su corrección? ¿Has gemido y clamado por tu propio pecado, preparando el camino para que Dios te limpie de él? Si ves luz reflejándose de las facetas de la hermosa joya del tiempo, por favor date prisa y bebe de la fuente de vida, ya que el gran día está sólo a meses de distancia, y ¡tienes MUCHO que aprender!

Un poco de tiempo

Estamos entrando en ¡el sábado milenario de descanso en Cristo! Por casi seis mil años, el mundo ha sufrido bajo el peso del pecado, pero en la Cruz, el Camino a la salvación fue preparado, y en este año culminante de la historia, Él finalmente tiene una generación que caminará en ese Camino, reacios a ceder al pecado. ¡Esto es lo que Él ha estado esperando! En cuestión de meses, la cosecha de trigo será recogida, las uvas de la ira aplastadas, y el diablo será atado, al no tener a ningún hombre a quien dirigir durante mil años. Pero entonces, él es desencadenado, porque los impíos son levantados y viven por “un poco de tiempo” para ser engañados de nuevo. Escucha el relato bíblico sobre el diablo:

Y [un ángel] prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

[En el Cielo durante los mil años:]

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Pero los otros muertos no volvieron a vivir [nota que ellos ¡no están en el infierno sino muertos!] hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección [de los justos muertos que viven y reinan]. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones [quienes fueron resucitados después de los mil años] que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. (Apocalipsis 20:2-8)

Al final del milenio, Satanás es desatado por “un poco de tiempo”. Esa expresión es usada sólo otras tres veces en el Nuevo Testamento (todas las veces por el apóstol Juan, los números de Strong son G3398 y G5550), y ¡todas ellas se refieren a la misma duración de tiempo! Las primeras dos veces esta expresión aparece en el evangelio de Juan:

Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envio. (Juan 7:33)

Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. (Juan 12:35)

Ambas se refieren a la duración del ministerio de Cristo en la Tierra, que fue tres años y medio. La otra vez que aparece, se encuentra en Apocalipsis, en relación con las almas simbólicas bajo el altar:

Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6:9-11)

Como explicamos en la Presentación de Orión,[29] este período se refiere al tiempo del juicio de los vivos, ¡que también fue mostrado como siendo tres años y medio! A partir de esto, podemos concluir con seguridad que esta frase es específica para ese período de tiempo. Incidentalmente, el número en sí es la mitad de siete, el número de la terminación. Por lo tanto, ¡representa un trabajo incompleto! Muchos afirman que Jesús “hizo todo en la Cruz”, pero ¡esto no es del todo cierto! Él sí completó la obra que Dios le dio para hacer en la Tierra, pero Él ha estado esperando por la otra mitad que complete los siete años. Los últimos tres años y medio del juicio fueron la otra mitad: el ministerio del Espíritu Santo para encontrar y sellar a los 144.000 con el sello del Dios Vivo.

La controversia grabada en el tiempo

La batalla entre Cristo y Satanás es descrita en las líneas de tiempo de Orión y de la semana milenaria. Estas son dos líneas de tiempo que abarcan desde el Jardín del Edén hasta que el milenio es completado, durante el cual los justos reinan con Cristo en el Cielo, mientras que los impíos descansan en sus tumbas.[30] La semana milenaria dura exactamente 7000 años, comenzando con la entrada del pecado en el mundo, mientras que la línea de tiempo de Orión es un poco más larga, comenzando con la creación del hombre y continuando por 7056 años. El milenio de Orión dura 1008 años,[31] así que los siete milenios por esta escala son 7 × 1008 = 7056 años. Comenzando en la Creación en el 4037 a.C., 7056 años nos llevan al 3020 d.C. Por otra parte, la línea de tiempo de 7000 años comienza en el 3970 a.C., exactamente 4000 años antes de la crucifixión de Jesús, y termina en el año 3016 a.C., tomando en cuenta los 15 años de acortamiento del tiempo.

Ambas son líneas de tiempo de Dios, pero una (la semana de 7056 años de tiempo en Orión) destaca las obras del Espíritu de Dios, mientras que la otra (la semana milenaria de 7000 años) muestra la obra del espíritu del diablo. La línea de tiempo de Orión comienza con la Creación, cuando el Espíritu de Dios fue soplado en Adán, y él se convirtió en un ser viviente. En la otra línea de tiempo, el comienzo vino después de sesenta y seis años y seis meses, cuando Satanás, morando en el cuerpo de la serpiente voladora, logró llevar a la santa pareja del Edén a la inmundicia del pecado. Este fue el comienzo de la obra destructiva del espíritu impuro de Satanás, cuyo odio por la Ley de Dios es encapsulado en el número 666, el número de Adán[32] cuando él cayó en el pecado.

Al final del Gran Ciclo de Orión, el nacimiento del Hijo de Dios está marcado, en quien el Espíritu Santo habitó desde el vientre. Esta fue la respuesta de Dios a la introducción del pecado: ¡Él presentó a Su Hijo como el Salvador! Y, por otro lado, el espíritu de odio fue manifestado por Satanás en la Cruz, cuando el universo no caído vio claramente a cuál grado de depravación el pecado lleva a alguien, porque Satanás odiaba tanto a Cristo, que no escatimaría ningún esfuerzo para ver al Hijo de Dios muerto. Su júbilo era ver a Jesús colgando, todo sangrado y en agonía física (aunque Su mayor agonía fue espiritual). Y su derrota es vista en una Cruz vacía, que apunta a la resurrección de Jesús. Si uno considera la Cruz un fracaso[33] o un éxito depende de si ellos ven a Jesús colgado de ella, o si Él ha resucitado de entre los muertos, y está más allá de las garras de la muerte.

