Primera publicación el miércoles, 9 de marzo de 2011, 22:45 en alemán en www.letztercountdown.org
Porque quiero hacer mi parte, para que el remanente del remanente pueda ser encontrado, leo todos los correos electrónicos que recibo y doy comentarios. Recientemente, recibí algunos correos de adventistas, que son nuevos en la fe y se sienten atraídos casi mágicamente a sitios como los de los guardianes del sábado lunar. Entonces les explico siempre detalladamente que nuestro sábado del séptimo día realmente no tiene nada en común con el sábado lunar propagado por estos falsos maestros. El verdadero sábado depende de la semana de la creación. Por ella, Dios introdujo el ciclo de siete días y este ciclo nunca ha sido interrumpido. Recientemente uno de mis lectores expresó su agradecimiento por la aclaración respecto a esto, sólo para rechazar el mensaje del Orión de Dios, el mensaje del Cuarto Ángel, en el mismo momento con la herejía de los sabatistas lunares debido a que algunos pastores y ancianos todavía no saben cómo interpretar correctamente las declaraciones de Elena de White respecto a los mensajes del tiempo en el período de la luz del Cuarto Ángel. Finalmente, pude convencerlo con la argumentación sobre una base bíblica que se presenta aquí, que el mensaje del Cuarto Ángel en realidad proviene del Orión proclamando el “día y hora” de la venida de Jesús.
En realidad, estoy trabajando en terminar la serie de las sombras, pero también tengo que decir mucho más a mis oponentes con respecto a la acusación de “fijar fechas”. Aunque mi calendario es muy apretado, les ofrezco aquí las explicaciones del por qué existe, en efecto, una vez más un mensaje del tiempo que lleva el sello de Dios.
Elena G. de White dijo en el tomo 1 de sus Testimonios para la Iglesia:
Me fue revelado que en 1844 [año cuando se esperaba la segunda venida de Cristo] Dios probó a su pueblo en lo que concierne al tiempo, pero ninguna fecha que se ha establecido desde entonces ha llevado el sello especial de su mano. {1T 362}
En esta declaración podemos ver que siempre existía la posibilidad que una vez más vendría un mensaje del tiempo que “llevaría el sello especial de la mano de Jesús”. La palabra “sello” en original inglés es “mark” que significa “marca” o “señal”. Él que sigue sin entender la razón porque creo que el mensaje de la voz de Dios desde el Orión lleva verdaderamente esta marca especial de Su mano, debe leer una vez más con atención las diapositivas 169 a 178 de la presentación de Orión.
Estoy tratando de describir este tema lo más detalladamente posible para eliminar cualquier duda persistente de que el tiempo ha llegado cuando volveríamos a tener una proclamación del tiempo. Además, lo voy a establecer con un fundamento bíblico. Les mostraré, que esto se puede afirmar en perfecta armonía con las numerosas declaraciones de Elena de White contra el fijar fechas, y no tocaré ni la autoridad de ella ni la de Dios. Pero, como en todos mis artículos, no pretendo exclusividad. Todo lo que imparto a ustedes, puede y debe ser sondeado y probado a través del estudio privado. Esta es la forma en que trabajamos en nuestro pequeño grupo y la única manera como el Espíritu Santo les puede enseñar.
Conocí a muchos hermanos que me están enviando sus preguntas a diario, pero por lo general no quieren estudiar por sí mismos e incluso reaccionan ofendidos o de mal humor cuando les doy sólo algunos consejos para el autoestudio, y no les sirvo todo ya masticado previamente en un plato caliente. No, amigos, ¡de esta manera nunca van a conocer a su Dios! Ustedes deben comenzar a trabajar directo con el Espíritu Santo. Tal vez entonces, algunos se darán cuenta de que verdaderamente existe una persona real que quiere vivir en ellos y no sólo una fuerza. Pero esto es otra historia y ya respondí cientos de mensajes de correo electrónico respecto a esto y perdí el deseo de escribir sobre este tema. Creo, lo que Elena de White dijo acerca del Espíritu Santo, que Él es la tercera Persona de la Deidad y punto. Cada individuo es probado por el mensaje del Orión y para cada uno de nosotros Dios tiene otra aclaración de algunos puntos de vista erróneos, por lo que - si se acepta la corrección - podemos estar unidos en la fe. ¡Reciba la corrección o déjala! Yo he hecho mi parte.
Volvamos al tema de fijar fechas. Elena G. de White tiene mucho que decir sobre esto que suele ser interpretado en el sentido de que “nunca más” habrá una proclamación del tiempo... y todos los días recibo correos electrónicos con las mismas declaraciones de Elena G. de White, que voy a elaborar en el próximo artículo. Este artículo será la base para la comprensión de por qué la proclamación del tiempo se establece de nuevo justo ahora.
Todo lo que voy a explicar a ustedes, podría haber sido descubierto por un ávido estudiante de la Biblia también. Pero nunca recibí algo parecido de un lector. Como todos sabemos, incluso Elena de White, al igual que cualquier otro profeta o mensajero de Dios tiene que ser probado sobre la base de la Escritura y, por supuesto, esto fue hecho de manera suficiente por nuestra iglesia... Sin embargo, no todo lo que ella dijo se entiende perfectamente y se pone en su contexto correcto. Si tuviéramos razones para creer que Elena G. de White dijo algo que no armoniza con la Biblia, estaríamos en zona de alerta roja y sería necesario avanzar con todas nuestras precauciones posibles. Si Elena G. de White estuviera en contradicción con la Biblia, entonces sería nuestra sagrada obligación restaurar la armonía.
Ustedes saben que yo considero a Elena G. de White la mensajera de Dios y sus testimonios como la palabra de Dios. Incluso en mi vida, trato de obedecer todo lo que ella nos ha dicho. Debido a su consejo, me mudé al campo en Paraguay hace siete años; no sólo acepto el mensaje pro-salud para mí y mi familia, sino lo enseño a todos nuestros vecinos y en las escuelas de los pueblos de los alrededores. Por eso he luchado mucho tiempo con sus declaraciones sobre el fijar fechas, mucho antes de recibirlas cientos de veces de parte de mis oponentes en correos electrónicos en tres idiomas diferentes. Ustedes pueden estar seguros, yo conocía todas estas citas ya. He descubierto una solución para estas aparentes contradicciones entre las declaraciones de Elena G. de White y el mensaje de Orión y esto es lo que voy a presentar aquí. Mi intención era, esperar que el mensaje tuviera su efecto en ustedes. Quería, que pasaran por las mismas dudas que yo tenía, que tuvieran la oportunidad de orar y meditar como yo lo hice y descubrir la verdad por sí mismos.
Yo había puesto muchas pistas para ustedes en el estudio de PowerPoint. Pensé que serían capaces de encontrarlas y sacar sus propias conclusiones correctas. Pero una y otra vez, recibí correos de entusiasmados “anunciadores del mensaje del tercer ángel” que repudiaron con vehemencia lo que dije con citas de Elena de White. Pero ¿qué era en realidad lo que estaban rechazando? ¡Ellos se sintieron ofendidos por el poder del Cuarto Ángel, que fue enviado para ayudar al tercer ángel para terminar la obra! ¡Qué triste es el estado de los hermanos y hermanas que todavía no entienden, lo que se nos enseña en Primeros Escritos! Continúen con la distribución de sus folletos, libros, programas de radio y televisión (que es maravilloso y correcto), pero ¡cuán pequeña es vuestra fe, si ustedes creen que nunca recibirán real “poder”! ¡Sigan, así como lo han hecho en los últimos 167 años y lleven la luz a toda la tierra sin la ayuda de “arriba” y nieguen la luz profetizada del Cuarto Ángel por tercera y última vez! Incluso algunos líderes de la Conferencia General han reconocido ya que no podemos tener éxito en la obra sin la ayuda de Dios. Pero ellos van por el camino equivocado y rechazan también la luz dada por Dios.
El mensaje me ha separado aún de viejos amigos que creen que el mensaje no es “apropiado” para su país, la cultura o los miembros de la iglesia a su alcance. La amistad se rompió en lágrimas, porque se creen superiores a Dios, que en Su infinita sabiduría determina el momento y la madurez de la cosecha y nos muestra AHORA el mensaje de Su trono y los últimos minutos de la historia de la humanidad en Su reloj. Él eligió el momento y ¿quiénes somos nosotros para saber mejor y atrevernos a retrasar el mensaje? ¡Es la autoridad del Padre, del Juez Supremo del Universo, que estamos a punto de recibir! Sin embargo, la están rechazando, ya que no la consideran “adecuada” y se imaginan que va a asustar a algunos hermanos que duermen profundamente, porque piensan que el mensaje será demasiado fuerte para la mente debilitada por causa de la propia mundanalidad.
