En muchos aspectos, no puedo negar mis raíces como un adventista del séptimo día. He sido moldeado por mi profundo interés en el mensaje del advenimiento y por estudiar la bibliografía adventista especializada por más de una década, y por la influencia de muchos sermones, que siempre tratan acerca de los mismos temas en monotonía gris como una interminable aseveración de parte de los pastores leales a la Conferencia General confirmando su mal entendimiento de su pretensiosa comprensión de la Biblia. Eso me influenció de tal manera que aún para mí a menudo es difícil entender la nueva luz que Dios está dando de inmediato de la forma correcta y dejar atrás los patrones de pensamientos antiguos para poder distinguir la verdad de la oscuridad que existe en el mensaje del advenimiento actual, el cual ha sido tristemente comprometido. ¡Ay, ay, ay de aquellos que se tragan todo sin revisar lo que los pastores “tan honorables” como Ted Wilson presentan como la verdad!
¡Cuánto teníamos que aprender en los años del mensaje de Orión! Pero nunca descartamos doctrinas antiguas, sino que las desempolvamos, desenterramos nuevas joyas y hoy todavía estamos trabajando tallándolas y puliéndolas para que reluzcan con todas sus facetas.
Dios ha puesto todo Su universo a los pies del hombre, con las estrellas más hermosas que hacen relucir las nebulosas más coloridas e impresionantes que se extienden por años de luz. Él hizo esto cuando comenzó a hablar desde Orión en el 2010, pero la gente no quería levantar sus cabezas, como Jesús les aconsejó,[1] ni inclinarse para desenterrar los tesoros que se hallaban esparcidos ante ellos. Se comportaron como los cerdos bíblicos ante las perlas: demasiado insensatos como para reconocer su valor.
Incluso ahora que Dios tuvo que cerrar de golpe la puerta de la gracia en frente de sus hocicos, ellos continúan gruñendo sus estereotipos ingenuos, como la trivialidad sacada del contexto lógico, que dice que el Hijo de Dios ni siquiera conoce el tiempo. Ellos no entienden que el Padre ha dado todo a Jesús y que ese “todo” incluye también el entendimiento del tiempo.
Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. (Juan 5:20)
Esas obras mayores son los relojes de Orión y el Buque del Tiempo, que Jesús recibió cuando los libros de los Siete Sellos y de los Siete Truenos Le fueron entregados después de Su inauguración para el servicio especial en el santuario en el año de 1844.[2] Ahora ese segmento de la obra de Jesús también ha terminado. Jesús ha salido del Lugar Santísimo y está sentado sobre la nube, listo para meter la hoz.[3]
No, no hay más misericordia. Los que estaban gruñendo en contra de fijar fechas antes del 17 de octubre del 2015 seguirán gruñendo hasta la séptima plaga, y aquellos que recibieron las perlas de la verdad con la actitud correcta de antemano, seguirán teniéndolas. Ya no es mi intención conducir a nadie al arrepentimiento o a Jesús, quien todavía no pertenece a Él con una convicción honesta, y esa tampoco es la razón por la que comisioné esta serie de artículos – probablemente la última – y porque una vez más los cuatro autores de este sitio web tienen la palabra.
Más bien, es por respeto al esplendor cada vez mayor de la luz de Dios, que nos ha fortalecido una vez más para este esfuerzo casi sobrehumano de dirigirnos a un mundo perdido que está poblado principalmente por animales impuros, y para exponer las armonías de Dios ante sus ojos, y declarar Su infinita sabiduría. De este modo enfatizamos que nosotros – como ya he dicho al principio – no nos contamos entre los súper inteligentes que captan todo inmediatamente y correctamente, “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;”[4]
Y... Dios todavía tiene un pueblo en otros rediles[5] quienes deben ser llamados a salir, para que no reciban las plagas de Babilonia.[6] A ellos queremos alcanzar con esta última serie de artículos, para que entiendan las consecuencias de este mensaje y respalden a Dios saliendo oficialmente de Babilonia – de sus iglesias – protestando y declarando sus razones. Ellos formarán la Gran Multitud,[7] que testificará como el segundo ejército de Dios. Lean cuidadosamente acerca de cuál fue el destino de la Iglesia Adventista, ¡para que no cometan los mismos errores! Dios escribió en los cielos, la historia de Su “pueblo del juicio”[8] tibio, para que ustedes puedan aprender de él.
La gran trampa
Probablemente lo más perplejo de entender para un adventista del séptimo día de la vieja guardia fue la comprensión de que la ley dominical tan esperada, que vendría antes de las plagas, no vino de acuerdo con una interpretación literal de las profecías de Elena G. de White, sino en la forma de su gemelo, la Ley de Sodomía en los EE. UU. la cual antecedió a las plagas. En otras palabras, vino con las leyes de tolerancia de la ONU, que se han manifestado en todo el mundo desde su confirmación en septiembre de 2015 por el “Papa” Francisco, quien es Satanás en persona. Ahora el resultado es que ya no podemos “vender” la luz del Cuarto Ángel sin restricciones como podíamos hacerlo antes, por causa de la censura del Internet y de Facebook. La oportunidad de “comprar” es por lo tanto también muy limitada. Hemos sido excluidos de más de 2.000 grupos, y Facebook esconde nuestras publicaciones una y otra vez por dos semanas o más. ¡Esos temas grandes fueron explicados detalladamente en algunos de nuestros artículos recientes!
Sin embargo, el cumplimiento por parte del gemelo no es tan difícil de comprender. Si alguna vez has tomado un curso bíblico de principiante, deberías saber que los diferentes libros de la Biblia incorporan diferentes géneros literarios, y cada uno tiene que ser leído con una mentalidad correspondiente. Por ejemplo, hay historia, como los libros de Reyes y de Crónicas, así como los libros de Moisés. Estos libros usan lenguaje a nivel literal (aun si contienen tipos de profecía). Una persona debe leer de forma literal los eventos en los libros de la Biblia de este tipo.
Además, hay libros poéticos como Job o los Cantares de Salomón, y libros que contienen especialmente profecía, que tienen características lingüísticas completamente diferentes: estos utilizan lenguaje profético con abundante simbolismo, ¡el cual de ninguna manera debe leerse literalmente!
Si estamos tratando con un libro profético o con un profeta que está hablando acerca de una visión o de un sueño, nos encontramos con símbolos que requieren interpretación. Sin duda estamos en el camino equivocado si tomamos esos símbolos literalmente.
Pero hasta el día de hoy, la mayoría de los cristianos casi siempre entienden literalmente los versículos acerca de las plagas en Apocalipsis, a pesar de que debería ser evidente que la humanidad estaría aniquilada completamente antes de la quinta plaga, o incluso durante las trompetas, si una montaña fuese lanzada al mar literalmente,[9] o una estrella (un sol) cayera sobre la Tierra.[10] Es por eso que tenemos ideas erróneas sobre las plagas y pensamos que la destrucción total del mundo debería comenzar tan pronto como al comienzo de la primera plaga. Sí, habrá destrucción total, pero sucederá en siete fases de intensidad creciente. Fuimos advertidos que el mundo iba a malinterpretar el tiempo de las plagas:
Los justos y los impíos continuarán viviendo en la tierra en su estado mortal, los hombres seguirán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisión final e irrevocable ha sido pronunciada en el santuario celestial.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 545 (1911).
Cuando la decisión irrevocable del Santuario haya sido pronunciada y el destino del mundo haya sido determinado para siempre, los habitantes de la tierra no lo sabrán. Las formas de la religión seguirán en vigor entre las muchedumbres de en medio de las cuales el Espíritu de Dios se habrá retirado finalmente; y el celo satánico con el cual el príncipe del mal ha de inspirarlas para que cumplan sus crueles designios, se asemejará al celo por Dios. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 673 (1911). {EUD 196.2–3}
Aquí hay una cita acerca del tiempo de angustia que es pasada por alto frecuentemente:
El tiempo de angustia, que irá en aumento hasta el fin, está a las puertas...—The Review and Herald, 24 de noviembre de 1904. {EUD 14.1}
Está hablando acerca de las plagas (el tiempo de angustia), que es descrito como que “irá en aumento”, lo que explica por qué las personas no se dan cuenta al principio que las plagas ya han comenzado.
Por esa razón se necesita el pensamiento lógico, en compañía de una interpretación cuidadosa de los símbolos proféticos. Aunque muchos cursos adventistas enseñan estas verdades, y a los adventistas les fue dado el Espíritu de Profecía en la forma de Elena G. de White, ellos no estudian sus declaraciones lógicamente. Por un lado, ella es (con toda razón) honrada como la gran profetisa del movimiento del advenimiento – y algunos adventistas se atienen a su palabra más fuerte que a la Biblia a la cual ella misma se refirió como siendo la “luz mayor”[11] – mientras que otros prefieren verla en el “montón de basura histórica.”[12]
Sin embargo, ambos grupos pasan por alto que una clara distinción de género literario tiene que ser hecha en sus escritos también. En particular, los libros de los Testimonios para la Iglesia, que incluyen consejos directos sobre asuntos específicos en lenguaje literal, tienen que ser entendidos literalmente. Sin embargo, ella también tuvo más de 2.000 visiones y sueños a lo largo de su vida, y estos tuvieron mucha influencia en lo que ella escribió. Cuando ella comienza una sección con “Vi...”, entonces debemos prestar atención, porque es el comienzo de un cambio del lenguaje literal al lenguaje profético o simbólico.[13]
Todas las declaraciones de Elena G. de White sobre la ley dominical provienen de visiones que el Señor le había mostrado, y por lo tanto nunca debió esperarse un cumplimiento literal de una ley dominical precedente a las plagas; todos deberían haber estado buscando siempre un cumplimiento a través de algo a lo que el texto apuntaba en forma simbólica. En lenguaje sencillo: si a ella le fue mostrada en visión una ley dominical que implica persecución, entonces podría significar cualquier otra cosa que una ley dominical literal, siempre y cuando tenga una conexión lógica con el simbolismo. Nosotros mostramos cómo Satanás utilizó el gemelo del sábado para tentar a la iglesia, y Dios lo permitió para probar a Su iglesia. Ninguno de los grandes teólogos adventistas reconoció esta discrepancia en su comprensión de los escritos de Elena G. de White. ¡Tal vez ninguno de ellos ha tomado alguna vez un curso bíblico adventista o cristiano de principiante – tales como “La Biblia para Dummies”![14]
La marca de la bestia
A través de la fijación constante, que casi está al borde del fanatismo, con respecto a una ley dominical precedente a las plagas, el profeso pueblo del adventismo se adormeció a otras cosas despreciables que Dios llama abominación en Su Palabra. Así es como fue posible que la ordenación de las mujeres, la tolerancia LGBT y una variedad de doctrinas falsas entraran en la iglesia inadvertidamente. Dios permitió eso porque quería poner a prueba a Su pueblo. Si el pueblo hubiera sido susceptible para reconocer la santidad de Dios y la pecaminosidad del pecado en sí mismo, habría estado clamando a gritos por causa de la entrada de la abominación en la legislación nacional de los Estados Unidos y en las iglesias protestantes. Desafortunadamente, la bomba adventista del “fuerte clamor” podría haber sido detonada sólo por un disparador sumamente específico: la Ley Dominical Nacional literal en los EE. UU. Ahora, ésta es como una bomba de posguerra sin estallar y está enterrada en algún lugar debajo de la tierra, a la espera de que un día después del Milenio, una excavadora de los trabajos de desescombro accidentalmente active el detonador. En cualquier caso, la batalla sobre la imagen de la bestia[15] ya ha sido peleada hace mucho tiempo, y la Iglesia Adventista perdió la batalla y fue invadida por el enemigo. Ella firmó su rendición total el 8 de julio de 2015, cuando rehusó presentarse para el desafío en el Monte Carmelo.
Ya en el 2010, en el estudio de Orión, investigué acerca de la cuestión de quién podría ser el grupo de personas que no tienen una idea clara de lo que constituye el pecado, y seguí el consejo de estudiar el quinto capítulo del Apocalipsis.
El quinto capítulo de Apocalipsis debe estudiarse detenidamente. Es de la mayor importancia para los que han de desempeñar una parte en la obra de Dios en estos últimos días. Algunos están engañados. No se percatan de lo que está por suceder en la tierra. Son víctimas de un error fatal los que se han dejado confundir en lo que concierne a la naturaleza del pecado. A menos que hagan un cambio decisivo, serán hallados faltos cuando Dios pronuncie sus sentencias sobre los hijos de los hombres. Habiendo transgredido la ley y quebrantado el pacto eterno, recibirán un galardón correspondiente a sus obras. {9TI 213.2}
La Iglesia Adventista transgredió los Mandamientos de Dios de varias maneras (a excepción del sábado, porque eso hubiera sido demasiado obvio). De esa manera, ella se unió a las filas de las hijas caídas de Babilonia, que tienen “ecumenismo” escrito en su frente y se dan la mano de la fidelidad con el papa. Hoy en día, ya no hay ninguna diferencia entre los objetivos del papa declarados públicamente en el 2015 y los objetivos actuales de la Iglesia Adventista.[16]
Ellos todavía están esperando la marca de la bestia, la cual entienden como siendo la aceptación de la santidad del domingo impuesta por los gobiernos de cada nación bajo sanción de la ley. Pero debido a que interpretaron la profecía que les fue dada de una manera literal, no reconocieron que la bestia de Apocalipsis 17 es el Nuevo Orden Mundial de la ONU. Esta “bestia” (el símbolo bíblico para un poder de dominio mundial) está siendo manejada (controlada) por la ramera (la Iglesia de Roma bajo el Papa Francisco).[17] Lo que hubiera pasado literalmente en la década de 1880, si la iglesia se hubiera mantenido fiel, ahora debe servir como un símbolo por los eventos que hemos experimentado en los últimos años en el juicio de los vivos del 2012 al 2015.
Al entender quién es la bestia, específicamente la Organización de las Naciones Unidas, también se entiende qué es la marca de la bestia. Así como el domingo es la marca de la autoridad legislativa de la Iglesia de Roma, las leyes de la ONU son su marca. La ley que fue proclamada en todas partes en el 70o aniversario de la ONU el 24 de octubre de 2015 fue la ley de tolerancia sobre todo el planeta. Ese fue el Gran Sábado al final del ciclo del juicio de Orión (la segunda posibilidad del Día de la Expiación en el 2015, de la misma manera como en 1844), el cual fue también el comienzo del primer día del ciclo de las plagas de Orión (el 24/25 de octubre del 2015). Exactamente un mes antes, el “Papa” Francisco había dado sus órdenes para el establecimiento mundial de una falsa tolerancia para todos los que están en contra de las leyes de Dios, mientras claramente propugnando intolerancia en contra de aquellos quienes él ha designado como teniendo la “enfermedad mental del fundamentalismo”.[18] La nueva tolerancia hacia las perversiones humanas, apoyada por los seguidores de los movimientos de LGBT, a favor de la ordenación de la mujer, y los defensores de las corrientes incontrolables de “refugiados” quienes están siendo bienvenidos con los brazos abiertos, está en contra de la Palabra de Dios y por lo tanto en contra de Su Ley. Así que, esta legislación global de la ONU se ha convertido en la marca de la bestia. Cualquier persona que apruebe esas cosas toma la marca de la bestia y recibe las plagas.[19]
La Iglesia Adventista bajo su presidente Ted Wilson no perdió tiempo para arrimarse al hombro de Ban Ki-Moon (y por lo tanto también al de Satanás Francisco) garantizándole su lealtad. Cerca de cien mil adventistas leyeron nuestro reporte acerca de la traición del liderazgo hacia su propio pueblo, pero casi nadie – sólo un puñado – hizo que la iglesia sufriera las consecuencias al salirse de ésta en protesta, ya que ella claramente había aceptado la marca de la bestia.
La decisión fatal
Ministros no santificados se están alistando en contra de Dios. Están alabando a Cristo y al dios de este mundo al mismo tiempo. Mientras profesan recibir a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus acciones dicen: “No a éste, sino a Barrabás”. Presten atención todos los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede hacer. Quiere destruir la unidad que debe existir en la iglesia y por la cual oró Cristo. Dice: “Saldré y seré un espíritu mentiroso para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para calumniar”. Albergue al engañador y al testigo falso una iglesia que ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia desechará el mensaje que el Señor ha enviado y recibirá los más irrazonables asertos, falsas suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos porque él sabe cuál es la verdad.
Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo en las manos la antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los ministros fieles serán retirados de entre aquellos que creen saber tanto. “¡Oh, si también tú conocieses—dijo Cristo—a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos”. {TM 409.2–3}
Ellos se han convertido en el tercer pueblo de Dios rechazado. La historia se repitió una vez más con ella: primero fueron los judíos... luego fue el cristianismo, con la Iglesia Católica y el protestantismo caído... y, finalmente, ahora la Iglesia Adventista, la séptima iglesia, la Laodicea vomitada.[20]
Desde hace más de cinco largos años advertimos sobre el fin cercano del tiempo de la gracia, junto con los tres ángeles de Apocalipsis 14. Después clamamos junto con el ángel de Apocalipsis 18: “¡Salid de ella, pueblo mío!” Y explicamos que todas las iglesias habían caído, como queda claro por la descripción de los “144.000” habitantes especiales de Filadelfia[21] (la cual incluye a todos los fieles desde el principio del mensaje del tercer ángel en 1846 hasta la segunda venida de Jesús)[22] pues son vírgenes, y no se han contaminado con mujeres (simbolizando a las iglesias).[23] El eco de nuestras advertencias se desvaneció sin ser escuchado.
Advertimos muchas veces que los juicios de Dios podrían haber empezado y fuimos entregados al balido constante de las ovejas descaminadas, debido a que Jesús puso la misericordia antes que la justicia y clamó cuatro veces “Retened” y cuatro veces “Mi sangre” en el ciclo de las trompetas, desde febrero de 2014 hasta octubre de 2015.
Cuántas veces hemos sido instados a que finalmente nos demos por vencidos, pero cada vez que nuestra situación parecía sin esperanza, un nuevo rayo de luz vino desde el trono de Dios y nos estimulaba con un ánimo renovado. Esto cumple la profecía del zarandeo:
Vi que algunos, con fe robusta y gritos acongojados, clamaban ante Dios. Estaban pálidos y sus rostros demostraban la profunda ansiedad resultante de su lucha interna. Gruesas gotas de sudor bañaban su frente; pero con todo, su aspecto manifestaba firmeza y gravedad. De cuando en cuando brillaba en sus semblantes la señal de la aprobación de Dios, y después volvían a quedar en severa, grave y anhelante actitud.
Los ángeles malos los rodeaban, oprimiéndolos con tinieblas para ocultarles la vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran en la obscuridad que los rodeaba, a fin de inducirlos a desconfiar de Dios y murmurar contra él. Su única salvaguardia consistía en mantener los ojos alzados al cielo [a Orión], pues los ángeles de Dios estaban encargados del pueblo escogido y, mientras que la ponzoñosa atmósfera de los malos ángeles circundaba y oprimía a las ansiosas almas, los ángeles celestiales batían sin cesar las alas para disipar las densas tinieblas.
De cuando en cuando Jesús enviaba un rayo de luz a los que angustiosamente oraban, para iluminar su rostro y alentar su corazón. Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada demanda, sino que se mostraban indiferentes y negligentes, sin cuidarse de resistir a las tinieblas que los envolvían, y éstas los encerraban como una nube densa. Los ángeles de Dios se apartaron de ellos y acudieron en auxilio de los que anhelosamente oraban. Vi ángeles de Dios que se apresuraban a auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los ángeles malos y procuraban ayudarse a sí mismos invocando perseverantemente a Dios. Pero nada hicieron sus ángeles por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos, y los perdí de vista. {PE 169.1–270.1}
Preguntas abiertas
Al igual que Elías, a menudo nos preguntamos: ¿Dónde está el resto de los 144.000, que deben pelear junto con nosotros? ¿Dónde se esconden? ¿Son demasiado cobardes como para salir y tomar su posición como testigos de Dios? ¿O tienen razón los otros estudiantes de la Biblia al decir que la mayoría de ellos ya están muertos, a pesar de que el Espíritu de Profecía[24] dice que los 144.000 están entre los vivos que pasarán por las plagas hasta el final?[25]
Hoy, sabemos que 144.000 es un número altamente simbólico que representa a los 12 pioneros adventistas al comienzo del juicio de los muertos y los 12 pioneros de los adventistas del gran sábado al comienzo del juicio de los vivos y no indica un número real de personas. Cualquier cantidad que sean, ellos fueron todos sellados con el Gran Sello de Dios en Orión antes del gran tiempo de angustia. Ahora en el tiempo de la cosecha en la fase final de la historia de la Tierra, ellos llamarán a una multitud de personas (bíblicamente 1000), quienes han consagrado sus corazones a Dios y por lo tanto Le pertenecen a Él, a salir de las iglesias caídas (¡todas!).[26] Eso ya fue explicado en el artículo anterior de esta última serie para la gloria de Dios. ¿Cómo pueden ellos recibir todavía el sello de la iglesia de Filadelfia, y cuál exactamente es su tarea en estos últimos días? ¿Cómo pueden ellos demostrar su “amor fraternal” y por lo tanto vivir a la altura del nombre de Filadelfia?
También nos preguntamos: ¿Por qué Dios no respondió con fuego del cielo al desafío del Monte Carmelo el 8 de julio de 2015, como lo esperábamos? ¿Por qué no confirmó el remanente de Su pueblo, cómo lo hizo en aquel entonces con Elías? ¿Por qué no nos permitió recibir ninguna confirmación de esta fecha, excepto a través del “profeta” caído, Ernie Knoll, que está luchando ferozmente contra nosotros?[27] Quien dijo claramente que Jesús estaba a punto de hacer que las cosas sucedieran en ese mismo día, pero una vez más Él dio misericordia. ¿Por qué permitió Dios que nuestro “enemigo” nos confirmara, mientras que nuestros “hermanos” estaban exaltándose a sí mismos por su supuesta victoria cortándose de la vida eterna [como los sacerdotes de Baal]?
Esperamos en vano en ese día el terremoto de Apocalipsis 11, el cual va de la mano con la sexta trompeta (el segundo ay) y debía haber limpiado la iglesia:
En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
¿Por qué no sucedió nada de esto? ¿Por qué no se derrumbó el techo del Alamodome y enterró a los líderes infieles bajo él? Entonces, muchas personas podrían haberse salvado (y a través de ellas muchas otras más). Hoy sabemos que el liderazgo de la iglesia hizo un truco motivado por la codicia, para zafarse a sí mismos del lazo de su propia lealtad a la ONU. Dios respondió a Su manera: Él infligió el peor castigo posible que un pueblo puede recibir – Él los abandonó y completamente desistió de dar la purificación y el castigo de reprensión que el amor habría dado. Simplemente, no había nada más que limpiar. El barco se hundió con ratones y hombres, u ovejas y pastores, respectivamente.
¿Fracasó entonces el desafío del Monte Carmelo? ¿Rechazó también Dios a Su pequeño pueblo remanente, los adventistas del gran sábado? ¿Por qué no cayó el fuego del cielo? Y ¿qué pasa con los otros cristianos? ¿Están todos perdidos debido a que la puerta de la gracia se cerró, o hay todavía esperanza para ellos de que alguien les traiga un mensaje de sustento para sellarlos en la iglesia de Filadelfia?
Como Pedro, gozosamente nos levantamos de repente cuando Jesús apareció caminando sobre el agua y saludándonos en la tormenta en el mar. Estábamos seguros de que podíamos encontrarnos con Él caminando también sobre el agua, a través de mostrar la misma voluntad de sacrificio que Él tenía. Como Moisés, nosotros voluntariamente ofrecimos nuestras vidas eternas,[28] si tan sólo la lucha pudiera ser ganada para el bienestar de la vida inteligente en el universo,[29] y que nuestro Señor no hubiera muerto en vano por la humanidad.
Y, sin embargo, al acercarnos al umbral de las plagas y ningún fuego había caído del cielo en la sexta trompeta, también empezamos a hundirnos como Pedro. Cerramos los sitios web dos veces por tres días y medio, y en oración aclaramos nuestros pensamientos. Entonces los dos testigos se levantaron de nuevo. Jesús nos había tomado de la mano otra vez, y nos sacó de la oscuridad de las aguas circundantes (los pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas[30]) mientras escuchábamos las palabras que fueron dirigidas a Pedro haciendo eco en la noche: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”[31]
Esa advertencia preparó a la mayoría de nosotros para el comienzo de la primera plaga el 25 de octubre de 2015, cuando el esperado estallido de rayos gamma no se materializó y en vez “sólo” un huracán (aunque fue el más grande en la historia) sopló y cedió sin causar un gran desastre.
Y cuando ellos [Jesús y Pedro] subieron en la barca, se calmó el viento. (Mateo 14:32)
No podíamos permitir ser confundidos por el rugido de los burladores; teníamos que mostrar fe. Esta es una fe que tiene la paciencia para soportar supuestos retrasos, y es de una calidad que corresponde a la fe inquebrantable de Jesús a través de las pruebas:
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Apocalipsis 14:12)
Ya estábamos en el tiempo de las plagas cuando el Espíritu Santo nos guio a darnos cuenta de que Jesús nos había traído a esta situación deliberadamente, para enviarnos otro de Sus rayos de luz alentadores.
En la encrucijada
Acontecimientos bíblicos que nos fueron dados como tipos para los últimos días no deben ser considerados por separado y sin contexto. El caminar de Jesús sobre el agua y la duda de Pedro tuvieron lugar entre dos eventos importantes: la alimentación de los 5.000 y la alimentación de los 4.000.
Pocas personas conocen las diferencias entre las dos alimentaciones, y por lo tanto pasan por alto que ellas representan una bifurcación en el camino y una transición entre dos fases de la predicación del Evangelio.
En sus comentarios adicionales para Mateo capítulo 15, el Comentario Bíblico Adventista analizó cómo la alimentación de los 5.000 todavía concernía a los judíos, mientras que la alimentación de los 4.000 fue para los no judíos o gentiles. El Espíritu de Profecía explica por qué los discípulos no entendieron que los 4.000 también serían alimentados por un milagro, como lo fueron los 5.000 anteriormente:
Jesús subió a una montaña y allí la muchedumbre acudió a él trayendo a sus enfermos y cojos y poniéndolos a sus pies. El los sanaba a todos; y la gente, pagana como era, glorificaba al Dios de Israel. Durante tres días este gentío continuó rodeando al Salvador, durmiendo de noche al aire libre y de día agolpándose ávidamente para oír las palabras de Cristo y ver sus obras. Al fin de los tres días, se habían agotado sus provisiones. Jesús no quería despedir a la gente hambrienta, e invitó a sus discípulos a que le diesen alimentos. Otra vez los discípulos manifestaron su incredulidad. En Betsaida habían visto cómo, con la bendición de Cristo, su pequeña provisión alcanzó para alimentar a la muchedumbre; sin embargo, no trajeron ahora todo lo que tenían ni confiaron en su poder de multiplicarlo en favor de las muchedumbres hambrientas. Además, los que Jesús había alimentado en Betsaida eran judíos; éstos eran gentiles y paganos. El prejuicio judío era todavía fuerte en el corazón de los discípulos, y respondieron a Jesús: “¿De dónde podrá alguien hartar a éstos de pan aquí en el desierto?” Pero, obedientes a su palabra, le trajeron lo que tenían: siete panes y dos peces. La muchedumbre fué alimentada, y sobraron siete grandes cestos de fragmentos. Cuatro mil hombres, además de las mujeres y los niños, repararon así sus fuerzas, y Jesús los despidió llenos de alegría y gratitud. {DTG 371.3}
La gran transición del ministerio de Jesús de Galilea (la zona judía) a la de la región fenicia del norte, tuvo lugar entre las dos alimentaciones. Esto sucedió justo un año antes de Su muerte en la Cruz.
En el Comentario Bíblico de Mateo 15:21 leemos lo siguiente:
El episodio que se relata aquí pudo haber ocurrido, según la cronología que adopta este Comentario, hacia fines de la primavera del año 30 d. C., quizá en el mes de mayo. Con la alimentación de los cinco mil y el sermón acerca del pan de vida en la sinagoga de Capernaúm (ver com. Juan 6: 1, 25), el ministerio en Galilea llegó a su culminación. Así como había ocurrido en Judea quizá un año antes, el sentimiento popular se volvió contra Jesús (DTG 358), y la mayoría de los que se habían considerado como seguidores del Maestro, lo rechazaron (ver com. Juan 6: 60-66). La alimentación de los cinco mil había acaecido poco antes de la pascua (Juan 6: 4), fiesta a la cual Jesús no asistió (ver com. Juan 7: 1).
Lo que había ocurrido durante el tercer viaje por Galilea había alarmado grandemente a los dirigentes judíos (ver DTG 360; com. Mar. 6: 14). Después de la pascua, una delegación venida de Jerusalén había encarado a Jesús con la acusación de que estaba debilitando los requisitos religiosos (Mar. 7: 1-23). Pero el Señor los silenció revelando la hipocresía de sus corazones y ellos se alejaron enojados y disgustados (DTG 363). Por su actitud y sus amenazas habían dejado en claro que la vida de Jesús corría peligro (DTG 363, 367). Por esto, en armonía con el consejo que había dado con anterioridad a los discípulos, se alejó de Galilea por un tiempo (ver com. Mat. 10: 14, 23), así como se había ido de Judea el año anterior, cuando había sido rechazado por los dirigentes judíos (ver com. cap. 4: 12).
La retirada de Jesús de Galilea hacia el norte inició un nuevo período en su ministerio, y terminó el que había llevado a cabo en Galilea, al cual, según la cronología adoptada en este Comentario, había dedicado alrededor de un año, desde aproximadamente la pascua del año 29 d. C. hasta la del año 30 d. C. Por este tiempo ya no quedaba más que un año hasta su muerte.
Si bien lo que movió a Jesús a retirarse a la región de Fenicia parece haber sido, en primera instancia, la contienda con los fariseos venidos de Jerusalén, Cristo tenía otros propósitos al hacer el viaje. No sólo tenía razones por las cuales quería irse de Galilea, sino que también tenía otras para querer ir a Fenicia. Puesto que había sido rechazado por los judíos tanto en Judea como en Galilea, Jesús procuró hallar la oportunidad de instruir a sus discípulos en la manera de trabajar por los que no eran judíos. Los paganos necesitaban recibir el Evangelio, y Jesús comenzó a presentar una serie de lecciones para que los discípulos percibieran las necesidades de los paganos y comprendieran que también ellos eran candidatos en potencia para el reino de los cielos. El viaje a Fenicia le proporcionó una excelente oportunidad para presentar esta instrucción (DTG 366). Sólo se registra un milagro realizado durante su visita a Fenicia. Este viaje claramente no fue un viaje misionero como lo habían sido sus tres viajes por Galilea, porque Jesús se ocultó y no quiso que se supiera de su presencia allí (Mar. 7: 24).
La vida y el ministerio de Jesús son un tipo para el tiempo de los 144.000. Incluso nosotros, los adventistas del gran sábado, nos encontramos en la encrucijada el 8 de julio de 2015, divididos entre predicar a los adventistas del séptimo día, nuestro propio pueblo con quienes tenemos una base de enseñanza común, y predicar a un pueblo que describiríamos como los “paganos modernos”: los protestantes que apostataron hacia el catolicismo, y a los católicos mismos, con los que nuestra única base común es la fe en Jesucristo, si incluso eso. (La mayoría de ellos están buscando ahora una base doctrinal común en la fe de Abraham, para unirse con otras religiones del mundo, como el judaísmo y el islam.)
Nos dimos cuenta de que la apóstata Iglesia ASD ya no es el pueblo de Dios y se había convertido en una hija de Babilonia. Elena G. de White advirtió que esto podría ocurrir, incluso si la gente siempre da citas que aparentemente dicen lo contrario.[32] Por lo tanto, comenzamos a dirigir nuestra predicación especialmente a cristianos no adventistas en ese momento, casi un año antes del esperado retorno del Señor y justo antes de las plagas, como Jesús nos había mostrado por medio de Su predicación a los fenicios después de que los judíos Lo habían rechazado y habían comenzado a conspirar contra Él.
Al igual que Jesús, fuimos abandonados por muchos de nuestros profesos seguidores cuando el Desafío del Monte Carmelo aparentemente fracasó, y tuvimos que soportar muchas acusaciones por parte de sus líderes. Aun así, cuando no pudieron negar la verdad de los Grandes Sábados y expusimos su hipocresía en algunos de nuestros artículos actuales de Noticias Mundiales, nos eliminaron de casi todos los grupos adventistas en Facebook e intentaron silenciarnos de esa manera. Había llegado a ser imposible para nosotros ofrecer los mensajes de Dios proviniendo del Cielo como mercancía en el “mercado mundial”.