El próximo tiempo que está marcado, fue al final del juicio de los muertos en el 2012. Debido a que Jesús fue resucitado de entre los muertos y envió al Espíritu Santo al mundo, el éxito de la Cruz se puede ver en la madurez de los que recibirían el Espíritu y seguirían a Jesús, incluso dando sus vidas eternas, si fuera necesario. Pero si Satanás odiaba tanto a Dios que quería verlo muerto, podemos estar seguros de que ¡él odia a los 144.000 dispuestos con igual intensidad! Si se le diera la oportunidad, él destruiría el mundo entero para matarlos, ¡con el fin de evitar que ellos den su testimonio! ¡Y eso es exactamente lo que él va a hacer! Apocalipsis describe el desatar de los vientos del conflicto, que marcará el comienzo de un gran tiempo de angustia en la Tierra. Incluso indica que hay algunos que, inspirados con el espíritu de destrucción de Satanás, ¡destruyen la Tierra en su ira! Al mismo tiempo, la destrucción de la Tierra causada por ellos (¡que es una autodestrucción!) sirve como la ira de Dios contra el pecado:

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11:18)

Jesús, mirando hacia ese temible tiempo de angustia, señala que es por el bien de los escogidos que Él acorta el tiempo, de esa manera indicando que en realidad ellos son el objetivo de la destrucción, porque si Dios no fijara un límite de tiempo, ¡entonces el diablo seguramente tendría éxito en su misión de destrucción de los 144.000 escogidos! También ten en cuenta, que una vez más, ¡es el tiempo lo que se considera en su liberación! ¿Ves la importancia de entender el tiempo en el que vivimos?

porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mateo 24:21-22).

En cada uno de los marcadores, primero vemos obrando al Espíritu de Dios seguido de cerca por la obra destructiva del espíritu de Satanás. Sin embargo, afortunadamente, los últimos marcadores de la línea de tiempo – el par que viene después del milenio durante el cual Satanás es atado – ¡están invertidos! Cuando el Señor resucita a los impíos, lo que indica que la vida que Él compró con Su muerte y resurrección les es dada a ellos también, el espíritu de odio y de destrucción se apodera completamente de ellos a medida que se reúnen para la batalla. En lugar de recibir la vida con gratitud, ellos ¡eligen un curso de autodestrucción! Entonces Dios, el Principio y el Fin, que declaró el fin a través de Orión desde el principio de la Creación, viene después del último acto de Satanás, y hace un fin definitivo.

Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. (Apocalipsis 20:7-9)

Por tres años y medio, Satanás – esta vez apareciendo como el príncipe del mundo, aprovechándose de la ignorancia de los impíos, siendo ahora resucitados – engaña a las personas haciéndoles creer que él es su salvador, que los levantó de los muertos. Las naciones son engañadas una vez más, y él los agrupa a que organicen un ataque contra la ciudad de Dios:

Entonces Satanás se prepara para la última tremenda lucha por la supremacía. Mientras estaba despojado de su poder e imposibilitado para hacer su obra de engaño, el príncipe del mal se sentía abatido y desgraciado; pero cuando resucitan los impíos y ve las grandes multitudes que tiene al lado suyo, sus esperanzas reviven y resuelve no rendirse en el gran conflicto. Alistará bajo su bandera a todos los ejércitos de los perdidos y por medio de ellos tratará de ejecutar sus planes. Los impíos son sus cautivos. Al rechazar a Cristo aceptaron la autoridad del jefe de los rebeldes. Están listos para aceptar sus sugestiones y ejecutar sus órdenes. No obstante, fiel a su antigua astucia, no se da por Satanás. Pretende ser el príncipe que tiene derecho a la posesión de la tierra y cuya herencia le ha sido arrebatada injustamente. Se presenta ante sus súbditos engañados como redentor, asegurándoles que su poder los ha sacado de sus tumbas y que está a punto de librarlos de la más cruel tiranía. Habiendo desaparecido Cristo, Satanás obra milagros para sostener sus pretensiones. Fortalece a los débiles y a todos les infunde su propio espíritu y energía. Propone dirigirlos contra el real de los santos y tomar posesión de la ciudad de Dios. En un arrebato belicoso señala los innumerables millones que han sido resucitados de entre los muertos, y declara que como jefe de ellos es muy capaz de destruir la ciudad y recuperar su trono y su reino. {CS 644.2}[34]

Sin embargo, antes de que puedan llegar a la ciudad amada y campamento de los santos para su ataque, son detenidos al ser llevados al tribunal de Dios. Las escamas son finalmente quitadas de sus ojos al ver la razón por la cual no hay lugar para ellos adentro de esa hermosa ciudad:

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra [el hombre] y el cielo [los ángeles caídos], y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. (Apocalipsis 20:11-12)

Luego entienden su curso y que “la paga del pecado es muerte”.[35] Ellos ven que el curso que llevaban era de auto-destrucción. ¡Ellos ganaron su recompensa! Entonces, cuando toda la humanidad que alguna vez haya vivido, “grandes y pequeños” (pues los que vivieron antes del diluvio eran de estatura mucho mayor) ven con claridad las obras del Espíritu de Dios y del espíritu de Satanás, ellos reconocen la soberanía y la justicia y la sabiduría de Dios.

Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. (Isaías 45:23-24)

Los impíos estarían totalmente fuera de lugar en el Cielo y ellos están avergonzados de su elección. Mientras que los justos amaban la verdad y darían sus vidas eternas antes de violar la Ley de Dios, los impíos preferirían renunciar a sus vidas eternas ¡que vivir en armonía con esa Ley! Ellos estaban extrañamente embelesados con las cosas de la Tierra y renunciaron a su lugar en el Cielo.

Es entonces evidente para todos que el salario del pecado no es la noble independencia y la vida eterna, sino la esclavitud, la ruina y la muerte. Los impíos ven lo que perdieron con su vida de rebeldía. Despreciaron el maravilloso don de eterna gloria cuando les fue ofrecido; pero ¡cuán deseable no les parece ahora! “Todo eso—exclama el alma perdida—yo habría podido poseerlo; pero preferí rechazarlo. ¡Oh sorprendente infatuación! He cambiado la paz, la dicha y el honor por la miseria, la infamia y la desesperación. Todos ven que su exclusión del cielo es justa. Por sus vidas, declararon: “No queremos que este Jesús reine sobre nosotros”. {CS 649.1}[36]

Después de este reconocimiento, la última palabra va a Dios, quien envía fuego del cielo para devorar al pecado y a los pecadores, y luego la zona de descontaminación de pecado del universo es nuevamente creada, habiendo sido limpiada completamente de pecado, ahora con mayor esplendor que al principio.