¿Encontramos la gente que niega el mensaje del primer ángel, el clamor de medianoche de Miller, entre los santos? ¿Forman ellos parte, de los que se apartaron en la pequeña decepción de 1843 y no aceptaron la segunda proclamación del tiempo en 1844 del segundo ángel? ¿Veremos a algunos adventistas del primer día en el cielo, que no quisieron recibir la verdad del sábado del tercer ángel y se negaron a proclamarla, porque creyeron que iba en contra del universalmente reverenciado domingo y que un mensaje de ese tipo les separaría de la mayoría y, por lo tanto, sólo unos pocos podrían alcanzar la salvación? ¿Son estos los santos que creen que tienen que considerar la multitud de hermanos corruptos y por lo tanto anuncian la nueva luz sólo a medias y detrás de la puerta a sólo una parte seleccionada de sus amigos?
Para aquellos que no quieren admitirlo... incluso la misma Elena de White dudó durante un corto tiempo sus propios mensajes. Esto es lo que sucedió entonces y fue anotado para nuestra admonición:
Todas estas cosas abrumaban mi ánimo, y en la confusión me veía a veces tentada a dudar de mi propia experiencia. Mientras orábamos en la familia una mañana, el poder de Dios comenzó a descansar sobre mí, y cruzó por mi mente el pensamiento de que era mesmerismo, y lo resistí. Inmediatamente fui herida de mudez, y por algunos momentos perdí el sentido de cuanto me rodeaba. Vi entonces mi pecado al dudar del poder de Dios y que por ello me había quedado muda, pero que antes de 24 horas se desataría mi lengua. Se me mostró una tarjeta en que estaban escritos en letras de oro el capítulo y los versículos de cincuenta pasajes de la Escritura. Después que salí de la visión, pedí por señas la pizarra y escribí en ella que estaba muda, también lo que había visto, y que deseaba la Biblia grande. Tomé la Biblia y rápidamente busqué todos los textos que había visto en la tarjeta. No pude hablar en todo el día. A la mañana siguiente temprano, llenóse mi alma de gozo, se desató mi lengua y prorrumpí en grandes alabanzas a Dios. Después de esto ya no me atreví a dudar ni a resistir por un momento al poder de Dios, pensaran los demás lo que pensaran. {PE 22,23}
El primero de los cincuenta textos de la Biblia, que Elena de White había visto, dice lo siguiente:
“Así que te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.” (Lucas 1:20)
Cualquiera que dude y no proclame lo que Dios quiere que sea proclamado en Su tiempo, debe quedarse mudo. Él que se arrepiente, se quedará mudo sólo por un corto período de tiempo, quién no se arrepiente, será silenciado por la eternidad.
Los tres primeros ángeles simbolizan “movimientos” que se materializaron a través de grandes explosiones del conocimiento y entendimiento de la profecía bíblica. Cada ángel, trajo un cribado de aquellos que no quisieron aceptar el mensaje, lo consideraron prematuro o inapropiado, o incluso erróneo. El Cuarto Ángel es de nuevo un movimiento. Debemos aprender del pasado. El Cuarto Ángel causa el filtrado de un pequeño grupo de una iglesia de más de 17 millones de adventistas apóstatas, que están hasta el fondo secularizados, desorientados y mal informados y se creen ricos y sin necesidad del mensaje del Cuarto Ángel. Elena de White aun dijo que la inmensa mayoría de los trabajadores de la undécima hora van a venir de las otras denominaciones en el tiempo del fuerte clamor.
Yo sabía desde el principio que el mensaje del Orión no sólo registra toda nuestra “triste” historia de la iglesia y nos llama al arrepentimiento, pero también contiene un mensaje del tiempo que de acuerdo con Elena G. de White - a primera vista - ni siquiera debería existir. Peor aún; como veremos en la última parte de la serie de las sombras, se revela no sólo el año del regreso de Jesús, sino también el “día muy probable”.
Para muchos, no es suficiente estudiar la notable diferencia en las dos visiones de Elena G. de White, como se explica en el primer artículo de la serie Día y Hora. Quieren más. Por lo tanto, me gustaría satisfacer esta sed de conocimiento ahora, porque como he dicho, para mí mismo, tenía que reconciliar Elena G. de White, la Biblia y el estudio del Orión. Y extrañamente, no había ningún problema con la Biblia, sólo con Elena G. de White.
Hay algo, que la gran mayoría pasa por alto: la misma Elena de White puso muchas pistas en sus escritos que, desde el Cuarto Ángel en adelante, volverá nuevamente un período de la proclamación del tiempo. Pero como todos deberían saber, nuestra iglesia está durmiendo profundamente. Sólo un estudio intensivo protegerá al lector de caer en el mismo sueño o de persistir en él. Y sólo un estudio profundo y el amor a la verdad, habría llevado a nuestro BRI (Instituto de Investigación Bíblica), que en realidad tiene esta responsabilidad, a descubrir las mismas cosas que voy a explicar ahora.
En primer lugar, me gustaría darles algunos pasajes de la Biblia para reflexionar que parecen contradecir otras declaraciones de Jesús, que sólo Dios Padre conoce el día y la hora. Pero Elena G. de White ha dicho que tenemos que estudiar de esa manera para que en última instancia TODO esté en armonía...
La Biblia nos enseña, que tenemos que saber el día y la hora:
Jesús dice a Juan en Su revelación:
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: 'El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto. “Ponte en vela y afirma las cosas que quedan, que estaban a punto de morir, porque no he hallado completas tus obras delante de Mi Dios. “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. (Apocalipsis 3:1-3)
Y el apóstol Pablo afirma algo muy similar en su carta a los Tesalonicenses:
... que cuando estén diciendo: “Paz y seguridad,” entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que el día los sorprenda como ladrón; porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. (1 Tesalonicenses 5:3-5)
Por supuesto, nuestros eruditos conocen estos versos también, pero los interpretan como alegóricos y no proféticos. Un gran error, ya que esto les hace perder también las pistas adicionales en la Biblia que algo especial en un momento determinado tiene que suceder...
Cuando el expresidente de nuestra comunidad de fe, Jan Paulsen, habló en Paraguay el 29 de junio de 2008 en el estadio deportivo frente a un indisciplinado, ruidoso, y desatento público, que consistía en unos 4.000 “adventistas”, tuve el honor de escuchar las palabras de su sermón muy perspicaz. En el fondo, cerca de 100 personas - la mayoría de ellos eran menores de 7 años - fueron sometidas a un bautismo rápido para que los líderes pudieran presentar su “éxito”. Sólo aquellos que observaron muy bien, vieron que los pastores ni siquiera tomaron los votos bautismales.
Pero este sermón de Jan Paulsen era bueno. Era aún muy bueno. Pero sólo para aquellos que saben leer entre líneas. Más tarde, hablé con cuatro pastores y ocho ancianos al respecto y ni uno había comprendido lo que había dicho y expresado Jan Paulsen en realidad. Él comenzó el sermón diciendo que él es el primer presidente de la iglesia ASD mundial, que visita a Paraguay y también el último. ¡Increíble!, no era esto en realidad fijar fechas, ¿verdad? Porque si fuera, como algunos de nuestros hermanos y hermanas me escribieron en Facebook, que Jesús no estuviera dispuesto a venir en los próximos 100 años, las primeras palabras de Jan Paulsen podrían entenderse como un insulto contra los paraguayos, si me permiten esta pequeña broma. No, de hecho, él comenzó a predicar un sermón de despedida, no en términos de su mandato que expiraba en breve, pero claramente con vistas al fin de la Iglesia tal como la conocemos. Esta introducción tremenda de su sermón no era ni siquiera ligeramente notada por los pastores y ancianos que fueron empleados durante este discurso del domingo por la tarde (!), para silenciar de manera impotente e infructuosa la ruidosa multitud de incultos “adventistas” que aplaudían disonantemente.