También es de destacar cómo Jesús indica claramente con Su comportamiento que realmente es en el tiempo de las plagas, cuando llamaríamos a los últimos del pueblo de Dios de las otras iglesias: “... Jesús se ocultó y no quiso que se supiera de su presencia allí.”
Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. (Isaías 26:20)
Ahora vamos a echar un breve vistazo a la simbología bíblica de los números asociados con la alimentación de los 5.000 y 4.000, y lo que podrían significar.
En la alimentación de los 5.000, tenemos los números: 5 panes y 2 peces = 7 unidades de alimentación con 12 cestas de comida de sobra. El estudiante diligente se dará cuenta de inmediato que tenemos cifras del estudio de Orión en frente de nosotros. El número de Jesús (7) y el número del pacto (12) están claramente presentes. Si los multiplicamos, obtendremos 7 × 12 = 84, lo que representa la mitad del resultado de la fórmula de Orión, la duración de 168 años del juicio de los muertos.
Una pista lógica y hermosa resulta de esto también. En Su predicación a los judíos, Jesús sólo cumplió la primera parte del pacto, mientras que la segunda parte debía ser cumplida por los adventistas del gran sábado durante el tiempo del juicio de los vivos desde mayo de 2012 hasta octubre de 2015. El juicio investigador llegó a su fin sólo a través del testimonio directo del Testigo Fiel, cuando Jesús habló desde el Cielo (Orión), y todos los adventistas vivos fueron zarandeados y llevados al punto de decisión.
Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dió a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estandarte y a difundir la recta verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios. {PE 270.2}
En la alimentación de los 4.000 paganos, tenemos el número de Jesús (7) otra vez en los siete panes. Interesantemente, no hay ninguna mención de la cantidad de peces en el texto bíblico. Sin embargo, obtenemos el número 7 de nuevo en las cestas de comida sobrante. Debido al hecho de que esta alimentación era para las naciones paganas, es lógico pensar que es acerca del ciclo de las trompetas[33] con las siete trompetas, tiempo durante el cual comenzamos a retirarnos cada vez más de la Iglesia Adventista por su rechazo del mensaje de Dios. Las siete cestas restantes entonces representarían el tiempo de las siete plagas postreras, donde el resto del mensaje también puede alcanzar al remanente del pueblo de Dios, y proporcionará alimento espiritual para ellos en el tiempo de hambre espiritual.[34] En el artículo anterior, el hermano Gerhard explicó cuándo comenzarán estos días de la cosecha de trigo.
Hay otras diferencias significativas entre las dos alimentaciones que apoyan esta interpretación. Por ejemplo, la alimentación de los 5.000 se llevó a cabo en pastos verdes, mientras que la alimentación de los 4.000 ocurrió en el desierto seco – lo cual simboliza el tiempo de las plagas.
¿Qué grupo de personas recibió mejor las enseñanzas de Jesús? ¿Los judíos o los gentiles? El número de cestas de comida sobrante indica que los judíos, a pesar de que fueron mayores en número, dejaron mucha más comida (enseñanzas) que el grupo de páganos (sólo siete en lugar de doce cestas). De esta manera, la historia se ha repetido (o se repetirá): Los adventistas dejaron 12 cestas de comida sobrante, lo que significa que han dejado o abandonado el pacto (12). Sin embargo, aquellos que aceptaron la verdad durante el ciclo de las trompetas y los que todavía la recibirán en el ciclo de las plagas, alcanzarán la perfección en Jesús (7).
Los panes simbolizan el mensaje de Orión en el que Jesús muestra Su cuerpo con Sus heridas en Orión. Los peces representan la sangre de Cristo o Su ADN, que es reproducido en Sus verdaderos seguidores que entienden y aceptan la Lista de los Grandes Sábados.
Aquellos que no participan en estos mensajes finales de Cristo sobre Su cuerpo (el pan) y sangre (el pescado = ADN) y Su sacrificio,[35] no heredarán el reino de los cielos. Los únicos que realmente celebran la Santa Cena son los que saben cómo interpretar las señales en los cielos y están dispuestos a dar sus vidas (eternas) por los demás.
El 16 de diciembre de 1848, el Señor me dió una visión de la conmoción de las potestades del cielo. Vi que cuando el Señor dijo “cielo” al anunciar las señales indicadas por Mateo, Marcos y Lucas, quería decir el cielo, y cuando dijo “tierra” se refería a la tierra. Las potestades del cielo son el sol, la luna y las estrellas. Gobiernan en los cielos. Las potestades terrenas son las que gobiernan en la tierra. Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios. Entonces el sol, la luna y las estrellas se desquiciarán de su asiento. No se aniquilarán, sino que se conmoverán a la voz de Dios.
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. La atmósfera se partió, arrollándose hacia atrás, y entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios. Por aquel espacio abierto descenderá la santa ciudad de Dios... {PE 41.1–2}
Las trayectorias del sol y la luna determinaron la tabla de los Grandes Sábados en el Buque del Tiempo de acuerdo con las instrucciones específicas acerca de los días festivos del Señor en la Biblia.[36] Estos nos enseñaron la historia del adventismo del séptimo día y muchos de sus puntos de creencias importantes, que son necesarios para la salvación.
Las estrellas de Orión desplegaron el libro de los Siete Sellos y nos contaron la historia de la humanidad, desde el inicio de la Creación del hombre, a través del tiempo del juicio hasta llegar al fin del mundo. No, los cuerpos celestes no han desaparecido ni han sido aniquilados, sino que causaron el zarandeo. El pueblo de Dios fue aventado y sacudido cuando debería haber temblado ante Su voz. La mayoría de la gente sólo escuchó truenos sin entender algún significado detrás de ellos. ¡Qué lástima!
Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 14.2}
Estábamos en la encrucijada y decidimos seguir yendo por el camino pedregoso que implica la disposición al sacrificio.
Con frecuencia, vacilamos, nada dispuestos a dar todo lo que tenemos, temiendo gastar y ser gastados para los demás. Pero Jesús nos ha ordenado: “Dadles vosotros de comer.” Su orden es una promesa; y la apoya el mismo poder que alimentó a la muchedumbre a orillas del mar.
El acto de Cristo al suplir las necesidades temporales de una muchedumbre hambrienta, entraña una profunda lección espiritual para todos los que trabajan para él. Cristo recibía del Padre; él impartía a los discípulos; ellos impartían a la multitud; y las personas unas a otras. Así, todos los que están unidos a Cristo, recibirán de él el pan de vida, el alimento celestial, y lo impartirán a otros. {DTG 337.1–2}
¿Tomaste el mismo camino que nosotros, y estabas velando despiertamente con Jesús antes de que llegara el tiempo de angustia? Entonces probablemente también recibiste el Gran Sello y perteneces a los “144.000” entendidos[37] quienes ahora alimentarán la Gran Multitud. Si no fue así, entonces ahora tienes la oportunidad de comer la comida que los insensatos han dejado.
Las vigilias nocturnas
Los nuevos descubrimientos que son revelados en esta última serie de artículos nos fueron dados sobre todo al comienzo de la segunda plaga (el primer par de líneas del trono marcando del 2 al 5 de diciembre de 2015 en el ciclo de las plagas) y la fiesta de las luces, Janucá, (del 7 al 14 de diciembre de 2015[38]). Estos hallazgos llegaron a través de la influencia del Espíritu Santo, como la luz que fue alimentada a través del milagro del aceite,[39] por lo que creemos que todavía es la voluntad del Señor que los compartamos con ustedes.
Si una vez más estamos demasiado ciegos para reconocer la plena luz del sol Alnitak,[40] entonces el Señor envía sueños que alumbran nuestro camino a la verdad de la Biblia. Uno de esos sueños nos llevó a la historia de Jesús caminando sobre el agua y a la comprensión de que este acontecimiento corresponde al 8 de julio de 2015, cuando nosotros y la Iglesia ASD estuvimos en la bifurcación del camino como Pedro. Sin embargo, tomó un cierto tiempo hasta que se nos permitió reconocer que un tiempo preciso del Señor está conectado con ese evento.
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. (Mateo 14:25)
Al leer esto, debemos recordar que Elena G. de White hizo una declaración clara acerca de las vigilias de la noche en relación con su tiempo:
Vi que las sucesivas vigilias eran cosa del pasado. Por causa de esto, ¿debería haber falta de vigilancia? ¡Oh, no! Hay ahora una mayor necesidad de velar incesantemente, porque nos queda menos tiempo que cuando se produjo la primera vigilia. Ahora el período de espera es necesariamente más corto que antes. Si esperamos con una vigilancia inquebrantable entonces, con cuánto mayor interés deberíamos velar el doble que antes durante la segunda vigilia. El transcurso de esta segunda vigilia nos ha traído a la tercera y ahora no hay excusa ninguna para disminuir nuestra vigilancia. La tercera vigilia reclama una triple dedicación. Ponernos impacientes ahora implicaría perder toda nuestra ferviente y perseverante vigilancia anterior. La larga noche de pesar nos somete a prueba, pero la mañana se posterga misericordiosamente, porque si el Maestro viniera ahora, hallaría a tantos sin preparación. La actitud de Dios de no permitir que su pueblo perezca ha sido la razón de tan larga demora. Pero la venida de la mañana para los fieles, y de la noche para los infieles, está a punto de producirse. Al esperar y velar, el pueblo de Dios debe manifestar su carácter peculiar, su separación del mundo. Mediante nuestra actitud vigilante debemos demostrar que somos verdaderamente extranjeros y peregrinos sobre la tierra. La diferencia entre los que aman al mundo y los que aman a Cristo es tan clara que resulta inconfundible. Mientras los mundanos dedican todo su entusiasmo y su ambición a obtener los tesoros terrenales, el pueblo de Dios no se conforma a este mundo, sino que manifiesta, mediante su actitud fervorosa de vigilia y espera, que ha sido transformado; que su hogar no está en el mundo, sino que está buscando una patria mejor: la celestial. Espero, mis queridos hermanos y hermanas, que ustedes no leerán estas palabras sin ponderar cuidadosamente su importancia. Así como los hombres de Galilea permanecieron con los ojos fijos en el cielo para captar, si fuera posible, una vislumbre de su Salvador que ascendía, dos hombres vestidos de blanco, ángeles celestiales encargados de consolarlos por la pérdida de la presencia de su Salvador, se pusieron de pie junto a ellos y les dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11. {2TI 175.2}
La afirmación de que los adventistas ya estaban en la tercera vigilia fue recibida a través de una visión en 1868. Ahora tenemos que armonizar todas las cuatro vigilias de la noche con esta fecha y con la seguridad de que ya estábamos en la cuarta vigilia nocturna el 8 de julio de 2015.
Debemos llevar en nuestra caja de herramientas el conocimiento de que los judíos dividían las vigilias de la noche en tres turnos, mientras que los Evangelios hablan de cuatro vigilias nocturnas de acuerdo con la práctica de los romanos. Dado que fuimos dirigidos a este estudio a través del versículo de la Biblia con Pedro, debemos considerar cuatro vigilias de la noche – no para copiar los romanos, sino para quedarnos con el modelo bíblico. Con cuatro divisiones, las vigilias nocturnas abarcan los siguientes horarios: desde la puesta del sol hasta las 9 p.m., desde las 9 p.m. hasta la medianoche, desde la medianoche hasta las 3 a.m. y desde las 3 a.m. hasta el amanecer.
Un tema difícil
Mientras estábamos estudiando este tema en nuestro foro de estudio, nos dimos cuenta de que las vigilias de la noche aparentemente están orientadas de manera similar a los ciclos de Orión. Vimos, por ejemplo, una buena concordancia con los eventos del Gran Ciclo de Orión que comenzó con la creación de Adán y terminó con la primera venida de Jesús. Esperar por la primera venida de Jesús fue sin duda parte de la “primera vigilia”. La segunda vigilia podría haber sido el próximo período de espera de la segunda venida de Jesús, que podría haber terminado con la predicción de Guillermo Miller con respecto al regreso de Jesús en 1844. Esa vigilia nocturna correspondería en gran parte a la era cristiana, y por lo tanto a la parte de “fuera” del libro de los Siete Sellos. La tercera vigilia de la noche entonces se hubiera orientado al comienzo del juicio investigador. Una vez más, habría comenzado y terminado en los límites de un ciclo de Orión. La declaración de Elena G. de White mencionada anteriormente, de que la iglesia estaba en la tercera vigilia en 1868, armonizaría con eso. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el sueño que nos indicó que el 8 de julio de 2015 era una fecha dentro de la cuarta vigilia nocturna debe insinuar que el ciclo de las trompetas de Orión representa la cuarta vigilia de la noche.
Aunque resultará que la última conclusión es de hecho correcta, hay algunos problemas con la idea de que todas las vigilias de la noche están alineadas con el comienzo y el final de los ciclos de Orión:
El Gran Ciclo de Orión comienza con la creación de Adán y termina con el nacimiento de Jesús, pero Adán y Eva no comenzaron a esperar y a velar por Jesús hasta que cayeron en pecado. Aún tenían perfecta comunión con Él antes de ese tiempo. Tampoco la vigilia de la noche terminó cuando Jesús nació, porque Su ministerio no comenzó sino hasta unos 30 años después. El verdadero punto de espera durante la vigilia de la noche era ver el establecimiento de Su reino y el fin del pecado.
En la era cristiana, tenemos un problema para determinar cuándo comenzó la segunda vigilia nocturna. ¿Comenzó ésta con la muerte de Jesús en la Cruz en el año 31?[41] ¿O fue en el cierre de la puerta de la gracia para la nación judía en el año 34 y al comienzo de la predicación de Pablo a los no judíos? ¿O fue incluso aun en la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.? El final de esta segunda vigilia de la noche no es tan claro como podría parecer a primera vista tampoco. ¿Podría haber venido Jesús realmente en 1844, cuando Elena G. de White dice que fue “sólo una prueba” para los fieles, y en verdad fue el comienzo del juicio investigador en el Cielo? ¿O podría Jesús haber venido incluso antes de 1844? No tenemos evidencia bíblica para cualquiera de esos escenarios.
¿Qué hay del ciclo del juicio del Reloj de Orión, en el cual cae la declaración de 1868 de Elena G. de White, diciendo que este año pertenecía ya al tiempo de la tercera vigilia de la noche? ¿Qué debemos hacer con la cuestión del sábado, que realmente no comenzó a ser prominente hasta 1846? Y en 1856 Elena G. de White dijo que la iglesia se había convertido en Laodicea... ¿es eso algo que tenemos que considerar también? En ese sentido, si la tercera vigilia de la noche comenzó en 1844 o 1846, entonces ¿por qué la gran profetisa adventista no recibió la pista en visión hasta unos 20 años después? ¡En este ciclo, también tenemos la clara posibilidad de que Jesús podría haber venido en 1890! ¿Terminó la tercera vigilia nocturna con eso, y comenzó la cuarta? Entonces, la idea sería errónea de que el próximo ciclo de Orión (el ciclo de las trompetas) representa la cuarta vigilia de la noche, y la fecha del sueño del 8 de julio de 2015 sería poco importante, o dada muy tarde como una pista.
Algunos presentaron la idea de que las vigilias de la noche podrían estar alineadas con los mensajes de los ángeles de Apocalipsis 14, pero entonces la primera y la segunda vigilias nocturnas terminarían en el mismo momento y habrían durado sólo unos pocos años, mientras que la tercera de 1846 (la verdad del sábado) habría durado hasta el 2010, cuando comenzó el mensaje de Orión. ¿O deberíamos tomar en vez 1888, el año que fue mencionado por Elena G. de White como el comienzo del mensaje del Cuarto Ángel? ¿Cómo podría ser que ella dijo que nos encontramos ahora (durante la tercera vigilia nocturna) mucho más cerca de la “mañana” de Su venida que, en la primera o segunda vigilias de la noche, dado que esas fueron tan breves y la tercera o cuarta eran muchos años más largas?
Todos esos enfoques plantean dificultades y ciertamente vienen con más preguntas que respuestas. No obstante, el problema de las vigilias de la noche es un tema muy interesante para los fijadores de fechas bien arraigados y ¡aquellos que estén interesados en la profecía bíblica!
La señal del vigilante
Cuando oré acerca de este tema, se hizo evidente que necesitaríamos una señal para diferenciar las vigilias nocturnas — una señal clara que pudiera indicar que una vigilia de la noche había terminado, y otra había comenzado. Al instante recordé que los vigilantes nocturnos en la Europa antigua daban señales para mantener a la gente calmada y mostrar que estaban en guardia.[42] También campanas que estaban alineadas con las vigilias de la noche del guardia, eran sonadas a bordo de barcos.[43]
Entonces hice algunas investigaciones y de inmediato encontré que tanto los judíos como los romanos anunciaban su cambio de guardia con trompetas o cuernos. En el curso Estudio de la Biblia Ágape [inglés], encontramos una pieza muy interesante sobre las costumbres de los tiempos bíblicos. Cito lo siguiente:
El final de cada vigilia, y el comienzo de la siguiente era señalado por un toque de trompeta. La Tercera Vigilia era desde la medianoche hasta las 3 a.m. Al cierre de la Tercera Vigilia una señal era dada por los guardias romanos – una trompeta era sonada para indicar el final de la Vigilia y el cambio de guardia. Este toque de trompeta al final de la Tercera Vigilia era llamado el “gallicinium” o “el canto del gallo”. Jesús estaba identificando el tiempo de la última negación de Pedro como justo antes de “que cante el gallo”. Eso no podría indicar un tiempo específico porque los gallos son notoriamente impredecibles en su canto, y había una ordenanza rabínica en contra de mantener a las gallinas dentro de los muros de la Santa Ciudad porque se temía que su escarbar produciría “cosas impuras”, violando así las leyes de la pureza (J. Jeremías, Jerusalén en el Tiempo de Jesús, página 47, nota 44). Sin embargo, si Jesús se estaba refiriendo al gallicinium, “la hora del canto del gallo”, esto era una señal militar precisa (Biblia Anchor: El Evangelio Según Juan, página 828). El Evangelio de San Marcos incluye un detalle adicional. En Marcos 14:30 dice Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. Y luego registra el cumplimiento de la profecía de Jesús en Marcos 14:71-72: Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. Y el gallo cantó la segunda vez... La Mishná, el registro de las tradiciones orales y del servicio del Templo, identifica el “canto del gallo” como una señal. En el Templo de Jerusalén, fue a la señal del canto del gallo a la que el sacerdote, que era el superintendente para el servicio de la mañana, alertaba a los sacerdotes que servían en los servicios litúrgicos de la mañana para que se bañaran ritualmente y se vistieran en sus ropas litúrgicas. (Mishná: Tamid 1:2).
De acuerdo con ese estudio, el segundo canto del gallo del cual Jesús habló habría sido la señal romana que iba a venir de parte del vigilante un poco más tarde. Cuanto más entendemos las costumbres de esa época, tanto más clara se torna nuestra comprensión de la profecía bíblica, ya que utiliza el lenguaje de esta época en su simbolismo. Dios nos ha dado señales claras para indicar el cambio de guardia: las trompetas del Apocalipsis.
En su libro The Ends of Time (El Fin del Tiempo), el autor adventista, Eugene Shubert, habla del tema de las vigilias de la noche, entre otras cosas, y las conecta con los sellos, las trompetas y las plagas de Apocalipsis. Estoy de acuerdo con su idea básica, pero quiero refinarla con el conocimiento adicional que tenemos hoy de nuestros muchos años de estudio. Cualquier persona que quiera estudiar el tema más a fondo de lo que es posible hacer en el contexto de un artículo debe conseguir ese libro.
El inicio de una larga noche
La primera vigilia de la noche comenzó con la promesa de Dios a Adán y Eva de que el Mesías vendría,[44] exactamente 66 años y 6 meses (666) después del inicio del Gran Ciclo de Orión. La humanidad tuvo que esperar 4.000 años hasta que Él en realidad vino. Si los judíos lo hubieran reconocido y creído en Él, entonces todas las profecías bíblicas sobre el Mesías y la salvación se hubieran cumplido en el tiempo de la primera venida de Jesús.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. (1 Corintios 2:7-8)
Debido a que Jesús fue rechazado por Su propio pueblo, entregado a la crucifixión y asesinado, el tiempo de espera en primer lugar tuvo que ser extendido alrededor de 1.800 años. El pueblo que Lo rechazó fue condenado por Dios y tuvo que ir a la diáspora, un largo y arduo vagar en el “desierto”. La puerta de la misericordia se cerró para aquel pueblo en el año 34 d.C., de acuerdo con la profecía de Daniel de las 70 semanas, y los juicios de Dios comenzaron más tarde en el año 70 d.C. cuando Jerusalén fue destruida. Esa destrucción es categorizada por muchos intérpretes como la primera trompeta (clásica) del Apocalipsis. Incluso Elena G. de White, comenzó su obra más importante, El Conflicto de los Siglos, con ese triste capítulo sobre el pueblo antiguo de Dios. De esa manera, las trompetas fueron un castigo para el pueblo apóstata, y al mismo tiempo fueron la señal para el cambio de guardia de la primera vigilia nocturna a la segunda. Aunque otros intérpretes tienen las trompetas comenzando más tarde con la caída del Imperio Romano, yo personalmente prefiero la interpretación donde la primera trompeta va con la destrucción de Jerusalén...
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)
Por lo tanto, la segunda vigilia comenzó en el día del toque de la primera trompeta de las siete trompetas clásicas del Apocalipsis, donde los judíos fueron especialmente castigados, y más tarde los romanos (primero el Imperio y más adelante la Iglesia). Incluso podemos poner una fecha históricamente exacta al cambio de guardia: fue la Pascua en el año 70 d.C., con el asedio de la ciudad encerrando a todas las personas que se encontraban dentro de sus muros. Esto se convirtió en una masacre que nunca será olvidada.
La ciega obstinación de los jefes judíos y los odiosos crímenes perpetrados en el interior de la ciudad sitiada excitaron el horror y la indignación de los romanos, y finalmente Tito dispuso tomar el templo por asalto. Resolvió, sin embargo, que si era posible evitaría su destrucción. Pero sus órdenes no fueron obedecidas. A la noche, cuando se había retirado a su tienda para descansar, los judíos hicieron una salida desde el templo y atacaron a los soldados que estaban afuera. Durante la lucha, un soldado romano arrojó al pórtico por una abertura un leño encendido, e inmediatamente ardieron los aposentos enmaderados de cedro que rodeaban el edificio santo. Tito acudió apresuradamente, seguido por sus generales y legionarios, y ordenó a los soldados que apagasen las llamas. Sus palabras no fueron escuchadas. Furiosos, los soldados arrojaban teas encendidas en las cámaras contiguas al templo y con sus espadas degollaron a gran número de los que habían buscado refugio allí. La sangre corría como agua por las gradas del templo. Miles y miles de judíos perecieron. Por sobre el ruido de la batalla, se oían voces que gritaban: “¡Ichabod!”, la gloria se alejó. {CS 31.3}
Hay que señalar que la primera vigilia no comenzó con un toque de trompeta. El primer toque de trompeta fue para el cambio a la segunda vigilia. Eso corresponde con la disposición bíblica de las siete trompetas, que son precedidas por la descripción de las siete iglesias y los siete sellos.
No es sorprendente para nosotros que Eugene Shubert tiene problemas con su teoría a partir de este punto. Según el conocimiento existente dentro del adventismo, no hay otras trompetas que podrían utilizarse para indicar otro cambio de guardia. Por lo tanto, sus interpretaciones se desvanecen al nirvana espiritual de una visión incompleta de la verdad.
Nosotros, por el contrario, sabemos que hay otras dos repeticiones extremadamente importantes de las siete trompetas del Apocalipsis: la repetición de las trompetas durante el ciclo del juicio del Reloj de Orión de acuerdo al modelo de Jericó, y el ciclo de las trompetas del Reloj de Orión, que nos fue dado junto con el ciclo de las plagas en la fecha de la venida del Cuarto Ángel. Eso hace que sea muy fácil para nosotros determinar con precisión las fechas de los próximos cambios de guardia y comprender las armonías resultantes en toda su belleza profética.
El segundo cambio de guardia
Hagamos un resumen de lo que Eugene Shubert dice acerca de la segunda vigilia de la noche:
El segundo ciclo, las Siete Trompetas (Shofares), articulan la idea de que Cristo podría haber venido después de la Reforma Protestante y su culminación (condicional) en el Movimiento Millerita, si los creyentes hubieran “después del gran chasco de 1844, mantenido su fe firme, y seguido unidos en la apertura de la providencia de Dios, recibiendo el mensaje del tercer ángel y en el poder del Espíritu Santo, proclamándolo al mundo...”[45]
La condición era que el liderazgo Millerita, al igual que los que habían experimentado el despertar profético en todo el mundo, tenían que aceptar el sábado como una verdad bíblica obligatoria para la salvación. Si lo hubieran hecho, entonces en realidad Cristo habría venido en los años posteriores a 1846. En vez de eso, desafortunadamente, los protestantes rechazaron la luz profética sobre el juicio investigador basándose en el supuesto chasco, y desde ese momento en adelante condenaron toda fijación de fechas. Poco después también rechazaron el sábado, y se entregaron por completo en manos de Roma y al emperador romano, Satanás.
Debido a que Eugene Shubert se quedó sin trompetas, tuvo que usar un “truco mágico” para explicar el final de la segunda vigilia de la noche con la profecía; él aplicó las siete plagas de Apocalipsis al tiempo del juicio, que es entonces su tercera vigilia nocturna. No hay cuarta vigilia de la noche para él, y él también ignora el hecho de que Elena de White dice que Cristo vendría “por la mañana”, es decir, después de la cuarta vigilia nocturna.
En el 2010, yo ya estaba diciendo lo siguiente en la presentación de Orión, lo que se encuentra en la diapositiva 176 (de la versión actual):
Para aquellos, que no lo reconocieron todavía: También tuvimos 4 trompetas (guerras) en los 4 periodos del tiempo de los primeros cuatro sellos. 1861, la Guerra Civil en los EE. UU.; 1914, la Primera Guerra Mundial; 1939, la Segunda Guerra Mundial y desde 1980, las dos Guerras del Golfo y en 2001, la Guerra Contra el Terrorismo.
Una vez más tenemos una señal – un toque de trompeta – lo que indica cuándo ocurrió el cambio de la segunda vigilia de la noche a la tercera: la primera trompeta de la repetición de las trompetas en el ciclo del juicio del Reloj de Orión – el comienzo de la Guerra Civil en los Estados Unidos.
Como saben todos los adventistas, los Estados Unidos son el “desierto” profético de Apocalipsis 12:6, a donde huyeron los protestantes que habían sido perseguidos por el papado en Europa. El castigo comenzó exactamente en “la casa” de otro pueblo apóstata de Dios, que decidió guardar el sábado falso de Roma. Ahora eran los protestantes, cuyas obras no fueron halladas perfectas delante de Dios.[46] Los juicios de Dios, las siguientes trompetas de ese ciclo, se extendieron luego por todo el mundo en dos (o tres) guerras mundiales terribles. Eso es todo negado en la existente interpretación incompleta de la profecía de la Iglesia Adventista.
Pero ahora, todo es muy armonioso. Aprendimos en la diapositiva 125 de la presentación de Orión que el adventismo en 1861, con su oficina central en los EE. UU., ya estaba en estado de apostasía. Allí cité directamente del White Estate:
En los primeros años después de la experiencia de 1844, Adventistas Sabatarios se identificaron como la iglesia de Filadelfia, otros adventistas como Laodicea, y no-adventistas como Sardis. Sin embargo, en 1854 Elena G. de White fue conducida a señalar que “el remanente no estaba preparado para lo que viene a la tierra. La estupidez, como letargo, parecía colgar en las mentes de la mayoría de los que profesan creer que estamos teniendo el último mensaje. ... ¡Esforzad vuestras mentes a no ser desviados con demasiada facilidad de la obra de preparación y de las verdades más importantes para estos últimos días!” En 1856, James White, Urías Smith y J.H. Waggoner estaban diciendo claramente a los grupos de jóvenes adventistas que el mensaje a Laodicea se aplica a los adventistas sabatarios, así como a otros que eran “tibios” en su experiencia cristiana. Ellos también necesitarán el arrepentimiento profundo. Además, se unieron en su conclusión de que el mensaje del tercer ángel fue el mensaje final al “mundo rebelde”, y el mensaje a Laodicea, fue el mensaje final a una “iglesia tibia”.
Así que Dios respondió de nuevo de acuerdo con Su Palabra que dice que los juicios de Dios comienzan en la casa de Dios. Él permitió que Satanás instigara una de las guerras de hermano contra hermano más sangrientas de la historia del mundo en el corazón del protestantismo. El toque de trompeta en el inicio de la tercera vigilia de la noche mató a más de 620.000 estadounidenses en los años de 1861 a1865, en el mayor conflicto y el más destructivo que se ha experimentado alguna vez en los Estados Unidos.[47]
El ciclo del juicio del Reloj de Orión muestra el último año del segundo cambio de guardia como una línea del trono, refiriéndose así al mismo tiempo al establecimiento ordenado por Dios de la Organización Adventista en los Estados Unidos.
La oscuridad después de la medianoche
Ahora es claro que la pista que Elena G. de White recibió de parte de Dios de estar en la tercera vigilia en 1868 no era ni demasiado temprano ni demasiado tarde. Los adventistas habían pasado por alto el cambio de guardia, porque no reconocieron la repetición de los sellos y de las trompetas en el último día de la marcha alrededor de Jericó, que representa el tiempo del juicio. Es por eso por lo que Dios les dio la pista: para que pudieran reflexionar y descubrir la verdad. Desafortunadamente, hasta el día de hoy ellos no lo han hecho – más de 150 años después.
En 1890, Cristo podría haber venido durante la tercera vigilia. Esto es mostrado claramente en el Buque del Tiempo, también conocido como la Lista de los Grandes Sábados. Sin embargo, la Iglesia Adventista no aceptó la luz del Cuarto Ángel (el Espíritu Santo) en 1888 en la infame Sesión de la Conferencia General en Minneapolis, y así perdió la oportunidad. Sin embargo, Dios todavía no cerró la puerta de la misericordia para ella hasta mucho más tarde. Dos veces más tuvieron la oportunidad de apreciar la luz. Nos referimos a los pastores Wieland y Short, quienes intentaron revivir el mensaje de 1888 en la década de 1950,[48] así como M.L. Andreasen, que forjó una gran parte de la Teología de la Última Generación.[49] Todos ellos fueron silenciados – como Waggoner y Jones en 1888 – y tal ha sido el caso con nosotros también desde 2010, en lo que hoy ha sido el tercer intento de Jesús de otorgar la luz del Cuarto Ángel en todo su esplendor.
Una y otra vez hemos pensado acerca de cuándo Dios finalmente había rechazado la Organización de la Iglesia Adventista como Su iglesia. Las transgresiones abundantes de la iglesia hicieron que las posibilidades fueran muchas, y siempre pudimos encontrar nuevas fechas que nos sorprendieron y revelaron nuevas abominaciones en la iglesia. Cada vez, eran tan horribles que estábamos convencidos de que era muy probable que la iglesia por fin había perdido su gracia delante de Dios, y su castigo seguramente comenzaría. Sin embargo, las vigilias nocturnas nos enseñan claramente que siempre hay un período de tiempo entre el rechazo de la iglesia por parte de Dios y el castigo real, el cual llega en la forma de las siguientes trompetas.
El ciclo de las trompetas del Reloj de Orión indicó el comienzo de la cuarta vigilia de la noche. Ésta comenzó el 1 de febrero de 2014, el mismo día que recibimos la luz acerca de ella.[50] Eso significa que la puerta de la gracia para la organización de la iglesia debió haberse cerrado de antemano.
En el artículo El fin de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, informamos acerca de la horrible violación del mandamiento del sábado por parte de la organización ASD en el santo día del Gran Sábado séptuple, del 27 de octubre de 2012. Ese fue el límite de la misericordia para la organización ASD, como es indicado por los tripletes coincidentes de la organización en la Lista de los Grandes Sábados (indicando su fundación en 1861 hasta 1863 y su fin espiritual del 2010 al 2012).[51]
Más tarde, nos dimos cuenta de que Dios todavía dio un año más de gracia según Lucas 13 (ver el apéndice del mismo artículo). Eso significa que la puerta de la misericordia de la iglesia definitivamente se había cerrado el 27 de octubre de 2013, después de que el Papa Francisco había reinado ya por siete meses en el Vaticano. Ni siquiera el meteorito de Cheliábinsk fue capaz de despertar al pueblo adventista de su profundo sueño, y tampoco lo fue la toma del poder del Vaticano por un general jesuita, quien es incluso el líder de las huestes del mal en persona.