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. (Apocalipsis 21:1)

El lago de fuego

Observa que los mil años de encarcelamiento de Satanás comienzan en el otoño de este año, 2016. Eso significa que continúan hasta el otoño del 3016, exactamente cuatro años antes de que la línea de tiempo de los 7056 años de Orión llegue al final de su día de descanso milenario en el otoño del 3020. Eso permite los tres años y medio de “poco de tiempo” en que Satanás engañará a las naciones después de la resurrección de los impíos en el 3016, seguido de seis meses para el castigo en el lago de fuego y la re-creación de los cielos y de la Tierra.

Muchas veces, nuestros conceptos de temas religiosos se desarrollan más por la influencia cultural que por la instrucción bíblica. La doctrina de un infierno que arde eternamente es una de ellas. Es cierto que la Biblia usa el término “atormentados día y noche por los siglos de los siglos”,[37] pero también tenemos que darnos cuenta de que el término se utiliza a menudo en referencia a un período de tiempo no especificado, de la misma manera que usamos la expresión en lenguaje moderno: “¡Ay, me tomó una eternidad terminar ese proyecto!” Y cuando le sumamos a esto la comprensión de la muerte siendo la ausencia de la vida, en lugar de la entrada en el mundo de los espíritus, entonces podemos entender versículos como estos:

Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. (Apocalipsis 20:14)

Llega un fin de la muerte, así como del infierno. El lago de fuego puede que no sea apagado a la fuerza, pero no arde para siempre. Es llamado, la segunda muerte (como en, “la final”). ¡Incluso la muerte muere! Es decir, ¡deja de existir! El infierno está en la misma categoría. Si piensas en temas religiosos con un enfoque científico, te ves obligado a reconocer que para que haya fuego, tiene que haber algo para quemar, y mientras se quema, ¡es consumido! ¡El único fuego en la Escritura que arde sin ser consumido es Dios![38] Pero los fuegos del infierno, mientras que son encendidos por Dios, no son Su presencia, y sólo arden siempre y cuando tengan combustible. Una vez que el planeta cargado de pecado y la gente en él estén quemados, el fuego se apagará. Cuanta más culpa de pecado alguien está cargando, más combustible su fuego tendrá, y se quemará por más tiempo. El diablo, quien también será lanzado en el lago de fuego, en lugar de estar a cargo de este fuego, como algunas ideas fantasiosas sugieren, arderá por más tiempo, pero incluso él, en última instancia, será reducido a cenizas:

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz [el instigador: Satanás] ni rama [el pecador]. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Malaquías 4:1,3)

El engañador de las naciones

El poco de tiempo durante el cual el diablo es desatado requiere una contraparte simétrica ¡antes de los mil años! De hecho, también hay cuatro años de este lado justo antes de que los mil años empiecen. ¡Y aquí es donde se pone interesante! Del mismo modo como el ministerio de Jesús fue dividido, con la primera mitad hecha por Jesús, y la segunda mitad hecha por el Espíritu Santo en nuestros días, así también el “ministerio” de engaño de Satanás es dividido. Vimos el poco de tiempo al final, pero tiene que haber otros tres años y medio cuando él está engañando a las naciones en nuestro día ¡para complementarlo y completarlo!

¿Ves a Satanás en la Tierra engañando al mundo ahora? Si no has leído nuestros artículos sobre el tema, ¡toma asiento porque puede ser que te caigas de la sorpresa! De hecho, el Ángel de Luz está aquí, caminando sobre la Tierra, y ha estado aquí desde la primavera del 2013 en el cuerpo del Papa Francisco – tres años y medio antes del otoño de 2016, cuando el milenio comienza – en perfecta simetría quiástica con el otro lado del milenio.

Pero ¿qué significa esto? ¿Cuál es la historia? Para responder, vamos a empezar por los orígenes. A Abraham le fue dada una promesa de parte de Dios. A él se le prometió un número incontable de descendientes – ¡Como la arena del mar o las estrellas del Cielo en número! El Redentor prometido – la esperanza de toda la Tierra – iba a venir a través de su simiente. Después de muchas generaciones, llegó el tiempo para que el Deseado de todas las naciones[39] entrara en Su ministerio público para la descendencia de Abraham, pero ellos Lo rechazaron. Jesús era el regalo del Padre, por lo tanto, al rechazar a Jesús, ellos rechazaron al Padre y se convirtieron como los gentiles, quienes nunca conocieron ¡al Dios de Abraham, Isaac y Jacob!

Un remanente muy pequeño de los judíos – los doce apóstoles – son los que Jesús usó para establecer Su reino espiritual. Apocalipsis describe los cimientos de la ciudad de Dios como teniendo los nombres de los doce apóstoles en ellos.[40] Pero incluso el cristianismo se corrompió y se alejó de su primer amor, permitiendo que la apostasía creciera en medio de ellos. En última instancia, ¡ellos perdieron muchas de las verdades que los apóstoles habían dado por sentado! Por lo tanto, Jesús envió a muchos reformadores, entre ellos, Martín Lutero que fue uno de los más conocidos, para llevar a la iglesia de regreso a las verdades de Dios no adulteradas. En cada etapa a lo largo de la línea de tiempo de la reforma, los que aceptaron las reformas vinieron cada vez más cerca a la Ley que es el fundamento del gobierno de Dios. Ellos estaban creciendo en la plenitud de la estatura de Cristo.

La etapa final de la reforma fue la aceptación de la observancia del sábado de Dios – el día que lleva la impresión de Su sello. Fue un regalo especial de parte del Señor, y los que Lo amaron con todo su corazón, estimaron el sábado y aprendieron a apreciarlo por la bendición que es. Éste es después de todo, el día del Señor – “¡es reposo para Jehová tu Dios”![41] Cuando la iglesia rechazó el sábado, ellos rechazaron a Jesús, y se unieron a las filas de los paganos y de los judíos, ¡que nunca conocieron al Señor!