Jan Paulsen predicó acerca de las últimas palabras de Jesús en la tierra aplicando los capítulos 16 y 17 del evangelio de Juan. Él dijo, que esas serían las últimas palabras que se escucharían de él en Paraguay y las últimas palabras son siempre las más importantes en la vida humana, y tienen un peso especial para aquellos a quienes se dirigen. Por supuesto, esto es especialmente cierto, si se trata de las últimas palabras de Jesús, el Hijo de Dios, hablando Él mismo a Sus discípulos. Debemos recordar estas palabras exactamente, reflexionarlas y estudiarlas en profundidad, para ser advertidos sobre lo que podamos esperar en un futuro próximo.
Su predicación hábilmente evitó las advertencias adelantadas de Jesús de una terrible persecución (debido a la presencia de muchos niños), y pidió que la audiencia (si había alguien que escuchaba), volviera a estudiar estos versículos en sus casas con más profundidad. Sin embargo, él reveló que estaba definitivamente seguro de que la persecución ocurriría muy pronto. Por favor, también ustedes, lean atentamente el capítulo 16 de Juan. Paulsen entonces, puso especial énfasis en el siguiente verso:
“Pero les he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, se acuerden de que ya les había hablado de ellas. Y no les dije estas cosas al principio, porque Yo estaba con ustedes.” (Juan 16:4)
El propósito de su sermón era, dejar en claro a la gente que la Conferencia General, como existe hoy en día, pronto dejaría de existir, y que muy pronto vendría un tiempo cuando cada grupo de adventistas fieles estaría por sí solo. Señaló que ningún grupo puede lograr ser fiel a Dios, a menos que Jesús esté en medio de ellos y esto sólo sería posible cuando el Consolador haya venido para vivir en cada uno de nosotros.
“Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, se los enviaré. (Juan 16:7)
Sin embargo, una cierta condición para que el Consolador pueda venir se dio en Juan 17; la más larga oración de la Biblia, la oración de Jesús por la unidad de su iglesia. Fue una predicación inteligente y al final había ganado algunos oyentes. Lamentablemente no se habían dado cuenta del principio y, por lo tanto, no entendieron que Jan Paulsen había dicho adiós para sí mismo y en el mismo momento para la Conferencia General. Tuve la suerte de escuchar y comprender la predicación, que fue traducida simultáneamente en dos idiomas, dos veces, ya que puedo manejar bastante bien el inglés y el español.
Al final, él enfatizó nuevamente que se trata de las últimas palabras de Jesús a Sus discípulos antes de su sufrimiento. Luego cantamos un himno y a los adventistas se les permitió regresar a sus casas para que pudieran encender la parrilla. De tal manera, él hablaba de la persecución y del discipulado, del derramamiento de la lluvia tardía y una de las condiciones para que esto suceda: la unidad de los fieles... Por supuesto, él la relacionó con la unidad con la Conferencia General y aquí en América del Sur él no mencionó ni una palabra sobre la “obediencia” o “Elena G. de White”. De otro modo se habría producido un incómodo silencio. Pero basta de esto.
Hoy en día - unos años más tarde - me di cuenta de que Jan Paulsen estaba muy correcto en afirmar que las últimas palabras de una persona son de particular importancia. Incluso, hasta hoy me acuerdo lo que él dijo. Sin embargo, las últimas palabras de Jesús, por supuesto, tienen un peso increíblemente más grande. Pero ¿cuáles fueron las últimas palabras de Jesús? Hay muchos estudios acerca de las últimas palabras de Jesús en la cruz. Sí, esas fueron Sus últimas palabras antes de morir. ¿Pero fueron aquellas Sus últimas palabras a los discípulos? No. Jesús resucitó, y pasó otros 40 días con los discípulos. Por lo tanto, ¿cuáles fueron en realidad las últimas palabras de Jesús, que tienen tal suma importancia?
Las últimas palabras de Jesús fueron las que Él habló antes de Su ascensión a Sus compañeros que tendrían que permanecer en un mundo cruel. Sus discípulos simbólicamente representan a todos los fieles cristianos de las generaciones posteriores, sobre todo la última generación. Y, si ustedes no lo han reconocido todavía, justo esas últimas y más importantes palabras de Jesús están hablando acerca de nuestro problema... Ellas son la respuesta a la pregunta de los discípulos acerca de cuándo Él volvería para establecer Su reino. Y en estos versos que habían sido leídos sólo superficialmente y nunca habían sido estudiados en profundidad, vamos a encontrar la solución al asunto de sí habrá de nuevo un mensaje que se trata de “día y hora” después del tercer ángel.
Leamos ahora aquellas últimas palabras de Jesús a Sus discípulos antes de Su ascensión al cielo:
Entonces los que estaban reunidos, Le preguntaban: “Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?” Jesús les contestó: “No les corresponde a ustedes saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con Su propia autoridad; pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube Lo recibió y Lo ocultó de sus ojos. (Hechos 1:6-9)
Una vez más, nuestro IIB no se percató que Jesús en Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13 responde con una respuesta doble aplicable a la pregunta de los discípulos acerca de Su segunda venida. Jesús nunca había dejado fuera el verdadero fin del mundo en Sus respuestas, sino lo vinculó tan hábilmente con los eventos que afectaron directamente a los discípulos, que sólo la última generación del remanente del remanente sería capaz de descubrir la segunda aplicación. Leamos, qué nos contó Elena de White sobre la manera en que Jesús responde a preguntas semejantes:
La pregunta de los discípulos:
Las palabras de Cristo habían sido pronunciadas a oídos de gran número de personas; pero cuando Jesús estuvo solo, Pedro, Juan, Santiago y Andrés vinieron a él mientras estaba sentado en el monte de las Olivas. “Dinos --le dijeron,-- ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” En su respuesta a los discípulos, Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló la descripción de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habrían podido soportar la visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó la descripción de las dos grandes crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado. Cuando se refirió a la destrucción de Jerusalén, sus palabras proféticas llegaron más allá de este acontecimiento hasta la conflagración final de aquel día en que el Señor se levantará de su lugar para castigar al mundo por su iniquidad, cuando la tierra revelará sus sangres y no encubrirá más sus muertos. Este discurso entero no fue dado solamente para los discípulos, sino también para aquellos que iban a vivir en medio de las últimas escenas de la historia de esta tierra. {DTG 581,582}
Sí, querido IIB, en realidad se podría haber reconocido desde hace tiempo que la respuesta de Jesús a la misma pregunta fue dada en forma similar justo antes de Su ascensión, porque la situación de los discípulos no había cambiado. La destrucción de Jerusalén estaba en el futuro lejano y aún el derramamiento del Espíritu Santo distaba todavía 10 días.
En los capítulos antes mencionados de la Biblia, nuestra iglesia ya ha reconocido la verdad. Pero todavía carece con relación al capítulo 1 de Hechos. Mientras que el propósito principal de Jesús en Mateo 24 fue el tipificar la inminente destrucción de la tierra sobre la base de la destrucción temprana del Templo (70 DC) y la respuesta de Jesús es correctamente interpretada como el inminente asedio de la iglesia en el fin de los tiempos por las leyes dominicales, se pasó por alto que la pregunta muy similar de los discípulos en Hechos fue respondida también en un doble sentido por Jesús.
Sin embargo, el tema principal aquí es el “Poder del Padre” y el “Poder del Espíritu Santo” y no sólo las señales que preceden la segunda venida. Esta vez, es en realidad acerca de la explicación acerca del momento en que los discípulos recibirían el conocimiento sobre el día y la hora del regreso de Jesús.
Si Jesús dice: “No les corresponde a ustedes saber los tiempos ni las épocas”, se refiere a los discípulos que vivían en ese momento unos 2000 años antes del establecimiento real del reino de Cristo (Su regreso). ¡Sólo reflexione un poco en esto! Elena G. de White siempre ha elogiado a Guillermo Miller incluso en el Gran Conflicto. Los primeros milleritas y el segundo ángel (Samuel Snow) tuvieron que responder a los mismos argumentos presentados por cristianos de esa época acerca de no fijar fechas, así como hoy en día el movimiento del Cuarto Ángel tiene que sonar esta vez el verdadero y correcto clamor de medianoche.