En aquel entonces, no sabíamos nada acerca de cómo funcionaban las vigilias de la noche, ni que el cierre de la puerta de la gracia siempre debe suceder un cierto tiempo antes de que el castigo sea infligido. Por lo tanto, continuamos en busca de una señal de castigo visible sobre la Iglesia que marcara el cierre de la puerta de la gracia para ella, como se refleja en algunos de nuestros artículos. Sin embargo, Dios ya había dado una señal clara el 26/27 de octubre del 2013. Él visiblemente confirmó ante el mundo que le había dado el candelero a un grupo pequeño de personas leales. A partir de entonces, no sólo la voz de Dios, debió emitirse desde Paraguay, sino también Su autoridad en la forma del nuevo liderazgo de Su verdadera iglesia.
El pueblo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue rechazado por Dios a causa de su negligencia en la selección de sus líderes, al igual que los judíos y los profesos cristianos antes que ellos, y el rebaño pequeño de los adventistas del gran sábado ahora tenía que montar guardia en la subsiguiente vigilia nocturna.
El CAMINO al amanecer
La pregunta sigue en pie, ¿cuál fue el terrible castigo para la Iglesia ASD? ¿Qué le sucedió el 31 de enero/1 de febrero de 2014, que podría compararse con el cambio de guardia en las otras vigilias de la noche? ¿Cuál fue el terrible toque de trompeta, que pudiera compararse con la matanza que se vio en la destrucción de Jerusalén o con el derramamiento de sangre de la Guerra Civil Estadounidense?
Para entender esto, hay que considerar los dos primeros toques de trompeta en un nivel espiritual. Los judíos fueron castigados con la destrucción de su santuario, el templo de Jerusalén, por el primer toque de trompeta de la segunda vigilia nocturna. Ellos fueron privados de lo que más reverenciaban, que constituía el centro de su religión y esperanza. Incluso hoy en día, los titulares están a menudo llenos de esfuerzos infructuosos de ese pueblo para reconstruir el templo que les fue quitado hace casi 2.000 años.[52] Ellos nunca lo lograrán, porque rechazaron a Aquel que hizo que el templo brillara más glorioso que incluso el templo de Salomón:
La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. (Hageo 2:9)
Jesucristo vino como el Mesías. Él predicó en el segundo templo del cual Hageo profetizó. Como el Hijo de Dios, Su presencia hizo que el templo fuera más glorioso que el primero, porque toda la gloria de Dios, Su Hijo encarnado, caminó y enseñó en él. Sin embargo, esa no fue la única profecía que se cumplió, sino también la siguiente:
He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor. (Mateo 23:38-39)
Ellos habían rechazado a Jesús como el Mesías, así también les fue quitado su símbolo de Él. Durante siglos habían estado orando por la venida del Mesías a ese templo, pero entonces Él vino, y Lo crucificaron, en vez de recibirlo con todo honor y dejar que Él estableciera Su reino con su ayuda.
Los cristianos hicieron lo mismo que los judíos. Ellos construyeron una iglesia mundial que estaba llena de pompa y ganancias deshonestas. Ellos reemplazaron las enseñanzas espirituales con un vacío material. Iglesia tras iglesia de Apocalipsis, sello tras sello, ellos solamente se hundieron más en la oscuridad espiritual hasta que la Reforma formó un brillo de plata en el horizonte. Pero Lutero falló en la cuestión del sábado en el Concilio de Trento,[53] y no habían aprendido nada más para el tiempo en que el juicio investigador comenzó el 22 de octubre de 1844. En el templo celestial, que no es hecho por manos humanas, Jesús entró al Lugar Santísimo como el Sumo Sacerdote para el Día de la Expiación celestial,[54] y todavía no Lo reconocieron. No tenían visión espiritual para penetrar la neblina de la tradición e interpretaciones no inspiradas de la profecía. No reconocieron que la gran fase final de la historia de la humanidad había comenzado en el horario previsto, ni tampoco que su decepción en 1844 fue sólo una prueba para dividir a los temerosos del juicio de los amantes de la verdad.
En lugar de buscar la causa de su decepción luchando con Dios, como lo hicieron Hiram Edson y los pioneros del advenimiento,[55] se entregaron a la influencia impura de Satanás y permanecieron espiritualmente en el lugar santo del santuario celestial, atascados en el tiempo del ministerio antiguo de Jesús, que Él había comenzado en el año 31. La puerta del Lugar Santísimo se había cerrado para ellos, pero estaba abierta para aquellos[56] que estaban dispuestos a seguir a Jesús – el CAMINO[57] – por dondequiera que va.[58]
Por lo tanto, les fue imposible ver el Arca con los Diez Mandamientos, ante los cuales Jesús estaba ahora intercediendo durante el juicio investigador. Cuando el Arca fue abierta y el cuarto mandamiento sobre el sábado en la primera tabla de piedra brillaba con un brillo especial,[59] estaban ciegos a la luz radiante de Dios y la rechazaron. El sábado les habría puesto en desacuerdo con los “hermanos” adoradores del sol, y por consiguiente la Iglesia Católica que guarda el domingo. Para evitar una guerra entre hermanos, ellos siguieron adorando en un día que nunca fue santificado por Dios.[60] Ellos rechazaron a Jesús en el Lugar Santísimo, y rechazaron el mandamiento del sábado[61] y junto con él a Aquel quien es el Señor del sábado.[62]
Los protestantes de los Estados Unidos, donde Dios había preparado un “desierto” para que ellos huyeran por los 1.260 años de matanza infligida por el papado, habían sido librados del derramamiento de sangre que hubieran enfrentado en Europa. Pero ahora, después de un tiempo de espera de Dios de 17 años, fueron privados de lo que más amaban: la paz y la vida. La prueba de 1844 reveló que la mayoría de ellos siguieron a Jesús sólo porque tenían miedo de perder la vida (eterna). Cuando el tema del sábado surgió, negaron su lealtad a Jesús, porque ya habían sido privados del Espíritu Santo. Satanás estaba en libertad de ejercer su influencia impura sobre ellos:
Vi al Padre levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al interior del velo, y se sentó. Entonces Jesús se levantó del trono, y la mayoría de los que estaban prosternados se levantó con él. No vi un solo rayo de luz pasar de Jesús a la multitud indiferente después que él se levantó, y esa multitud fué dejada en perfectas tinieblas. Los que se levantaron cuando se levantó Jesús, tenían los ojos fijos en él mientras se alejaba del trono y los conducía un trecho. Alzó entonces su brazo derecho, y oímos su hermosa voz decir: “Aguardad aquí; voy a mi Padre para recibir el reino; mantened vuestras vestiduras inmaculadas, y dentro de poco volveré de las bodas y os recibiré a mí mismo.”
Después de eso, un carro de nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, llegó rodeado de ángeles, adonde estaba Jesús. El entró en el carro y fue llevado al lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a Jesús, el gran Sumo sacerdote, de pie delante del Padre. En la orla de su vestidura había una campana y una granada; luego otra campana y otra granada. Los que se levantaron con Jesús elevaban su fe hacia él en el lugar santísimo, y rogaban: “Padre mío, danos tu Espíritu.” Entonces Jesús soplaba sobre ellos el Espíritu Santo. En ese aliento había luz, poder y mucho amor, gozo y paz.
Me di vuelta para mirar la compañía que seguía postrada delante del trono y no sabía que Jesús la había dejado. Satanás parecía estar al lado del trono, procurando llevar adelante la obra de Dios. Vi a la compañía alzar las miradas hacia el trono, y orar: “Padre, danos tu Espíritu.” Satanás soplaba entonces sobre ella una influencia impía; en ella había luz y mucho poder, pero nada de dulce amor, gozo ni paz. El objeto de Satanás era mantenerla engañada, arrastrarla hacia atrás y seducir a los hijos de Dios. {PE 55.1–3}
El templo que construyeron también les fue dejado desierto, porque el Espíritu Santo se había retirado de ellos. Así que ellos también siguieron a Satanás y todavía creen hasta el día de hoy que el tiempo no importa y no debe ser mencionado en la interpretación de la profecía. Sin embargo, si hubieran reconocido el tiempo de su visitación,[63] entonces también hubieran visto que los mandamientos de Dios son obligatorios, y que ellos estaban siendo juzgados por los mandamientos desde 1844. Los titulares de hoy están llenos de sus infructuosos intentos de construir la unidad completa a través del ecumenismo con la religión de Satanás de la adoración al sol, que es el catolicismo. Su clamor por la paz es: “¡Todos somos hermanos!” Pero el llamado a la unidad con las religiones del mundo[64] por parte de Lucifer “Francisco”, el desafiante de Cristo,[65] se ahogará en los ríos de sangre que fluirán de la cosecha de las uvas muy pronto.[66] No puede haber paz entre hermanos a expensas de la Ley de Dios, y nadie que rechazó Sus mandamientos podría ser un hermano de Jesús, porque eso hubiera significado rechazarlo como Sumo Sacerdote, que estaba delante del Arca del Pacto en el Lugar Santísimo en el santuario celestial.[67]
Volvamos a la pregunta sobre el castigo de la Iglesia Adventista. ¿Qué es lo que la iglesia ha estado esperando desde hace 150 años, como Ted Wilson enfatizó en varias ocasiones en sus sermones?[68] ¿Qué iniciativas fueron impulsadas en los últimos años, que hubieran causado la prometida y esperada “reforma” en la iglesia? Sí, hubo iniciativas como “Operación Lluvia Global”[69] y la oración por el derramamiento del Espíritu Santo en la lluvia tardía, que se convirtió en lo más preciado de los adventistas. Ellos vieron que la iglesia no tenía fuerza, y que ésta sólo podría venir del Espíritu Santo, pero no oraron en la verdad.[70] Cada vez más, adulteraron la verdad. Por lo tanto, el Ángel de Apocalipsis 18, que no es otro que el esperado Espíritu Santo en la lluvia tardía, no pudo ser derramado sobre ellos.
Los mensajes que habrían de preceder el derramamiento de la lluvia tardía fueron rechazados repetidamente. El mensaje de Orión, el Buque del Tiempo y el mensaje de nuestra alta vocación deberían haber preparado el camino para la venida del Espíritu Santo, de acuerdo con Apocalipsis 18:1, de la misma manera que Juan el Bautista y Guillermo Miller ambos prepararon el camino para seguir a Cristo por dondequiera que va.
La Iglesia debería ser castigada ahora de nuevo exactamente con lo que ellos anhelaban más. Cuando Dios dio el toque de trompeta, nosotros los adventistas del gran sábado recibimos la luz de los ciclos de las trompetas y de las plagas de Orión, el 31 de enero de 2014. La luz no fue dada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En lugar de ella, nosotros recibimos el conocimiento de los últimos hitos principales que deben venir antes del fin del mundo. Nosotros recibimos el Espíritu Santo, que es el único que puede traer este conocimiento y mantenerlo en el corazón, porque los hitos de estas últimas trompetas deben probar la fe, al mismo tiempo; nadie puede agradar a Dios sin fe. Los cuatro “¡Retened!” y los cuatro “¡Mi sangre!” impidieron que los cuatro vientos soplaran hasta que todos los hijos de Dios fueron sellados. ¡La mayoría de los adventistas habrían dado cualquier cosa por ver la prueba de su fe! ¡Cuánto más hubieran dado los guerreros de oración de la operación Lluvia Global para ver la Ley Dominical en los EE. UU.! ¡Ese es el evento que ellos creían daría inicio a la lluvia tardía, y, de repente, hiciera que la fidelidad a Dios surgiera de la nada!
No señal será dada a una generación impía y adúltera, así que el mayor castigo divino sobre esta iglesia apóstata que apoya la ordenación de las mujeres y a los LGBT fue un ciclo de las trompetas en el que las trompetas sólo fueron audibles para otros, quienes reconocerían a Jesús al final del ciclo como el Rey coronado en la séptima trompeta.[71] En lugar de la voz de Dios en las trompetas, la mayoría sólo oyeron el estruendo distante de lo que en su estimación fue un pequeño grupo insignificante en un país poco conocido en el América del Sur. Ellos negaron toda evidencia y armonía dada y establecieron un rey diferente sobre ellos: Satanás en persona, específicamente el Papa Francisco.
Ellos cometieron el pecado imperdonable contra el Espíritu Santo,[72] y de esa manera fueron privados de Él, al igual que los otros dos antiguos pueblos de Dios antes que ellos. Éste – la Persona del Espíritu Santo – por Quién habían orado con todas sus fuerzas, fue dado a otros en la fecha de Su venida a la Tierra en la forma de la gran luz del Ángel de Apocalipsis 18. Los adventistas del gran sábado fueron los únicos que comenzaron a dar el fuerte clamor y a llamar a los adventistas una última vez a salir de su iglesia que se había convertido en Babilonia.
Ese fue nuestra gran tarea hasta el 17 de octubre de 2015. Luego la puerta de la gracia para la humanidad se cerró. Para aquellos que habían seguido a Jesús a través del cambio de los tiempos como el Camino en la oscuridad, el día comenzó a amanecer el 24/25 de octubre de 2015. En cambio, la noche oscura y dolorosa comenzó para los que habían salido del CAMINO. Las Lágrimas de Dios dan testimonio de eso.
La mañana, que debería dar lugar a la cosecha del remanente de Dios por los “144.000” trabajadores de la cosecha y la vendimia de los malvados, apenas acaba de comenzar, pero terminará con la venida del Rey Jesús. En la mañana, a la luz del Sol de Justicia,[73] las personas que testificarán con sus vidas para Dios Padre según el ejemplo de los mártires, finalmente tendrán que despertar de su profundo sueño.
Una tabla debe ayudar a solidificar los temas estudiados anteriormente:
Vigilias Nocturnas | 1ª | 2ª | 3ª | 4ª | Mañana |
---|---|---|---|---|---|
Comienzo | La promesa del Mesías a Adán y Eva | 1ª trompeta clásica: la destrucción de Jerusalén 70 d.C. | 1ª trompeta del ciclo del juicio de Orión: 1861 Guerra Civil Estadounidense | 1ª trompeta del ciclo de las trompetas de Orión: 1 de febrero de 2014 | 1ª plaga del ciclo de las plagas de Orión: 25 de octubre de 2015 |
Guardia | Judíos | Cristianos | Adventistas del Séptimo Día | Adventistas del Gran Sábado | Los 144.000 |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Jesucristo (el Alfa) | Guillermo Miller (clamor de medianoche) / Elena G. de White (sábado) | Ernie Knoll (caído por desgracia) / John Scotram | Las siete estrellas en la mano de Jesús | Jesucristo (el Omega) |
El reino de Dios podría haber llegado... | En el 34 d.C. (el final de la 70a semana de Daniel) | En los años posteriores a 1846, antes de 1861 | En 1890, con la aceptación del mensaje del Cuarto Ángel en 1888 | Última proclamación de la venida del reino | Establecimiento del reino |
El movimiento emergente | Cristianismo | Adventistas del séptimo Día | Adventistas del Gran Sábado | Los 144.000 en Filadelfia | La gran multitud en Filadelfia |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Judíos | Cristianos que guardan el domingo | Adventistas del séptimo día tibios fieles a la organización | Todos los “anti fijadores” de fechas | Todos los “babilónicos” |
La verdad negada | Cristo como el Mesías | Cristo como el Sumo Sacerdote en el Lugar Santísimo | Cristo en Orión | Cristo como Rey | El sacrificio de Cristo y el plan de salvación |
Tipo de rechazo | Crucifixión de Cristo | Descartando los mensajes milleritas y del juicio | Descartando el mensaje del Cuarto Ángel en 1888, y en la década de 1950 | Negación de la evidencia de las trompetas | Decreto de muerte contra los fieles de Dios |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | El apedreamiento de Esteban en el 34 d.C. | Rechazo de la verdad del sábado | Rechazo del mensaje completo del Cuarto Ángel desde 2010 | Negación de las plagas inminentes y el retorno de Jesús | n/a |
Unas tablas deben ayudar a solidificar los temas estudiados anteriormente:
Vigilia Nocturna | 1ª |
---|---|
Comienzo | La promesa del Mesías a Adán y Eva |
Guardia | Judíos |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Jesucristo (el Alfa) |
El reino de Dios podría haber llegado... | En el 34 d.C. (el final de la 70a semana de Daniel) |
El movimiento emergente | Cristianismo |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Judíos |
La verdad negada | Cristo como el Mesías |
Tipo de rechazo | Crucifixión de Cristo |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | El apedreamiento de Esteban en el 34 d.C. |
Vigilia Nocturna | 2ª |
---|---|
Comienzo | 1ª trompeta clásica: la destrucción de Jerusalén 70 d.C. |
Guardia | Cristianos |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Guillermo Miller (clamor de medianoche) / Elena G. de White (sábado) |
El reino de Dios podría haber llegado... | En los años posteriores a 1846, antes de 1861 |
El movimiento emergente | Adventistas del séptimo Día |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Cristianos que guardan el domingo |
La verdad negada | Cristo como el Sumo Sacerdote en el Lugar Santísimo |
Tipo de rechazo | Descartando los mensajes milleritas y del juicio |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | Rechazo de la verdad del sábado |
Vigilia Nocturna | 3ª |
---|---|
Comienzo | 1ª trompeta del ciclo del juicio de Orión: 1861 Guerra Civil Estadounidense |
Guardia | Adventistas del Séptimo Día |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Ernie Knoll (caído por desgracia) / John Scotram |
El reino de Dios podría haber llegado... | En 1890, con la aceptación del mensaje del Cuarto Ángel en 1888 |
El movimiento emergente | Adventistas del Gran Sábado |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Adventistas del séptimo día tibios fieles a la organización |
La verdad negada | Cristo en Orión |
Tipo de rechazo | Descartando el mensaje del Cuarto Ángel en 1888, y en la década de 1950 |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | Rechazo del mensaje completo del Cuarto Ángel desde 2010 |
Vigilia Nocturna | 4ª |
---|---|
Comienzo | 1ª trompeta del ciclo de las trompetas de Orión: 1 de febrero de 2014 |
Guardia | Adventistas del Gran Sábado |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Las siete estrellas en la mano de Jesús |
El reino de Dios podría haber llegado... | Última proclamación de la venida del reino |
El movimiento emergente | Los 144.000 en Filadelfia |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Todos los anti fijadores de fechas |
La verdad negada | Cristo como Rey |
Tipo de rechazo | Negación de la evidencia de las trompetas |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | Negación de las plagas inminentes y el retorno de Jesús |
Después de las Vigilias Nocturnas | La mañana |
---|---|
Comienzo | 1ª plaga del ciclo de las plagas de Orión: 25 de octubre de 2015 |
Guardia | Los 144.000 |
Mensajero(s) al final de la vigilia | Jesucristo (el Omega) |
El reino de Dios podría haber llegado... | Establecimiento del reino |
El movimiento emergente | La gran multitud en Filadelfia |
Pueblo marginado al final de la vigilia | Todos los “babilónicos” |
La verdad negada | El sacrificio de Cristo y el plan de salvación |
Tipo de rechazo | Decreto de muerte contra los fieles de Dios |
Razón para cerrar la puerta de la gracia | n/a |
El acertijo de las 12 horas
La Biblia describe el derramamiento del Espíritu Santo en la lluvia tardía de la siguiente manera:
Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. (Hechos 2:17-18)
Toda una serie de sueños provinieron de varios hermanos y hermanas, de entre nuestras propias filas, así como de las filas del “enemigo adventista” que niega el mensaje de tiempo de Jesús como lo hicieron los apóstatas ex milleritas, aunque estamos de acuerdo en casi todo lo demás que enseñamos. Los sueños nos dieron mucho para pensar porque tenían algo inusual en común. Una y otra vez, ciertas horas del día fueron mencionadas en conexión con eventos específicos de los últimos tiempos, y tenían una extraña correlación a las manecillas del reloj de Orión. Tomen en cuenta que, estos sueños abarcan un período de unos diez años a la fecha. Esta información sobre la hora del día ha sido acerca de cosas como... “Las últimas horas de trabajo comienzan... ¡Son las 2 de la tarde!”, “El almuerzo ha terminado y el Chef Divino comenzará a preparar la cena ¡alrededor de las 2 de la tarde!”, “Prepárate para la ira de Dios... ¡Son casi las 5 de la mañana!”, “Habrá un terremoto y oscuridad repentina... viniendo ¡alrededor de las 6:30 de la tarde!”, “Jesús vendrá a la Tierra desde Orión... ¡alrededor de las 8 de la mañana!”
¿Ves cómo se relaciona esto? Si asignas las seis manecillas del reloj de Orión[74] a una cara ordinaria de un reloj de 12 horas, obtienes las siguientes horas del día:
Alnitak–Saiph: alrededor de las 6:30 de la mañana o de la tarde
Alnitak–Betelgeuse: alrededor de las 11:30 de la mañana o de la noche
Alnitak–Bellatrix: alrededor de la 1 de la tarde o de la noche
Alnitak–Rigel: alrededor de las 5 de la tarde o madrugada
La línea del trono de la mano izquierda de Jesús: alrededor de las 2 de la tarde o en la noche
La línea del trono de la mano derecha de Jesús: alrededor de las 8 de la mañana o al anochecer
A excepción de los punteros de las 11:30 y 1 (Betelgeuse y Bellatrix, respectivamente), todos los otros tiempos de Orión fueron nombrados en estos sueños proféticos – en ocasiones incluso más de una vez. Al contrario de lo que hace el liderazgo adventista (y probablemente también el liderazgo de otras denominaciones), nosotros examinamos cuidadosamente todos los sueños que recibimos, porque la Biblia nos dice que debemos esperarlos como asistencia especial de Dios, especialmente en el tiempo de la lluvia tardía.
Estas horas del día fueron verdaderamente notables debido a su correspondencia inequívoca a las manecillas del reloj de Orión, sobre todo cuando se considera que el Reloj de Orión apenas fue publicado por primera vez a principios de 2010, pero muchos sueños se originaron en años anteriores a eso cuando el soñador no podía haber tenido ninguna idea acerca de nuestros estudios. También hay que notar que, en sueños que nosotros no consideramos que estuvieran en contra de la Biblia y que pudimos reconocer de ese modo que en verdad provienen de Dios, ¡no otras horas del día fueron dadas! Las horas del día siempre correspondieron con una de las manecillas de nuestro Reloj de Orión en una cara de reloj de 12 horas.
Reconocimos este hecho, casi a la mitad del ciclo de las trompetas del Reloj de Orión, en algún momento a principios del 2015, y tratamos de aplicar la información de los sueños a ese ciclo. Sin embargo, quedamos decepcionados, porque los grandes acontecimientos a los que las horas apuntaban no llegaron a materializarse. Hoy sabemos que los eventos del ciclo de las trompetas fueron pospuestos hasta el ciclo de las plagas debido a la gran misericordia de Dios, y el desatamiento de los cuatro vientos fue retrasado hasta que pudiera ser completado el sellamiento de los 144.000.[75] Por lo tanto, los eventos que fueron predichos por los sueños, probablemente, se cumplirán en sus respectivas “horas del día” en el ciclo de las plagas. Ahora vamos a examinar cuidadosamente si esto también puede basarse en la Biblia.
Elena G. de White, la gran profetisa del movimiento adventista, quien recibió más de 2.000 sueños y visiones de parte de Dios durante su ministerio de 70 años, dijo claramente una y otra vez:
El Señor ha enviado mucha instrucción a su pueblo, línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito allí, otro poquito allá. Se le ha prestado poca atención a la Biblia. Por eso el Señor ha enviado una luz menor [sus visiones y sus sueños] para conducir a hombres y mujeres a la luz mayor [la Biblia]... {RP 234.4}
En su biografía, ella habla acerca de otro punto importante de su obra:
Tomé la Biblia preciosa y la rodeé con varios Testimonios para la iglesia, dados para el pueblo de Dios. Dije yo: “Aquí se describen los casos de casi todos. Los pecados que deben evitar están señalados. El consejo que necesitan puede encontrarse aquí, dado para otros casos que estaban en condición similar. Dios se ha agradado de dar línea sobre línea y precepto sobre precepto. Pero no hay muchos de vosotros que sepan en realidad lo que está contenido en los Testimonios. No estáis familiarizados con las Escrituras. Si hubierais hecho de la Palabra de Dios vuestro estudio predilecto, con un deseo de alcanzar las normas bíblicas y lograr la perfección cristiana, no habríais necesitado los Testimonios. Es debido a que habéis descuidado familiarizaros con el libro inspirado de Dios por lo que él ha tratado de llegar a vosotros por medio de testimonios sencillos y directos, llamándoos la atención a las palabras de la inspiración que habéis dejado de obedecer, y urgiéndoos a modelar vuestra vida según sus puras y elevadas enseñanzas. {NB 218.1}
En otras palabras, ella dice que, si hubiéramos estudiado la Biblia como deberíamos, entonces los sueños, las visiones, y otras instrucciones y explicaciones de parte de Dios que fueron dadas a través de ella no hubieran sido necesarias. Podríamos haber encontrado todo en la Biblia misma.
Por eso no consideramos los sueños independientemente, o como obligatorios o como luz infalible. Para nosotros, sólo son postes indicadores que apuntan a la gran luz de la Biblia, la cual pasamos por alto tan fácilmente porque a menudo no estudiamos lo suficientemente profundo y no consideramos la información comprimida que está en ella. Los sueños y las visiones también son en su mayoría simbólicos en naturaleza, lo que significa que tenemos que analizarlos cuidadosamente. A veces tenemos que hacer frente a las trampas bien hechas de Satanás y a los soñadores que mezclan error con la verdad. (En el caso de Ernie Knoll, tomamos los sueños en cuenta porque a pesar de que nos quiere maldecir como en el caso de Balaam, él a menudo involuntariamente pronuncia bendiciones en vez.)
Si sueños que proceden de diferentes hermanos, algunos de los cuales podemos identificar como verdaderos seguidores de Jesús, señalan que las últimas advertencias de Dios antes de los últimos grandes eventos que sacudirán la Tierra, son determinadas de acuerdo con un reloj de 12 horas, debemos seguir las pistas de la Biblia para encontrar cuándo se produjo la transición a un reloj de 12 horas, porque el reloj del juicio, sin duda, era todavía un reloj de 24 horas con los tronos de los 24 ancianos.[76]
Durante el período del juicio investigador de los muertos y de los vivos, había 12 ancianos que representan el juicio de los muertos, y 12 ancianos que representan el juicio de los vivos.[77] Los carillones del reloj celestial santo también mencionan siempre 24 ancianos postrándose en adoración ante el Cordero. El ciclo de las plagas en sí mismo está enmarcado por dos carillones: el 24/25 de octubre de 2015, que es el comienzo de la primera plaga, y el 24/25 de septiembre de 2016, que es la destrucción de Babilonia al comienzo de la séptima plaga. Volveremos a ese punto muy pronto.
Aun así, ¿de dónde podemos derivar un reloj de 12 horas, para establecer que los sueños realmente se refieren a tiempos en el Reloj de Orión?
En primer lugar, seamos claros que nosotros jamás hemos calculado fechas basadas en las marcas de las horas de los 24 ancianos en ninguno de los ciclos de Orión. Los 24 ancianos en el plan de construcción del Reloj de Orión en los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis sólo sirvieron para mostrar que el modelo es para un reloj que representa un DÍA del juicio celestial de 24 horas celestiales. Ya sabíamos por el juramento de Jesús en Daniel 12 que este día celestial tiene una duración de 168 años de tiempo terrenal. Una hora celestial es por lo tanto 7 años terrenales, pero incluso sin el conocimiento de la duración terrenal de una hora celestial, nuestros cálculos habrían resultado en las mismas fechas terrenales, porque usamos una escala de 168 años, y no de 24 horas.[78]
El mismo principio se aplica al Gran Ciclo de Orión con una escala de 4032 años,[79] el ciclo de las trompetas con una escala de 624 días, y el ciclo de las plagas con una escala de 336 días. Nunca hemos utilizado una escala de 24 horas para el cálculo de fechas o años, sino sólo por el conocimiento espiritual que una hora celestial en el tiempo del juicio corresponde al ciclo sabático (siete años) aquí en la tierra.
Los tiempos de las 12 horas en los sueños, que pueden ser leídos a simple vista como un reloj de pared familiar y luego perfectamente coinciden con las manecillas del Reloj de Orión, deben haber sido dados por Dios de esta manera por una razón, y ¡la razón es obvia!
Tenemos cuatro ciclos de Orión, dos de los cuales son muy similares y se aplican al final de los tiempos: los ciclos de las trompetas y de las plagas. Dios nos da tiempos de 12 horas del día para sólo uno de estos dos ciclos, para que podamos distinguir de cuál de los dos Él está hablando, y en cuál ciclo sucederán los eventos de los sueños.
Cuando me fue permitido reconocer el Reloj de Dios en Orión a finales del 2009, esto ocurrió a través de un estudio intensivo del libro de Apocalipsis en conexión con el deseo de entender por qué el pueblo adventista, que fue escogido por Dios, estaba en tal mal estado de apostasía.[80] Dios dirigió mis pensamientos al entendimiento que Apocalipsis 4 y 5 son acerca del modelo de Su relojería, que Él había mostrado al profeta Ezequiel muchos siglos antes,[81] y que este reloj contenía mucha información importante sobre el desarrollo de Su iglesia y amonestación para el arrepentimiento.
Por eso es lógico suponer que el cambio del reloj de 24 horas al de 12 horas también sería mostrado en el libro de Apocalipsis. Por supuesto, vemos el número doce muchas veces en este libro profético:
Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. (Apocalipsis 21:12)
Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Apocalipsis 21:14)
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. (Apocalipsis 21:21)
Esos textos describen principalmente las características de la Ciudad Santa, que no es circular, como un reloj, sino cuadrada. Pero esa información nos lleva al número de las doce tribus de los hijos de Israel, y, por lo tanto, al número de los 144.000:
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las [doce] tribus de los hijos de Israel. (Apocalipsis 7:4)
En los siguientes versículos, vemos que 12.000 son sellados de cada una de las 12 tribus, lo que equivale a 144.000. Sin embargo, a través de Elena G. de White también somos informados de la forma geométrica de su formación, y que un día estarán en el mar de vidrio en un cuadrado y no en un círculo.
En el mar de vidrio, los 144.000 formaban un cuadrado perfecto. Algunas coronas eran muy brillantes y estaban cuajadas de estrellas, mientras que otras tenían muy pocas; y sin embargo, todos estaban perfectamente satisfechos con su corona. —Primeros Escritos, 16 (1851). {EUD 237.4
Lamentablemente esta no es una figura que podríamos reconocer como un reloj. Una cara de reloj debe ser redonda o circular, como la distribución de los tronos de los 24 ancianos que fue descrita anteriormente en Apocalipsis 4. También sería difícil determinar a partir de la información anterior, de cuál de los dos últimos ciclos estaría hablando Dios con los tiempos de 12 horas, porque los últimos de los 144.000 fueron sellados en el ciclo de las trompetas, mientras que son traídos a la acción como trabajadores de la cosecha sólo en el ciclo de las plagas. Ambos ciclos se tratan de los 144.000 de una manera u otra.
La corona del tiempo
Sin embargo, hay un versículo más en Apocalipsis, donde aparece el número doce:
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. (Apocalipsis 12:1)
Cuando observamos la corona desde la parte frontal o lateral, no es inmediatamente obvio lo que la visión sugiere realmente:
Sin embargo, si observamos la corona desde la vista en planta, entonces lo vemos: una corona generalmente es circular, y si esta corona está seccionada en doce segmentos iguales con diamantes o “estrellas”, entonces tenemos frente a nosotros la cara de un valioso y decorado reloj de 12 horas.
¿Qué simboliza esta corona de la mujer pura en Apocalipsis 12? En el artículo El Fin de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, describí el simbolismo de esa imagen detalladamente. Desde la luna a los pies de la iglesia pura (la mujer) que representó a los judíos, a través de su vestido blanco simbolizando la era cristiana, llegamos a la corona que correspondió al tiempo del juicio y a los adventistas del séptimo día. Pero de acuerdo con mi interpretación sólo las estrellas de la corona eran el remanente del remanente, los adventistas del gran sábado. Por favor comparen esa interpretación de la mujer de Apocalipsis 12 con los hallazgos de este artículo referente a las cuatro vigilias de la noche.
De repente comprendimos que las doce estrellas en la corona son los marcadores de hora de un reloj. De esta manera maravillosa, la revelación de Dios deja claro que los adventistas del gran sábado son la única iglesia en todos los 6.000 años de la historia del mundo ¡que conocen la HORA! Ellos completan la corona de los pioneros adventistas, habiendo aceptado con alegría la revelación del tiempo de Dios Padre antes de que el tiempo de la misericordia terminara. Ahora los 144.000 tienen la autoridad de permitir que otros entren en la ciudad de Filadelfia con el sello del conocimiento del tiempo, de esa manera haciendo disponible la misma corona para ellos.