Sólo un pequeño remanente del cristianismo – unos doce jóvenes – fueron aquellos a quienes les fue revelada esta bendita verdad en su estudio (porque permanecieron fieles a Dios, a pesar de las pruebas y decepciones que pasaron), y con sus esfuerzos su número creció hasta que establecieron la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Sin embargo, el proceso de maduración del pueblo de Dios todavía no estaba completo. Hubo una repetición de la historia de la iglesia cristiana, completa con la pérdida de su primer amor, concesiones, y, finalmente, la apostasía total. En sus últimos momentos (desde el 2010), el Espíritu Santo envió un regalo precioso en este mensaje, pero como fue en el caso anterior, el cuerpo al cual fue dado, lo rechazó. Al rechazar el mensaje de Orión, ellos rechazaron al Espíritu Santo quien lo dio, y se clasificaron a sí mismos como los paganos, los judíos y los cristianos apóstatas, ¡que nunca conocieron al Espíritu Santo!

Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. (Mateo 12:31)

La palabra traducida como “blasfemia” significa “vilipendio”.[42] Eso es exactamente lo que la gente ha hecho. Ellos han denigrado al Espíritu Santo, diciendo que ¡Su mensaje es del diablo! El perdón estaba disponible todavía para los judíos que rechazaron el regalo del Padre de Su Hijo, si ellos se arrepentían, y el perdón estaba aún disponible para los cristianos que rechazaron el regalo de Jesús del sábado, si ellos se arrepentían, pero el regalo del Espíritu Santo anuncia el cierre de la puerta de la gracia, ¡por lo que no puede haber perdón si es rechazado!

¿Te has preguntado qué significa que el papa abriera la puerta de la misericordia en un tiempo cuando de acuerdo con el reloj de Dios, la misericordia ha terminado? Incluso muchos católicos se preguntan si ¡el Papa Francisco es realmente el Vicario de Cristo! Los Guardianes del Tiempo de Dios cuentan la historia ¡que responde esa pregunta!

Imagina la tristeza de la Divinidad, cuando por tercera vez, Ellos fueron rechazados ¡por la mayoría de aquellos quienes profesaban amarlos! Cuando la Iglesia Adventista del Séptimo Día desperdició sus últimos momentos de gracia y continuó en su curso rebelde, la oscuridad sobre la Tierra se volvió universal. El mensaje de Orión, que ellos rechazaron, señaló el otoño del 2012 como el final del juicio de los muertos, y en ese mismo día de su fin, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en calidad oficial,[43] se burló del sábado sobre el que ella fue construida. Ellos no sólo negaron el regalo del Espíritu Santo, sino también el del Hijo, al mismo tiempo, guardando sólo la forma del sábado. No existe ninguna organización oficial hoy en día, que representa al Señor. Todas están subordinadas a la ONU, la cual opera de acuerdo con los principios del diablo. Los 144.000 sin iglesia, comenzando con doce que fueron fieles al mensaje adventista y recibieron la luz de Orión, permanecen individualmente como Sus representantes.

Hay mucho más que se puede decir acerca de ese día triste, pero representa el rechazo de todo lo que Dios quiso darles. Al rechazar a Dios de este modo, ellos permitieron que Satanás tomara el control de la iglesia, y habiendo conquistado la última resistencia, el camino fue despejado para que él ascendiera al trono. Esto, él lo hizo en la primavera siguiente, cuando el primer papa jesuita asumió el poder y comenzó su revolución de engaño de tres años y medio. ¿Has sido engañado tú también? Muchos ni siquiera se dan cuenta de cómo ellos están unidos con un sistema de adoración falso. Incluso si no eres católico y te sientes distanciado del papa, la iglesia a la que perteneces ha bebido de su vino y recibirá el juicio. ¡Ahora es el tiempo de separarte limpiamente de toda forma de religión organizada! ¡Más bien, adora en casa con tus amigos que piensan de manera similar![44]

Después de los mil años, cuando los muertos reciben el regalo de la vida de parte de Cristo y son resucitados, el engaño continúa sin cesar por otros tres años y medio antes de que sea destruido a la luz de la gloria de Dios. Cuando el último baluarte de la verdad de Dios por fin Lo rechazó, ellos sin darse cuenta abrazaron la muerte, y después del reinado de engaño de Satanás, esa realidad se hará clara para ellos. Es entonces que finalmente rechazan el gobierno del diablo. Oh, ¡almas obstinadas y rebeldes! Sólo el ojo ardiente del Rey de reyes los obliga a reconocer su culpa y ¡la supremacía de la Ley de Dios! ¿Cuánto esfuerzo se ha invertido en ellos para que abrieran sus ojos, mientras que hubo oportunidad? Pero ellos no vieron. Ellos prefieren la oscuridad a la luz, y después de mirar a la cara de su Juez, brillante con amor infinito, ellos vuelven la espalda, incapaces de soportar la vista por más tiempo. Luego, ellos conscientemente abrazan la muerte, porque no pueden soportar las llamas eternas de Dios.

A pesar de que Satanás se ha visto obligado a reconocer la justicia de Dios, y a inclinarse ante la supremacía de Cristo, su carácter sigue siendo el mismo. El espíritu de rebelión, cual poderoso torrente, vuelve a estallar. Lleno de frenesí, determina no cejar en el gran conflicto. Ha llegado la hora de intentar un último y desesperado esfuerzo contra el Rey del cielo. Se lanza en medio de sus súbditos, y trata de inspirarlos con su propio furor y de moverlos a dar inmediata batalla. Pero entre todos los innumerables millones a quienes indujo engañosamente a la rebelión, no hay ahora ninguno que reconozca su supremacía. Su poder ha concluido. Los impíos están llenos del mismo odio contra Dios que el que inspira a Satanás; pero ven que su caso es desesperado, que no pueden prevalecer contra Jehová. Se enardecen contra Satanás y contra los que fueron sus agentes para engañar, y con furia demoníaca se vuelven contra ellos. {CS 651.2}[45]

En ese tiempo, en los momentos finales del gran día del Señor, el fuego consumidor hace Su obra de limpieza, trayendo la fatídica decisión de la Tierra en el 2012 a su realización plena.

Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; (Isaías 33:14-15)

En la escala más grande, vemos que los 7.000 años completos de la línea de tiempo del diablo (que fue acortada) caen dentro de la línea de tiempo más grande de 7.056 años de Orión y los movimientos de Dios. Al principio, el diablo llevaba una delantera de 66 años y 6 meses sobre Dios, pero debido a que el tiempo fue acortado, su delantera desapareció, y a medida que el engaño del pecado llega a ser revelado plenamente durante el séptimo milenio, al final, los Guardianes del Tiempo de Dios tienen la última palabra.

Es al final del sábado milenario de Orión, en el 3020, cuando el universo al fin será sanado de la enfermedad del pecado, latiendo con los 144.000 anticuerpos, que comparten su historia de cómo Jesús les dio la victoria en las peores circunstancias. Cada duda acerca de la benevolencia de la Ley de Dios es disipada a la luz de las marcas en las manos y los pies de Jesús y Su forma humana, ya que es explicado cómo Él dio Su vida por causa de la desviación más pequeña de esa Santa Ley. Todos pueden ver que el poder de Jesús para salvar fue suficiente para restablecer completamente a la humanidad perdida, y todos los que desearon esa restauración la recibieron. No queda ninguna duda sobre la justicia y la perfección de la Ley, y ellos ofrecen su alabanza en notas de dulce melodía. La salud del universo será mantenida de este modo, nunca más será atacada por el virus del pecado de nuevo.

El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor. {CS 657.3}[46]

Una puerta abierta

La Biblia indica que los 144.000 ya han sido todos sellados con el sello del Dios Vivo. La limpieza de la santificación y el crecimiento de carácter continúa para siempre, pero ellos tienen el Espíritu Santo, y Él los sostiene para guardarlos de lo que ellos odian: del pecado. Pero hay más que Dios tiene para ellos que simplemente ser sellados. Él también quiere que sean como un sello, como vimos antes.

Jesús no dio ninguna reprimenda a la iglesia de Filadelfia, sino que los animó a permanecer fieles, no permitiendo que ninguno tome su corona (por medio de seducirlos al pecado), y Él promete guardarlos de la “hora de la prueba”. Ellos deben, por lo tanto, representar a los 144.000, y todos los que son fieles a la Ley de Dios, quienes serán guardados o preservados durante esa hora. Dios dice, con el hombre sabio,

Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos. (Proverbios 7:2)

Porque a pesar de sus desventajas siendo la generación más débil, ellos han ganado la victoria sobre el pecado (que es la infracción de la Ley de Dios[47]), como es representado por sus coronas, ellos son bendecidos con la vida y tienen el sello del Dios Vivo. Jesús les presentó una puerta abierta,[48] a través de la cual ellos podían llegar a ser como un sello.

Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes [sólo] poca fuerza, [sin embargo] has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. (Apocalipsis 3:8)

El salmista cantó acerca de esta puerta, y de los que entrarán por ella:

La diestra de Jehová es sublime; La diestra de Jehová hace valentías.
No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH.
Me castigó gravemente JAH, Mas no me entregó a la muerte.
Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH:
Esta es puerta de Jehová; Por ella entrarán los justos.
Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo.
De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos. (Salmos 118:16-23)

Esta canción inspirada está llena de alusiones ¡a los 144.000! Ellos han sido castigados severamente, pero limpiados y no entregados a la muerte, y David canta de la esperanza que ellos tienen de entrar por esa puerta – la puerta que Jesús abrió para la iglesia de Filadelfia, la cual ningún hombre puede cerrar. Él nos da una pista importante en relación con ella, al decir que la piedra que desecharon los edificadores se ha convertido en la cabeza del ángulo. Jesús citó este pasaje y aplicó la piedra rechazada a Él mismo.

En Orión, esta profecía encuentra un cumplimiento repetido, y la piedra sigue siendo Jesucristo. Es Él, en quien los relojes están centrados y enfocados. Es Él, cuyo carácter es destacado en el libro de lecciones de las estrellas a través de la comparación y el contraste. Es Su cuerpo y sangre que están representados en Orión y en la Lista de Grandes Sábados. Él es la puerta de Orión.

Como la piedra fue rechazada por los edificadores, así es hoy en día – este mensaje con su indeseable fijación de fechas y desagradables revelaciones de defectos de carácter personal no es la piedra elegida, sobre la que los pastores y los ancianos de la iglesia elegirían ¡edificar el templo simbólico de los 144.000! Ellos la rechazaron, en su mayoría sin más que una mirada superficial, pero ahora, en el fin del mundo, Jesús es revelado en Orión como la cabeza de ángulo de la elección de Dios.

¿Y por qué presenta Jesús esta puerta para nosotros? Si consideramos lo que Orión dice acerca de Dios, esto nos dará una pista. Una cosa se destaca muy claramente: Desde el principio de la Creación, cuando Dios puso las estrellas de Orión, Él sabía de antemano el curso que tomaría la historia, porque muchos momentos claves y períodos están marcados allí y descritos en el comentario inspirado de la Escritura.

Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero: (Isaías 46:9-10)

Dios usa esta cualidad de conocer el fin desde el principio ¡como una marca de Su autoridad! Él se distingue a Si mismo de todos los demás aspirantes al trono, por Su habilidad de profetizar con exactitud. Esta característica es representada en el mensaje de Orión, que es efectivamente ¡una declaración del fin (del mundo) desde el principio (de la Creación)! Es la autoridad del Padre la que Jesús presenta a través de la puerta abierta de Orión a aquellos de la iglesia de Filadelfia quienes creerían antes de que la evidencia aumentara. Orión revela la autoridad inherente en el sello de Dios. Por lo tanto, los 144.000 que pertenecen a Filadelfia, deben venir a través de esa puerta abierta para recibir la autoridad de Dios antes de que puedan servir como Su sello, sellando a los hijos de Su reino según Su buena voluntad. Esto es a lo que apunta la señal del descubrimiento de la impresión del sello de Ezequías en la fecha de la bendición. ¡Él nos ha dado la bendición de Su autoridad para sellar a Su pueblo!