¿Cómo lo explicó Elena G. de White en el Gran Conflicto? ¿Cómo enfrentaron los primeros milleritas estos ataques? Ustedes verán que suena muy diferente comparado con las muchas repeticiones de unas pocas citas de Elena G. de White contra el fijar fechas que vienen en su mayoría fuera del contexto:
La proclamación de una fecha determinada para la venida de Cristo suscitó gran oposición por parte de muchas personas de todas las clases, desde el pastor hasta el pecador más vicioso y atrevido. Cumpliéronse así las palabras de la profecía que decían: “En los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.” (2 Pedro 3: 3, 4.) Muchos que profesaban amar al Salvador declaraban que no se oponían a la doctrina del segundo advenimiento, sino tan sólo a que se le fijara una fecha. Pero el ojo escrutador de Dios leía en sus corazones. En realidad lo que había era que no querían oír decir que Cristo estaba por venir para juzgar al mundo en justicia. Habían sido siervos infieles, sus obras no hubieran podido soportar la inspección del Dios que escudriña los corazones, y temían comparecer ante su Señor. Como los judíos en tiempo del primer advenimiento de Cristo, no estaban preparados para dar la bienvenida a Jesús. No sólo se negaban a escuchar los claros argumentos de la Biblia, sino que ridiculizaban a los que esperaban al Señor. Satanás y sus ángeles se regocijaban de esto y arrojaban a la cara de Cristo y de sus santos ángeles la afrenta de que los que profesaban ser su pueblo que le amaban tan poco que ni deseaban su aparición.
“Nadie sabe el día ni la hora” era el argumento aducido con más frecuencia por los que rechazaban la fe del advenimiento. El pasaje bíblico dice: “Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.” (S. Mateo 24: 36.) Los que estaban esperando al Señor dieron una explicación clara y armoniosa de esta cita bíblica, y resultó claramente refutada la falsa interpretación que de ella hacían sus adversarios. Esas palabras fueron pronunciadas por Cristo en la memorable conversación que tuvo con sus discípulos en el Monte de los Olivos, después de haber salido del templo por última vez. Los discípulos habían preguntado: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” Jesús les dio las señales, y les dijo: “Cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas.” No debe interpretarse una declaración del Salvador en forma que venga a anular otra. Aunque nadie sepa el día ni la hora de su venida [véase más adelante, cómo se debe entender eso], se nos exhorta y se requiere de nosotros que sepamos cuando está cerca. Se nos enseña, además, que menospreciar su aviso y negarse a averiguar cuándo su advenimiento esté cercano, será tan fatal para nosotros como lo fue para los que viviendo en días de Noé no supieron cuándo vendría el diluvio. {CS 419-421}
Hay un interesante y corto estudio en Cyberspace Ministry [sólo en inglés] acerca de que mucho antes del diluvio, el tiempo de la catástrofe ya se podía conocer y que Dios aún 1000 años antes ya comenzó a revelarlo en intervalos de ciertas etapas y al final incluso el “día y la hora”. Este principio bíblico que se encuentra detrás de todas las profecías del tiempo se llama “El Proceso de la Revelación Progresiva de Dios”. Aquí lo resumiré brevemente para ustedes:
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El nombre de Matusalén significa “el año en que muere, será enviado”. Esta era una profecía de tiempo vaga porque nadie podía saber realmente qué cosa sería enviada por Dios y tampoco la gente podía predecir exactamente cuánto tiempo viviría Matusalén. Pero durante casi 10 siglos, se predijo que la duración de la vida de Matusalén era una medida para cuándo vendría el fin. En ese tiempo, la gente vivía más de 900 años y Matusalén fue el hombre más viejo de todos los tiempos. Una vez más vemos una señal de que Dios siempre está esperando hasta el último momento para enviar Sus juicios. Estudiando Génesis 5:26,28; 6:6, podemos calcular que esta profecía se cumplió con precisión.
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Entonces el SEÑOR dijo: “Mi Espíritu no luchará para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años.” ... Entonces el SEÑOR dijo: “Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque Me pesa haberlos hecho.” ... Entonces Dios dijo a Noé: “He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; por eso voy a destruirlos junto con la tierra. (Génesis 6:3,7,13)
En esta segunda etapa, Dios reveló a Noé que Él había decidido destruir a los hombres, Él incluso le dijo que la cuenta regresiva había comenzado. Y entendió Noé que tenía sólo 120 años para construir el arca y por lo tanto él sabía el año del diluvio, sin embargo, él todavía no conocía la fecha exacta. Pero en ese tiempo, esta información no habría sido de utilidad para él.
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120 años después, cuando el fatídico acontecimiento se acercó, Dios dio a Noé una tercera y última revelación. Era un anuncio muy preciso:
Entonces el SEÑOR dijo a Noé: “Entra en el arca tú y todos los de tu casa; porque he visto que sólo tú eres justo delante de Mí en esta generación. ... “Porque dentro de siete días Yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la superficie de la tierra a todo ser viviente que he creado.” (Génesis 7:1, 4)
¡Noten por favor! Dios podría haber ordenado a Noé simplemente a entrar en el arca sin informarle cuándo el diluvio comenzaría. Pero Dios en Su gran misericordia decidió dar a Noé esta información importante para que su tiempo de espera fuera menos doloroso. Él incluso le reveló cuánto tiempo duraría la catástrofe: 40 días y noches.
Jesús nos ha dado una pista que sería como en los días de Noé cuando Él venga otra vez:
“Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:37)
Comparemos el tipo de la destrucción del mundo como nos fue dado por la historia de Noé con el mensaje del Orión y un adelanto del mensaje de la tercera parte de la serie de las Sombras:
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Recibimos una “vaga” profecía de Daniel en la cual se da un intervalo de tiempo muy largo: Y él me dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; y el santuario será purificado. (Daniel 8:14)
La humanidad estaba en obscuridad acerca de dos temas en esta profecía; cuándo estas 2300 tardes y mañanas comenzarían y cuál sería exactamente la naturaleza del evento. Alrededor de 1820, Guillermo Miller descubrió, cuándo los 2.300 días habían comenzado y sonó el clamor de medianoche con potencia en 1841. Sin embargo, él todavía estaba en error con relación al evento y pensó que ya era la segunda venida. Pero en realidad era el comienzo del juicio investigador en el santuario celestial como vamos a aprender a principios de la segunda fase. La profecía de las 2300 tardes y mañanas es comparable con el mensaje por el nombre de “Matusalén”.
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En 1844 se produjo el gran chasco, pero se entendía perfectamente que la luz del primer ángel no era el clamor de medianoche verdadero para anunciar la venida del novio, pero que el juicio investigador había comenzado en el cielo. La duración del juicio investigador estaba escondida en Daniel 12, como ya he explicado en la presentación de PowerPoint del mensaje del Orión en las diapositivas 58 a 74. El juicio de los muertos llevaría 168 años y el juicio de los vivos tres años y medio. Los dos se solaparán por un medio año. Llegamos a la conclusión que la primavera de 2012 + 3 ½ años nos da el otoño de 2015 para el comienzo del año de las plagas que nos lleva al otoño de 2016 para la segunda venida. Al igual que en la fase 2 de las profecías diluvianas, se podía haber conocido el año ya desde 1844... [En la primera edición de este artículo no teníamos el cálculo exacto. Todavía contenía el error “millerita” de un año, que fue corregido en enero de 2013. Sin embargo, para no confundir al lector, incluimos ahora los datos actuales.]
¡Sin embargo hay una diferencia muy importante entre la proclamación de los 120 años de Noé y la proclamación de este período! Noé supo acerca de este tiempo, pero para nosotros fue colocada una prohibición de la proclamación del tiempo dentro del período de tiempo correspondiente, porque no habría sido beneficioso saber décadas antes el año en el cual Jesús regresaría. El juramento de Jesús en Apocalipsis 10, en el cual Él levanta una sola mano, se aplica solamente a un cierto intervalo de tiempo entre la duración total del Juicio Investigador; la duración del Juicio de los Muertos desde otoño de 1844 hasta otoño de 2012. Más tarde, voy a explicar en detalle esta instrucción especial de Jesús.
Pero es importante entender que podíamos haber conocido el año desde 1844 (si Jesús no hubiera mantenido Su dedo sobre esto), pero no la fecha exacta. También había claridad en cuanto a cuál sería el próximo gran evento, la real venida de Jesús. Sin embargo, se niega con vehemencia que el real clamor de medianoche, como nos fue predicho incluso en el sueño del propio Guillermo Miller, también ha de ser completamente cumplido. Esto nos lleva a la fase 3 del proceso de la revelación progresiva de Dios con respecto a la profecía del tiempo.