Al alcanzar los 1335 días, sólo los 144.000 recibieron la bendición especial para continuar hasta la venida de Jesús sin experimentar la muerte física. Ahora, en el tiempo de angustia, quien quiera recibir todavía la corona de vida, debe morir la primera muerte para obtenerla. Sin embargo, un gran consuelo les espera, del cual vamos a hablar más adelante.
Después que destaqué que sólo las dos iglesias del Apocalipsis que fueron halladas sin defecto (los mártires de Esmirna y los sellados de Filadelfia) reciben coronas, escribí lo siguiente:
La segunda corona del Apocalipsis es dada a la iglesia de Filadelfia que representa a los 144.000, los que habían entendido la voz de Dios con la proclamación del tiempo y no verán la muerte. Ellos serán guardados de la hora de la prueba, el tiempo de las plagas, ya que serán los santos pacientes que no habrán negado el nombre de Jesús durante la gran prueba a través de las leyes dominicales.
A pesar de que ahora sabemos que la prueba antes de las plagas era el gemelo de la ley dominical, el texto sigue siendo certero.
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. (Apocalipsis 3:10-11)
¿No es interesante que el texto dice que la iglesia de Filadelfia ya tiene la corona en el tiempo de las plagas (la hora de la prueba para todo el mundo)? Porque en caso contrario, ¿cómo podría tener cuidado de no permitir que se la quiten?
La corona del tiempo es el conocimiento del tiempo, y por lo tanto el texto también nos enseña que es posible perder la fe en el tiempo de la venida de Jesús durante el tiempo de las plagas, así que “¡retén lo que tienes!” En otras palabras: “¡No niegues el conocimiento del tiempo y los relojes de Dios, aun cuando las cosas no suceden exactamente como las esperabas! ¡Tal vez tengas muchas ideas equivocadas!”
El texto dice claramente que el conocimiento acerca de la hora del regreso de Jesús es dado ANTES de las plagas en la forma de una corona de 12 horas. Sólo hay un ciclo – mencionado a menudo en sueños – que incluye el horario de los eventos finales en combinación con la ira de Dios y continúa hasta la venida de Jesús: el ciclo de las plagas.
En la cita en la introducción de este artículo, Elena G. de White dijo que Jesús vendría por los fieles durante el día, y que el mismo tiempo sería la noche para los infieles; es decir, que es el tiempo de las siete plagas postreras:
La larga noche de pesar nos somete a prueba, pero la mañana se posterga misericordiosamente, porque si el Maestro viniera ahora, hallaría a tantos sin preparación. La actitud de Dios de no permitir que su pueblo perezca ha sido la razón de tan larga demora. Pero la venida de la mañana para los fieles, y de la noche para los infieles, está a punto de producirse. {2T 193.3}
En la Biblia, Jesús nos enseña, además, cuántas horas tenía el día para Él:
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. (Juan 11:9-10)
Este día profético de doce horas, o el año literal de las plagas, comenzó el 24/25 de octubre de 2015, con el huracán Patricia. Esa fue la señal de Dios de que los cuatro ángeles entonces comenzarían a soltar los cuatro vientos en cuatro etapas. Mi hermano y amigo, Gerhard, describió esas cuatro etapas en detalle en el artículo anterior.
Los adventistas del gran sábado ya habían recibido el reloj de 12 horas de las plagas cuando el Espíritu Santo descendió el 31 de enero de 2014,[82] pero Dios permitió que un año y diez meses de misericordia pasaran con los cuatro vientos completamente retenidos para que esta luz con las fechas del inicio del año de las plagas y el regreso de Su Hijo pudieran ser anunciadas al mundo entero, especialmente al resto de los 144.000 que aún no habían sido sellados.
Juan [el Bautista] vino con el espíritu y el poder de Elías a proclamar el primer advenimiento de Jesús. Se me señalaron los últimos días y vi que Juan representaba a aquellos que iban a salir con el espíritu y el poder de Elías para pregonar el día de ira y el segundo advenimiento de Jesús. {PE 154.2}
La séptima trompeta y la coronación
Una vez que el juicio investigador en el santuario celestial terminó, la puerta de la misericordia de Dios para el mundo se cerró. Dios hace referencia a eso con un evento muy específico que sólo pudo ser visto con discernimiento espiritual, como lo fue al comienzo del día del juicio el 22/23 de octubre de 1844. Esto es así porque sólo es posible agradar a Dios mediante la fe.[83]
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. (Apocalipsis 11:15-17)
El ciclo de las trompetas de Orión indica que la séptima trompeta sonó el 17/18 de octubre de 2015, y con ella llegó el anuncio del final de la cuarta vigilia de la noche, y de la misericordia. Eso corresponde con la señal en los días de Noé del cierre de la puerta de la misericordia siete días antes de que comenzara la lluvia.[84] El 24/25 de octubre de 2015, el huracán más poderoso de todos los tiempos[85] se transformó en fuertes lluvias debido a que no todos los cuatro vientos han sido desatados todavía.
Dios no escogió esta fecha arbitrariamente, pues esta coincide con el 70o aniversario de la Organización de las Naciones Unidas.[86] Por lo tanto, con Su reloj de las plagas, Él claramente anunció que, desde ese tiempo en adelante, Él ya no ofrecería misericordia para aquellos que aceptan las leyes de la ONU (la marca de la bestia). ¡Lean y entiendan la profecía de Jeremías[87] acerca de esto! Cualquiera que “sosteniblemente” se conforme a la ONU ya ha recibido la marca de la bestia, y también recibirá las plagas.
Sin embargo, el tercer ay o la séptima trompeta anuncia fuerte y claramente que el reino del Señor (Dios Padre) y de Su Ungido (Jesús) ya ha sido establecido y ¡Él ha tomado Su gran poder y ha comenzado a reinar! Debido a que no podemos verlo en la tierra, porque Jesús no ha vuelto todavía, tenemos que aplicarlo a un evento en el Cielo en la séptima trompeta. Dios también le mostró esto a Elena G. de White en visión, y quiero presentar esa visión en todo su esplendor una vez más con algunos comentarios añadidos:
Se me señaló la época en que terminaría el mensaje del tercer ángel. El poder de Dios había asistido a sus hijos, quienes después de cumplir su obra estaban preparados para sobrellevar la hora de prueba que les aguardaba. Habían recibido la lluvia tardía o refrigerio de la presencia del Señor y se había reavivado el viviente testimonio. Por todas partes había cundido la postrera gran amonestación, agitando y enfureciendo a los moradores de la tierra que no habían querido recibir el mensaje. {PE 279.1}
Sentíamos más y más esa furia en la mayoría de nuestras conversaciones a medida que nos acercábamos al final del tiempo de la misericordia. Ese párrafo también nos enseña que nuestra obra de preparación y sellamiento de los 144.000 está terminada, y por eso escribimos esta serie de artículos solamente para la gloria de Dios y esperamos que al hacer esto, una gran multitud recobrará su juicio, seguirá su inclinación, y saldrá de Babilonia – no sólo espiritualmente, sino físicamente. La hora de la prueba – el tiempo de las plagas – lamentablemente ya ha comenzado.
Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo. Un ángel con tintero de escribano en la cintura regresó de la tierra y comunicó a Jesús que había cumplido su encargo, quedando sellados y numerados los santos. [Esto hace referencia a Ezequiel 9. Debido a la gracia de Dios, la matanza fue pospuesta del ciclo de las trompetas al ciclo de las plagas.] Vi entonces que Jesús, quien había estado oficiando ante el arca de los diez mandamientos, dejó caer el incensario, y alzando las manos exclamó en alta voz: “Consumado es.” Y toda la hueste angélica se quitó sus coronas cuando Jesús hizo esta solemne declaración: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.” {PE 279.2}
Aquí está hablando claramente sobre el fin de la gracia – y por favor observen que la hora de la prueba viene sólo en las plagas, como lo describimos en Las Lágrimas de Dios.
Todos los casos habían sido fallados para vida o para muerte. Mientras Jesús oficiaba en el santuario, había proseguido el juicio de los justos muertos y luego el de los justos vivientes. Cristo, habiendo hecho expiación por su pueblo y habiendo borrado sus pecados, había recibido su reino. Estaba completo el número de los súbditos del reino, y consumado el matrimonio del Cordero. El reino y el poderío fueron dados a Jesús y a los herederos de la salvación, y Jesús iba a reinar como Rey de reyes y Señor de señores. {PE 280.1}
Una lectura más atenta revela que Jesús recibe Su reino precisamente al final del juicio investigador de los muertos Y los vivos, ya que es cuando todos los fieles han sido contabilizados, es decir, sus pecados son borrados y por lo tanto han sido sellados con una protección especial para la gran prueba. Ese proceso se completó el 17/18 de octubre de 2015 al toque de la séptima trompeta. ¿Cuándo fue coronado Jesús en el Cielo? ¿En ese mismo día? El siguiente párrafo explica con impresionante precisión, cuándo fue galardonado Jesús con la corona de 12 horas:
Al salir Jesús del lugar santísimo, oí el tintineo de las campanillas de su túnica. [Que sigue siendo el manto del Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación celestial, que incluye el 17/18 de octubre de 2015.] Una tenebrosa nube cubrió entonces a los habitantes de la tierra. [El huracán “Patricia” que se aproximaba era un símbolo de esta “nube” y también apuntó al comienzo de la validez de la marca de la bestia unos días más tarde.] Ya no había mediador entre el hombre culpable y un Dios ofendido. Mientras Jesús estuvo interpuesto entre Dios y el pecador, tuvo la gente un freno; pero cuando dejó de estar entre el hombre y el Padre, desapareció el freno y Satanás tuvo completo dominio sobre los finalmente impenitentes. Era imposible que fuesen derramadas las plagas mientras Jesús oficiase en el santuario; pero al terminar su obra allí y cesar su intercesión, nada detiene ya la ira de Dios que cae furiosamente sobre la desamparada cabeza del culpable pecador que descuidó la salvación y aborreció las reprensiones. En aquel terrible momento, después de cesar la mediación de Jesús, a los santos les toca vivir sin intercesor en presencia del Dios santo. Había sido decidido todo caso y numerada cada joya. Detúvose un momento Jesús [los siete días entre el fin de la misericordia el 17/18 de octubre de 2015 y el comienzo de la primera plaga el 24/25 de octubre de 2015] en el departamento exterior del santuario celestial, y los pecados confesados mientras él estuvo en el lugar santísimo fueron asignados a Satanás, originador del pecado, quien debía sufrir su castigo. {PE 280.2}
Cada pequeño detalle de las instrucciones de Dios para el Día de la Expiación[88] fue seguido por Jesús, el Sumo Sacerdote celestial, al final del juicio investigador. Los siete días entre el toque de la séptima trompeta, cuando Jesús dejó el Lugar Santísimo y el comienzo del ciclo de las plagas, sirvieron para colocar los pecados del mundo sobre Azazel (Satanás). Sólo entonces fue completado Su servicio como Sumo Sacerdote, para que la coronación pudiera tener lugar... en el mismo día – el 24/25 de octubre de 2015 – cuando las plagas comenzaron a caer sobre los habitantes de la tierra:
Entonces vi que Jesús se despojaba de sus vestiduras sacerdotales y se revestía de sus más regias galas. Llevaba en la cabeza muchas coronas, una corona dentro de otra. Rodeado de la hueste angélica, dejó el cielo. Las plagas estaban cayendo sobre los moradores de la tierra. [Jesús ahora está simbólicamente sentado sobre la “nube” de la Nebulosa Cabeza de Caballo, la manecilla del caballo blanco, a la espera de la orden de la cosecha el 9 de marzo de 2016.] Algunos acusaban a Dios y le maldecían. Otros acudían presurosos al pueblo de Dios en súplica de que les enseñase cómo escapar a los juicios divinos. Pero los santos no tenían nada para ellos. Había sido derramada la última lágrima en favor de los pecadores, ofrecida la última angustiosa oración, soportada la última carga y dado el postrer aviso. La dulce voz de la misericordia ya no había de invitarlos. Cuando los santos y el cielo entero se interesaban por la salvación de los pecadores, éstos no habían tenido interés por sí mismos. Se les ofreció escoger entre la vida y la muerte. Muchos deseaban la vida, pero no se esforzaron por obtenerla. No escogieron la vida, y ya no había sangre expiatoria para purificar a los culpables ni Salvador compasivo que abogase por ellos y exclamase: “Perdona, perdona al pecador durante algún tiempo todavía.” Todo el cielo se había unido a Jesús al oír las terribles palabras: “Hecho está. Consumado es.” El plan de salvación estaba cumplido, pero pocos habían querido aceptarlo. Y al callar la dulce voz de la misericordia, el miedo y el horror invadieron a los malvados. Con terrible claridad oyeron estas palabras: “¡Demasiado tarde! ¡demasiado tarde!” {PE 280.3}
Sí, esas son palabras terribles, y pensamos por mucho tiempo acerca de si debemos mencionarlas de nuevo. Básicamente, no tenemos nada más para los pecadores o los que han rechazado los mensajes de los últimos seis años. Jesús ahora está vestido con Sus ropas reales, y está esperando el momento en que el reloj de las plagas muestre que Él puede venir. Él ya está sentado sobre la “nube de la Nebulosa de Cabeza de Caballo”, que está en la misma línea entre Alnitak y Saiph que apunta a una fecha específica – la séptima plaga el 25 de septiembre de 2016, que será un tema importante de este artículo.
¿Ven ahora, por qué en el día de la primera plaga y en el día de la séptima plaga cada vez suena un carillón en el Cielo con los 24 ancianos enmarcando de cierta manera el ciclo de las plagas?
La coronación de Jesús en el Cielo como el Señor de los reinos de la tierra aconteció en el día de la primera plaga. Fue un gran día festivo al final del reloj de 24 horas del juicio investigador, que terminó con la victoria de Jesús sobre Satanás. En la semana después al cierre de la puerta de la gracia, Satanás recibió todos los pecados del mundo, y después del último año de las plagas, él será llevado al desierto y atado por mil años a la Tierra en ruinas. El día de la primera plaga fue el día en que terminó el reloj de 24 horas del ciclo del juicio de Orión, cuando se hizo la transición al reloj de 12 horas de “la mañana de la venida de Jesús”.
Otra vez, algo extraordinario sucederá en el día de la séptima plaga.
La séptima plaga y la resurrección especial
Síguese un gran terremoto, “cual no fue jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”. Apocalipsis 16:18. El firmamento parece abrirse y cerrarse. La gloria del trono de Dios parece cruzar la atmósfera. Los montes son movidos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se aparecen por todos lados [...]. Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas [...]. Granizo grande, cada uno “como del peso de un talento” (vers. 21), hace su obra de destrucción.
Los sepulcros se abren, y “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. Daniel 12:2. Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. “Los que le traspasaron” (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 694-695 (1911). {EUD 229.1–2}
Así que esta resurrección especial ocurre ANTES de la venida de Jesús. Ocurre al comienzo de la séptima plaga el 24/25 de septiembre de 2016, la cual otra vez Dios marca especialmente con un carillón en el Cielo como hemos mostrado. El carillón involucra otra vez 24 ancianos, lo que tiene mucho sentido, porque ya no sólo los 12 ancianos de los adventistas del gran sábado junto con los 144.000 vivientes están en la tierra, sino que de allí en adelante, los 12 ancianos de los pioneros adventistas también están con ellos, así como todos los fieles que habían muerto bajo el mensaje del tercer ángel desde 1846.[89] Esta resurrección incluye a todos los que fueron llamados a salir por los 144.000 y murieron durante el tiempo de las plagas. Ahora juntos, formarán la iglesia viva de Filadelfia. De esta manera, nuestra interpretación de los 24 ancianos es confirmada una vez más.
Sin embargo, el reloj de 12 horas es válido para las plagas desde la primera hasta la séptima, e incluso un poco más lejos, como lo veremos. Jesús cambió Sus vestiduras sacerdotales en la ceremonia de coronación celestial en el primer día de las plagas. Se puso Su vestidura real, que naturalmente incluye la corona que Elena G. de White vio en su visión. Él ya tiene puesta la corona, a pesar de que todavía está cerca del cielo (la nebulosa de Orión) y todavía no ha comenzado Su viaje a la Tierra. La boda simbólica de Jesús con la mujer pura encuentra su conclusión en la ceremonia de coronación celestial. Con Él, los santos numerados también han recibido la corona simbólica del tiempo de Apocalipsis 12 adornada con 12 estrellas. Ahora depende de ellos retener esta corona hasta que Jesús venga, y ¡entonces les serán dadas coronas literales!
La corona séptuple de Jesús
En otra visión sobre el juicio ejecutivo al final del milenio, a Elena G. de White se le mostró un detalle más de la corona de Jesús, que es muy interesante:
Mientras Satanás está reuniendo su ejército, los santos están en la ciudad contemplando la hermosura y la gloria del Paraíso de Dios. Jesús los encabeza y los guía. De repente el amable Salvador se ausentó de nuestra compañía; pero pronto oímos su hermosa voz que decía: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.” Nos reunimos en derredor de Jesús, y precisamente cuando cerraba las puertas de la ciudad, la maldición fué pronunciada sobre los impíos. Las puertas se cerraron. Entonces los santos usaron sus alas y subieron a la parte superior de la muralla de la ciudad. Jesús estaba también con ellos; su corona era gloriosa y resplandeciente. Estaba formada por una corona dentro de otra corona, hasta un total de siete. Las coronas de los ángeles eran del oro más puro, y estaban cuajadas de estrellas. Sus rostros resplandecían de gloria, pues eran la imagen expresa de Jesús; y cuando se levantaron y subieron todos juntos a la cumbre de la ciudad, quedé arrobada por el espectáculo. {PE 53.1}
La visión sobre el fin de la gracia también menciona “muchas coronas, una corona dentro de otra.”, por lo que podemos suponer que se refiere a la misma corona. Por lo tanto, estamos lidiando con un total de siete coronas, la más exterior de las cuales está adornada con 12 estrellas.
¿Dónde encontramos eso en la Biblia? Hemos estudiado juntos las profecías bíblicas detalladamente en nuestros artículos y hemos descubierto siete relojes de Dios:
Encontramos los cuatro ciclos del Libro de los Siete Sellos, inmortalizados por las estrellas de Orión (los 4 primeros relojes). Tenemos el Libro de los Siete Truenos, escrito por los movimientos del sol y de la luna, que hemos denominado el Buque del Tiempo, o la Lista de Grandes Sábados (el 5° reloj). Reconocimos el Reloj de la Reforma, que nos llevó a la comprensión del 666, el número del hombre (el 6° reloj) y eso nos mostró cómo fue acortada la semana de 7000 años de la historia humana (el 7o reloj).[90]
Hicimos lo que Elena G. de White aconsejó: “Si os hubieseis dedicado a estudiar la Palabra de Dios, con un deseo de alcanzar la norma de la Biblia y la perfección cristiana, no habríais necesitado los Testimonios.” Descubrimos la corona séptuple del tiempo, una dentro de otra. ¿Qué puede significar que Jesús reinará como Rey de reyes sobre todo el universo con una corona de tiempo? ¿Qué significa eso para los anti fijadores de fechas y los que degradan a Jesús como siendo ignorante del tiempo? ¿Qué significa que la corona exterior con 12 estrellas adorna a la mujer pura de Apocalipsis 12? Si el Espíritu Santo sigue con ustedes, ¡piensen en ello por ustedes mismos!
La corona del tiempo también incluye las cifras de la fórmula de tiempo de Orión: 7 en la subdivisión séptuple de las coronas, y 12 en los marcadores de doce horas. Considerando la corona desde el exterior hacia el interior, los marcadores de hora también se aplican a las coronas interiores. Esto indica claramente una multiplicación de 7 × 12, que produce la mitad de la fórmula de Orión.
Sin embargo, ¡hay dos de estas coronas en Apocalipsis! Jesús es coronado con una de ellas en Apocalipsis 11, y la otra descansa sobre la cabeza de la mujer pura de Apocalipsis 12. Recibimos la información sobre el número doce directamente de la Biblia a través de la corona de la iglesia pura, y el número siete nos fue dado a través de la pista de Elena G. de White sobre la corona de Jesús. También podemos derivar el número de siete coronas directamente de la Biblia, porque cuando Jesús cerró la puerta de la misericordia, Él venció al dragón, Satanás, que también tenía siete coronas:
Entonces apareció otra señal en el cielo: Un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas (coronas). (Apocalipsis 12:3, NBLH)
Cuando Jesús tomó el dominio sobre la tierra en la séptima trompeta, en un sentido figurado Satanás perdió sus siete coronas y Jesús las recibió. Las siete coronas de Satanás fueron los siete imperios mundiales,[91] a través de los cuales ejerció su dominio sobre la tierra. Cada imperio tenía su tiempo predeterminado y de este modo las coronas también fueron “coronas de tiempo” – de tiempo asignado por Dios.
Cuando ponemos todas las piezas juntas, obtenemos 2 coronas × 12 estrellas × 7 relojes = 168 el número de la fórmula de Orión y el número del antiguo y nuevo pacto del juramento de Jesús en Daniel 12.[92]
Pero ¿cómo pudo la mujer pura recibir la misma corona que Jesús? ¿No es esa una exageración, o incluso blasfemia? No, en lo absoluto, porque Jesús mismo reveló eso...
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3:21)
Los santos incluso juzgarán a los ángeles durante el milenio en el Cielo:
¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? (1 Corintios 6:3)
El vencer que es necesario para obtener esta corona de tiempo se refiere a las “obras mayores”[93] que los santos deben hacer en el tiempo de la prueba. Los 144.000 deben estar dispuestos a hacerse responsables por los otros seres creados y por Dios mismo como Jesús lo hizo a través de la segunda muerte[94] (la pérdida de la vida eterna, es decir, la intemporalidad). El resto de Su iglesia, quienes aún tienen que ser llamados a salir, deben estar dispuestos a dar sus vidas físicas para la salvación de otros. Pronto veremos para quiénes exactamente. Sólo aquellos que están dispuestos a dar sus vidas por sus amigos[95] han adquirido el carácter de Cristo. Él fue el Precursor[96] para aquellos que Le siguen por dondequiera que va[97] en términos de la disposición al sacrificio. Fue el Cordero del sacrificio quien abrió el camino estrecho para los santos de los últimos días, que sólo puede ser seguido en el pavimento del Camino de la Cruz.[98] Como los Milleritas, que fueron probados por el tiempo, los que siguen a Jesús sólo por miedo a perder sus vidas, las perderán. Los que de todo corazón están dispuestos a renunciar sus vidas por el bien del universo, probablemente las conservarán.[99] Jesús mira el corazón de la persona,[100] y estoy convencido de que realmente sólo unos pocos soportarán Su mirada que penetra todo.[101]
Por lo tanto, hay dos coronas de tiempo: una para el Precursor, Jesús, y una que ciñe la mujer pura de Apocalipsis 12, que representa la iglesia de Filadelfia en el fin. Juntas, adornan a los fieles testigos que obtuvieron la victoria para Dios Padre en el juicio.
Cada persona que pertenece a Filadelfia recibe la corona de tiempo con las 12 estrellas, pero no al mismo tiempo:
Los primeros fueron los adventistas del gran sábado en el sellamiento de los 144.000 desde el 1 de febrero de 2014 hasta el 17 de octubre de 2015. Ellos atravesarán el tiempo de las plagas sin ver la muerte, porque ellos están listos a dar incluso sus vidas eternas, las cuales ofrecieron en un tiempo cuando no era visible mucha evidencia. En este artículo, descubriremos incluso cuándo se decidirá si sus vidas serán requeridas o no.
Los próximos a recibir la corona del conocimiento del tiempo son aquellos quienes son llamados a salir desde el 17 de octubre de 2015 hasta el comienzo de la séptima plaga, pero especialmente durante el período de la cosecha. Durante ese tiempo, todos ellos deben sufrir la primera muerte (la muerte física), pero sus vidas eternas no son requeridas, aunque ellos tienen una disposición similar a la de los 144.000. Ese es el gran consuelo que mencioné anteriormente. Su vida eterna en el Cielo es segura, y porque ellos saben el tiempo de su resurrección, ellos también tienen la certeza que su descanso en la tumba será solamente unos pocos meses, semanas o días. Ellos también hacen su sacrificio, pero en el tiempo cuando las evidencias están aumentando continuamente.
Otra visión de Elena G. de White[102]nos dice que Dios proclamará el tiempo de nuevo en el período después de la resurrección especial de los adventistas que murieron bajo el mensaje del tercer ángel desde 1846. Ese es el tiempo cuando ellos (incluyendo Elena G. de White misma) también recibirán la corona de tiempo de Filadelfia, un mes antes del regreso de su amado Señor. Su resurrección es en sí misma, la prueba final y definitiva de que Jesús ya viene.
La mañana de la séptima trompeta
Muchos pensaron que tendríamos que cerrar nuestro ministerio el 17/18 de octubre de 2015, o a más tardar el 25 de octubre de 2015, ya que el resto de las profecías de la séptima trompeta, supuestamente, no se cumplieron.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo. (Apocalipsis 11:18-19)
Su error surge a causa de un entendimiento erróneo de la duración de la séptima trompeta. Ellos creen que debería durar sólo un corto tiempo, incluso un solo día. Sin embargo, en los capítulos anteriores de este artículo, ya hablamos de los versículos 15 al 17 del capítulo 11 del Apocalipsis con respecto a la séptima trompeta, y ya hemos visto que los acontecimientos abarcan por lo menos una semana. Dos carillones sonaron (al comienzo de la séptima trompeta y al comienzo de la primera plaga), dos coronaciones ocurrieron (la de Jesús y de la mujer), Jesús terminó el servicio de intercesión, puso los pecados del mundo sobre Azazel, se puso Su vestidura real, dejó el cielo y se preparó para viajar a la Tierra tan pronto como la manecilla del gran reloj del tiempo apunte a la fecha.
En los versículos 18 y 19 encontramos que todos esos múltiples eventos están seguidos aún por un gran número de otros, y que todos todavía pertenecen a la séptima trompeta. Los enfaticé en el texto anterior.
Si lo lees cuidadosamente, puedes ver que es un bosquejo o un resumen de los eventos que llevan a la segunda venida de Jesús.
Que se “airaron las naciones, y tu ira ha venido”, significa que las plagas comenzaron.
El término “el tiempo de juzgar a los muertos” no puede referirse al juicio investigador de los muertos, porque en la séptima trompeta, éste ya se había terminado. Por consiguiente, el texto bíblico debe hablar del tiempo del juicio en el Cielo, que es llevado a cabo por los santos y en el cual se determinará la sentencia para los injustos muertos, que será ejecutada después del milenio.[103] Así que, esta es una perspectiva al comienzo del milenio, es decir, al regreso del Señor.
“De dar el galardón a tus siervos” también indica el final de las plagas, respectivamente el tiempo del regreso de Jesús.
Que Jesús destruya “a los que destruyen la tierra” es una breve descripción de todas las plagas juntas y apunta a la destrucción de los habitantes de la tierra durante el tiempo de las plagas.
La parte que habla de la apertura del templo y la aparición del Arca del Pacto con las dos tablas de piedra de la Ley, Elena G. de White también la pone al final de la historia mundial. En su obra maestra, El Conflicto de los Siglos, ella escribe sobre la fecha de la liberación del pueblo de Dios en el capítulo 40:
Al considerar el día de Dios en santa visión, los antiguos profetas exclamaron: “Aullad, porque cerca está el día de Jehová;...
Por un desgarrón de las nubes una estrella [Alnitak en Orión] arroja rayos de luz cuyo brillo queda cuadruplicado [las cuatro manecillas del Reloj Orión] por el contraste con la oscuridad. Significa esperanza y júbilo para los fieles, pero severidad para los transgresores de la ley de Dios. Los que todo lo sacrificaron por Cristo están entonces seguros, como escondidos en los pliegues del pabellón de Dios. Fueron probados, y ante el mundo y los despreciadores de la verdad demostraron su fidelidad a Aquel que murió por ellos. Un cambio maravilloso se ha realizado en aquellos que conservaron su integridad ante la misma muerte. Han sido librados como por ensalmo de la sombría y terrible tiranía de los hombres vueltos demonios. Sus semblantes, poco antes tan pálidos, tan llenos de ansiedad y tan macilentos, brillan ahora de admiración, fe y amor. Sus voces se elevan en canto triunfal: “Dios es nuestro refugio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea conmovida, y aunque las montañas se trasladen al centro de los mares; aunque bramen y se turben sus aguas, aunque tiemblen las montañas a causa de su bravura”. Salmos 46:1-3 (VM).
Mientras estas palabras de santa confianza se elevan hacia Dios, las nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplendor indescriptible en contraste con el firmamento negro y severo en ambos lados. La magnificencia de la ciudad celestial rebosa por las puertas entreabiertas. Entonces aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez”. Salmos 50:6. Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hombres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del Decálogo inscritos como con letras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.
Es imposible describir el horror y la desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de Dios. El Señor les había dado su ley con la cual hubieran podido comparar su carácter y ver sus defectos mientras que había aún oportunidad para arrepentirse y reformarse; pero con el afán de asegurarse el favor del mundo, pusieron a un lado los preceptos de la ley y enseñaron a otros a transgredirlos... {CS 622.1–623.1}
Ahora llegamos a la última parte descriptiva de los versículos de la séptima trompeta:
... Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo. (Apocalipsis 11:19)
Eso corresponde en cada detalle a la descripción de la séptima plaga:
El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande. (Apocalipsis 16:17-18, 21)
Por lo tanto, se fundamenta bíblicamente que la séptima trompeta no termina al principio de las plagas, sino, todo lo contrario, incluye a las plagas mismas. La séptima trompeta siempre ha sido una trompeta especial – así como el séptimo sello lo fue con el juicio de los vivos. No se escuchó en ningún otro ciclo antes; solamente suena en “el gran día de Dios”, que es el año de las plagas. Por lo tanto, también debe extenderse desde el cierre de la puerta de la gracia para la humanidad hasta la segunda venida de Cristo.
La hora de la bestia
Pero ¿por qué Dios se tomó la molestia de apuntar a un reloj de 12 horas para las plagas en tantos sueños? También encontramos ahora en la Biblia la corona del tiempo con sus 12 horas, pero ¿es eso todo?
Como ya he enfatizado en varias ocasiones, hay medición de tiempo “profético” en el libro de Apocalipsis que va mucho más allá de lo que los adventistas en general han aceptado como el fin de toda “fecha definida”. Ellos toman los siguientes versículos de Apocalipsis 10 y los convierten en una estricta prohibición contra la fijación de fechas después de la decepción de Miller de 1844, y también están aparentemente apoyados por su propia profetisa:
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, (Apocalipsis 10:5-6)
La gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso [Apoc. 10: 4-6], que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844.-7CBA 982 (1900).
Amigos, si esta declaración de la profetisa quedara tal cual es, entonces, sin tener una explicación razonable para ello, tendríamos que tomar la Biblia en mano y ponerla a prueba con ella. Luego, entre otras cosas, llegaríamos a Apocalipsis 17:12 donde habla de la hora “profética” con la bestia, que es inequívocamente un “tiempo definido”:
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. (Apocalipsis 17:12-14)
Tendríamos que preguntarnos si esos diez reyes ya recibieron su poder antes de 1844 y si el Cordero ya los ha vencido, y estaríamos horrorizados al reconocer que todavía hay “tiempo definido” futuro aún hoy, mientras escribo este artículo. Eso significaría en lenguaje claro que, o bien Elena G. de White es expuesta como una falsa profeta, o Jesús se contradice a Sí mismo en Su revelación a Juan. Por otra parte, ¡esa no es la única profecía de tiempo incumplida en el libro de Apocalipsis, como veremos más adelante!
Por favor, ¡piensen antes de abrir sus bocas, queridos anti fijadores de fechas! Lean lo que Jesús les dice – a la iglesia de Sardis – en Apocalipsis 3:1-5. Entiendan que sus obras no han sido halladas perfectas, y sus nombres serán borrados del libro de la vida porque no supieron la hora que Jesús había de venir sobre ustedes.[104] Además, la única razón por la que Él viene sobre ustedes como ladrón es porque fueron padres de familia infieles.[105] Ustedes se encuentran en la autopista de 8 carriles de los adversarios del tiempo de Dios, y el sol naciente del este les está cegando esta temprana mañana de manera que sin frenar se dirigen a toda velocidad a una colisión frontal con la enorme nube de Jesús, la cual está escoltada por todos Sus ángeles, terminando en un enorme accidente múltiple que les quita a todos sus vidas.
Para defender el honor de Elena G. de White, escribimos un artículo completo que explica por qué ella hizo estas declaraciones en su tiempo. También dedicamos un artículo extenso al poder del Padre para dar una interpretación bíblica lógicamente correcta de Apocalipsis 10. No voy a repetir todo eso aquí.