En la guerra entre Cristo y Satanás, debemos entender que Satanás es un imitador. Él ve el ejemplo de Dios, y diseña algo similar para satisfacer sus propios fines. Así como la puerta abierta en Orión nos enseña acerca de Dios, de la misma manera el diablo tiene su propia puerta abierta con la cual él engaña a la gente para que crean una mentira acerca de Dios. El 8 de diciembre de 2015, el Papa Francisco presentó ante la gente una puerta de misericordia abierta. Esto suena bien – después de todo, el mismo salmo citado anteriormente comienza con acción de gracias que “para siempre es su misericordia”,[49] pero, aunque Dios es misericordioso, ¡no es siempre para todo el mundo! Hubo un tiempo de misericordia hacia el pecador, pero ese tiempo ha pasado, al contrario de lo que dice el papa.

No sólo él copia la puerta abierta, sino también el sello de autoridad ¡escrito sobre los que entran! Él trata de imitar la habilidad de Dios de declarar el fin desde el principio, al hacer sus propias predicciones, basadas en lo que él sabe ¡de lo que Dios ya ha revelado! Él obtiene su información de segunda mano, ¡pero la presenta como si fuera su propia predicción!

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12)

Este sello sólo puede ser entendido correctamente a través del conocimiento de Orión. Hay una gran profundidad de significado en este sello (que nos gustaría estudiar con los que aman la Verdad de este mensaje, y se han familiarizado con él), nosotros recibimos ese entendimiento el 12 de enero de 2013. Exactamente 3 años más tarde al día, el Papa Francisco lanzó su nuevo libro: ¡El Nombre de Dios es Misericordia![50] No es casualidad que su libro acerca de lo que él considera es una marca clave de la identidad de Dios[51] es publicado en el ¡aniversario del día cuando Dios reveló la verdadera marca de Su identidad, apropiada para este tiempo!

Cuando uno entiende que este papa jesuita no es Jorge Bergoglio, sino que este hombre se entregó por completo al control de Satanás para ser como un cadáver,[52] podemos comenzar a comprender el significado de sus palabras. Podemos entender por qué el diablo quiere que la gente crea que es un tiempo de misericordia, porque él sabe que cualquier pecado que se comete ahora no puede ser perdonado por Dios, porque Jesús ya no está intercediendo a favor del hombre. El diablo está en una misión de destrucción, y la gran mayoría de las personas ¡ni siquiera se dan cuenta de que están en peligro! ¡Oh, cómo mi corazón siente ansias por ellos! – los pequeños niños de Dios, ¡inconscientes a los peligros que les rodean! Por lo tanto, muchos serán llevados al descanso como una medida de protección en los próximos meses, y aquellos cuya mente está sellada con el sello del Dios Vivo, teniendo un profundo deseo de vivir sin pecado, se les concede el Espíritu Santo, quien los sostiene para que no caigan:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:10,13)

La creencia de que la identidad eterna de Dios es misericordia, es la falsificación del diablo para el sello de Filadelfia, que, a través de Orión, revela Su verdadera identidad universal. Pero eso no está en armonía con el tiempo del fin del mundo, ¡cuando Dios vacía el cáliz de Su ira pura![53] Hubo un tiempo de misericordia, pero ahora es el tiempo para la ira. ¡La misericordia de Dios no es para siempre hacia el pecador, sino sólo hacia los que le temen!

Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen... (Salmos 103:17)

La iglesia del amor fraternal (Filadelfia) refleja la imagen de Cristo y ellos oyen Su voz desde el Cielo, y han de ser sellados con ese entendimiento. Ellos cumplen con los requisitos, y ahora tienen que ser recogidos a través de la puerta abierta que Jesús les presenta a ellos. En el próximo artículo, el hermano Gerhard compartirá exactamente cuándo llegará ese tiempo de recolección, y cuando las ovejas de otros rediles oirán Su voz y serán llamadas a salir de Babilonia a través de la puerta abierta que Él les presenta en Orión.

También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (Juan 10:16)

Bienaventurados los que oyen

En el mensaje de Orión, comemos a Jesús, el maná del cielo – la comida que “permanece para vida eterna”, como dijo Jesús:

Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del Hombre; porque a éste acreditó con su sello Dios el Padre. (Juan 6:27 RVR 1977)

El regalo del Espíritu Santo, que Jesús prometió, nunca ha sido tan generosamente derramado como en este mensaje – este alimento que ¡permanece para vida eterna! Toda la Divinidad está detrás de este mensaje, porque llega como la refrescante Lluvia Tardía del Espíritu Santo y es la revelación de Jesucristo, en quien el Padre mismo, ¡ha puesto Su sello de autoridad!

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel [el Espíritu Santo] a su siervo Juan, Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. (Apocalipsis 1:1,3)

¿Escuchaste las palabras de la revelación de Jesucristo desde el Cielo? ¿O escuchaste solamente un trueno?, como aquellos que no podían oír la voz de Dios desde el Cielo en afirmación de Su Hijo, quien estaba preocupado al contemplar lo que Él debía hacer:

Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. (Juan 12:27-29)

Los 144.000 tienen una experiencia similar al ser llevados a la comprensión de que sus vidas eternas pueden ser requeridas, pero ellos deciden que su propio interés no es importante, ¡sino sólo que el nombre del Padre sea glorificado! El Padre no glorificó directamente Su propio nombre. Más bien, Él glorificó a Su Hijo, quien, a su vez, lo glorificó a Él.

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; (Juan 17:1)

Y Él continúa explicando a qué gloria se refirió:

Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (Juan 17:5)

porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron [las han oído], y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. (Juan 17:8)

y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. (Juan 17:10)

La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Juan 17:22-23)

Oh, querido lector, podemos discernir solo un débil resplandor ¡de lo que significan estas preciosas palabras! ¿Cómo podemos comprender el alcance de lo que significa ser uno con la Divinidad e ¡incluso sentarnos con Él en Su trono!?[54] ¿Has oído las palabras de la revelación de Jesucristo en Orión, que el Padre le dio a Él, quien las dio al Espíritu Santo, quien nos las dio a nosotros? ¿Has recibido la promesa de esta indescriptible bendición maravillosa? ¿Has conocido verdaderamente que este mensaje viene del Padre y has creído que es Jesús, a quien Él envió de este modo? El mundo pronto reconocerá que esta es la cabeza del ángulo, a medida que se enteran de que el Padre nos ama ¡como Él ha amado a Su Hijo!