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En 1890 la iglesia había perdido la oportunidad de irse al cielo. El mensaje del Cuarto Ángel, cuya luz había empezado a brillar en la reunión de la Conferencia General de 1888, había sido rechazado por los adventistas liberales que no quisieron ser obedientes a Dios. Elena G. de White estaba muy decepcionada. Ella dijo que tendríamos que vagar por el desierto como los hijos de Israel por otros “40 años” para conseguir una nueva oportunidad (más sobre esto más adelante). Esta experiencia del desierto no comenzó en 1888, como algunos adventistas ya han entendido bastante bien, pero dos años más tarde, en 1890. Exactamente 120 años (3 * 40) más tarde, en 2010, un evento especial iba a llevarse a cabo que fue descartado por muchos como el fijar fechas. Un hombre iba a descubrir el mensaje de Dios en el Orión y lograría hacerlo legible, y 9 meses más tarde, en septiembre de 2010, él iba a descifrar las profecías que están detrás de los días festivos judíos, los cuales revelan el día exacto de la segunda venida de Jesús. (Este conocimiento se publicará en la tercera parte de la serie de las sombras, El Buque del Tiempo.) [En la primera edición de este artículo no teníamos el día exacto. Todavía contenía el error “millerita” de un año, que fue mejorado en enero de 2013.]
Comparemos de nuevo tipo y antitipo: 7 días antes del diluvio, Noé entró en el arca, y se le dijo que tendría que soportar siete días hasta que la lluvia torrencial comenzara a caer. En 2005, descubrí un estudio en la Biblia, lo que indica claramente que algo “grande” pasaría en 2012. Todo esto fue exactamente 7 años antes del año infame de 2012. Ya advertí a la iglesia durante 6 largos años, pero casi nadie quiso escuchar las advertencias. Así fue también en el tiempo de Noé. Antes de que él fue encerrado en el arca por la mano de Dios, los animales vinieron corriendo por parejas, que sólo puede atribuirse a la influencia divina. Pero la gente miró esta escena, se rieron de ella, e incluso algunos pudieron haber estado un poco preocupados. ¡Sin embargo, nadie le preguntó a Noé, si él le permitiría subir a bordo también! Casi todos los adventistas se comportan de la misma manera en vista de las grandes revelaciones que Dios les da desde Su Santuario en el universo.
Estos 7 años anteriores al 2012 también son de nuevo divididos en tres etapas de la proclamación del tiempo las cuales armonizan una vez más con el modelo de Noé ...
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En el 2005 recibí un estudio, que pronto se publicará en el transcurso de la serie de las sombras, que marca el 2012 como un año de un “gran evento”, exactamente como el estudio del juramento en Daniel 12. Pero este estudio no mostró, como en Daniel 12, la sincronización exacta del juicio de los muertos y de los vivos. Así que, hasta la primavera de 2010, yo estaba indeciso acerca de la naturaleza del evento en el 2012.
Al igual que con el nombre de “Matusalén”, no se podía ver con claridad a través de esta profecía, cuál sería el año de la destrucción (segunda venida) y ni siquiera era posible definir con exactitud qué tipo de evento se llevaría a cabo en el 2012.
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No fue sino hasta la primavera de 2010, cuando la fase 2 de la revelación progresiva de Dios comenzó. Dios mostró Su reloj en el Orión y como los estudiantes de este reloj ya saben, el año del regreso de Jesús se muestra allí por primera vez. He cometido algunos errores en la interpretación del Orión y el año de la segunda venida de Jesús no fue revelado completamente, porque primero creía que Él vendría ya en el año 2014. Más tarde creí, que 2014 sería el comienzo del año de las plagas. El año 2015 fue nombrado por primera vez en la segunda versión del estudio del Orión en septiembre de 2010. [Recién en enero de 2013, Dios reveló la verdadera fecha de la venida del Señor en el otoño de 2016.] Yo, como Miller, estaba un año adelantado.
Esto se refleja en los 120 años de Noé, en los cuales él sabía y con él todos los que le creyeron, en qué año el diluvio vendría.
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En el otoño de 2010, recibí una nueva inspiración para otro estudio, aparentemente completamente independiente del Orión, un estudio de las fiestas judías. Este estudio revela de manera totalmente diferente que el estudio del Orión, exactamente los mismos datos históricos de la iglesia adventista, incluso con detalles adicionales. Yo no reconocía hasta recientemente que es lógico que fuera así. En efecto, el Orión es un símbolo del santuario celestial, mientras los días festivos son una imagen del santuario terrenal. ¡El santuario en la tierra es la sombra del celestial! Y así, he encontrado un código astronómico en los festivales que refleja toda la historia de la iglesia adventista, así como lo hace el Orión, pero aún más detalladamente. Y uno de esos detalles es la fecha exacta del regreso de Jesús en 2016. [En la primera edición de este artículo no teníamos el cálculo exacto. Todavía contenía el error “millerita” de un año, que fue corregido en enero de 2013. Sin embargo, para no confundir al lector, incluimos ahora los datos actuales.]
Por lo tanto, estamos ya en la fase 3.3 de la proclamación final del tiempo. Los siete días de Noé se reflejan en los siete años desde 2005 hasta 2012 y en el detallado plan descubierto en el código astronómico de los días festivos a principios de septiembre de 2010. El primer error en el estudio del Orión se corrigió mediante este código, y más sorprendentemente, el estudio reveló incluso la duración exacta del tiempo de las plagas al día. Este período de tiempo se codificó en dos ocasiones, una vez en el número de los sacrificios de las fiestas y en el código astronómico de las fiestas. De esa manera, incluso los 40 días de la lluvia del diluvio, que fueron predichos antes por Dios, encuentran su antitipo en el estudio de las sombras y en el descubrimiento de la duración del tiempo de las plagas. Todos estos son temas de la tercera parte del estudio de las sombras que estoy elaborando actualmente.
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Hemos interrumpido la lectura del Conflicto de los Siglos en el punto donde Elena de White nos dijo: “Se nos enseña, además, que menospreciar su aviso y negarse a averiguar cuándo su advenimiento esté cercano, será tan fatal para nosotros como lo fue para los que viviendo en días de Noé no supieron cuándo vendría el diluvio.”
Sigamos leyendo:
Y la parábola del mismo capítulo que pone en contraste al siervo fiel y al malo y que señala la suerte de aquel que dice en su corazón: “Mi señor se tarda en venir,” enseña cómo considerará y recompensará Cristo a los que encuentre velando y proclamando su venida, y a los que la nieguen. “Velad pues,” dice, y añade: “Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así.” (S. Mateo 24: 3, 33, 42-51.) “Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti.” (Apocalipsis 3: 3.)
San Pablo habla de una clase de personas para quienes la aparición del Señor vendrá sin que la hayan esperado. “Como ladrón en la noche, así viene el día del Señor. Cuando los hombres estén diciendo: “Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, . . . y no escaparán.” Pero agrega también, refiriéndose a los que han tomado en cuenta la amonestación del Salvador: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.” (1 Tesalonicenses 5: 2-5.)
Así quedó demostrado que las Sagradas Escrituras no autorizan a los hombres a permanecer ignorantes con respecto a la proximidad de la venida de Cristo. Pero los que no buscaban más que un pretexto para rechazar la verdad, cerraron sus oídos a esta explicación, y las palabras: “Empero del día y hora nadie sabe” seguían siendo repetidas por los atrevidos escarnecedores y hasta por los que profesaban ser ministros de Cristo. Cuando la gente se despertaba y empezaba a inquirir el camino de la salvación, los maestros en religión se interponían entre ellos y la verdad, tratando de tranquilizar sus temores con falsas interpretaciones de la Palabra de Dios. Los atalayas infieles colaboraban en la obra del gran engañador, clamando: Paz, paz, cuando Dios no había hablado de paz. Como los fariseos en tiempo de Cristo, muchos se negaban a entrar en el reino de los cielos, e impedían a los que querían entrar. La sangre de esas almas será demandada de sus manos.
Los miembros más humildes y piadosos de las iglesias eran generalmente los primeros en aceptar el mensaje. Los que estudiaban la Biblia por sí mismos no podían menos que echar de ver que el carácter de las opiniones corrientes respecto de la profecía era contrario a las Sagradas Escrituras; y dondequiera que el pueblo no estuviese sujeto a la influencia del clero y escudriñara la Palabra de Dios por sí mismo, la doctrina del advenimiento no necesitaba más que ser cotejada con las Escrituras para que se reconociese su autoridad divina.