En la serie de artículos sobre el general jesuita, el “Papa” Francisco, revelamos quién es la “octava cabeza” o “la bestia misma”, que es montada en los últimos días por “Babilonia”, la madre de las rameras (la Iglesia Católica y todos los protestantes y las religiones del mundo que se unieron con ella): es el Nuevo Orden Mundial (jesuita) bajo Satanás mismo. La elección de Satanás al pontificado, y por lo tanto su aparición pública como un “ángel de luz”, ocurrió al inicio de la línea de tiempo visible de los 1290 días de Daniel.
La bestia de Apocalipsis 17 tiene diez cuernos: los diez distritos administrativos en que los jesuitas dividen el mundo. La elección de sus “generales” cayó en el comienzo de la línea de tiempo visible de los 1260 días de Daniel.
El 24/25 de septiembre de 2016, el día del comienzo de la séptima plaga, el tiempo de la ramera terminará. Roma será destruida, y el Nuevo Orden Mundial jesuita con ella. Treinta días más tarde, la historia del mundo terminará con la venida de Jesús, que también será el final de los 1335 días, que comenzaron con la renuncia del Papa Benedicto para dar paso al comienzo del dominio mundial de Satanás.
Aquí lo pueden ver de nuevo, en resumen:
Como todos hemos visto desde la elección papal hace casi tres años, el poder de Francisco sobre el mundo se ha vuelto aparentemente cada vez mayor. Ningún papa antes que él – ni siquiera Juan Pablo II – alguna vez ha sido la causa de tanto sensacionalismo. La prensa estaba y todavía está llena de eventos “sensacionales” y “sin precedentes” y de acciones relacionadas con este “papa”. Casi cada mes ha habido un titular sobre algo que él dijo o hizo que ningún papa ha dicho o hecho antes que él.
En septiembre de 2015, él fue el primer papa que hablara delante de las dos cámaras del Congreso de EE. UU., y él abrió la Asamblea General de la ONU.[106] Ningún papa alguna vez ha recibido tal poder. Después de que él blasfemamente abrió una puerta de la misericordia[107] cuando Dios ya había anunciado el fin de Su misericordia, su búsqueda de poder alcanzó un nuevo nivel con su intervención en la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU.[108] Ahora en el primer video de una serie para su “año de la misericordia”, él dejó bien en claro cuál es su objetivo final: la unión de todas las religiones del mundo bajo él y su religión del “amor”, en la que es irrelevante lo que creas, siempre y cuando lo sigas a él – a Satanás. Jesucristo, el único nombre en que podemos ser salvos,[109] es degradado a un pequeño bebé llorando entre las insignias de las otras religiones del mundo. Sin embargo, gente de todas las religiones del mundo, lo siguen a él y a su seductora tolerancia de amor propio y desprecio por Dios – como está escrito:
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? (Apocalipsis 13:3-4)
Él es el huésped elegido del espíritu parasitario de Satanás a través del cual finalmente será sanada completamente la herida mortal que el papado recibió en 1798, y entre los “reyes” profetizados que han reinado desde 1929, él será el que irá a la perdición cuando Cristo salve a Sus santos de sus garras en el último momento.[110]
La bestia que era, y no es, es también el octavo [rey]; y es de entre los siete, y va a la perdición. (Apocalipsis 17:11)
Él recibirá poder absoluto sobre las naciones del planeta durante una hora, y luego Cristo comenzará a ejercer Su poder, de modo que las naciones mismas finalmente lo vencerán y lo destruirán cuando se den cuenta que él los engañó.
Y los diez cuernos [las naciones de la tierra] que viste en la bestia [el Nuevo Orden Mundial bajo la ONU], éstos aborrecerán a la ramera [a Roma], y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; (Apocalipsis 17:16)
¿CUÁNDO obtendrá él ese poder por una hora? Podemos estar seguros de que debe estar dentro de los 1260 días, porque sabemos que la destrucción del papado y el poder de Roma vendrán al final de los 1260 días – al principio o durante la séptima plaga. La “hora”, por lo tanto, debe ser antes del 24/25 de septiembre de 2016.
El versículo introductorio de Apocalipsis 17 nos da otra pista, específicamente, que la “hora” de Apocalipsis 17 debe cumplirse en las plagas:
Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; (Apocalipsis 17:1)
Por eso, el siguiente informe en su totalidad, se refiere a las plagas, ya que uno de los ángeles de las plagas lo entregó. Por tanto, la profecía de tiempo de la hora todavía no cumplida pertenece al tiempo entre la primera plaga y el comienzo de la séptima.
En la interpretación de la profecía, especialmente cuando se trata de la profecía de tiempo, hay que tener mucho cuidado en distinguir si el texto bíblico está hablando de un momento en el tiempo o un período de tiempo. “La hora de Su venida” se refiere a un momento en el tiempo, mientras que “por una hora” indica un período en el tiempo con la duración de una hora.
El acertijo de Apocalipsis 17:12 habla claramente acerca de un período: las naciones reciben autoridad “por una hora” con el Nuevo Orden Mundial. Es bastante interesante que, el Nuevo Orden Mundial devuelve ese mismo poder. Pronto veremos cómo esa aparente contradicción se disuelve – cuando descubramos cuándo ocurre la hora.
Aquellos que han pensado cuidadosamente sobre la gráfica anterior entienden que el poder del papa, y por lo tanto de Satanás, está aumentando cada vez más y alcanzará su punto máximo en la hora en cuestión. La historia se repite, por lo que Dios intervendrá y destruirá el poder de Satanás sólo cuando él haya alcanzado la cima de éste. Al final de la hora, ¡Jesús actuará! Es por eso por lo que es tan importante para nosotros saber cuándo es esa “hora”.
¿Qué significa la duración de una “hora” en esta profecía?
Por supuesto, no puede ser simplemente una hora literal. Eso difícilmente sería impresionante. Si ese fuera el caso, podríamos fácilmente aguantar las plagas de un “día” literal también, como algunos teólogos adventistas de gran prestigio han estado predicando durante años en sus presuntos estudios bíblicos, que a menudo hablan sobre el “día del Señor”.
Tengo que reírme cuando ellos convierten la duración de esta “hora” a 15 días utilizando el principio profético de día por año,[111] porque contradicen a la vez la afirmación de su propia profetisa, Elena G. de White, quien dijo que no hay más tiempo “profético” después de 1844. Al mismo tiempo, niegan que el “día” de Dios es realmente un “año”, como pudimos confirmar en los estudios sobre los sacrificios.
Esta “hora” crea muchas dificultades, pero se destaca en las profecías bíblicas del Apocalipsis, junto con otra hora de la cual también hablaremos más adelante. ¿No sería maravilloso si pudiéramos tener un “reloj” que marcara el comienzo Y el final de esta hora para nosotros?
Consideremos de nuevo el reloj de las plagas de Orión en la forma en que Dios nos mostró en tantos sueños: como un reloj con una cara de 12 horas, que divide la “mañana” de la venida de Su Hijo en diferentes períodos de tiempo. ¿Pueden encontrar la “hora”?
Sí, el marcador de la 1 de Bellatrix de la cuarta plaga junto con la línea del trono de las 2 forma un segmento ¡que se extiende a simple vista por una hora!
Pero ¿cuán precisa es esta lectura, en realidad? Sin perdernos en cálculos de ángulos astronómicos, una simple consideración nos llevará a un resultado sorprendente.
El ciclo de las plagas de Orión se extiende exactamente por 336 días desde el 25 de octubre de 2015 al 24 de septiembre de 2016 (inclusive) cuando la séptima plaga comenzará. Dios dividió este período de 336 días en 12 horas, como hemos descubierto en las secciones anteriores. Por lo tanto, todo lo que tenemos que hacer es calcular la duración de una hora en el reloj de las plagas:
336 días ÷ 12 horas = 28 días por hora (¡sin residuo!)
Ahora tomemos una simple calculadora de días y veamos a dónde llegamos cuando añadimos 28 días (una hora en el reloj de las plagas) al comienzo de la cuarta plaga (22 de abril de 2016):
22 de abril de 2016 + 28 días = ¡20 de mayo de 2016!
Así pues, la hora con la bestia termina precisamente con el comienzo de la quinta plaga o la línea del trono de las 2 que se forma por la estrella central (Alnitak) y la estrella de Dios Padre (Alnilam).
Hemos tenido este “reloj” desde el 31 de enero de 2014, pero sólo ahora es que nos dimos cuenta de que nos presenta la solución de las últimas profecías bíblicas de tiempo. La luz de Dios es una luz cada vez mayor, y Él quería dar todo esto a los adventistas, pero ellos la rechazaron.
Y ahora entendemos mejor, lo que significa cuando Dios dice, que las naciones recibirán poder con la bestia, específicamente por el hecho de que ellas darán todo su poder a la bestia. Mi amigo y hermano Robert ¡escribió sobre ese tema! El 22 de abril de 2016, las naciones firmarán el acuerdo climático global y por lo tanto cederán todo su poder al Nuevo Orden Mundial de la ONU. Todas las ramas de la estructura política y los planes estarán bajo el control de la ONU de ahí en adelante, pero la ONU misma está bajo el control del papa, y por lo tanto bajo el control de Satanás mismo. Teniendo el control, él devolverá el poder, permitiéndoles a las naciones perseguir a los fieles de Dios con sanciones basadas en su falsa tolerancia y los objetivos climáticos. Cualquier persona que no coopere será encarcelada o muerta.
Es bueno que ahora sabemos que la mano de Dios Padre, junto con el Rey de reyes, intervendrá para frustrar los planes de Satanás a partir del 21 de mayo, 2016 en adelante. También hay que señalar que la quinta plaga corresponde a la quinta trompeta, que a su vez representa el primer ay. Los tres ayes fueron retenidos en el ciclo de las trompetas, y en el ciclo de las plagas prorrumpirán con toda su fuerza sobre los enemigos de Dios. Esa “hora” será la última hora imperturbada de Satanás en este planeta, cuando la población mundial sigue estando inconsciente de que algo anda mal y que han sido engañados por el padre de la mentira.
De vez en cuando, deben consultar también la lista de los días festivos, ¡que hemos calculado para ustedes a base del verdadero calendario de Dios desde hace años! El 22 de abril de 2016, la cuarta plaga iniciará con la Pascua de Dios.[112] La Pascua siempre ha representado al ángel de la muerte pasando por encima de las casas del pueblo de Dios, y la muerte de los “primogénitos” de Sus enemigos. En el artículo anterior vieron que el segador de la vendimia sale del templo en ese día, pero seguirá esperando hasta la sexta plaga para recibir el comando del ángel con poder sobre el fuego.
También la quinta plaga comienza con días festivos – sí, incluso con un Gran Sábado. El 21 de mayo, el primer día después de la hora con la bestia, es el cuarto sábado de Omer, el cual representa la espera al “fuego” a descender en Pentecostés. Ese día iniciará el segmento del reloj de las plagas que terminará con las bolas de fuego cayendo el 1 de agosto de 2016.
Además, la segunda posibilidad para la Pascua comenzará en la tarde del 21 de mayo. Siendo que estamos esperando una repetición de la quinta trompeta, que predice tormento, pero no muerte, estamos ansiosos por ver lo que Dios ha planeado para esa fecha. En cualquier caso, consideramos estas múltiples concurrencias de días festivos con las fechas de plagas como siendo bastante notables, y pronto veremos cómo se cumplirá todo esto.
Los cinco hombres con instrumentos para destruir
En el artículo El Misterio de Ezequiel presenté una posible interpretación de los hombres con los instrumentos para destruir de Ezequiel 9. Era muy armoniosa, y todavía estoy convencido de que era una profecía condicional que podría haberse cumplido exactamente de esa manera, si no hubiera sido por el “¡Retened!” cuádruple y las cuatro veces que Jesús clamó “¡Mi sangre!” que mitigaron los castigos visibles de todo el ciclo de las trompetas posponiéndolos al ciclo de las plagas.
Permítanme enfatizar una vez más que hay un total de seis hombres – uno de los cuales puede ser identificado como el Espíritu Santo, quien tiene el tintero de escribano, mientras que los otros cinco[113] tienen cada uno un instrumento para destruir. Al final del ciclo de las trompetas, el Espíritu Santo se retiró de la Tierra y reportó que Su obra de sellamiento estaba terminada. En cuanto a los otros hombres, ya no queda ningún “¡Retened!”, ni Jesús intercede más con “¡Mi sangre!”.
Entonces, según Ezequiel 9 deberíamos experimentar cinco oleadas sucesivas de “matanzas”. ¿Por qué no han comenzado todavía? Consideren cuándo están en posición las hoces de la cosecha, como el hermano Gerhard mostró en su artículo. El tiempo de la cosecha cuando será recogido el trigo, viene con la tercera plaga, mientras que la sexta plaga (reflejando el segundo ay del ciclo de las trompetas), es cuando el lagar de Dios será llenado y hollado, que es la muerte literal de los impíos.
Por medio de “matanza”, no me refiero a los mártires cristianos, quienes por mucho tiempo en todo el mundo han estado dando sus vidas especialmente bajo el Estado Islámico (ISIS) durante el ciclo de las trompetas. Tampoco me refiero a las relativamente pocas personas que han sido puestas al descanso antes de que caigan en pecado durante las plagas. Más bien, me refiero a los números apocalípticos de los impíos que podemos esperar, basados en los pasajes donde las trompetas y las plagas describen los castigos de Dios sobre ellos. Finalmente, casi toda la humanidad debe ser aniquilada, ya que en el fin sólo los 144.000 permanecen de los que viven hoy.
El corto marco de tiempo no es el problema. Dios creó la Tierra y la vida en ella en seis días, por lo que seguramente también la puede destruir en seis días. Un ELE (evento ligado a la extinción)[114] como un asteroide grande, podría destruir a la humanidad en una “hora”. Sin embargo, debemos reflexionar acerca de lo que Dios quiere mostrarnos al profetizar cinco ángeles de la muerte con instrumentos para destruir en Ezequiel 9. Aún si las cinco etapas de la posible destrucción fueron retenidas en el ciclo de las trompetas, tiene que haber otra interpretación, pues, aunque la Palabra de Dios ciertamente contiene profecía condicional, cada profecía también debe cumplirse de una manera u otra.
Como cualquier teólogo admitiría sin reservas, Ezequiel 9 por supuesto fue cumplido una vez en el propio tiempo del profeta. Ezequiel, así como sus contemporáneos como Daniel, Isaías, y otros, profetizaron el fin de Jerusalén y el cautiverio de los judíos por Nabucodonosor. Además, sabemos que estas escenas deben ser repetidas en los últimos días, ya que los profetas profetizaron menos para su propio tiempo que para el nuestro.[115]
Echemos un vistazo de cerca a cuándo Elena G. de White pone la repetición de Ezequiel 9 exactamente:
“Y clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los visitadores de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir.” Ezequiel 9:1.
“Y llamó Jehová al varón vestido de lienzos, que tenía a su cintura la escribanía de escribano. Y díjole Jehová: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalem, y pon una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno: mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo.” Vers. 3-6.
Jesús está por abandonar el propiciatorio del santuario celestial, para ponerse vestiduras de venganza, y derramar su ira en juicio contra aquellos que no han respondido a la luz que Dios les ha dado. “Porque no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos lleno para hacer mal.” Eclesiastés 8:11. En vez de enternecerse por la paciencia y tolerancia que el Señor ha manifestado hacia ellos, los que no temen a Dios ni aman la verdad fortalecen su corazón en la mala conducta. Pero aun la tolerancia de Dios tiene límites, y muchos están superándolos. Han sobrepasado los límites de la gracia, y por lo tanto Dios debe intervenir y vindicar su propio honor. {2JT 62.1–62.3}
Por consiguiente, el terrible baño de sangre que hubo en la ciudad de Jerusalén se repite después de que Jesús sale del Lugar Santísimo celestial – y ¡ese es el tiempo de las plagas!
Sin embargo, debemos preguntarnos por qué hay exactamente cinco hombres que Dios describe como ángeles de la muerte. Veamos a cuántos de ellos la profetisa ve en acción durante las plagas. ¡Presten mucha atención al contexto! ¿Cuándo la gente se dará cuenta que ha sido engañada?
Los hombres ven que fueron engañados. Se acusan unos a otros de haberse arrastrado mutuamente a la destrucción; pero todos concuerdan para abrumar a los ministros con la más amarga condenación. Los pastores infieles profetizaron cosas lisonjeras; indujeron a sus oyentes a menospreciar la ley de Dios y a perseguir a los que querían santificarla. Ahora, en su desesperación, estos maestros confiesan ante el mundo su obra de engaño. Las multitudes se llenan de furor. “¡Estamos perdidos!—exclaman—y vosotros sois causa de nuestra perdición”; y se vuelven contra los falsos pastores. Precisamente aquellos que más los admiraban en otros tiempos pronunciarán contra ellos las más terribles maldiciones. Las manos mismas que los coronaron con laureles se levantarán para aniquilarlos. Las espadas que debían servir para destruir al pueblo de Dios se emplean ahora para matar a sus enemigos. Por todas partes hay luchas y derramamiento de sangre.
“Alcanzará el estrépito hasta los fines de la tierra: porque Jehová tiene una contienda con las naciones: entra en juicio con toda carne: y en cuanto a los inicuos, los entregará a la espada”. Jeremías 25:31 (VM). El gran conflicto siguió su curso durante seis mil años; el Hijo de Dios y sus mensajeros celestiales lucharon contra el poder del maligno, para iluminar y salvar a los hijos de los hombres. Ahora todos han tomado su resolución; los impíos se han unido enteramente a Satanás en su guerra contra Dios. Ha llegado el momento en que Dios ha de vindicar la autoridad de su ley pisoteada. Ahora el conflicto no se desarrolla tan solo contra Satanás, sino también contra los hombres. “Jehová tiene una contienda con las naciones”; “y en cuanto a los inicuos los entregará a la espada”.
La marca de la redención ha sido puesta sobre los “que gimen y se angustian a causa de todas las abominaciones que se hacen”. Ahora sale el ángel de la muerte representado en la visión de Ezequiel por los hombres armados con instrumentos de destrucción, y a quienes se les manda: “¡Al anciano, al joven, y a la doncella, y a los niños, y a las mujeres, matadlos, hasta exterminarlos! mas no os lleguéis a ninguno en quien esté la marca: ¡y comenzad desde mi santuario!” Dice el profeta: “Comenzaron pues por los ancianos que estaban delante de la Casa”. Ezequiel 9:1-6 (VM). La obra de destrucción empieza entre los que profesaron ser guardianes espirituales del pueblo. Los falsos centinelas caen los primeros. De nadie se tendrá piedad y ninguno escapará. Hombres, mujeres, doncellas, y niños perecerán juntos. {CS 637.4–638.2}
Esos párrafos están hablando claramente acerca del tiempo de las últimas plagas. Es incluso un tiempo en que las personas ya se han dado cuenta de que fueron engañadas. De acuerdo con nuestro entendimiento, esto será después de que comience la quinta plaga, cuando será oscurecido el trono de la bestia.
Sin embargo, ¿cuántos ángeles de la muerte ve Elena G. de White? ¡Sólo uno! Eso es bastante notable. Un solo ángel de la muerte sale a hacer todo el trabajo de destrucción de la humanidad, a pesar de que está representado por CINCO hombres.
Con esto, empezamos a entender que Dios señala a cinco grandes castigos diferentes, cada uno en su propia época, de este modo indicando cuándo habrá llegado el juicio final. Si han leído este artículo con atención, ya deben saber a cuáles eras y tiempos se refiere.
Durante la primera vigilia de la noche, el primer ángel de la muerte encontró alimento para su instrumento destructivo en la Jerusalén pre-cristiana, cuando los judíos se habían vuelto tan abominables que Dios tuvo que enviar a los babilonios para guiarlos a 70 años de cautiverio. En ese tiempo, el primer templo fue destruido.
La destrucción de Jerusalén y del segundo templo en el año 70 d.C. tocó a muertos para convocar la segunda vigilia nocturna. El segundo ángel de la muerte trajo la terrible matanza que Elena G. de White describe al comienzo del Conflicto de los Siglos.
La trompeta en el comienzo de la tercera vigilia nocturna despertó al tercer ángel de la muerte, que destruyó la “ciudad” protestante en la Guerra Civil Estadounidense, haciendo que fluyera la sangre por las escaleras del templo en su sede de los Estados Unidos.
El cuarto ángel de la muerte fue retenido por el cuádruple “¡Retened!” y las cuatro súplicas de “¡Mi sangre!” de Jesús de acuerdo con su número de orden. Esto favoreció al sellamiento de los 144.000 antes del fin de la misericordia en el ciclo de las trompetas – la cuarta vigilia de la noche. Entonces, no es de extrañar que la Iglesia Adventista aparentemente podía hacer lo que quisiera, sin ser castigada. Puesto que se unió con el mundo, será castigada con el mundo.
Con la terrible aparición del quinto ángel de la muerte, se ejecutará la sentencia sobre el mundo entero. Ya no hay más demora, y la profecía de los cinco ángeles de la muerte de Ezequiel 9 concluirá.
Queda una pregunta sin contestar. ¿Fue el cuarto ángel de la muerte retenido de forma indefinida, o trabajará en conjunto con el quinto, para traer una destrucción total sobre los impenitentes durante las plagas?
Tengo una suposición. De acuerdo con Apocalipsis 14, dos ángeles son llamados, y cada uno tiene una hoz (un instrumento para destruir) para que puedan realizar su obra.[116] (Jesús también es representado a veces en la Biblia como el Ángel de la Muerte del Señor.[117]) La temporada de cosecha comienza con el corte del trigo, lo que implica una separación del trigo de la cizaña. Esta podría ser la matanza, que comienza en la casa de Dios con la tercera plaga, que es completada durante la vendimia de la sexta plaga, cuando las uvas del resto de la humanidad serán cortadas. El tiempo dirá si mi punto de vista era correcto.
El fin está cerca
Esto nos lleva al fin del mundo. Hemos aprendido mucho en este artículo – cosas que todos los que han seguido nuestros estudios podrían haber descubierto por sí mismos. Sin embargo, hasta ahora, sólo hemos seguido parcialmente un consejo importante de la mensajera de Dios:
Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima copa. Apocalipsis 16:17-21. Los poderes del mal no abandonarán el conflicto sin luchar; pero la Providencia tiene una parte que desempeñar en la batalla del Armagedón. Cuando la tierra esté alumbrada con la gloria de ángel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, buenos y malos, despertarán del sueño y los ejércitos del Dios viviente irán a la batalla. —Comentario Bíblico Adventista 7:994 (1899). {EUD 213.3}
Esta declaración contiene una gran cantidad de información que parece haber eludido por completo a la mayoría de los adventistas. Ellos esperaban (al igual que nosotros al principio) un horrible baño de sangre en el comienzo mismo de las plagas el 25 de octubre de 2015, sin entender que las primeras seis plagas son sólo los preparativos para la gran batalla de Armagedón. Sólo en esa última masacre, la gran lucha entre la Luz y la oscuridad, Jesús y Satanás, finalmente será decidida.
La profetisa también predijo que la tan esperada intervención directa por Dios sólo vendría con esta última plaga.
Sin embargo, la parte más sorprendente de la cita es que ella da la razón para esta gran batalla final. ¡Es la luz del Cuarto Ángel de Apocalipsis 18 lo que motivará a los ejércitos de los malos y de los buenos! Esto nos recuerda a los dos últimos versículos de Daniel 11, que a menudo hemos aplicado al mensaje de Orión desde el trono de Dios:
Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará [Satanás, el papado] las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude. (Daniel 11:44-45)
Los que pensaban que la luz del Cuarto Ángel alumbraría a toda la Tierra antes del tiempo de las plagas, han sido fundamentalmente engañados. Si esta luz es la razón para el Armagedón, entonces incluso debemos tener paciencia hasta las últimas tres plagas para ver su efecto.
Elena G. de White, por lo tanto, nos aconseja estudiar la séptima plaga en particular. Sin embargo, no se puede entender la séptima plaga sin estudiar la sexta, porque la Biblia describe la sexta como una preparación muy especial para la séptima, que es la misma Batalla de Armagedón:
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente [Jesús y Sus ejércitos de Orión]. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. (Apocalipsis 16:12-16)
Si ha de ser la razón para el Armagedón, la luz del Cuarto Ángel tiene que estar totalmente confirmada a más tardar en la sexta plaga. En la sección titulada Los Ríos del Edén del Misterio de Ezequiel, describí cómo los cuatro ángeles están atados junto al río Éufrates, representando esta última época de la historia humana en el flujo del tiempo. Es el movimiento del agua de la vida, que fue ofrecida por aquellos que la habían recibido: los adventistas del gran sábado. El desatamiento de los cuatro ángeles comenzó con el comando de soltarlos, dado el día de la sexta trompeta. Después de esa orden, un ángel tras otro suelta su viento correspondiente durante el ciclo de las plagas; respectivamente en la primera, tercera, cuarta y sexta plagas.
La séptima plaga, el Armagedón, sólo puede venir después de que el último de los cuatro ángeles haya soltado el cuarto viento finalmente. El decreto de muerte será entonces impuesto sobre los fieles de Dios, y el agua viva del Éufrates, que representa la voz de Dios desde Paraguay, se secará. Esa es la señal para que Jesús venga a salvar a Su pueblo de la mano del enemigo.
¿Qué es lo que, una vez que el cuarto ángel habrá soltado el cuarto viento, lleva a la gente a echarnos la culpa de todos los desastres, como fue predicho? Mi hermano Gerhard lo explicó en su artículo – el cuarto ángel de Apocalipsis 14 ¡tiene poder sobre el fuego!
Muchos de los que han estado esperando las bolas de fuego para confirmar su débil fe, perderán su (primera) vida en la catástrofe. Ellos nunca tomaron su posición en defensa de Dios, ni demostraron la fe que Jesús pidió. Cuando el último de los cuatro ángeles que están representados por las estrellas exteriores de Orión, suelta (la sexta plaga), la destrucción vendrá sobre la gente, y eso en última instancia conduce a la batalla de Armagedón comenzando en la séptima plaga.
A menudo hemos dicho que los eventos del ciclo de las trompetas han sido pospuestos para el ciclo de las plagas. ¿Todavía recuerdan que yo había invitado a la Iglesia Adventista y a la totalidad de la cristiandad al Monte Carmelo el 8 de julio de 2015 para una decisión? Mucho antes de dar la invitación, el Espíritu Santo había revelado el ciclo de las plagas, el 31 de enero de 2014. También fue mucho tiempo antes de que pudiéramos saber que un voto decisivo que amenazaba con dividir la iglesia se llevaría a cabo el 8 de julio de 2015 en la Asamblea General de la Conferencia General de los adventistas, que ocurre quinquenalmente.
Después de años de controversia, cuando llegó el día de la votación sobre la ordenación de las mujeres, y, por lo tanto, una decisión sobre la actitud básica hacia la aceptación de los LGBT, los pocos en la iglesia que eran fieles a Dios, fueron confundidos por un truco de los dirigentes. El voto no era sobre el tema esperado, sino sólo acerca de quién debe tener la autoridad para decidir sobre estas cuestiones. Todo quedó como estaba antes en la iglesia apóstata, pero al menos el truco había impedido una división. Hoy en día, encontramos no sólo a mujeres en los más altos niveles de liderazgo, sino también a ancianos transexuales en la iglesia proclamando felizmente y abiertamente que esta iglesia no hace distinción entre nacionalidad, color de piel, o ¡creencias religiosas![118] Hoy en día no importa lo que se crea, ¡todos son bienvenidos a una iglesia multicultural donde cuando uno paga su diezmo puede creer lo que quiera! Todo está en perfecta armonía con el ¡evangelio de amor del Papa Francisco de las Religiones Unidas del Mundo!
Nos habíamos preguntado por qué las bolas de fuego no cayeron en el día del desafío del Monte Carmelo. Incluso sueños confirmaron que ésta era la fecha en que el Señor traería el castigo sobre la iglesia. Hoy en día, después del análisis de Apocalipsis 14 en el artículo anterior, entendemos que las bolas de fuego no caerán antes que el cuarto ángel (Rigel) las suelte al comienzo de la sexta plaga – la vendimia de las uvas malas.
Los líderes de la Iglesia Adventista no se hicieron presentes en el “Monte Carmelo”, ni aceptaron el desafío, sino que por medio de un truco trataron de evitar la confrontación con Dios. Este pecado fue registrado en contra de ellos, por lo que, a partir de ese momento, fueron considerados como parte de Babilonia. Esto fue grabado permanentemente en el ciclo de las trompetas de Orión con la fecha exacta al día, y, de ese modo, llegó hasta el cielo, así como los pecados de Babilonia. Su “galardón” también vendrá con el juicio de las bolas de fuego sobre las otras religiones babilónicas. Todas serán cosechadas como uvas malas y aplastadas en el lagar de Dios durante el ciclo de las plagas exactamente en el día que corresponde a la sexta trompeta, el 1 de agosto de 2016 (Rigel).
El fuego del cielo secará entonces el agua del Éufrates, al igual que el agua de la zanja alrededor del altar de Elías, que representaba el círculo de ancianos en el Reloj de Orión.
Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. (1 Reyes 18:37-38)
Para Elías y los 7.000 fieles a Dios, el fuego del cielo vino puntual y condujo a la matanza de los sacerdotes de Baal poco después. En el tiempo de los 144.000 fieles a Dios, también llegará a tiempo. Porque no podía dar más señales a una iglesia apóstata y adúltera,[119] Dios simplemente lo pospuso un ciclo y confirmará a los adventistas del gran sábado en el tiempo de Su elección. Dios no puede ser burlado: Si la iglesia hace un truco, ¡Él hace uno mejor! Él los arrulló en una falsa seguridad, pero el fuego del cielo los consumirá como lo esperado. Ya no eran el pueblo de Dios, incluso en el ciclo de las trompetas. Con la sexta plaga, el segundo ay habrá pasado, y en el tercer ay, los sacerdotes modernos de Baal (los adoradores del sol o adorando en el día del sol – el domingo, junto con los defensores de la tolerancia pervertida de la ONU) con todos aquellos que les siguen, se irán a la perdición.
El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto. (Apocalipsis 11:14).
La hora de la perdición
El libro, El Conflicto de los Siglos, describe en detalle gran parte de lo que sucederá en la séptima plaga (e incluso antes). No es mi intención repetir esas cosas aquí. Mi propósito es, añadir a la luz que fue dada por Elena G. de White, algunos descubrimientos extraordinarios que fuimos capaces de hacer.
¡No se dejen engañar! El Armagedón no es “sólo” la persecución de los santos por el decreto de muerte, sino, además, una terrible guerra (atómica) que estallará en la Tierra. Si no somos cegados por un espíritu maligno, podemos ver los preparativos para la misma por todas partes.
Cuatro ángeles poderosos retienen los poderes de esta tierra hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. [Eso era aplicable hasta el final del ciclo de las trompetas.] Las naciones del mundo están ávidas por combatir; pero son contenidas por los ángeles. Cuando se quite ese poder restrictivo, vendrá un tiempo de dificultades y angustia. [Aquí, el soltar de los cuatro vientos en el ciclo de las plagas es descrito como un proceso.] Se inventarán mortíferos instrumentos bélicos. Barcos serán sepultados en la gran profundidad con su cargamento viviente. Todos los que no tienen el espíritu de la verdad se unirán bajo el liderazgo de agentes satánicos [ver la sexta plaga]; pero serán retenidos hasta que llegue el tiempo de la gran batalla del Armagedón [es decir, hasta la séptima plaga]. ——Comentario Bíblico Adventista 7:978 (1900). {EUD 203.3}
Anteriormente mencioné cómo la Iglesia Adventista cree que va a ser probada solamente con el cuarto mandamiento, y cómo se ha vuelto ciega a otros pecados. Ahora examina el siguiente texto cuidadosamente por el tipo de pecado que es resaltado al final del mundo:
Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas [...]. Las más soberbias ciudades de la tierra son arrasadas. Los palacios suntuosos en que los magnates han malgastado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido apresados por su fe. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 695 (1911). {EUD 213.5}
La penetración del movimiento LGBT en las iglesias ha sellado el destino del planeta. Y la Iglesia Adventista alegremente proveyó el martillo para clavar a Cristo en la Cruz de nuevo. Ellos sólo siguieron la voz de su amo – Satanás Francisco.
Elena G. de White claramente y sin ambigüedades conecta la séptima plaga con Apocalipsis 19, donde es descrito el viaje del Señor a la Tierra con todos Sus ejércitos de ángeles en la nube:
Pronto se peleará la batalla del Armagedón. Aquel sobre cuya vestidura está escrito el nombre “Rey de reyes y Señor de señores”, conduce a las huestes celestiales montadas en caballos blancos, vestidos de lino fino, limpio y blanco. Apocalipsis 19:11-16. —Comentario Bíblico Adventista 7:993 (1889). {EUD 213.4}
¿Por qué es mencionado el caballo blanco de Jesús en este contexto del Apocalipsis?