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. (Apocalipsis 3:9)

Esto, querido lector – la bendición que el Padre estaría en nosotros a través de Cristo – ¡es un regalo permanente para los de esta generación, que entran en el Cielo a través de la puerta abierta en Orión!

Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera. (Isaías 64:4)

Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. (Daniel 12:12)

Por varios años, Jesús suplicó a los habitantes del mundo a través de este ministerio:

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3:20-21)

Lamentablemente, muy pocos escucharon Su voz desde Orión y abrieron la puerta cuando Él llamó. Ahora hay silencio en la puerta para aquellos que ignoraron Su súplica. Él les ha dejado desolados de la presencia divina. Su Espíritu ya no contiende más con ellos, y esto se está haciendo cada vez más evidente a medida que la imagen de Dios, que caracterizó al hombre desde su Creación, está siendo borrada de la manera más completa que sea posible en todos los aspectos de la vida.

La realidad del Cielo

Muchas personas tienen un concepto falso del Cielo. Ellos piensan en un lugar donde la gente va a sentarse en una nube blanca tocando un arpa. Yo no sé tú, pero ¡eso suena bastante aburrido en mi opinión! Pero ese es un concepto que afortunadamente ¡no procede de la Escritura! Más bien, la Biblia y la Creación misma nos dan una visión mucho más inspiradora del Cielo. A través de toda la historia, los cielos estrellados han sido una fuente de asombro y maravilla para millones. ¡Prácticamente requiere tu imaginación! ¿Cómo sería el poder viajar por el espacio más rápido que la velocidad de la luz? (Porque la velocidad de la luz ¡es positivamente demasiado lenta para ser un límite práctico de velocidad para los viajes intergalácticos!) O ¿cómo se vería la puesta del sol en un planeta similar a la Tierra con anillos como Saturno y múltiples lunas? O ¡solo imagínate navegar a través de las nubes de colores de una nebulosa! La inmensidad y la grandeza del espacio ofrecen una cantidad increíble ¡para deleitar la imaginación! Permite que esta pequeña animación te dé ¡una pequeña muestra de la inmensa escala del Universo de Dios![55]

¿Incluye tu imaginación del Cielo escenas como éstas? ¿O piensas que Jesús simplemente nos trasladará en un instante, y zas, ya estamos en las puertas del Cielo? ¿No crees que Jesús podría tener algunos planes de viaje programados? ¡La realidad es que Él incluso nos ha dado algunos detalles sobre el itinerario! Descubrirás eso en el último artículo de esta serie. Y ¿qué de las puertas del Cielo? ¿Has tomado tiempo para pensar en tu hogar en la Nueva Jerusalén, o el lugar que Jesús preparó para ti? La Biblia da un poco de información para que uses tu imaginación y reflexiones al respecto:

El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. (Apocalipsis 21:18-19, 21)

Suena bonito, ¿cierto? Dios es un Dios de belleza. La ciudad está llena de joyas y de materiales hermosos para despertar la curiosidad de cualquier científico y mente investigadora. El simple tamaño de la ciudad no es una pequeña maravilla tampoco, porque es casi tan grande como un planeta pequeño, con una superficie habitable probablemente ¡considerablemente más grande que una de varios planetas de tamaño similar a la Tierra! ¿No te gustaría ver su arquitectura? ¿Quieres ver cómo están colocados los doce cimientos y sentarte junto a la corriente que fluye del árbol de la vida, disfrutando de la belleza, la limpieza, y el placer de todos los aspectos de esta? Es mejor que la nube blanca y el arpa, ¿no es así?

El Cielo es un lugar real, y es grande, espacioso y lleno de vida, maravilla, y amor. Pero podría ser una especie de choque cultural, viniendo de este planeta cargado de pecado – ¡la oveja perdida del redil de Dios! ¿Crees que Dios simplemente borrará nuestros recuerdos y nos hará de nuevo? Dios no es así. Aunque nada inmundo entrará en el Cielo, la Biblia habla de un período de transición:

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. (Apocalipsis 21:4)

Habrá lágrimas en el Cielo, cuando nos damos cuenta de que la mayoría de nuestros amigos y seres queridos escogieron mantener sus ojos fijos en las cosas terrenales y renunciar a esta bendición. Pero Dios tiernamente borrará esas lágrimas, y luego, después de que cada vida ha sido revisada de acuerdo con los registros celestiales, las cosas antiguas son puestas en el olvido.

En cuanto a la humanidad, ni uno de nosotros es digno de la menor parte de esa maravillosa bendición. Es un regalo para los que creen. Los 144.000 desean andar en los caminos de Dios, viviendo de acuerdo con Su Ley de libertad.[56] Ellos hacen esto porque esa es la forma en que quieren vivir, no por la recompensa o por temor al castigo. Aunque les cueste la vida eterna, esto no puede cambiar la forma en que viven. Ellos representan a Dios porque tienen Su Ley escrita en sus corazones – es su estilo de vida adoptado, y nada los puede separar de éste. Ellos son ciudadanos del Cielo incluso mientras estaban en la Tierra, y ¡el carácter del Cielo está escrito en sus corazones!

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. (Juan 14:21)

¿Amas a Dios y a la Verdad lo suficiente como para dar tu vida como lo hizo Jesús, incluso si esto significa que no hay Cielo para ti? ¿Ves el panorama más grande, y deseas representar a Dios en la validación de la salvación, para que otros puedan experimentar el Cielo, incluso sí eso significa que tú mismo no lo harás? Si es así, Jesús te presenta la puerta abierta de Orión, y te hará como Su anillo de sello.