Muchos fueron perseguidos por sus hermanos incrédulos. Para conservar sus puestos en las iglesias, algunos consintieron en guardar silencio respecto a su esperanza; pero otros sentían que la fidelidad para con Dios les prohibía tener así ocultas las verdades que él les había comunicado. No pocos fueron excluidos de la comunión de la iglesia por la única razón de haber dado expresión a su fe en la venida de Cristo. Muy valiosas eran estas palabras del profeta dirigidas a los que sufrían esa prueba de su fe: “Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová. Mas él se mostrará con alegría vuestra, y ellos serán confundidos.” (Isaías 66: 5.) {CS 421,422}
Otro pionero de esa época, que encontró mención positiva en el Conflicto de los Siglos por Elena G. de White, era Wolff:
Wolff creía inminente la venida del Señor. Según su interpretación de los períodos proféticos, la gran consumación debía verificarse en fecha no muy diferente de la señalada por Miller. A los que se fundaban en el pasaje: “Del día y hora nadie sabe,” para afirmar que nadie podía saber nada respecto a la proximidad del advenimiento, Wolff les contestaba: “¿Dijo el Señor que el día y la hora no se sabrían jamás? ¿No nos dio señales de los tiempos, para que reconociéramos siquiera la proximidad de su venida, como se reconoce la cercanía del estío por la higuera cuando brotan sus hojas? (S. Mateo 24:32.) ¿No conoceremos jamás ese tiempo, cuando él mismo nos exhortó no sólo a leer la profecía de Daniel sino también a comprenderla? Y es precisamente en Daniel donde se dice que las palabras serían selladas hasta el tiempo del fin (lo que era el caso en su tiempo), y que 'muchos correrán de aquí para allá' (expresión hebraica que significa observar y pensar en el tiempo), y 'la ciencia' respecto a ese tiempo será aumentada. (Daniel 12:4.) Además, nuestro Señor no dice que la proximidad del tiempo no será conocida, sino que nadie sabe con exactitud el 'día' ni la 'hora.' Dice que se sabrá bastante por las señales de los tiempos, para inducirnos a que nos preparemos para su venida, así como Noé preparó el arca.” - Wolff, Researches and Missionary Labors, págs. 404, 405. {GC 408,409}
Estas fueron las respuestas de Wolff a la objeción, que nadie podría saber el día y la hora. Él se refirió más a la cercanía del tiempo y no pronunció declaraciones tan claras como Guillermo Miller con su “clamor de medianoche”. Las declaraciones de Miller corresponden más a la vista de Elena G. de White que queremos poner en armonía con un mensaje que pronostica no sólo el año, sino incluso el mismo día de la segunda venida. En primer lugar, el “clamor de medianoche” era un mensaje que proclamó el año del regreso de Jesús. Este “clamor de medianoche” de Miller, vino también en al menos dos fases. El mensaje del primer ángel (el movimiento de Miller) predicó primero el año 1843, sin especificar un día concreto. Esto corresponde a la fase 2 del tipo de Noé. Sólo cuando el segundo ángel (Samuel Snow) y el primer ángel (Guillermo Miller) se unieron, Samuel Snow (correctamente) calculó la fecha de la “supuesta” segunda venida, el 22 de octubre de 1844. Esto corresponde a la fase 3 del tipo de Noé. Pero ambos no eran, de hecho, el verdadero clamor de medianoche, porque el novio estaba a otros 170 años de distancia. Por lo tanto, en un punto especial del tiempo tuvo que venir un “segundo Miller”, que predicaría el verdadero clamor de medianoche. Esto fue soñado por el mismo Guillermo Miller, y logró incluso la aprobación de Elena de White. El sueño de Miller se publicó como capítulo 22 en Primeros Escritos.
Bien, ahora tal vez uno no cree que este movimiento del primer y del segundo ángel, “el clamor de medianoche combinado”, se repetirá, pero... esto es predicho por la misma Elena G. de White personalmente. Por favor, lean en primer lugar, acerca de la relación entre el mensaje de Miller (la luz del primer ángel) y el segundo ángel, para que más tarde puedan entender mejor otra declaración de Elena de White al respecto:
Cerca del término del mensaje del segundo ángel vi una intensa luz del cielo que brillaba sobre el pueblo de Dios. Los rayos de está luz eran tan brillantes como los del sol. Y oí las voces de los ángeles que exclamaban: “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” Era el clamor de media noche, que había de dar poder al mensaje del segundo ángel. Fueron enviados ángeles del cielo para alentar a los desanimados santos y prepararlos para la magna obra que les aguardaba. Los hombres de mayor talento no fueron los primeros en recibir este mensaje, sino que fueron enviados ángeles a los humildes y devotos, y los constriñeron a pregonar el clamor: “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” Aquellos a quienes se confió esta proclamación se apresuraron y con el poder del Espíritu Santo publicaron el mensaje y despertaron a sus desalentados hermanos. Esta obra no se fundaba en la sabiduría y erudición de los hombres, sino en el poder de Dios, y sus santos que escucharon el clamor no pudieron resistirle. Los primeros en recibir este mensaje fueron los más espirituales, y los que en un principio habían dirigido la obra fueron los últimos en recibirlo y ayudar a que resonase más potente el pregón: “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” {PE 237,238}
El movimiento de Samuel Snow (el segundo ángel) ya existía antes del de Miller; el segundo ángel vino antes del primero. Este movimiento denunció los pecados de las iglesias protestantes apóstatas, que estaban en su camino de regreso a Roma. Pero el mensaje no fue escuchado, ya que no tenía urgencia. El poder que se le dio a este mensaje por el clamor de medianoche era el anuncio de una fecha precisa para la segunda venida de Jesús. El tiempo era corto y esto “despertó” a los desanimados santos, para que su mensaje fuera escuchado de nuevo con poder.
Y ahora viene la declaración más importante de Elena G. de White, que se basa en visiones directas de Dios. En Primeros Escritos en el capítulo El Fuerte Pregón se puede leer, cómo el Cuarto Ángel vendrá:
Otros ángeles fueron enviados para ayudar al poderoso ángel del cielo, y oí voces que parecía resonaban por doquier y que decían: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y ni recibáis parte en sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Apoc. 18: 4, 5). Este mensaje parecía un complemento del tercer mensaje, que se le unía así como el clamor de medianoche se unió en 1844 al mensaje del segundo ángel. La gloria de Dios reposaba sobre los santos pacientes y expectantes, que valerosamente daban la postrera y solemne amonestación, para proclamar la caída de Babilonia y exhortar al pueblo de Dios a que saliera de ella a fin de huir de su terrible condenación. {PE 420}
Así como el primer ángel (Miller con el clamor de medianoche) se unió con el segundo ángel y le dio poder, el Cuarto Ángel se unirá al tercero y le dará poder de la misma manera como el clamor de medianoche. El clamor de medianoche era el grito, “¡Viene el Esposo!” Esto incluye el “día y la hora "; ¡es un mensaje de tiempo! Sin embargo, el Cuarto Ángel tiene además un mensaje de advertencia que llama al arrepentimiento y la conversión, como lo he demostrado en los estudios ya y no quiero repetirlo aquí. Y ahora, por favor, noten exactamente lo que Elena de White vio en su visión. ¿Qué reposó sobre los santos pacientes y expectantes? La gloria de Dios... y ¿qué es la “gloria de Dios de acuerdo con la Biblia?
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios; y dijo: “Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.” (Hechos 7:55, 56)
Esteban vio lo mismo que podemos ver ahora, si seguimos a Jesús por dondequiera que va...
Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. ... (Apocalipsis 14:4)
Este versículo está en el comienzo de los versos del mensaje de los tres ángeles y hasta ahora sólo es entendido parcialmente. Se habla de los 144,000 y que siguen a Jesús, el Cordero, adondequiera que vaya. Incluso nuestros pioneros correctamente interpretaron esto como el acto del cambio del servicio de Jesús del Lugar Santo al Lugar Santísimo en 1844. Los que aceptaron que el ministerio de Jesús había terminado en el Lugar Santo y Él había comenzado el servicio del día del juicio celestial como Sumo Sacerdote, Le siguieron simbólicamente en el Lugar Santísimo.