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. (Apocalipsis 19:11-14)
Sí, en el reloj de las plagas de Orión, la séptima plaga comienza en la estrella del caballo blanco: Saiph. Esta estrella, junto con Alnitak (la estrella con el nuevo nombre de Jesús), indica una fecha: el 24/25 de septiembre de 2016. Por lo tanto, podemos saber cuándo Jesús comienza Su viaje a la Tierra con la nube. El día en que la resurrección especial tendrá lugar, algo se hace visible en el cielo: la pequeña nube negra que nos dará la esperanza de que pronto seremos liberados.
¿Cuánto tiempo durará este viaje hasta que el Señor llegue y resucite al resto de los justos muertos? A partir de nuestros estudios sabemos que, Jesús llegará el 23/24 de octubre de 2016. Esto surgió del estudio del Buque del Tiempo con la Lista de Grandes Sábados, del Último Gran Día (el Sheminí Atzeret) de 2016, y también del fin de la línea de tiempo de los 1335 días de Daniel 12 que comenzó con la renuncia del Papa Benedicto XVI. La duración del viaje de Jesús con Sus ejércitos de ángeles resulta de la diferencia entre el inicio del viaje en la séptima plaga y la fecha de la llegada:
25 de septiembre de 2016 + 28 días = 23/24 de octubre de 2016
Recuerdan que el resultado de la calculación de la duración de una hora en el reloj de 12 horas del ciclo de las plagas ¡también fue 28 días! Por lo tanto, el viaje de Jesús comenzando con la batalla de Armagedón hasta Su venida para ganar la victoria final, durará exactamente una hora en el reloj de las plagas desde el punto de la vista de Jesús.
Él además utilizó la repetición para enfatizar esta hora en Su revelación a Su amado discípulo Juan. Lean por ustedes mismos lo que el Cuarto Ángel de Apocalipsis 18 dice acerca de la destrucción del Nuevo Orden Mundial y la ramera de Babilonia:
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra. (Apocalipsis 17:18)
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo [el Cuarto Ángel] con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria [cada vez más hasta la sexta plaga]. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia,... Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas [esta advertencia ha terminado, ¡porque las plagas ya han comenzado!]; porque sus pecados han llegado hasta el cielo [están registradas en Orión], y Dios se ha acordado de sus maldades... por lo cual en un solo día vendrán sus plagas [el periodo/marco de tiempo de 12 horas de la “mañana”]; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga. Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! [El período de 28 días de la Batalla de Armagedón.]Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella,... ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas...Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! (Apocalipsis 18:1-19)
Una repetición triple en la literatura bíblica es un énfasis triple. Dios resalta la importancia de comprender lo que significa esta “hora”, dando el honor de relatarlo al Cuarto Ángel, quien representa a nuestro movimiento.
Dos veces el Señor dio un período de una “hora” en el libro de Apocalipsis, y sólo nosotros fuimos capaces de encontrar estas dos “horas” en el Reloj de Orión, proporcionando con ellas una confirmación final de su exactitud y precisión de indicación.
Sólo aquellos que entendieron y estudiaron los ciclos de Orión podían resolver el enigma que Dios nos dio como un acertijo. Sólo aquellos que no han descartado al Espíritu Santo, y a quienes el Espíritu aún no ha dejado, ahora son capaces de apreciar estas últimas armonías maravillosas en la Palabra de Dios – en la Biblia y en Orión, el Libro de los Siete Sellos. ¡Alabado sea Dios, que dio tanta luz maravillosa para que todo el mundo pudiera resplandecer de alegría! Pero...
...esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. (Juan 3:19)
Escépticos ciegos
A pesar de toda la evidencia que le trajimos a la gente de parte de Dios, la mayoría prefirió permanecer en la oscuridad. El tiempo del juicio investigador ya ha finalizado para los muertos e incluso para los vivos, sin embargo, aún hoy en día, los pastores adventistas supuestamente fieles predican acerca de la inminente ley dominical y de las plagas venideras. Con la mira puesta en el blanco de cada jugada de Satanás, los perros detectores de drogas olfatean por la carga peligrosa escondida en las maletas de viaje del Papa Francisco. Del mismo modo, su cartera de gay es inspeccionada cuando saca de ella una de sus nuevas ideas sensacionales de sus notas de trucos, pero en realidad nadie encuentra nada. Los perros han sido entrenados para olfatear la droga equivocada, y sólo huelen vagamente los verdaderos explosivos. Ante esto, Satanás se ríe por detrás, porque desde hace mucho ha cambiado sus tácticas.
Antes de dar a los fieles de Dios el itinerario de su viaje de siete días a Orión, quiero explicar por qué los adventistas estaban tan ciegos y todavía lo están. Esto no debe ser tomado como una disculpa para ellos, sino me di cuenta de que incluso muchos de los adventistas del gran sábado tienen dificultades para explicar cuándo y dónde han tenido lugar algunos eventos, porque estos fueron clasificados a acontecer en el pequeño tiempo de angustia por los compiladores del Ellen G. White Estate, sobre todo en el libro, Eventos de los Últimos Días.
Lean por ustedes mismos en el capítulo 10, El Pequeño Tiempo de Angustia, cuáles y cuántas de sus declaraciones presuntamente están compactadas dentro de ese tiempo justo antes de las plagas. La idea de un “pequeño tiempo de angustia” se deriva de una sola declaración que se encuentra en un comentario en el libro de Primeros Escritos, donde Elena G. de White se estaba defendiendo de sus críticos.
Veamos brevemente esa sección, con la que comienza el capítulo:
Un tiempo de angustia antes que termine el tiempo de prueba
En la página 33 [de Primeros escritos] se lee lo siguiente: “[...] Al comenzar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espíritu Santo cuando salimos a proclamar más plenamente el sábado”.
Esta visión fue dada en 1847 cuando eran muy pocos los hermanos adventistas que observaban el sábado, y de estos eran aun menos los que suponían que su observancia era de suficiente importancia para trazar una separación entre el pueblo de Dios y los incrédulos. Ahora se comienza a ver el cumplimiento de esa visión. El comienzo “del tiempo de angustia” mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas, sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el Santuario. En ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel. —Primeros Escritos, 85 (1854). {EUD 123.1–2}
La visión de 1847 de Elena G. de White fue atacada porque ella supuestamente dijo que las plagas en aquel entonces ya habrían comenzado, puesto que se le había mostrado en visión que en el tiempo de angustia se iba “a proclamar el sábado más plenamente”. Como hemos señalado a menudo, la verdad del sábado fue aceptada por el matrimonio White en 1846 (apuntado por la estrella del caballo blanco al comienzo del ciclo del juicio de Orión). Por supuesto, era claro que las plagas aún no habían comenzado y por lo tanto la autora defendió la visión con esta aclaración y afirmó que se refería a un tiempo venidero de la temporada de la lluvia tardía poco antes del derramamiento de las plagas.
El verdadero significado de esta declaración de hecho se ha cumplido en el movimiento de los adventistas del gran sábado, ya que recibimos la luz del Cuarto Ángel en el 2010, así como la luz adicional de los Grandes Sábados, por los cuales podíamos descifrar el horario completo de Dios. Después de la elección del Papa Francisco en el 2013, proclamamos el comienzo del tiempo de angustia y el sábado más plenamente (que los pioneros adventistas), porque eventos visibles empezaron a acompañar a nuestro mensaje. La luz del Cuarto Ángel fue el verdadero mensaje de la lluvia tardía y la visión de Elena G. de White y su declaración fueron confirmadas literalmente de esa manera.
La Iglesia Adventista derivó un entendimiento incorrecto de esa explicación que le llevó a reubicar casi todas las declaraciones proféticas principales de la mensajera de Dios en el “pequeño tiempo de angustia” que debe venir POCO antes del gran tiempo de angustia (las plagas). Y este período fue entendido como siendo CORTO, porque eso es lo que la profetisa misma declaró.
En el intento de clasificar los eventos que ella profetizó, dos extremos fueron combinados: Algunas de las cosas que iban a suceder sólo en la gran tribulación fueron listadas en el período anterior a las plagas, mientras que las cosas que deben suceder MUCHO antes que las plagas fueron trasladadas directamente a las plagas.
Por lo tanto, los lectores de las compilaciones deben considerar cuidadosamente el consejo honesto de los autores en el prólogo del libro:
Al presentar las enseñanzas de Elena G. de White sobre los eventos del fin hemos intentado seguir una organización lógica. Sin embargo, no pretendemos haber consignado todos los eventos futuros en estricto orden cronológico. {EUD 10.1}
No es de extrañar que ocurran errores al hacer una clasificación, puesto que la obra de vida de Elena G. de White con unas 2.000 visiones y alrededor de 100.000 páginas de material es prácticamente inmanejable. Siempre tenemos que tener cuidado con la astucia de Satanás, porque muchos han perdido sus vidas eternas por algunos de estos mitos adventistas. Uno de ellos es el esperado cumplimiento de los problemas de la ley dominical que la profetisa predijo reiteradamente. Hemos demostrado que ésta no vino en la forma esperada POCO ANTES de las plagas, porque Dios permitió que Satanás la reemplazara con su gemelo para poner a prueba a Su iglesia, porque había perdido su olfato para el pecado en general.
Sin embargo, muchas de sus declaraciones en cuanto a la persecución entonces no se habrían cumplido – o ¡no todavía! ¿Podría ella estar equivocada? ¿No deberíamos abandonar las ciudades, porque la hambruna y el caos supuestamente reinarán, especialmente para los observadores del sábado? ¿No deberíamos vivir en el campo con el fin de proveernos a nosotros mismos con alimentos durante AÑOS en el “pequeño” tiempo de angustia?
Está más allá del marco de este artículo examinar cada una de las citas, pero voy a poner una herramienta en sus manos que puede ser útil para la clasificación cuando lean las citas de Elena G. de White por sí mismos.
Elena G. de White murió en 1915 y su obra había terminado recientemente en 1914. Sus declaraciones proféticas acerca del futuro deben entenderse desde este marco de referencia. Una y otra vez, es olvidado que ella misma no fue testigo de la época de las grandes guerras mundiales que comenzó alrededor del tiempo de su muerte.
Dios puso a prueba la fidelidad de la Iglesia Adventista en aquellos tiempos. En Orión son específicamente enumeradas dos eras en las que la Iglesia Adventista no aprobó sus pruebas:
1914 – La Primera Guerra Mundial con división de la iglesia sobre la cuestión del servicio militar. Muchos adventistas reconocieron la incompatibilidad del sábado con el servicio militar, y hubo mártires en las filas de los fieles. Mientras tanto, el liderazgo mundial de la iglesia falló al aceptar el compromiso con el gobierno.
1936 – La cuestión del sábado había regresado a la lista de control cuando el nazismo llegó al poder en Europa y la práctica de diversas religiones fue prohibida – incluyendo el adventismo. Los alumnos tenían que ir a la escuela en sábado, y si los padres no los dejaban, eran amenazados con sanciones estatales. Una vez más, la Iglesia Adventista cooperó con el estado y recuperó sus propiedades que habían sido confiscadas después de solo una semana. La organización cayó de nuevo, mientras que muchos miembros conservaron su fidelidad individual a Dios.
Si alguien está a la espera de una prueba venidera de Dios a causa de “las regulaciones gubernamentales” que complican la observancia del sábado y trae persecución a Sus fieles, se ha pasado por alto el hecho de que este tipo de pruebas ya llegaron a las personas de la tercera vigilia de la noche y no fueron aprobadas.
Durante las guerras mundiales – en especial la segunda – los que vivían en el campo tenían enormes ventajas. La hambruna en las ciudades bombardeadas fue inimaginable. Residentes de la ciudad buscaron desesperadamente formas de conseguir trabajos duros en el campo, porque alimento era disponible allí que no podía ser accedido en las ciudades. Les recomiendo a todos leer el libro de Susi Hasel Mundy, Mil caerán,[120] en que ella describe de manera impresionante cómo una familia adventista sobrevivió el disturbio de la Segunda Guerra Mundial y encontró la manera de escapar de la hambruna, a pesar de las sanciones del estado.
¿Y qué pasa con los EE. UU.? ¿No había hablado la mensajera de Dios siempre de problemas especialmente en los EE. UU.? Uno no debe pasar por alto el hecho de que, en el ciclo del juicio, los marcadores del reloj de Orión apuntan a 1936 y no al comienzo de la Segunda Guerra Mundial directamente. La guerra fue en realidad una consecuencia de la Gran Depresión – la crisis económica mundial que afectó a los Estados Unidos de 1929 a 1941. Incluso los que tenían trabajo, apenas podían alimentar a sus familias. El desempleo llevó a la hambruna, y la hambruna a la muerte. Si un trabajador se negaba a trabajar los sábados, otros diez estaban listos para tomar su lugar. Este es también un capítulo suprimido en la historia del adventismo. Aún hoy en día, es difícil encontrar información acerca de la reacción del liderazgo de la iglesia. ¡Me pregunto, por qué!
Es la ignorancia del calienta bancas comunes, lo que hizo posible que los líderes adventistas pudieran ocultar del pueblo todas estas profecías cumplidas de la profetisa, y avanzar la idea jesuita de una ley dominical futurística. Por lo tanto, la vergonzosa reacción del liderazgo de la iglesia tuvo que ser registrada por Dios en Orión. Cuando la luz sobre esto vino en el 2010, fue de la manera de los fariseos suprimida desvergonzadamente y extinguida por aquellos responsables, a quienes Dios realmente quería llevar al arrepentimiento.[121]
Además, no se olviden de la herramienta que les di al comienzo del artículo: la profecía está escrita en lenguaje profético y utiliza SÍMBOLOS. La realidad por lo general se ve muy diferente, de tal manera que el ojo espiritual debe ser iluminado por el Espíritu Santo a fin de reconocer el cumplimiento en el mundo real.
Vida en el campo o huida
Una y otra vez, me hacen la pregunta: “¿Cuándo debemos salir de las ciudades?”
Por supuesto, no hay manera de que yo pueda saber exactamente en dónde Dios quiere que estén en los últimos días, pero la señal para dejar las ciudades y vivir en el campo fue la ley dominical en los EE. UU. que surgió en los años de 1880. Tan pronto como alguien se convertía al adventismo, esa persona debió haberle pedido a Dios que abriera una puerta que le permitiera a él y a su familia vivir en el campo para escapar de las influencias nocivas de la ciudad.
Hoy – menos de nueve meses antes de que Jesús regrese – es probablemente demasiado tarde para preparaciones como la compra de una granja o sembrar plantas que todavía necesitan muchos meses para madurar. Lo único que queda para ustedes ahora, es huir.
Cuando el decreto promulgado por los diversos príncipes y dignatarios de la cristiandad contra los que observan los mandamientos, suspenda la protección y las garantías del gobierno y abandone a los que tratan de aniquilarlos, el pueblo de Dios huirá de las ciudades y de los pueblos y se unirá en grupos para vivir en los lugares más desiertos y solitarios. Muchos encontrarán refugio en puntos de difícil acceso en las montañas [...]. Pero muchos seres humanos de todas las naciones y de todas clases, grandes y pequeños, ricos y pobres, negros y blancos, serán arrojados en la más injusta y cruel servidumbre. Los amados de Dios pasarán días penosos, encadenados, encerrados en cárceles, sentenciados a muerte, algunos abandonados adrede para morir de hambre y sed en sombríos y repugnantes calabozos. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 683-684 (1911).
Por más que un decreto general haya fijado el tiempo en que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemigos, en algunos casos, se anticiparán al decreto y tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fijado. Pero nadie puede atravesar el cordón de los poderosos guardianes colocados en torno de cada fiel. Algunos son atacados al huir de las ciudades y villas. Pero las espadas levantadas contra ellos se quiebran y caen como si fueran de paja. Otros son defendidos por ángeles en forma de guerreros. —Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 689 (1911).
Los hijos de Dios no estarán todos en un mismo lugar en este tiempo. Estarán en diferentes grupos y en todas partes de la tierra; y serán puestos a prueba individualmente y no por grupos. Cada uno deberá soportar la prueba por sí mismo. —Comentario Bíblico Adventista 4:1165 (1908). {EUD 220.3–221.1}
Hubo otra señal clara para huir en los tiempos modernos, que corresponde exactamente a la señal de tres años y medio antes de la destrucción de Jerusalén en la transición de la primera a la segunda vigilia de la noche. Jesús dijo:
Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! (Mateo 24:15-19)
Esta advertencia de Jesús no tiene nada que ver con la recomendación de Elena G. de White de una vida en el campo, la cual Dios le dio para el largo vagar por el desierto del pueblo de 1888 a 2010. En este caso, no hay ninguna mención de “mudarse al campo,” sino sólo de ¡HUIDA repentina! ¡Sálvese quien pueda!
Es importante entender o aprender lo que es la “abominación desoladora”, de la cual habló Daniel, de lo contrario se pasa por alto la señal de Jesús para huir. Los eventos que acompañaron la destrucción de Jerusalén en la era cristiana están ahora a punto de repetirse:
Ni un solo cristiano pereció en la destrucción de Jerusalén. Cristo había prevenido a sus discípulos, y todos los que creyeron sus palabras esperaron atentamente las señales prometidas. “Cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos—había dicho Jesús—, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse”. Lucas 21:20, 21. Después que los soldados romanos, al mando del general Cestio Galo, hubieron rodeado la ciudad, abandonaron de pronto el sitio de una manera inesperada y eso cuando todo parecía favorecer un asalto inmediato. Perdida ya la esperanza de poder resistir el ataque, los sitiados estaban a punto de rendirse, cuando el general romano retiró sus fuerzas sin motivo aparente para ello... {CS 29.3}
La señal de hoy fue la elección del general Romano jesuita, el Papa Francisco, el 13 de marzo de 2013, quien ahora une a las religiones del mundo bajo sí mismo. Nosotros también habíamos esperado un sangriento asalto de forma inmediata, pero a pesar de que el tiempo de angustia ya había comenzado, Francisco sonrió amorosamente mientras se retiraba a su presunto Evangelio de besuqueo. Él atrajo al mundo a sí mismo con su carácter satánico engañoso, de tal modo que incluso los adventistas fueron engañados. Pero nosotros estábamos despiertos, y muchos huyeron a las fortalezas en las montañas de la fe verdadera, y aceptaron la luz del Cuarto Ángel.
Empero la previsora misericordia de Dios había dispuesto los acontecimientos para bien de los suyos. Ya estaba dada la señal a los cristianos que aguardaban el cumplimiento de las palabras de Jesús, y en aquel momento se les ofrecía una oportunidad que debían aprovechar para huir, conforme a las indicaciones dadas por el Maestro. Los sucesos se desarrollaron de modo tal que ni los judíos ni los romanos hubieran podido evitar la huida de los creyentes. Habiéndose retirado Cestio, los judíos hicieron una salida para perseguirle y entre tanto que ambas fuerzas estaban así empeñadas, los cristianos pudieron salir de la ciudad, aprovechando la circunstancia de estar los alrededores totalmente despejados de enemigos que hubieran podido cerrarles el paso. En la época del sitio, los judíos habían acudido numerosos a Jerusalén para celebrar la fiesta de los tabernáculos y así fue como los cristianos esparcidos por todo el país pudieron escapar sin dificultad. Inmediatamente se encaminaron hacia un lugar seguro, la ciudad de Pella, en tierra de Perea, allende el Jordán. {CS 29.3}
Luego, después de tres años y medio, los romanos regresaron y rodearon la ciudad de nuevo. Esta vez nadie podía escapar.
Espantosas fueron las calamidades que sufrió Jerusalén cuando el sitio se reanudó bajo el mando de Tito. La ciudad fue sitiada en el momento de la Pascua, cuando millones de judíos se hallaban reunidos dentro de sus muros. Los depósitos de provisiones que, de haber sido conservados, hubieran podido abastecer a toda la población por varios años, habían sido destruidos a consecuencia de la rivalidad y de las represalias de las facciones en lucha, y pronto los vecinos de Jerusalén empezaron a sucumbir a los horrores del hambre. Una medida de trigo se vendía por un talento. Tan atroz era el hambre, que los hombres roían el cuero de sus cintos, sus sandalias y las cubiertas de sus escudos. Muchos salían durante la noche para recoger las plantas silvestres que crecían fuera de los muros, a pesar de que muchos de ellos eran aprehendidos y muertos por crueles torturas, y a menudo los que lograban escapar eran despojados de aquello que habían conseguido aun con riesgo de la vida. Los que estaban en el poder imponían los castigos más infamantes para obligar a los necesitados a entregar los últimos restos de provisiones que guardaban escondidos; y tamañas atrocidades eran perpetradas muchas veces por gente bien alimentada que solo deseaba almacenar provisiones para más tarde.
Millares murieron a consecuencia del hambre y la pestilencia. Los afectos naturales parecían haber desaparecido: los esposos se arrebataban unos a otros los alimentos; los hijos quitaban a sus ancianos padres la comida que se llevaban a la boca, y la pregunta del profeta: “¿Se olvidará acaso la mujer de su niño mamante?” recibió respuesta en el interior de los muros de la desgraciada ciudad, tal como la diera la Santa Escritura: “Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos! ¡Estos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo!” Isaías 49:15; Lamentaciones 4:10 (VM).
Una vez más se cumplía la profecía pronunciada catorce siglos antes, y que dice: “La mujer tierna y delicada en medio de ti, que nunca probó a asentar en tierra la planta de su pie, de pura delicadeza y ternura, su ojo será avariento para con el marido de su seno, y para con su hijo y su hija, así respecto de su niño recién nacido como respecto de sus demás hijos que hubiere parido; porque ella sola los comerá ocultamente en la falta de todo, en la premura y en la estrechez con que te estrecharán tus enemigos dentro de tus ciudades”. Deuteronomio 28:56, 57 (VM). {CS 30.2–4}
Es el fin del mundo lo que es descrito aquí. En la séptima plaga – a tiempo hasta el día, después de tres años y medio a partir de la oportunidad de escapar – Dios mismo hará un fin de las ciudades de las naciones, y la ramera de Babilonia y los que aún estén física o espiritualmente con ella, experimentarán Su ira. La “oscuridad repentina”, de la que algunos han soñado, vendrá sobre la humanidad como un gran terremoto alrededor de las 6:30 (el 24/25 de septiembre de 2016).
Puesto que Dios es amor, Él también debe asegurarse de que haya un universo sin pecado otra vez para el resto de Su creación. Sólo a través de la destrucción de los impíos y la finalización del gran conflicto puede lograrlo. Él ganó el derecho de hacerlo en el juicio investigador, y los “144.000” testigos habrán demostrado que quieren y pueden vivir sin pecado y sin un intercesor hasta el final de la sexta plaga, y al hacerlo habrán justificado al Padre.
El rapto
Sólo entonces será el tiempo en que Jesús pueda tomar a Su amada iglesia.
¿Hay un rapto? Sí, por supuesto:
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. (Daniel 12:1)
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. (Juan 14:2-3)
¿Hay un rapto pre-tribulación antes de la persecución? Por supuesto que no:
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:13-14)
porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mateo 24:21-22)
Incluso los escogidos (los 144.000) permanecerán en la Tierra cuando venga la gran tribulación, pero por su bien, el tiempo de la tribulación fue acortado por 15 años completos.
Primero, los justos muertos serán resucitados en el día del regreso de Jesús, y luego ellos con los 144.000 y los de la resurrección especial (del 24/25 de septiembre de 2016) serán arrebatados juntamente.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo [de Orión]; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, [los 144.000] seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. (1 Tesalonicenses 4:15-18)
Aquellos que están durmiendo serán levantados en el Último Gran Día[122] de la historia de este viejo mundo, y nosotros que vivimos no seremos arrebatados antes que ellos. Eso es lo que el apóstol Pablo dice en la Biblia, que es la Palabra de Dios. Cualquiera que afirme lo contrario es un mentiroso o un falso profeta. La Biblia debe ser nuestra guía principal. Todas las personas que viven en la tierra y que no serán llevadas al descanso, deben prevalecer a través de la prueba final en la Tierra. Será difícil, pero Dios nos ayudará.
¿A dónde nos llevará el rapto? El apóstol lo dice claramente: ¡“en el aire”! ¿Cómo iremos? ¡“En las nubes”! Eso es plural, apuntando a vehículos que los ángeles usarán para recoger a ciertos grupos de personas. Ellos serán recogidos de los cuatro vientos, lo que significa de todo el mundo.[123]
Por favor, no tomen esto muy alegóricamente. Pablo está describiendo aquí el mayor acontecimiento de la historia humana: el regreso de Jesús y el rapto de los santos de todos los tiempos. Jesús le mostró esto. Por supuesto hay símbolos en un caso como éste, pero su interpretación debe ser lógica y consistente con lo que el apóstol ha visto.
Sin embargo, Jesús vendrá en una nube, como fue prometido. “Una nube” es singular e indica una gran nube a donde serán llevados los santos en vehículos de nubes más pequeñas. La gran nube está situada por encima de la Tierra.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. (Hechos 1:9-11)
La mensajera de Dios lo ve de la misma manera, con algunos detalles más:
El cielo entero aguardaba la hora triunfal en que Jesús ascendería a su Padre. Vinieron ángeles a recibir al Rey de gloria y escoltarlo triunfalmente hasta el cielo. Después de bendecir Jesús a sus discípulos, separóse de ellos y ascendió a los cielos seguido de numerosos cautivos libertados cuando él resucitó. Acompañábale una numerosísima hueste celestial, mientras una innumerable cohorte de ángeles esperaba su llegada en el cielo. Según iban ascendiendo hacia la santa ciudad, los ángeles que escoltaban a Jesús exclamaban: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.” Los ángeles de la ciudad exclamaban arrobados: “¿Quién es este Rey de gloria?” Los ángeles de la escolta respondían con voz de triunfo: “Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.” Nuevamente los ángeles del cielo preguntaban: “¿Quién es este Rey de gloria?” Y los de la escolta respondían en melodiosos acentos: “Jehová de los ejércitos, él es el Rey de la gloria.” Y la celeste comitiva entró en la ciudad de Dios. Entonces toda la hueste celestial rodeó a su majestuoso Caudillo, e inclinóse ante él con profundísima adoración, arrojando las brillantes coronas a sus pies. Después pulsaron las áureas arpas, y con dulces y melodiosos acordes hinchieron todo el cielo de embelesadora música y cánticos en loor del Cordero que había sido inmolado, y sin embargo vive en majestad y gloria.
Mientras los discípulos miraban tristemente al cielo para captar la última vislumbre de su Señor que ascendía, dos ángeles vestidos de blanco se pusieron junto a ellos y les dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” Los discípulos, y la madre de Jesús que con ellos había presenciado la ascensión del Hijo de Dios, pasaron la noche siguiente hablando de las admirables obras de Jesús y de los extraños y gloriosos acontecimientos ocurridos en tan corto tiempo. {PE 190.1–2}
Si los discípulos pudieron ver a Jesús ir hasta el “Cielo”, y Su entrada en la “Santa Ciudad” es descrita como ocurriendo en el mismo momento, entonces, ¿dónde estaba la Santa Ciudad en el momento de este evento? Debió haber estado muy cerca de la Tierra para que los apóstoles pudieran seguir el evento a simple vista, aun si la Santa Ciudad estaba velada por una nube. Por lo tanto, la Ciudad Santa no podría haber estado en la Nebulosa de Orión, donde se encuentra actualmente, como lo sabemos a través de otra visión de la profetisa, la cual dice lo siguiente en el contexto del regreso de Jesús:
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. La atmósfera se partió, arrollándose hacia atrás, y entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios. Por aquel espacio abierto descenderá la santa ciudad de Dios... {PE 41.2}
Nave espacial, “Nueva Jerusalén”
Por lo tanto, la Santa Ciudad no es un lugar inmóvil en alguna ubicación fija en el universo. Es movible y puede transportarse a sí misma y a sus habitantes de un lugar a otro, dependiendo de la situación. En términos modernos, llamaríamos a la Santa Ciudad una nave espacial gigante. Esto tiene sentido porque sabemos que Jesús asumió la forma humana PARA SIEMPRE, y por lo tanto Él SIEMPRE necesitará aire y oxígeno para respirar también. Eso sólo podría lograrse si la Ciudad Santa proporciona un ecosistema cerrado para miles de millones de seres que viven allí.
Por su vida y su muerte, Cristo logró aún más que restaurar lo que el pecado había arruinado. Era el propósito de Satanás conseguir una eterna separación entre Dios y el hombre; pero en Cristo llegamos a estar más íntimamente unidos a Dios que si nunca hubiésemos pecado. Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito.” Lo dió no sólo para que llevase nuestros pecados y muriese como sacrificio nuestro; lo dió a la especie caída. Para asegurarnos los beneficios de su inmutable consejo de paz, Dios dió a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa. “Un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro.” Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo. Es “el Hijo del hombre” quien comparte el trono del universo. Es “el Hijo del hombre” cuyo nombre será llamado: “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” El YO SOY es el Mediador entre Dios y la humanidad, que pone su mano sobre ambos. El que es “santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores,” no se avergüenza de llamarnos hermanos. En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo están ligadas. Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito. {DTG 17.1}
Ahora pueden fácilmente ser tentados de acusarme de escribir sobre este asunto como un autor de ciencia ficción, porque siempre se han imaginado el Cielo de alguna manera diferente. Pero, en Su Palabra, en Apocalipsis 22, Dios incluso nos da las dimensiones de la nave espacial, “Nueva Jerusalén”:
La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. (Apocalipsis 21:16)
Cualquier persona que realmente ha pensado en las dimensiones de la Santa Ciudad, con sus 12.000 estadios o aproximadamente 2218 kilómetros (1378 millas), probablemente tendrá que admitir que estamos tratando con una gran maravilla de la creación de Dios. La ciudad es tan ancha como larga y alta. La montaña más alta del mundo, con una altura de alrededor de 9 km (5½ millas), es diminuta ¡en comparación con la Ciudad Santa!
La descripción del diseño de la Santa Ciudad sólo permite que sea una de estas dos figuras geométricas: un cubo o una pirámide. A Satanás le encantan las pirámides para atraer a sí mismo la adoración que en realidad Le pertenece a Dios. Por consiguiente, creo que la Ciudad Santa podría ser una enorme pirámide. A menudo a Jesús se Le ha visto parado en la “cima” de la Santa Ciudad en sueños y visiones sobre la ceremonia de coronación como Rey del Universo después del milenio, lo que indica una vez más una figura piramidal, pero eso no es tan importante.
Las películas modernas de ciencia ficción también usan la figura de pirámide para las grandes naves espaciales, pero esas siempre provienen del enemigo de la humanidad. Incluso la Estrella de la Muerte de la última producción de Disney[124] quiere liquidar a la humanidad una vez más. Estamos siendo programados de tal manera que cuando vemos algo semejante, debemos asumir que el enemigo de la humanidad está adentro. Así que, ¡por favor utilicen el discernimiento!
Imagínate por un momento a la Ciudad Santa, con una longitud de 2218 kilómetros en cada lado parada sobre la Tierra. Eso es ¡un tercio de los Estados Unidos![125] Si no está en la órbita alrededor de la Tierra como en la segunda venida, sino que realmente aterriza en la Tierra después del milenio,[126] entonces ocupará un área extensa. Por lo tanto, muchos también hablan de una “Nación Santa”.
Sin embargo, eso no es lo más sorprendente acerca de estas dimensiones. ¡La ciudad es tan alta como ancha! Nuestra atmósfera respirable alcanza sólo 9.000 metros (30.000 pies) de altura máxima, y las estructuras más altas son alrededor de 1.000 m (3.280 ft.). ¿Cuántas cubiertas podría tener una nave espacial como esa, suponiendo que no está solamente transportando 2.000 kilómetros de “aire”, sino que cada cubierta sería tan alta como el Monte Everest?
2.218 km ÷ 9 km ≈ ¡250 cubiertas!
Si convirtieras estas cubiertas en kilómetros cuadrados de hábitat, entonces resultaría muchas veces el área de la superficie de la Tierra, incluyendo todos sus océanos. Por lo tanto, el área de la Cuidad Santa sería cien veces mayor que el de la Tierra, de hecho, lo suficiente para miles de millones de seres inteligentes.
Los habitantes del Cielo o de la Ciudad Santa se llaman simplemente “ángeles”. ¿Cuántos de ellos hay? Sólo tenemos una vaga idea, pero se describe un número gigantesco:
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones. (Apocalipsis 5:11)
Cuando la rebelión ocurrió en el Cielo, una tercera parte de los ángeles cayeron y fueron exiliados a la Tierra junto con Satanás. Una legión de demonios puede estar en un solo hombre,[127] sugiriendo de nuevo que incluso un tercio de los ángeles deben ser miles de millones en número.
Los seres humanos fueron creados para reemplazar a los ángeles caídos.