El Señor tiene Sus secretos. Cuando Ezequías presionó su sello en esa pequeña masa de arcilla, él no podía saber cómo Dios usaría esa inscripción de gratitud por su vida extendida. ¡Él no podía saber que veintisiete siglos más tarde, sería utilizado para señalar a los cielos estrellados y al mensaje del regreso de nuestro Salvador! Él sólo quería decir: “¡Gracias, Señor!” Y esa es la razón por la que he querido escribir este artículo. Quería decir: “¡Gracias, Señor!”

Gracias por descender a este planeta oscuro y sucio y humillarte a Ti mismo en todos los aspectos hasta que colgaste desnudo en la Cruz, menospreciando la vergüenza. ¡Gracias por el regalo de la vida, que me liberó de la esclavitud del pecado! Mi única solicitud siempre ha sido mejor expresada por David: “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.”[57] No pedí viajes espaciales o tener un lugar alto en Tu reino. Estaré satisfecho con ¡tener Tu semejanza y ver Tu rostro! Más allá de eso, que sea glorificado el nombre de nuestro Padre, ya sea a través de mi vida o de mi muerte. Amén.

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2.
Ibíd. 
3.
El final del último año del Ciclo del Juicio de Orión, 2014, se extiende hasta Yom Kipur de 2015. Esta fecha es identificada aún más específicamente en el Buque del Tiempo, un estudio publicado en el 2012. 
6.
Mateo 17:5 
7.
Ver Jeremías 24:2 
8.
Algunos eruditos presentan esto como las palabras del hombre, pero en la cultura hebrea como la mayoría de las culturas antiguas, el hombre era él que llevaba el sello, así que debe ser la mujer quien quiere ser ese sello, llevado por el hombre. 
9.
Ver Job 15:30, Ezequiel 20:47, 2 Reyes 22:17, Amós 5:6, etc. 
10.
Esta historia extraordinaria es registrada en la Biblia en los siguientes pasajes. Animamos al lector a familiarizarse con la historia: 2 Crónicas 32:24-33, 2 Reyes 20, y Isaías 38-39. 
12.
Malaquías 4:2 
13.
2 Crónicas 32:26 
14.
Ver El Reloj de Dios en Orión, Diapositivas 47-52 
15.
Ver la sección titulada “La Genética de los Grandes Sábados” en el artículo Alumbrada con Su Gloria para una comparación tabular de la Lista de los Grandes Sábados y el ADN. 
16.
Éxodo 28:11,21,36. 
17.
Por favor, ten en cuenta la dualidad del día/año en otras escrituras tales como Isaías 34: 8: “Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion”. Ver también Isaías 61:2 y 63:4. 
18.
Apocalipsis 7:1-4 
19.
Ver Efesios 4:11-13. 
21.
Ver también Elena G. de White, A Fin de Conocerte, pág. 279, par. 5 
23.
Ver Hechos 1:7-8. Nota que en el verso 8, Jesús promete que Sus discípulos recibirían el Espíritu Santo y entonces serían testigos del conocimiento que Él les da (que antes estaba sólo con el Padre). 
24.
Para obtener más información, consulta nuestros artículos, Alumbrada con Su Gloria y Siete Pasos para la Eternidad
25.
Este año proviene de un estudio de la septuagésima semana de la profecía de Daniel 9. 
26.
En 1901, Elena de White dijo que “Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo muchos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a los hijos de Israel...” (Eventos de Los Últimos Días, pág. 36, párr. 4) De esa manera el tipo para el vagar por el desierto ha sido cumplido. 
27.
Apocalipsis 1:7 
28.
Deuteronomio 19:15 – No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación. 
29.
Ver las diapositivas 98 a 120 para una discusión completa del pasaje y su aplicación en Orión. 
30.
Ver Apocalipsis 20:4-6 
31.
Esto es determinado mediante la comprensión de que los 168 años del Ciclo del Juicio son la 11ª hora (la última hora de trabajo del día). Multiplicando los 168 años de esa hora por 12 para encontrar la duración de las 12 horas del “día” cristiano, nos da 2016 años (entre el nacimiento de Cristo y el 2012). Siendo dos milenios, lo dividimos por dos para obtener 1008 años para un milenio de Orión. 
32.
Apocalipsis 13:18 dice que “es número de hombre”. Por favor, ver nuestro artículo En la sombra del Tiempo para más información. 
35.
Romanos 6:23 
37.
Apocalipsis 20:10 
38.
Por ejemplo, la manifestación de la zarza ardiente (Éxodo 3:2-4), o el Monte Sinaí (Éxodo 19:18), o el Espíritu Santo cayendo sobre los discípulos como lenguas de fuego (Hechos 2:3-4). 
39.
Un nombre para el Mesías utilizado en Hageo 2:7. 
40.
Apocalipsis 21:14 
41.
Contrariamente a la creencia popular, el sábado del séptimo día es definido como el Día del Señor en la Biblia, ¡no el domingo! (Éxodo 20:10 y Lucas 6:5, que dice “Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.” RVA) 
42.
Número de Strong G988: “vilipendio (espec. contra Dios): – blasfemia, maldición, maledicencia.” 
43.
Consulte el artículo, El fin de la Iglesia Adventista para más información. 
44.
Ver Juan 4:21-23 
47.
1 Juan 3:4 
48.
Ver el comienzo del artículo Ha caído Babilonia, Parte II para una discusión más a fondo. 
49.
Salmo 118:1-4 
51.
El papa es citado en este artículo diciendo: “La misericordia es el carné de identidad de nuestro Dios. Dios de misericordia, Dios misericordioso. Para mí, este es realmente el carné de identidad de nuestro Dios.” 
52.
Este es un término que se utiliza en el juramento jesuita para expresar ¡su nivel de entrega! Por favor, consulta nuestros artículos que hacen referencia a ese juramento: El Regreso de Quetzalcóatl y Yo, CRISTO
53.
Apocalipsis 14:10 
54.
Apocalipsis 3:21 
55.
En el video, los círculos grises representan un área ¡diez veces más el tamaño del área vecina más pequeña! 
56.
Ver Santiago 1:25 y el Salmos 119:45 
57.
Salmos 17:15