Los otros se quedaron en el Lugar Santo. Nunca entendieron la profecía de las 2300 tardes y mañanas, ni la doctrina del santuario y habían permanecido en la oscuridad. ¡Y no sólo eso! Un espíritu extraño y mal fue soplado sobre ellos por Satanás.
Pero eso todavía no termina esta profecía. Ahora, al final del juicio investigador de los muertos, obtenemos el refrigerio de la lluvia tardía, para dar el fuerte pregón en el juicio de los vivos y de nuevo se nos pide “que sigamos al Cordero por dondequiera que va”, ¡porque esta profecía se da en Apocalipsis en relación con los 144.000 y no con el tercer ángel! Esta vez, deberíamos como Esteban levantar la cabeza al firmamento y ver la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios: Sus heridas en el Reloj del Juicio y Su servicio de intercesión como Sumo Sacerdote representado en la constelación más impresionante del universo creado por Él mismo, justo ante el trono de Dios y del Hogar de la Ciudad Santa en el “espacio abierto” de la Gran Nebulosa del Orión.
Cuando estas cosas empiecen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque se acerca su redención. (Lucas 21:28)
Esta fuerza o poder (del poderoso ángel), corriendo a la ayuda del tercer ángel y “despertando” las vírgenes dormidas, se encuentra en Apocalipsis 18, donde se describe el Cuarto Ángel:
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder [G1849], y la tierra fue iluminada con su gloria. (Apocalipsis 18:1)
Ahora, me gustaría pedirles que descarguen e instalen la Biblia e-Sword con el diccionario Strong's del Internet, para que me puedan comprobar. (Sólo busquen “e-Sword Biblia”.)
La palabra “poder” en el versículo anterior es griega y en el diccionario de Strong de la Biblia “King James Version” está registrada como:
G1849
ἐξουσία
exousia
De G1832 (en el sentido de habilidad); privilegio, es decir, fuerza (subjetivamente), capacidad, competencia, libertad, u (objetivamente) dominio (concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, señal de control), influencia delegada: - autoridad, jurisdicción, libertad, poder, derecho, fuerza.
Dejo la explicación de la palabra aún en inglés, porque vamos a compararla con otra cita de la Biblia en otro lugar. Es ya muy bien traducida como “fuerza, poder, o autoridad”. Pero ahora cerraremos el círculo que comenzó en Hechos. Jesús respondió a los discípulos y habló del derramamiento del Espíritu Santo diciendo:
Jesús les contestó: “No les corresponde a ustedes saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con Su propia autoridad; pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” (Hechos 1:7-8)
Ya se puede ver al final de este versículo que esto no está totalmente cumplido, porque el evangelio todavía no se ha predicado hasta los confines de la tierra, porque de lo contrario el fin ya hubiera llegado...
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)
Supongo que no es necesario explicar, que nosotros los adventistas sabemos que el Espíritu Santo será derramado una vez más incluso más ricamente que en los días de los apóstoles en Pentecostés. Pentecostés era el cumplimiento de la profecía de la “lluvia temprana” y estamos esperando ansiosamente desde hace 160 años a la “lluvia tardía”, el segundo derramamiento del Espíritu Santo, que nos permitirá resistir las pruebas por las leyes dominicales y dar sonido al fuerte pregón.
Hijos de Sion, regocíjense Y alégrense en el SEÑOR su Dios; Porque El les ha dado la lluvia temprana para su vindicación, Y les ha hecho descender la lluvia, La lluvia temprana y la tardía como en el principio. Y las eras se llenarán de grano, Y las tinajas rebosarán de vino nuevo y de aceite virgen. (Joel 2:23-24)
La doble aplicación de la respuesta de Jesús es ahora claramente visible:
A los apóstoles no les convenía saber los tiempos o las estaciones en su época. El Padre había reservado esto en Su poder (exousia). Pero primero se dio la lluvia temprana (Pentecostés), para que el evangelio pudiera ser proclamado en Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y finalmente la lluvia tardía, para que esta obra pueda ser completada hasta los confines de la tierra.
Jesús dice, “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes” ... Nosotros, como adventistas, entendemos que este poder que vamos a obtener es simbolizado por el Cuarto Ángel:
En Suplemento a Primeros Escritos, Elena de White escribe con su propia pluma:
El comienzo “del tiempo de angustia” mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas, sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el santuario. En ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel. En ese tiempo, descenderá la “lluvia tardía” o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas. {PE 85,86}
Ella incluso vinculó el poder del Cuarto Ángel con la lluvia tardía. Y ahora, vamos a ver cuál palabra griega para “autoridad” se usa en Hechos 1:7...
Jesús les contestó: “No les corresponde a ustedes saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con Su propia autoridad [G1849]; (Hechos 1:7)
Y ahí está de nuevo:
G1849
ἐξουσία
exousia
De G1832 (en el sentido de habilidad); privilegio, es decir, fuerza (subjetivamente), capacidad, competencia, libertad, u (objetivamente) dominio (concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, señal de control), influencia delegada: - autoridad, jurisdicción, libertad, poder, derecho, fuerza.
El Cuarto Ángel y el derramamiento del Espíritu Santo vienen con el mismo poder y autoridad (exousia), que estaba reservado SÓLO para el Padre . El mismo Padre, que es el Juez en la corte celestial, ha permitido que el Espíritu Santo nos dé la hora del fin del juicio y de la venida de Jesús. No es un ser humano que tiene ese mensaje, pero el Padre mismo nos reveló la vista a SU RELOJ. El Cuarto Ángel, que es un movimiento de gente que creen en esta verdad presente, recibió la autoridad (exousia) del Padre.
Pero ¿cómo es eso posible? ¿No contradice esto el juramento del ángel (Jesús) en Apocalipsis 10 “que el tiempo no será más”?
Por favor, echa un vistazo a la siguiente tabla que explica cuál es el significado del juramento de Jesús en Daniel 12 (véase la presentación del Orión) y el juramento de Jesús en Apocalipsis 10. También explica cuál es la relación entre la profecía (libro de Daniel) y la revelación (libro de Apocalipsis). Mientras Jesús en Daniel 12 levanta las dos manos y jura a los dos hombres, que representan las dos partes de la humanidad en el juicio de los muertos que han aceptado el Nuevo Pacto antes o después de 31 d.C., Jesús en Apocalipsis 10 levanta una sola mano. Aquí no se trata solamente del Nuevo Pacto, sino de las dos partes del juicio investigador: el juicio de los muertos y el juicio de los vivos. Por desgracia, se ha pasado totalmente por alto que incluso una mano que no se levanta, tiene un significado en la profecía y por eso esta escena fue sólo a medias interpretada correctamente:
Elena G. de White explicó que los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados juntos. El libro de Daniel era la “profecía” y el libro de Apocalipsis, “la revelación de la profecía de Daniel”. Encontramos las mismas escenas en ambos libros. Nuestra tarea es, encontrar aquellas escenas paralelas y vincular su información conjuntamente. Dios nos dice a través de Elena G. de White, que Él ha añadido más detalles en Apocalipsis a las profecías de Daniel, que hacen más fácil para nosotros descifrar esas profecías. Y precisamente esto es el caso en la escena cuando Jesús jura. En Daniel 12 leemos:
“Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.” (Daniel 12:4)
¡Qué lástima que nuestros líderes y las conferencias generales, junto con sus eruditos rechazan estos estudios y no participan en el proceso del aumento del conocimiento! Pero, dejemos ese tema.
Al grupo que representa el juicio de los vivos de tres años y medio, Jesús NO jura “que el tiempo no será más”. Esto significa implícitamente, que la proclamación del tiempo está permitida de nuevo. Había sido detenida por Jesús, que conoce el fin desde el principio, porque vio que la iglesia no sería fiel, y fallaría en algunas pruebas y ¡Él tendría que enviar a Su pueblo al desierto por 120 años a partir de 1890! Y mientras vagaban en el desierto, habría sido perjudicial y peligroso para la gente saber que Jesús estaba todavía tan lejos. Pero, ahora que la larga marcha de la iglesia adventista en su vagar por el desierto ha terminado en el 2010, nosotros somos llevados a un oasis con el agua refrescante del Espíritu Santo y la proclamación del tiempo se llevará a cabo de nuevo. Y el Cuarto Ángel baja del cielo con el clamor, “El Esposo viene”, para ayudar al tercer ángel; dando poder al mensaje del advenimiento con la AUTORIDAD (exousia) del PADRE.