Dios creó al hombre para su propia gloria, para que después de la prueba y la aflicción la familia humana pudiera llegar a ser una con la familia celestial. Era el propósito de Dios repoblar el cielo con la familia humana, si se manifestaban obedientes a cada palabra suya. Adán tenía que ser probado, para ver si sería obediente como los ángeles leales, o si sería desobediente. Si hubiera resistido la prueba, su instrucción para sus hijos hubiera sido como la mente y los pensamientos de Dios. —The S.D.A. Bible Commentary 1:1082. {MGD 344.2}
A pesar de las enormes dimensiones de la Ciudad Santa, ésta tiene un tamaño fijo y, por tanto, un número limitado de residentes. Esa limitación se debe a que, en ella no existe la muerte, en un caso contrario reventaría algún día. Es por ello por lo que ya no nos casaremos y engendraremos hijos en el Cielo. De ese modo, incluso la vida eterna tiene un precio, y todos los que han convertido el sexo y el deseo por él en su ídolo, no disfrutarán el Cielo.
En el Cielo hay una zona rural y una zona urbana. Eso significa que hay una ciudad dentro de la ciudad. ¿Cómo sé eso? Pues bien, el Jardín del Edén era el Cielo en forma miniatura:
Adán tenía temas como motivos de contemplación en las obras de Dios en el Edén, que era el cielo en miniatura. Dios no creó al ser humano meramente para que contemplara las gloriosas obras de Dios. Por eso le dio manos para trabajar así como mente y corazón para meditar. Si la felicidad del hombre consistiera en no hacer nada, el Creador no le hubiera asignado un trabajo a Adán. La humanidad había de encontrar felicidad tanto en el trabajo como en la meditación. —Comentario Bíblico Adventista 1:1096 (1874). {2MCP 245.2}
¿Dónde está el Jardín del Edén hoy?
El huerto del Edén permaneció en la tierra mucho tiempo después que el hombre fuera expulsado de sus agradables senderos. Véase Génesis 4:16. Durante mucho tiempo después, se le permitió a la raza caída contemplar de lejos el hogar de la inocencia, cuya entrada estaba vedada por los vigilantes ángeles. En la puerta del paraíso, custodiada por querubines, se revelaba la gloria divina. Allí iban Adán y sus hijos a adorar a Dios. Allí renovaban sus votos de obediencia a aquella ley cuya transgresión los había arrojado del Edén. Cuando la ola de iniquidad cubrió al mundo, y la maldad de los hombres trajo su destrucción por medio del diluvio, la mano que había plantado el Edén lo quitó de la tierra. Pero en la restitución final, cuando haya “un cielo nuevo, y una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1), será restaurado y más gloriosamente embellecido que al principio. {PP 41.3}
Fue quitado, y es lógico concluir que está de nuevo donde estaba al principio... en el Cielo, como parte del paisaje que está “alrededor” de la Ciudad Santa interna. Tal vez esa área rural también forma la primera cubierta de la nave espacial. Algunos de nosotros pronto lo sabremos con seguridad.
¡El reino de los cielos se ha acercado!
De este modo, la Santa Ciudad es una nave espacial gigante para miles de millones de criaturas que necesitan aire, calor y un hábitat. Durante mucho tiempo ¡fue el único reino de Dios! Ya escucho de nuevo los gritos de protesta de las filas de cristianos ignorantes. Amigos, ¿qué creen que pasó en el Cielo o en la Ciudad Santa, cuando los ángeles se rebelaron? Por supuesto, el Cielo o la Ciudad Santa es el centro del poder de Dios. Es la sede de Su gobierno. Cuando el conflicto sobre la justicia de Dios surgió en el Cielo, la rebelión fue presenciada por todo el universo con todos sus seres creados. Satanás sembró su veneno no sólo entre los habitantes del Cielo, sino también en los corazones de otros seres inteligentes en todos los planetas habitados en el universo.
Dios no obliga a nadie a someterse a Él, sino que desea que Sus súbditos Le den su lealtad voluntariamente por su libre albedrío. Por lo tanto, la Tierra fue escogida como un espectáculo, como el sitio del juicio, para garantizar que todos los habitantes del universo pudieran presenciar el proceso. El pecado en sí sólo fue permitido en la Tierra. Es el único planeta cuyos seres han comido del árbol del conocimiento, pero dicho árbol también existe en todos los otros planetas habitados del universo.
El Señor me mostró en visión otros mundos. Me fueron dadas alas y un ángel me acompañó desde la ciudad a un lugar brillante y glorioso. La hierba era de un verde vivo y las aves gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel lugar eran de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos. Llevaban la manifiesta imagen de Jesús, y su semblante refulgía de santo júbilo, como expresión de la libertad y dicha que en aquel lugar disfrutaban. Pregunté a uno de ellos por qué eran mucho más bellos que los habitantes de la tierra, y me respondió: “Hemos vivido en estricta obediencia a los mandamientos de Dios, y no incurrimos en desobediencia como los habitantes de la tierra.” Después vi dos árboles, uno de los cuales se parecía mucho al árbol de vida de la ciudad. El fruto de ambos era hermoso, pero no debían comer del uno de ellos. Hubieran podido comer de los dos, pero les estaba vedado comer de uno. Entonces el ángel que me acompañaba me dijo: “Nadie ha probado aquí la fruta del árbol prohibido, y si de ella comieran, caerían.” Después me transportaron a un mundo que tenía siete lunas; donde vi al anciano Enoc, que había sido trasladado. Llevaba en su brazo derecho una esplendente palma, en cada una de cuyas hojas se leía escrita la palabra: “Victoria.” Ceñía sus sienes una brillante guirnalda blanca con hojas, en el centro de cada una de las cuales se leía: “Pureza.” Alrededor de la guirnalda había piedras preciosas de diversos colores que resplandecían más vivamente que las estrellas y, reflejando su fulgor en las letras, las magnificaban. En la parte posterior de la cabeza llevaba un moño que sujetaba la guirnalda, y en él estaba escrita la palabra: “Santidad.” Sobre la guirnalda ceñía Enoc una corona más brillante que el sol. Le pregunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado desde la tierra. El me respondió: “No es éste. Mi morada es la ciudad, y he venido a visitar este sitio.” Andaba por allí como si estuviese en casa. Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer allí. No podía sufrir el pensamiento de volver a este tenebroso mundo. El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel, tendrás, con los 144.000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios.” {PE 39.3}
El universo entero está atento y a la espera del resultado del proceso judicial en contra de Dios. Eso significa que el veredicto del conflicto también tendrá implicaciones para los otros mundos. Ellos tendrán que atenerse a la decisión de la corte, y seguir a Satanás o a Dios, dependiendo de quién sea capaz de demostrar que su gobierno es mejor.[128]
Cuando Satanás y sus ángeles fueron desterrados a la Tierra, solamente el Cielo fue limpiado del pecado y de la duda. Jesús mantuvo Su reino celestial y la soberanía sobre la Tierra recién creada hasta la caída, pero el resto del universo estaba dividido sobre el asunto. Sólo cuando la disputa sea finalmente decidida, Jesús será coronado como el Rey del universo – y eso será recién después del juicio del milenio.
Sin embargo, Él ya ha recuperado el control del planeta Tierra, como expliqué en las secciones sobre la corona del tiempo. Los “144.000” testigos fueron encontrados, y los corazones de la gran multitud, que aún necesitaban ser purificados para su sacrificio venidero y cuyo número debe ser completado,[129] ya fueron encontrados buenos en el juicio investigador antes de que la puerta de la gracia se cerrara.
Desde la caída de Adán hasta la crucifixión de Jesús, el único reino que fue gobernado por Jesús fue el reino de los cielos, la Ciudad Santa. ¡Primero tienen que entender eso! Sí, Dios es todopoderoso, pero no es un tirano; por lo tanto, Su reino todavía es limitado.
Entonces, ¿qué significa cuando la Biblia dice que el reino de los cielos se ha acercado?
Juan el Bautista lo dijo primero:
En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. (Mateo 3:1-2)
Después Jesús lo reiteró:
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. (Mateo 4:17)
Y ahora lo debemos predicar como los doce apóstoles:
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. (Mateo 10:7)
¿Dónde estaba el reino de los cielos, la Ciudad Santa, cuando Jesús estaba en la Tierra?
Por supuesto que Dios nunca habría presentado Su poder tan abiertamente que la gente ya no necesitara nada de fe. Si la Ciudad Santa, que ningún lenguaje humano puede describir, hubiera sido mostrada públicamente, eso hubiera sido equivalente a la demostración de poder de un tirano, y todo el mundo se habría postrado delante de Él por miedo. Tenía que ser ocultada de los ojos de los hombres. ¿Qué “fenómeno celeste ordinario” podría ocultar una enorme nave espacial como esa en la órbita de la Tierra enfrente de los ojos de la gente en esa época pretecnológica?
Cuando Jesús nació en la Tierra, hubo un fenómeno celeste cuyo fundamento astronómico todavía es buscado en vano: la estrella de Belén. Aunque el Internet está lleno de especulaciones sobre cual constelación o supernova no registrada podría haber sido, todos ellos están buscando en vano el origen del informe bíblico sobre esta extraordinaria estrella movible que indicó el lugar de nacimiento de Jesús, incluso guiando a los magos del oriente.
Es bueno que tenemos a Elena G. de White, quién nos proporciona pistas divinas:
Los magos habían visto una luz misteriosa en los cielos la noche en que la gloria de Dios inundó las colinas de Belén. Al desvanecerse la luz, apareció una estrella luminosa que permaneció en los cielos. No era una estrella fija ni un planeta, y el fenómeno excitó el mayor interés. Esa estrella era un distante grupo de resplandecientes ángeles, pero los sabios lo ignoraban. Sin embargo, tenían la impresión de que la estrella era de especial importancia para ellos. Consultaron a los sacerdotes y filósofos, y examinaron los rollos de los antiguos anales. La profecía de Balaam declaraba: “Saldrá estrella de Jacob, y levantaráse cetro de Israel.” ¿Podría haber sido enviada esta extraña estrella como precursora del Prometido? Los magos habían recibido con gratitud la luz de la verdad enviada por el cielo; ahora esa luz se derramaba sobre ellos en rayos más brillantes. En sueños, recibieron la indicación de ir en busca del Príncipe recién nacido. {DTG 41.4}
Ángeles de Dios formaban la estrella que guio a los sabios en su misión de encontrar a Jesús, y ellos siguieron a los brillantes mensajeros con seguridad y gran gozo. Llegaron con costosos y reales dones; con incienso y mirra, para dar tributo al niño rey predicho en las profecías. —The Review and Herald, 9 de diciembre de 1884. {VAAn 167.2}
Allí vemos una compañía de ángeles pareciendo ser una estrella en el cielo nocturno.
¿Y qué durante el día?
Cristo fue llevado al cielo en una nube compuesta de ángeles vivientes. —Manuscript Releases 17:2. {VAAn 225.2}
Todo el cielo esperaba ansioso el regreso del Hijo de Dios de un mundo devastado y desfigurado por la maldición del pecado. El ascendió desde el Monte de los Olivos rodeado por una nube de ángeles que lo escoltaron triunfalmente a la Ciudad de Dios... {CT 295.5}
Los ángeles disfrazaban la Ciudad Santa que se había acercado para el nacimiento de Jesús, como una estrella por la noche, y como una nube durante el día. (¿Te recuerda esto de algo?) Su maravillosa ciudad permaneció cerca de la Tierra a lo largo de toda Su vida terrenal. Permaneció hasta después de Su ascensión y entrada triunfal en Su reino, entonces volvió a la Nebulosa de Orión desde donde descenderá de nuevo para recogernos en el día del regreso de Jesús y llevarnos con Él...
Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde había aparecido una nubecilla negra del tamaño de la mitad de la mano de un hombre, que era, según todos comprendían, la señal del Hijo del hombre. En solemne silencio, contemplábamos cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose cada vez más esplendorosa hasta que se convirtió en una gran nube blanca cuya parte inferior parecía fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un hermosísimo himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hombre. {PE 15.2}
Cuando Jesús está cerca de la Tierra, Su ciudad también está cerca de ella, respectivamente en su órbita. Ese entendimiento resuelve una importante aparente contradicción entre la Biblia y una declaración de Elena G. de White.
Supongamos que la Ciudad Santa estaba en la Nebulosa de Orión en el día de la resurrección de Jesús. Jesús resucitó y le dijo a María Magdalena que no Lo podía tocar porque todavía no había ascendido a Su Padre en el Cielo. Más tarde, el mismo día, Jesús permitió a Sus discípulos que Lo abrazaran y Le dieran la bienvenida. Eso significa que mientras tanto, Él había visitado a Su Padre en el Cielo, y había recibido del Padre la confirmación del éxito de Su misión. Más importante aún, Él había cumplido con Su deber como Sumo Sacerdote y había entrado brevemente al Lugar Santo en el santuario celestial para poner sobre el velo los pecados de la humanidad, que había tomado sobre Sí mismo en el huerto de Getsemaní. Su sangre había sido rociada sobre el velo en el Lugar Santo para hacer expiación por los pecados humanos.[130]
Al volverse atrás, María [Magdalena] vió a Jesús allí cerca; pero no lo conoció. Él le habló suavemente, preguntándole la causa de su tristeza y a quién buscaba. Suponiendo María que se trataba del hortelano, le suplicó que si se había llevado a su Señor, le dijera en dónde lo había puesto para llevárselo ella. Entonces Jesús le habló con su propia voz celestial, diciendo: “¡María!” Ella reconoció el tono de aquella voz querida, y prestamente respondió: “¡Maestro!” con tal gozo que quiso abrazarlo. Pero Jesús le dijo: “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” Alegremente se fué María a comunicar a los discípulos la buena nueva. Pronto ascendió Jesús a su Padre para oír de sus labios que aceptaba el sacrificio, y recibir toda potestad en el cielo y en la tierra.
Los ángeles rodeaban como una nube al Hijo de Dios, y mandaron levantar las puertas eternas para que entrase el Rey de gloria. Vi que mientras Jesús estaba con aquella brillante hueste celestial en presencia de Dios y rodeado de su gloria, no se olvidó de sus discípulos en la tierra, sino que recibió de su Padre potestad para que pudiera volver y compartirla con ellos. El mismo día regresó y se mostró a sus discípulos, consintiendo entonces en que lo tocasen, porque ya había subido a su Padre y recibido poder. {PE 186.2–187.1}
Su viaje a la Ciudad Santa y de regreso a la Tierra había durado menos de medio día. Si la Ciudad Santa hubiera estado en la Nebulosa de Orión, entonces el viaje de ida y vuelta habría requerido por lo menos dos semanas, porque Elena G. de White dice:
Los 144.000 exclamaron: “¡Aleluya!” al reconocer a los amigos que la muerte había arrebatado de su lado, y en el mismo instante nosotros fuimos transformados y nos reunimos con ellos para encontrar al Señor en el aire.
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio, {PE 16.1–2}
Por supuesto, Dios puede viajar tan rápido como Él quiera... pero Dios nos da pistas que debemos estudiar con el fin de encontrar las armonías de la verdad. Como ya vimos anteriormente, Jesús se hizo humano para siempre, y por lo tanto Su tiempo de viaje no es infinitamente rápido. Es comparable al tiempo que necesitaremos como pueblo para viajar en la Ciudad Santa a la Nebulosa de Orión (con aproximadamente 78.000 veces la velocidad de la luz).
Sin embargo, si la Ciudad Santa estaba en la órbita alrededor de nuestro planeta en la resurrección de Jesús, entonces no habría ningún problema en absoluto para que los ángeles llevaran a Jesús ida y vuelta de forma rápida. El conocimiento resuelve aparentes contradicciones. Todo lo que tienes que hacer es, estudiar con un corazón abierto.
Faros en el espacio
Muchas cosas pasarán en el día de la Segunda Venida. Miles de millones de los redimidos tendrán que ser reunidos en “la nube”, es decir, la Santa Ciudad, que habrá descendido a nosotros otra vez desde la Nebulosa de Orión a la órbita de la Tierra.
En el contexto de los acontecimientos de la séptima plaga, Elena G. de White vio en visión:
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. La atmósfera se partió, arrollándose hacia atrás, y entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios. Por aquel espacio abierto descenderá la santa ciudad de Dios. {PE 41.2}
Como vimos con anterioridad, la mensajera del Señor habló también de nuestro viaje a la Ciudad Santa de la siguiente manera:
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio, {PE 16.2}
Como todos sabemos por el estudio de Orión, el destino es el mar de vidrio, la Nebulosa de Orión. La Nebulosa de Orión es un “espacio abierto”. Tiene una cavidad, que a su vez es la matriz de sistemas de estrellas completos – un lugar maravilloso para la ciudad del Creador del universo. Viajemos a ella juntos ahora...
Allí, reinaremos con Jesús – algunos para siempre, algunos por los 1.000 años, como mi hermano Robert ya ha explicado. ¿Creen que la fecha de nuestra inauguración y el comienzo del milenio es suficientemente importante para Dios que podríamos encontrarla en uno de Sus relojes?
Mientras hablábamos de la “hora” de la destrucción de Babilonia en la séptima plaga, ¿se dieron cuenta que permitimos que el ciclo de las plagas siguiera más allá de la estrella del caballo blanco (Saiph)? ¿Notaron que la hora de la destrucción de Babilonia puede ser vista sólo desde ese punto en adelante – lo cual, en cierto sentido, es la segunda ronda del ciclo de las plagas?
Afirmamos que la fecha del regreso de Jesús, que ya conocíamos por estudios anteriores, fue determinada por Dios para ser exactamente una “hora” después del inicio de la séptima plaga. Sin embargo, ¡ningún marcador de estrella apunta a esa fecha! ¿No es eso un poco extraño o desafortunado?
Hay siete relojes de Dios los cuales todos indican eventos importantes en la historia de la humanidad y de la apóstata Iglesia Adventista, pero ni uno solo apunta directamente al más grandioso evento –no sólo para nosotros, sino para todo el universo – es decir, la Segunda Venida de Cristo y el comienzo del reino de Sus redimidos. ¿Puede ser posible?
¡Echemos un vistazo más de cerca! Hay sólo unos pocos días entre la fecha del regreso de Cristo y la siguiente marca en el reloj de las plagas. La manecilla del reloj que viene después de la segunda venida es incluso una línea del trono, lo que representa una autoridad superior. De hecho, ¡no hay mayor importancia que pueda ser mostrada en el reloj de Orión! Los cetros de Dios Padre, el Espíritu Santo y Jesucristo juntos apuntan a una fecha: el 1/2 de noviembre de 2016. Esa fecha, incluso ha estado registrada en nuestra lista de días festivos por años como la ¡segunda posibilidad para la Fiesta de las Trompetas en el 2016!
¿Será posible que sea la fecha de la inauguración del reinado de los redimidos en la Nebulosa de Orión? Leamos la descripción de nuestro trabajo durante el milenio en el Cielo:
En el congreso general de los creyentes en la verdad presente que se celebró en Sutton, Vermont, en septiembre de 1850, me fué mostrado que las siete últimas plagas serán derramadas después que Jesús salga del santuario. Dijo el ángel: “La ira de Dios y del Cordero es lo que causa la destrucción o muerte de los impíos. Al oír la voz de Dios, los santos serán poderosos y terribles como un ejército con banderas, pero no ejecutarán entonces el juicio escrito. La ejecución del juicio se producirá al fin de los mil años.”
Después que los santos hayan sido transformados en inmortales y arrebatados con Jesús, después que hayan recibido sus arpas, sus mantos y sus coronas, y hayan entrado en la ciudad, se sentarán en juicio con Jesús. Serán abiertos el libro de la vida y el de la muerte. El libro de la vida lleva anotadas las buenas acciones de los santos; y el de la muerte contiene las malas acciones de los impíos. Estos libros son comparados con el de los estatutos, la Biblia, y de acuerdo con ella son juzgados los hombres. Los santos, al unísono con Jesús, pronuncian su juicio sobre los impíos muertos. “He aquí—dijo el ángel—que los santos, unidos con Jesús, están sentados en juicio y juzgan a los impíos según las obras que hicieron en el cuerpo, y frente a sus nombres se anota lo que habrán de recibir cuando se ejecute el juicio.” Tal era, según vi, la obra de los santos con Jesús durante los mil años que pasan en la santa ciudad antes que ésta descienda a la tierra. Luego, al fin de los mil años, Jesús, con los ángeles y todos los santos, deja la santa ciudad, y mientras él baja a la tierra con ellos, los impíos muertos resucitan, y entonces, habiendo resucitado, los mismos que “le traspasaron” lo verán de lejos en toda su gloria, acompañado de los ángeles y de los santos, y se lamentarán a causa de él. Verán las señales de los clavos en sus manos y en sus pies, y donde atravesaron su costado con la lanza. Es al fin de los mil años cuando Jesús se para sobre el Monte de las Olivas, y éste se parte y llega a ser una gran llanura. Los que huyen en ese momento son los impíos, que acaban de resucitar. Entonces baja la santa ciudad y se asienta en la llanura. Satanás llena entonces a los impíos de su espíritu. Con lisonjas les hace ver que el ejército de la ciudad es pequeño, y el suyo grande, y que ellos pueden vencer a los santos y tomar la ciudad.
Mientras Satanás está reuniendo su ejército, los santos están en la ciudad contemplando la hermosura y la gloria del Paraíso de Dios. Jesús los encabeza y los guía. De repente el amable Salvador se ausentó de nuestra compañía; pero pronto oímos su hermosa voz que decía: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.” Nos reunimos en derredor de Jesús, y precisamente cuando cerraba las puertas de la ciudad, la maldición fué pronunciada sobre los impíos. Las puertas se cerraron. Entonces los santos usaron sus alas y subieron a la parte superior de la muralla de la ciudad. Jesús estaba también con ellos; su corona era gloriosa y resplandeciente. Estaba formada por una corona dentro de otra corona, hasta un total de siete. Las coronas de los ángeles eran del oro más puro, y estaban cuajadas de estrellas. Sus rostros resplandecían de gloria, pues eran la imagen expresa de Jesús; y cuando se levantaron y subieron todos juntos a la cumbre de la ciudad, quedé arrobada por el espectáculo.
Entonces los impíos vieron lo que habían perdido; bajó sobre ellos fuego de Dios y los consumió. Tal fué la ejecución del juicio. Los impíos recibieron entonces lo que los santos, en unión con Jesús, les habían asignado durante los mil años. El mismo fuego proveniente de Dios que consumió a los impíos purificó toda la tierra. Las desgarradas montañas se derritieron con el ardiente calor; también la atmósfera y todo el rastrojo fueron consumidos. Entonces nuestra heredad apareció delante de nosotros, gloriosa y bella, y heredamos toda la tierra renovada. Clamamos en alta voz: “¡Gloria! ¡Aleluya!” {PE 52.1–53.2}
El inicio del juicio en el Cielo para determinar la severidad de cada sentencia es por tanto una fecha muy importante para todo el universo, si no la fecha más importante de todos los tiempos. La gran controversia en realidad habrá terminado con la sesión para dictar la sentencia. Dios Padre será absuelto a partir de la séptima plaga, pero la última gran sesión para el tribunal de la sentencia empezará en el Cielo el 1/2 de noviembre de 2016, y será inaugurada por Jesucristo y por el Padre.
¡Contemos los días! Jesús vendrá a la Tierra el 23/24 de octubre del 2016. La línea del trono indica que el juicio del milenio comenzará el 1/2 de noviembre. Entre ambas fechas, hay exactamente ocho días.
Sin embargo, la profetisa indica que nuestro viaje a la Nebulosa de Orión tendrá una duración de siete días. Hay considerablemente mucho por hacer en el gran día de la resurrección, ya que todos los redimidos tendrán que ser llevados a la Ciudad Santa. Si asumimos que nuestro viaje comienza al final de ese día, entonces sólo tenemos una diferencia de un solo día para llegar a la fecha límite. No obstante, una explicación es necesaria, y veremos que la aparente contradicción nos lleva de nuevo a la gloriosa luz del día.
En primer lugar, consideremos por qué el viaje está planeado para siete días. Como siempre, debemos buscar una base bíblica, porque la Biblia es el fundamento de todo nuestro conocimiento. Hemos mencionado que el libro de Ezequiel es “nuestro” libro, el libro de los 144.000, ya que contiene muchas profecías que se relacionan con el juicio de los vivos y con los últimos días.
En él, encontramos la purificación del altar y la consagración de los sacerdotes, que deben llevarse a cabo antes del comienzo de su servicio en el templo, como ha sido el caso desde el tiempo de Aarón.[131]
Por siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así se consagrarán. Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el Señor. (Ezequiel 43:26-27 RVG)
El libro de Ezequiel no es acerca de alguno de los templos terrenales, sino acerca del santuario en la ciudad celestial,[132] el cual tendrá que ser inaugurado por el nuevo orden sacerdotal de Sadoc[133] (los 144.000) durante nuestro viaje de siete días a la Nebulosa de Orión.
Dios ya eligió una nación santa de sacerdotes, pero la consagración de siete días se llevará a cabo en la Ciudad Santa.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. (Éxodo 19:5-6)
Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados. Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario. (Éxodo 29:29-30)
El problema es que el 1/2 de noviembre debe ser el octavo día, cuando deberíamos empezar nuestro servicio, pero de hecho es el noveno día. Una discrepancia similar es revelada por otro aspecto del viaje a la Nebulosa de Orión.
Orión – tal como lo vemos – tiene siete estrellas. Si entienden que Dios siempre combina símbolos con hechos o cosas reales, es posible tener la idea que nuestro itinerario se basa en las siete estrellas de Orión, porque de todos modos tenemos que viajar pasándolas a ellas en nuestro camino a la Nebulosa de Orión. Todas las estrellas están a diferentes distancias de la Tierra, y son los faros en el espacio tridimensional que nos indican el camino a la Nebulosa de Orión. Por lo tanto, cada día del viaje será dedicado a una estrella. Para los recién resucitados – que no tienen idea acerca de las muchas lecciones que están incluidas en el mensaje de Orión – Jesús podría contarles las diversas historias a las que apunta cada estrella respectiva junto con Alnitak, y lo que ocurrió en esos tiempos en los respectivos ciclos de Orión. Cada estrella tendrá su propio tema, y los santos aprenderán todo el mensaje durante el vuelo. ¿No es esa una idea hermosa y fácil de ver?
Echemos otro vistazo de cerca al itinerario, el cual derivamos de la interpretación del sueño De la Mano de Jesús:
Observen que en realidad tenemos siete faros (estrellas) y un destino, la Nebulosa de Orión. En el gráfico, se puede ver que la Nebulosa de Orión está tan cerca de la estrella Alnilam (que representa el trono de Dios Padre) que Alnilam y la Nebulosa de Orión se traslapan porque ambas están más o menos a la misma distancia de la Tierra.
Si se dedicara un día del viaje a cada estrella, no llegaríamos a la Nebulosa de Orión hasta el octavo día, y nuestro viaje también duraría ocho días. Eso sería una buena explicación para la diferencia de ocho días que estamos buscando, pero Elena G. de White dice que la duración de viaje “ascendiendo” (en movimiento) será de siete días. Ahora tenemos que proceder con un razonamiento analítico y lógico, y no con pensamientos ilusorios.
Si queremos armonizar todo y deshacernos de las contradicciones, entonces tenemos que concluir que una estrella no es visitada, lo que reduciría el tiempo de vuelo a siete días. Sin embargo, con el fin de abarcar un total de ocho días de duración para el viaje a la Nebulosa de Orión, tenemos que deducir que habrá un descanso: tiene que haber una escala de un día en una de las estrellas.
¿Existe alguna explicación para tener un itinerario con una parada intermedia?
Primero, tenemos que tener claro cuál estrella no será visitada. Escribimos toda una serie de tres partes sobre el tema: Betelgeuse, que desempeña el papel principal en la ira de Dios. Incluso vimos la señal de Jonás, que confirmó que la explosión de Betelgeuse vendrá en el momento de la ira de Dios y traerá la destrucción de la Tierra con ella. Lo que pasamos por alto fue que la destrucción sólo ocurrirá cuando Jesús ya haya venido y Su iglesia haya sido rescatada de la incineración de la Tierra causado por el estallido de rayos gamma. Habíamos aplicado nuestro conocimiento a la primera plaga, pero Jesús planeó la catástrofe para el momento de la aniquilación final de la humanidad, cuando ya estaremos en la Ciudad Santa. A veces simplemente tenemos que esperar y ver si las cosas se cumplen tal como las entendemos, y a veces es posible que se cumplan de una manera diferente. Por así decirlo, este es el “pre”-rapto del que muchos hablan, pero ocurrirá ¡sólo después de las siete plagas y la gran tribulación!
En los artículos sobre Betelgeuse, ya hemos explicado que explotó como una súper o híper nova hace mucho tiempo (hace unos quinientos o seiscientos años). Eso significa que ya no existe como una estrella supergigante roja. Su materia se expande en una nube impulsada por su explosión cataclísmica, que es un gran espectáculo que sólo podemos ver cuando pasemos la barrera espacio-tiempo y lleguemos a esa parte de la Vía Láctea, al viajar a velocidades muy superiores a la velocidad de la luz.
El estallido de rayos gamma procedente de Betelgeuse no llegará hasta después de nuestra partida de la Tierra. Entonces, la Tierra se convertirá en un desierto, donde Azazel y sus ángeles malignos deben vagar por “mil años” sin ninguna criatura viviente a quien tentar.
En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la propiciación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá “sin pecado [...] para la salvación” (Hebreos 9:28, VM), para bendecir con el don de la vida eterna a su pueblo que le espera. Así como, al quitar los pecados del santuario, el sacerdote los confesaba sobre la cabeza del macho cabrío emisario, así también Cristo colocará todos estos pecados sobre Satanás, autor e instigador del pecado. El macho cabrío emisario, que cargaba con los pecados de Israel, era enviado “a tierra inhabitada” (Levítico 16:22); así también Satanás, cargado con la responsabilidad de todos los pecados que ha hecho cometer al pueblo de Dios, será confinado durante mil años en la tierra entonces desolada y sin habitantes, y sufrirá finalmente la entera penalidad del pecado en el fuego que destruirá a todos los impíos. Así el gran plan de la redención alcanzará su cumplimiento en la extirpación final del pecado y la liberación de todos los que estuvieron dispuestos a renunciar al mal. {CS 476.3}
Después del milenio, vamos a volver a la Tierra con Jesús. La materia creada recientemente por la explosión híper nova, que se mueve mucho más lento que el estallido de rayos gamma, podría llegar durante ese tiempo con el fin de reabastecer la Tierra con las materias primas que fueron saqueadas de ella anteriormente. La “reconstrucción” de la Tierra, la cual fue abusada por las personas y quemada por el estallido de rayos gamma, podría lograrse de esa manera.[134]
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. (Apocalipsis 21:5)
Aunque la nave espacial, “Nueva Jerusalén”, es enorme, no tiene ningún sentido que se acerque a una estrella que ya ha estallado. Vamos a ver la nube luminosa en nuestro sobrevuelo. Incluso probablemente experimentaremos el efecto de que después del máximo acercamiento a Betelgeuse, cuando nos alejemos de ella y nos acerquemos a la Nebulosa de Orión durante el viaje, ésta parecerá colapsarse de nuevo en una estrella porque aún no habrá llegado la luz de su explosión a la Nebulosa de Orión o a las estrellas del cinturón. Cuando nos acerquemos y nos alejemos de Betelgeuse, estaremos en un sentido viajando hacia el futuro relativo y el pasado, respectivamente. Por lo tanto, nuestro trayecto incluirá un “viaje a través del tiempo”.
Una escala inesperada
Explicamos por qué la duración real del vuelo es sólo siete días y no ocho, pero ¿cuándo y dónde haremos una escala por un día entero?
Cualquiera que de verdad guarde el sábado, sabe que una persona no debe viajar en sábado. Es un día de comunión con Dios, para el servicio de adoración, y también para el descanso. Viajar desvía la atención de esas cosas, y no debemos hacerlo en sábado, y ciertamente no abusarlo para actividades mundanas. En sábado, Jesús visitó simultáneamente todos los mundos que Él creó, mientras que podía ser omnipresente antes de Su encarnación.[135] Él siempre caminaba con Adán y Eva en sábado en el Edén.