Ahora, por fin, comprendemos plenamente la “pequeña” diferencia en las dos visiones de Elena G. de White en las cuales se hace mención de la proclamación del “día y la hora”. Y vemos que es verdad que el tiempo vuelve a ser proclamado ya con el derramamiento de la lluvia tardía y no sólo en el fin del tiempo de las plagas cuando Dios entrega el pacto eterno y confirma nuestros estudios:
Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144,000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 15}
Para refutar una vez y para siempre los ataques de mis críticos, que dicen que se trataría exactamente del mismo momento en ambas visiones de Elena de White en las cuales ella vio el momento de la venida de Jesús proclamado, y que esto sólo se llevaría a cabo en el fin del tiempo de las plagas, les mostraré algo más que sólo muy pocos adventistas han descubierto hasta ahora. Los negadores obstinados de toda nueva luz siguen atacándome a pesar de mis explicaciones detalladas en el artículo ¿Es esto Fijar Fechas?, y su único argumento es que en ambas escenas “los semblantes de los santos refulgían con la gloria de Dios”. Ellos declaran que los semblantes de los santos sólo se iluminan y refulgían en el fin del tiempo de las plagas a través de la glorificación de los santos por causa de la segunda venida de Jesús. Por el hecho de que esta declaración ocurre en ambas visiones, ellos piensan que es un argumento irrefutable para su interpretación que el “día y la hora” anunciada en ambas visiones debe ocurrir en el mismo momento.
En la siguiente tabla comparo ambas declaraciones lado a lado, que ellos afirman sería una prueba imbatible que se trata del mismo momento en ambas visiones:
Primera Visión diciembre de 1844 con “Día y Hora” | Segunda Visión con “Día y Hora” 1847 |
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Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144,000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 15} | Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y retumbaban por toda la tierra con el estruendo de horrísonos truenos. Era un espectáculo pavorosamente solemne. Al final de cada frase los santos exclamaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!” Estaban sus semblantes iluminados por la gloria de Dios, y refulgían como el rostro de Moisés, al bajar del Sinaí. {PE 285,286} |
Primera Visión diciembre de 1844 con “Día y Hora” |
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Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144,000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 15} |
Segunda Visión con “Día y Hora” 1847 |
Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y retumbaban por toda la tierra con el estruendo de horrísonos truenos. Era un espectáculo pavorosamente solemne. Al final de cada frase los santos exclamaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!” Estaban sus semblantes iluminados por la gloria de Dios, y refulgían como el rostro de Moisés, al bajar del Sinaí. {PE 285,286} |
¡O ellos no conocen los escritos de Elena de White suficientemente bien o ellos no quieren decirles la verdad! Elena G. de White escribió un maravilloso artículo en el Tomo 1 de las Joyas de los Testimonios que incluso lleva el título adecuado “El futuro”. Se trata de nuestro futuro, hermanos, y ustedes verán que nuestros rostros aún necesitan iluminarse dos veces si queremos formar parte de los 144,000:
El Futuro
EN OCASIÓN de la transfiguración, Jesús fue glorificado por su Padre. Le oímos decir: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.” (Juan 13:31) Así, antes de su entrega y crucifixión, fue fortalecido para sus últimos terribles sufrimientos. Al acercarse los miembros del cuerpo de Cristo al período de su último conflicto, al “tiempo de angustia de Jacob,” crecerán en Cristo y participarán en gran medida de su Espíritu. Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la obra final un gran poder y gloria, los hijos de Dios participarán de aquella gloria. {JT1 131}
Ya sabemos qué poder (exousia) y qué gloria (la gloria del trono Dios en el Orión) se menciona aquí. El mensaje del Cuarto Ángel “acompaña la obra final”, lo que significa que la puerta de la gracia todavía no está cerrada. Y como ya he dicho muchas veces, este mensaje ayudará a los hermanos desanimados...
Elena G. de White sigue explicándonos el futuro:
La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz que acompaña al tercer ángel. {JT 131}
Ahí está, la iluminación de los semblantes con la gloria que “acompaña” el tercer ángel. Por favor, lean esta frase tres veces hasta que ustedes estén muy seguros de haber entendido lo que Elena de White dice aquí. Es la luz del mensaje del Cuarto Ángel, que ilumina los rostros de los 144.000 y concretamente en el período de la lluvia tardía y no sólo en el tiempo de las plagas. Esta era la prueba buscada en los escritos que el inicio del estudio del Orión era absolutamente correcto y que todo lo que fue escrito en el artículo “¿Es esto fijar fechas?” ha sido presentado en su correspondiente secuencia de tiempo. Con el fin a alcanzar la marca de 100% deberíamos ser capaces de encontrar en los siguientes párrafos del texto de “nuestro futuro” que los rostros se iluminarán una vez más. Por lo tanto, vamos a seguir leyendo. Traspasamos ahora del pequeño tiempo de angustia directamente al gran tiempo de angustia:
Vi que Dios preservará de manera maravillosa a su pueblo durante el tiempo de angustia. Así como Jesús oró con toda la agonía de su alma en el huerto, ellos clamarán con fervor y agonía día y noche para obtener libramiento. Se proclamará el decreto de que deben despreciar el sábado del cuarto mandamiento y honrar el primer día, o perder la vida, Pero ellos no cederán, ni pisotearán el sábado del Señor para honrar una institución del papado. Los rodearán las huestes de Satanás y los hombres perversos, para alegrarse de su suerte, porque no parecerá haber para ellos medio de escapar. Pero en medio de las orgías y el triunfo de aquéllos, se oirá el estruendo ensordecedor del trueno más formidable. Los cielos se habrán ennegrecido, y estarán iluminados únicamente por la deslumbrante y terrible gloria del cielo, cuando Dios deje oír su voz desde su santa morada.
Los cimientos de la tierra temblarán; los edificios vacilarán y caerán con espantoso fragor. El mar hervirá como una olla, y toda la tierra será terriblemente conmovida. El cautiverio de los justos se cambiará, y con suave y solemne susurro se dirán unos a otros: “Somos librados; es la voz de Dios.” Con solemne asombro escucharán las palabras de la voz. Los malos oirán, pero no entenderán las palabras de la voz de Dios. Temerán y temblarán, mientras que los santos se regocijarán. Satanás y sus ángeles, y los hombres perversos, que habían estado regocijándose porque el pueblo de Dios estaba en su poder y podían raerlo de la faz de la tierra, presenciarán la gloria conferida a aquellos que honraron la santa ley de Dios. Verán cómo el rostro de los justos estará iluminado y reflejará la imagen de Jesús. Los que estaban tan deseosos de destruir a los santos, no podrán soportarlos santos, no podrán soportar la gloria que descansará sobre los que habrán sido libertados , y caerán como muertos al suelo. Satanás y los malos ángeles huirán de la presencia de los santos glorificados. Habrán perdido para siempre el poder de molestarlos. {JT1 131-133}
Los 144.000 santos vivos entienden la voz de Dios ya en el tiempo de la lluvia tardía desde 2010. Ellos son aquellos, cuyos rostros se iluminan en alegría y esperanza después de vagar por 120 años en el desierto, debido al refrigerio desde el trono de Dios y un maravilloso mensaje proveniente de la más bella de todas las constelaciones que sólo el Creador puede crear de tal manera. Ellos son los, que serán sellados ahora para hacer sonar el fuerte pregón. Y en el fin del tiempo de la angustia, sus rostros se iluminarán por segunda vez reflejando la imagen de Jesús, quien fue siempre su Abogado, Intercesor y Salvador cuando Él venga en toda Su gloria y entregue el pacto eterno a Su pueblo.
Con este conocimiento bíblico y profético adquirido, debemos examinar en el próximo artículo de la serie “Día y Hora” las declaraciones de Elena G. de White, que ella escribió contra el fijar fechas, y armonizarlas con todo lo que hemos estudiado antes. Voy a clasificar los argumentos contra el fijar fechas de Elena G. de White y hacer comentarios acerca de ellos. Muchos de ellos fueron citados una y otra vez precipitadamente y sin una comprensión más profunda, de modo que la luz del Cuarto Ángel para la mayoría de los miembros de la iglesia adventista del séptimo día se oscurece y sus rostros permanecerán pálidos y descoloridos, cuando el día de la ira de Dios venga sobre ellos como un ladrón.