Si deseamos la bendición prometida a los obedientes, debemos observar el sábado más estrictamente. Temo que con frecuencia hagamos en ese día viajes que podrían evitarse. De acuerdo con lo que el Señor me ha comunicado acerca de la observancia del sábado, debemos ser más cuidadosos en cuanto a viajar en los barcos [o navíos o naves espaciales] o coches en ese día. En este asunto, debemos dar el debido ejemplo a nuestros niños y jóvenes. A fin de alcanzar las iglesias que necesitan nuestra ayuda y darles el mensaje que Dios desea que oigan, puede sernos necesario viajar en sábado; pero hasta donde podamos debemos conseguir nuestros pasajes y hacer todos los arreglos necesarios en algún otro día. Cuando emprendemos un viaje, debemos hacer todo esfuerzo para evitar que nuestra llegada a destino sea en sábado. {3JT 26.1}
Por supuesto, dentro del marco de tiempo del viaje de siete u ocho días a la Nebulosa de Orión también hay un sábado, específicamente, el quinto día de viaje, el 28/29 de octubre de 2016. Éste, sin duda, sería el día designado para un descanso o una escala y un servicio especial de adoración. Presten mucha atención al hecho de que no debemos llegar a nuestro destino en sábado, ¡sino antes!
En su primera visión, la mensajera de Dios ya nos dio muchos detalles sobre lo que debería ocurrir “en el Cielo” respectivamente en la Ciudad Celestial, y se propone ver esas cosas como indicándonos lo que debe pasar durante nuestro viaje, especialmente en el sábado del viaje.
Desafortunadamente, hay un problema con esa idea. Es por eso por lo que anteriormente sólo mencioné una parte corta de la cita que habla de la duración de siete días del viaje, pero ahora tenemos que leerla por completo y con mucho cuidado. Presten atención a los eventos principales que he numerado, y también a dónde y cuándo todo esto sucederá:
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio, donde [1. La coronación de los redimidos:] Jesús sacó coronas y nos las ciñó con su propia mano. Nos dió también arpas de oro y palmas de victoria. En el mar de vidrio, los 144.000 formaban un cuadrado perfecto. Algunas coronas eran muy brillantes y estaban cuajadas de estrellas, mientras que otras tenían muy pocas; y sin embargo, todos estaban perfectamente satisfechos con su corona. Iban vestidos con un resplandeciente manto blanco desde los hombros hasta los pies. [2. La entrada en el CENTRO de la ciudad dentro de la “Nueva Jerusalén”:] Había ángeles en todo nuestro derredor mientras íbamos por el mar de vidrio hacia la puerta de la ciudad. Jesús levantó su brazo potente y glorioso y, posándolo en la perlina puerta, la hizo girar sobre sus relucientes goznes y nos dijo: “En mi sangre lavasteis vuestras ropas y estuvisteis firmes en mi verdad. Entrad.” Todos entramos, con el sentimiento de que teníamos perfecto derecho a estar en la ciudad. {PE 16.2}
Allí vimos el árbol de la vida y el trono de Dios, del que fluía un río de agua pura, y en cada lado del río estaba el árbol de la vida. En una margen había un tronco del árbol y otro en la otra margen, ambos de oro puro y transparente... {PE 17.1}
Vemos que la ceremonia de la coronación de los santos y la entrada en la ciudad debe suceder en la Nebulosa de Orión después del viaje de siete días. Desafortunadamente, no se menciona una estadía anterior, o un sábado.
Es bastante fácil explicar que el viaje de la Tierra a la Nebulosa de Orión se llevará a cabo en la Ciudad Santa de una manera u otra, y no en una “nube” literal. Toda la nave espacial, “Nueva Jerusalén”, es referida como la Ciudad Santa, pero la ciudad tiene un centro especial dentro de ella, que también es llamado una ciudad. Es muy posible que no seremos admitidos en el centro de la ciudad en sí hasta el día de nuestra llegada a la Nebulosa de Orión. Recuerda que hay varias cubiertas, incluyendo una parte rural y una parte urbana, así que no hay problema con eso.
...Al principio pensé que había dos árboles; pero al volver a mirar vi que los dos troncos se unían en su parte superior y formaban un solo árbol. Así estaba el árbol de la vida en ambas márgenes del río de vida. Sus ramas se inclinaban hacia donde nosotros estábamos, y el fruto era espléndido, semejante a oro mezclado con plata.
Todos nos ubicamos bajo el árbol, y nos sentamos para contemplar la gloria de aquel paraje, cuando los Hnos. Fitch y Stockman, que habían predicado el Evangelio del reino y a quienes Dios había puesto en el sepulcro para salvarlos, se llegaron a nosotros y nos preguntaron qué había sucedido mientras ellos dormían. Véase el Apéndice. Procuramos recordar las pruebas más graves por las que habíamos pasado, pero resultaban tan insignificantes frente al incomparable y eterno peso de gloria que nos rodeaba, que no pudimos referirlas, y todos exclamamos: “¡Aleluya! Muy poco nos ha costado el cielo.” Pulsamos entonces nuestras áureas arpas cuyos ecos resonaron en las bóvedas del cielo. {PE 17.1–2}
La parte acerca de los hermanos Fitch y Stockman ha sido omitida en casi todas las compilaciones de su material. Hay una razón para ello, pero justo este detalle confirma nuestra solución a una contradicción aparente con la que muy pronto nos toparemos.
[3. El aterrizaje de la Ciudad Santa:] Con Jesús al frente, descendimos todos de la ciudad a la tierra, y nos posamos sobre una gran montaña que, incapaz de sostener a Jesús, se partió en dos, de modo que quedó hecha una vasta llanura. Miramos entonces y vimos la gran ciudad con doce cimientos y doce puertas, tres en cada uno de sus cuatro lados y un ángel en cada puerta. Todos exclamamos: “¡La ciudad! ¡la gran ciudad! ¡ya baja, ya baja de Dios, del cielo!” Descendió, pues, la ciudad, y se asentó en el lugar donde estábamos. Comenzamos entonces a mirar las espléndidas afueras de la ciudad. Allí vi bellísimas casas que parecían de plata, sostenidas por cuatro columnas engastadas de preciosas perlas muy admirables a la vista. Estaban destinadas a ser residencias de los santos. En cada una había un anaquel de oro. Vi a muchos santos que entraban en las casas y, quitándose las resplandecientes coronas, las colocaban sobre el anaquel. Después salían al campo contiguo a las casas para hacer algo con la tierra, aunque no en modo alguno como para cultivarla como hacemos ahora. Una gloriosa luz circundaba sus cabezas, y estaban continuamente alabando a Dios. {PE 17.3}
Ahora se torna un poco confuso. Sabemos con certeza, que la Ciudad Santa aterrizará en nuestro planeta Tierra recién después del milenio. Acabamos de ver una cita detallada acerca de eso un poco antes. Sin embargo, no hay duda de que Elena G. de White, como lo confirmó en cartas, entendió esta parte de su visión como una visión de la Tierra Nueva. Así que, la visión ahora habría hecho un salto brusco en el tiempo de más de 1.000 años. No obstante, si seguimos leyendo, encontraremos que pronto vuelve a eventos que de ninguna manera podrían ocurrir después del milenio, sino deben ocurrir poco después de nuestra llegada a la Ciudad Santa. ¿Por qué entonces veríamos la Tierra Nueva en este momento, cuando es mucho más tarde que será creada de nuevo – después de mil años y después de que los perdidos sean erradicados tras la segunda resurrección?[136]
Por favor, tengan en cuenta de la cita anterior que ¡el día del aterrizaje de la Ciudad Santa no será un sábado, porque hay personas que son vistas trabajando!
Vi otro campo lleno de toda clase de flores, y al cortarlas, exclamé: “No se marchitarán.” Después vi un campo de alta hierba, cuyo hermosísimo aspecto causaba admiración. Era de color verde vivo, y tenía reflejos de plata y oro al ondular gallardamente para gloria del Rey Jesús. Luego entramos en un campo lleno de toda clase de animales: el león, el cordero, el leopardo y el lobo, todos vivían allí juntos en perfecta unión. Pasamos por en medio de ellos, y nos siguieron mansamente. De allí fuimos a un bosque, no sombrío como los de la tierra actual, sino esplendente y glorioso en todo. Las ramas de los árboles se mecían de uno a otro lado, y exclamamos todos: “Moraremos seguros en el desierto y dormiremos en los bosques.” Atravesamos los bosques en camino hacia el monte de Sion.
En el trayecto encontramos a un grupo que también contemplaba la hermosura del paraje. [Así que, también acaban de llegar.] Advertí que el borde de sus vestiduras era rojo; llevaban mantos de un blanco purísimo y muy brillantes coronas. Cuando los saludamos pregunté a Jesús quiénes eran, y me respondió que eran mártires que habían sido muertos por su nombre. Los acompañaba una innúmera hueste de pequeñuelos que también tenían un ribete rojo en sus vestiduras... {PE 18.1–2}
Sí, vamos a criar niños en el Cielo. Los nuestros, si Dios lo permite, que llevemos vivos o que fueron devueltos a nosotros en el caso de que Dios en Su misericordia los puso a descansar antes o durante las plagas. También vamos a tener hijos de los perdidos en nuestra custodia, los que son menores de edad respecto a la responsabilidad espiritual, para educarlos de una manera piadosa en el Cielo. ¡Pero espera! – Si esta es la Tierra Nueva, ¿no han crecido estos niños aún después de 1.000 años?
[4. Visita al templo y la reunión de los 144.000:] El monte de Sión estaba delante de nosotros, y sobre el monte había un hermoso templo. Lo rodeaban otros siete montes donde crecían rosas y lirios. Los pequeñuelos trepaban por los montes o, si lo preferían, usaban sus alitas para volar hasta la cumbre de ellos y recoger inmarcesibles flores. Toda clase de árboles hermoseaban los alrededores del templo: el boj, el pino, el abeto, el olivo, el mirto, el granado y la higuera doblegada bajo el peso de sus maduros higos, todos embellecían aquel paraje. Cuando íbamos a entrar en el santo templo, Jesús alzó su melodiosa voz y dijo: “Únicamente los 144.000 entran en este lugar.” Y exclamamos: “¡Aleluya!” {PE 18.2}
El templo está situado en la Ciudad Santa y, por lo tanto, también el Monte Sion. Hay otras siete montañas que lo rodean. Es otra alegoría de la estructura de múltiples cubiertas de la Ciudad Santa. Sin embargo, lo que se destaca es que, ahora es mencionada la visita al templo describiéndola en forma detallada. Esto significa en última instancia que la visión cambia a un sábado, porque los fieles de Dios guardan el sábado y éste es el día cuando entran en el templo.
En un folleto que fue publicado más tarde,[137] Elena G. de White añadió una frase explicativa en este lugar: “Bien, bendito sea el Señor, hermanos y hermanas, es una reunión extraordinaria para los que tienen el sello del Dios viviente.” Esa observación debe captar nuestra atención por dos razones.
Primero, quiero enfatizar que los 144.000 son los únicos que tienen un cierto sello especial. La gran multitud a la cual ellos llamaron a salir y también los otros santos tienen un sello de Dios, pero no ¡el sello especial de los 144.000!
Eso significa que el sello especial no puede ser el sello de Filadelfia, porque Filadelfia incluye a la gran multitud del tiempo del juicio y del tiempo de las plagas. Por lo tanto, el sello especial al que la mensajera del Señor se refiere aquí, debe ser algo que sólo los 144.000 reciben debido a su disposición al sacrificio, la que Moisés y Cristo habían previamente mostrado.[138] Estaban dispuestos a dar sus vidas eternas para Dios mismo y los otros seres inteligentes en el universo, mientras que la gran multitud “sólo” ofreció su vida física. Es porque sólo ellos fueron suministrados con todas las 372 porciones del Espíritu Santo, que les permitió perdurar sin pecado a través de todo el tiempo de las plagas hasta la venida de Jesús. El Espíritu Santo los “selló” con esa bendición especial que también representa ese sello especial que sólo los 144.000 tienen.
La segunda razón por la que la observación de Elena G. de White debe llamar nuestra atención, es la pregunta: ¿Cómo puede ser, que los 144.000 son convocados a su culto especial en el templo recién después del milenio?
La confusión llegará a ser total en el siguiente párrafo, porque en él la profetisa describe el final de la visita al templo, y luego Jesús llama a los 144.000 a la cena de las bodas para todos los redimidos. No, ¡eso no puede ocurrir después del milenio! Sigue leyendo cuidadosamente:
Este templo estaba sostenido por siete columnas de oro transparente, con engastes de hermosísimas perlas. No me es posible describir las maravillas que vi. ¡Oh, si yo supiera el idioma de Canaán! ¡Entonces podría contar algo de la gloria del mundo mejor! Vi [en el templo] tablas de piedra en que estaban esculpidos en letras de oro los nombres de los 144.000. [5. El banquete de bodas de los redimidos:] Después de admirar la gloria del templo, salimos y Jesús nos dejó para ir a la ciudad. Pronto oímos su amable voz que decía: “Venid, pueblo mío; habéis salido de una gran tribulación y hecho mi voluntad. Sufristeis por mí. Venid a la cena, que yo me ceñiré para serviros.” Nosotros exclamamos: “¡Aleluya! ¡Gloria!” y entramos en la ciudad. Vi una mesa de plata pura, de muchos kilómetros de longitud, y sin embargo nuestra vista la abarcaba toda. Vi el fruto del árbol de la vida, el maná, almendras, higos, granadas, uvas y muchas otras especies de frutas. Le rogué a Jesús que me permitiese comer del fruto y respondió: “Todavía no. Quienes comen del fruto de este lugar ya no vuelven a la tierra. Pero si eres fiel, no tardarás en comer del fruto del árbol de la vida y beber del agua del manantial.” Y añadió: “Debes volver de nuevo a la tierra y referir a otros lo que se te ha revelado.” Entonces un ángel me transportó suavemente a este obscuro mundo. A veces me parece que no puedo ya permanecer aquí; tan lóbregas me resultan todas las cosas de la tierra. Me siento muy solitaria aquí, pues he visto una tierra mejor. ¡Ojalá tuviese alas de paloma! Echaría a volar para obtener descanso. {PE 19.1}
¿Vieron las muchas (aparentes) contradicciones? Había niños incluso después de mil años, el primer gran servicio de sábado para los 144.000 fue apenas después de mil años, y la peor parte para mí – quien disfruta comer – es... ¿la comida de bodas no es sino hasta después de mil años de una dieta absoluta? Bueno, vamos a tener un cuerpo nuevo que puede soportar bastante, pero después de todos los sufrimientos aquí en la Tierra, ¿no mereceremos al menos un refrigerio antes de que comience nuestra tarea de juzgar por mil años? ¿Será Jesús realmente tan duro con nosotros?
Lo que leemos en la Biblia pinta un cuadro diferente:
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. (Apocalipsis 19:9)
Apocalipsis 19 habla del regreso de Cristo durante o al final de la séptima plaga y de la invitación inmediata a la cena de las bodas. Esto significa que no será recién después de que la Tierra vuelva a ser creada.
Elena G. de White también combina una promesa especial de Jesús con el retorno, y no es recién para la Tierra Nueva:
En el primer banquete al cual asistió con sus discípulos, Jesús les dió la copa que simbolizaba su obra en favor de su salvación. En la última cena se la volvió a dar, en la institución de aquel rito sagrado por el cual su muerte había de ser conmemorada hasta que volviera. Y el pesar de los discípulos al tener que separarse de su Señor, quedó consolado por la promesa de reunirse que les hizo al decir: “No beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.” {DTG 123.1}
Ya en nuestro viaje hacia la Nebulosa de Orión finalmente vamos a ser reunidos con el Señor en la Ciudad Santa. En ese momento es cuando vamos a disfrutar de la “primera cena” con Él.
Un gran salto para la humanidad
Si queremos entender correctamente la primera visión de Elena G. de White y no creemos que contiene saltos confusos en el tiempo, entonces sólo hay una solución al problema. El aterrizaje de la Ciudad Santa, que fue visto allí en la visión, no puede estar ocurriendo en la Tierra Nueva. Tiene que ser otro planeta que es muy similar a como será la Tierra después de que sea re-creada, y que no muestra señales de degeneración por la muerte. ¡Será el primer exoplaneta donde se nos permitirá poner nuestros pies como seres humanos! No será una luna desolada, como en la que Neil Armstrong pronunció las palabras famosas: “Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad.” Más bien, será un planeta rebosante de vida y naturaleza no destruida, donde el Señor nos mostrará por primera vez toda la belleza de Su creación sin deterioro por el pecado. Es una visión de la Tierra Nueva, pero no la Tierra Nueva en sí. Incluso la profetisa misma nos da una pista que lo confirma claramente, pero por favor sean pacientes por un momento.
¡Oh, si no intentaran siempre obstinadamente refutar nuestros hallazgos! ¡Si sólo pudieran aceptar y apreciar la belleza y el esplendor de todo lo que el Señor quiere mostrarles! ¿Cuáles serían tus propias primeras palabras, cuando pudieras pisar la superficie de otra “Tierra” por primera vez?
Sin embargo, todavía hay un problema: ¡el problema del sábado! Elena G. de White vio todas esas cosas ocurriendo en la Nebulosa de Orión al final del viaje de siete días, pero ya habríamos aterrizado en este planeta en el cuarto día de viaje – es decir, antes del sábado, el quinto día de viaje – porque tenemos que llegar antes del sábado, y gente fue vista trabajando en el planeta en el día del aterrizaje.
¿Cómo podemos resolver este dilema?
Una vez más, se aplica aquí el principio: ¡No se rindan! ¡Piensen de manera lógica y encuentren una solución! Una vez que encontremos la solución con oración, un nuevo rayo del sol de Alnitak volverá a causar que nuestros rostros brillen como el de Moisés cuando bajó del Monte Sinaí.
Inténtenlo por sí mismos primero... y ¡tomen un descanso de lectura aquí! ¿Tal vez ya hemos presentado la solución en otro lugar, y ¡todo lo que tienen que hacer es volver a aplicar el conocimiento existente!?
En el artículo Un Aviso Fraternal expliqué detalladamente que, por un largo tiempo, Elena G. de White vivió en expectativa legítima del regreso de Jesús durante su vida. Es por ello por lo que muchas de sus citas contra la fijación de fechas se explican por “la gran catástrofe de 1888”, cuando la Iglesia Adventista rechazó la luz del Cuarto Ángel que fue presentada por Waggoner y Jones. Sí, Jesús habría llegado en 1890 sin ningún mensaje adicional de tiempo e incluso sin el año de plagas. Sin embargo, en vez de que fuera enviado Azazel al desierto en 1890, fue la Iglesia Adventista que tuvo que vagar de nuevo durante 120 años, esperando y velando hasta que la luz del mensaje de Orión debería haberla despertado. La peor derrota de la historia en cualquier batalla contra Satanás ocurrió en la tercera vigilia de la noche.
En la Lista de Grandes Sábados, el triplete de la Piedra de Rosetta[139] de 1888-1890 terminó con el inicio de un jubileo en el Gran Sábado del 24/25 de octubre de 1890, que fue la segunda posibilidad para Yom Kipur de ese año. Otra visión de Elena G. de White predijo el comienzo del año de jubileo en la segunda venida:
Entonces comenzó el jubileo, durante el cual la tierra debía descansar. Vi al piadoso esclavo levantarse en triunfal victoria, y desligarse de las cadenas que lo ataban, mientras que su malvado dueño quedaba confuso sin saber qué hacer; porque los impíos no podían comprender las palabras que emitía la voz de Dios. Pronto apareció la gran nube blanca. Parecióme mucho más hermosa que antes. En ella iba sentado el Hijo del hombre. Al principio no distinguimos a Jesús en la nube; pero al acercarse más a la tierra, pudimos contemplar su bellísima figura. Esta nube fué, en cuanto apareció, la señal del Hijo del hombre en el cielo. La voz del Hijo de Dios despertó a los santos dormidos y los levantó revestidos de gloriosa inmortalidad. Los santos vivientes fueron transformados en un instante y arrebatados con aquéllos en el carro de nubes. Este resplandecía en extremo mientras rodaba hacia las alturas. El carro tenía alas a uno y otro lado, y debajo, ruedas. Cuando el carro ascendía, las ruedas exclamaban: “¡Santo!” y las alas, al batir, gritaban: “¡Santo!” y la comitiva de santos ángeles que rodeaba la nube exclamaba: “¡Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso!” Y los santos en la nube cantaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!” El carro subió a la santa ciudad. Abrió Jesús las puertas de esa ciudad de oro y nos condujo adentro. Fuimos bien recibidos, porque habíamos guardado “los mandamientos de Dios” y teníamos derecho “al árbol de la vida.” {PE 34.2}
Esta visión se remonta a 1847, así que estaba muy distante de 1888, cuando la Iglesia perdió su oportunidad de oro para cumplir la profecía. Esta visión y la primera visión, las cuales ambas describen el escenario de la segunda venida, deben ser vistas en el contexto de la posible segunda venida en 1890. Las fechas de viaje y planes asociados cambiaron ligeramente para la venida del 2016, ya que se llevará a cabo en diferentes días de la semana.
En 1890, Jesús habría regresado en sábado – incluso en el Gran Sábado del Día de la Expiación. Los santos habrían sido recogidos en la “nube” en ese sábado y hubieran comenzado su viaje de siete días a la Nebulosa de Orión. Debido a que habrían comenzado a viajar tarde en el sábado, que contaría como un día según el cómputo inclusivo judío, habrían llegado a la Nebulosa de Orión el siguiente viernes, y habrían aterrizado en un planeta muy similar a la Tierra Nueva. No habría habido ningún sábado durante esos días, y por lo tanto no interrupciones en su viaje, y todo habría acontecido “en el mar de vidrio”. Los 144.000 habrían tenido su servicio de adoración especial en el templo en la noche al comienzo del sábado, el 31 de octubre/1 de noviembre de 1890. Más tarde, todos los redimidos habrían cenado con Jesús en la cena de las bodas. Interesantemente, una fecha sigue siendo la misma: el juicio de sentencia habría comenzado el 1/2 de noviembre de 1890.
Hace poco, señalé que la mención de los hermanos Fitch y Stockman en la primera visión de Elena G. de White es una confirmación de este entendimiento. Sin embargo, se omite en casi todas partes debido a que el adventista normal no puede explicar que Elena G. de White pudo haber visto algo “equivocado”. Ella se refirió a ellos como los “los Hnos. Fitch y Stockman, que habían predicado el Evangelio del reino y a quienes Dios había puesto en el sepulcro para salvarlos.” Sabemos que Dios solamente hubiera puesto a descansar a los que no habrían sobrevivido las plagas sin pecado y sin caer eternamente. Eso significa que, de acuerdo con esa visión, el tiempo de las plagas debería haber llegado dentro de la expectativa de vida de los hermanos Fitch y Stockman. Eso sólo habría sido posible si la visión en realidad se refería a la posible venida de Jesús en el año 1890.
Sin embargo, en la verdadera segunda venida del 2016, el viaje comienza justo antes del atardecer del lunes, el 24 de octubre de 2016. En el primer día del viaje nos dirigimos hacia Bellatrix, y Jesús nos cuenta la historia del caballo negro y las falsas enseñanzas que socavaron la fe adventista. Los que fueron firmes durante la tribulación de la Gran Depresión de los años 1930 y la época de la Segunda Guerra Mundial están al borde de sus asientos mientras escuchan, y Elena G. de White comienza a llorar.
El miércoles, experimentaremos un espectáculo extraordinario. La nueva Nebulosa de Betelgeuse está a babor de nosotros mientras nuestra nave gira hacia Rigel. Podemos ver la explosión de la hipernova desde lejos, lo que cuenta la historia de la división de la iglesia y los sufrimientos de los mártires en la Primera Guerra Mundial. Entretanto, el gigante azul se eleva frente a nuestra proa, y nos habla de cómo los infieles en lo que respecta al ecumenismo llegaron a fusionarse con el papado en lugar de permanecer firmes en el camino estrecho del pueblo del advenimiento a la Nebulosa de Orión.
Después de pasar el pie izquierdo del gigante que hirió la cabeza de la serpiente, el miércoles por la noche nos ponemos en curso hacia Saiph, la estrella del caballo blanco. Ahora estamos listos para contarles a todos los redimidos de todas las edades sobre el sábado y los grandes sábados, el comienzo del mensaje del tercer ángel y la restauración del Evangelio puro, el descenso del Espíritu Santo a principios del 2014 y la terrible séptima plaga que finalmente destruyó la Tierra. Es un honor especial en este jueves volar pasando la estrella que simboliza el León de la tribu de Judá, que siempre marcó el comienzo y el final de un ciclo de Orión. Adán y Eva ahora sabrán que su creación también está grabada en Orión.
Ahora, la noche del jueves dejamos las estrellas exteriores de Orión y observamos cómo el navegante gira la proa de nuestra nave espacial hacia las estrellas del cinturón y pone el curso hacia Mintaka, el sistema múltiple de estrellas del omnipresente Espíritu Santo. El día de preparación para el sábado ha comenzado, y en el transcurso de este viernes, llegamos al primer sistema de estrellas que constituye el trono de Dios. Durante este segmento de nuestro viaje, [1] se lleva a cabo la ceremonia de coronación, y Jesús mismo nos ciñe las coronas. Luego se nos permite entrar en el centro de la Ciudad Santa y admirar sus maravillas. [2] Vislumbramos el Árbol de la Vida, con sus troncos unidos a ambos lados del Rio que fluye eternamente, el cual expresa un cierto rasgo del carácter de Dios Padre mismo. Luego las sirenas suenan para que nos preparemos para subir en los aterrizadores porque el descenso a un planeta es inminente.
[3] Junto con Jesús ponemos nuestros pies en el maravilloso planeta, y desde su superficie contemplamos un gran espectáculo que se repetirá en la Tierra antigua en exactamente mil años. Las nubes se abren y en la luz brillante de los soles del sistema de Mintaka vemos nuestra nave espacial colosal en toda su esplendorosa gloria aterrizar en este planeta, que fue preparado con mucha antelación para recibirnos en este día. Este maravilloso espectáculo incluso encuentra confirmación profética...
Después de que Elena G. de White se recuperó de la mayor decepción de su vida,[140] y venció este golpe recibido durante su exilio en Australia, su único consuelo era que un día podía visitar mundos desconocidos junto con los 144.000. Ahora – en este viernes del viaje – el momento, que le fue permitido ver en una visión correctiva después de 1890, finalmente llega. Ella sólo compartió esta visión con los más fieles de sus amigos, porque los líderes de la Iglesia Adventista ya no merecían esta luz. La hermana Sarah Peck, que ayudó a Elena G. de White en Australia por aproximadamente 10 años después de 1890, se enteró de la visita a un planeta en el viaje hacia la Nebulosa de Orión, y que los mundos no caídos alinean el camino para presenciar la ceremonia de coronación durante la procesión. Ella también ayudó en el desarrollo del sistema de indexación del White Estate. Entre otras cosas, enseñó en la universidad Union College y trabajó para el Departamento de Educación en la Conferencia de California y la Conferencia General. Ella también ayudó en la preparación del libro Educación, de Elena G. de White.
Por favor, tengan en cuenta la siguiente cita del libro, El Camino al Trono de Dios: El santuario por Sarah Elizabeth Peck, pág. 176. [traducido]
Como una especie de luz telescópica lateral; se nos dice de buena fuente que a medida que la procesión victoriosa de los redimidos, acompañados por todos los habitantes del cielo, avanza en el viaje, “representantes de todo el universo de Dios alinearán el camino a ambos lados de la procesión, ansiosos por vislumbrar la multitud triunfante”.
Creo que la “buena fuente” mencionada en la cita anterior es la misma fuente, de la cual surge la cita que sigue. El Señor le mostró a Elena G. de White que los representantes de otros mundos se alinearon para ver a los redimidos. Del mismo modo, se le mostró que frutas fueron preparadas en ese planeta en particular. Aunque la declaración de Elena de White nunca fue publicada oficialmente, ella les contó a otros acerca de la misma también, incluyendo a su taquígrafo, Jennie Ireland, y el anciano de iglesia, McClure, en una cena poco antes de su muerte en 1915. El anciano McClure la anotó y Jennie Ireland informó al respecto. Aquí está lo que ella escribió en taquigrafía:
Todo el cielo está activo haciendo preparativos para la venida del Señor.
Cuando Jesús venga, no sólo los ángeles vendrán con Él, sino que representantes de todo el universo de Dios alinearán el camino a ambos lados desde la Tierra hasta el planeta donde ellos serán hospedados. Están alineados a ambos lados, cada uno ansioso por vislumbrar la multitud triunfante la cual Jesús está dirigiendo en el ascenso.
Los representantes de todo el universo de Dios que han de ser testigos de esta marcha triunfal están ahora haciendo preparativos para hospedarlos en un planeta donde pasarán el sábado.
Ahora están trayendo frutos de todas las partes del universo, de todos los otros mundos, y los están almacenando en éste para el hospedaje de los redimidos el día sábado.”[141]
Naturalmente, la Iglesia Adventista niega la veracidad de esa declaración y prefiere, junto con el Papa Francisco, abrir la ancha “puerta de la misericordia” que lleva a la perdición. Por favor, entiendan claramente que lo que el Índice a los escritos de E. G. de White, tomo 3, apéndice C, p. 3189 [inglés] tiene que decir acerca de los frutos, no fue inspirado por el Espíritu Santo, sino que se basa puramente en la ignorancia humana.
Esas personas no estarán allí cuando salgamos a nuestra primera excursión por la naturaleza sin pecado en este viernes por la tarde. ¡Qué maravillas vamos a contemplar! La ciudad de oro de 2.000 km de altura encumbrándose por encima de todo. ¡Qué vista! Si Elena G. de White, después de haberla visto en visión, no la pudo describir con palabras, ¿cómo lo lograría yo? ¡Cosas que ningún ojo humano ha visto alguna vez, están en espera de aquellos que tienen fe!
[4] Demasiado pronto se acerca nuestra primera puesta de sol de múltiples soles en este planeta aún desconocido y con ella el sábado del 28/29 de octubre de 2016. Volvemos a la ciudad y ascendemos al Monte Sion. Mientras que la gran multitud de los redimidos permanece en frente del templo, solamente los 144.000 son admitidos. Entran para escuchar de Dios Padre personalmente, si su disposición al sacrificio resultará en el hecho de que deben dar sus vidas eternas y solamente sus nombres grabados en las tablas y columnas del templo serán el recuerdo de ellos, o si pueden seguir viajando con los otros santos a la eternidad. Hasta este momento, tan pocos testigos para Dios Padre pudieron ser llamados a salir por los 144.000, que parece muy probable que los 144.000 no van a salir vivos del templo. Todavía, nos preguntamos con gran preocupación: ¿Dónde se esconden los demás testigos de Dios?
Cuánto deseamos que también a nosotros se nos permita participar en la cena de las bodas del Cordero [5], que tendrá lugar en esta víspera de este sábado especial. A nosotros, también, ¡nos gustaría contemplar y estudiar las maravillas de Su creación por toda la eternidad! No permitan que la sombra de la muerte cuelgue sobre la cena de las bodas. No dejen que “144.000” lugares vacíos den testimonio de que cuando todo estaba dicho y hecho, no había suficientes santos en la iglesia pura de Filadelfia, que incluye tanto a los 144.000 como a la gran multitud que ellos debían recolectar, y que grandes sacrificios fueron necesarios, que no eran la voluntad de Dios.
Con esto y con todo, nuestro maravilloso itinerario de viaje está explicado por completo, y es registrado a la perfección en el Reloj de Orión.
Espejito, espejito en la pared...
¿Pertenecen ustedes realmente a “Filadelfia”, la iglesia del amor fraternal? Por el amor a Cristo y a sus hermanos y hermanas, ¿están dispuestos a dar sus vidas físicas por nosotros, de la misma manera como nosotros estamos dispuestos a dar nuestras vidas eternas por ustedes? Después de todo lo que hemos compartido con ustedes en esta serie de artículos, ¿ven cómo Dios nos hace a nosotros, los 144.000, experimentar exactamente lo que Él experimentó cuando confió Su reivindicación, e incluso Su existencia, completamente en manos de seres humanos poco confiables?
Nuestra vida eterna no depende de si se ha alcanzado la cifra de 144.000. Al comienzo de las plagas se hizo claro, que esta cifra no es literal como habíamos asumido durante mucho tiempo.[142] Es más bien simbólica en realidad, y representa nuestro deber. El único número mencionado en la Biblia que debe ser completado es el número de los mencionados en el quinto sello de Apocalipsis que todavía tienen que morir.[143] Es decir, ustedes, que aún deben ser llamados a salir por los 144.000 y recibir el sello de Filadelfia. Nuestras vidas eternas están en sus manos. Si son fieles y cumplen con su misión, entonces podremos alabar a Dios por toda la eternidad junto con ustedes. Si no es así, renunciaremos a nuestra existencia para que Dios y Su creación incluyéndolos a ustedes puedan vivir juntos en un universo sin pecado con perfecto amor por siglos sin fin.
Dependerá de ustedes qué estado de ánimo prevalecerá en el resto del viaje, el domingo y el lunes cuando pasemos la estrella con el nuevo nombre de Jesús (Alnitak) y la estrella de Dios Padre (Alnilam). ¿Tendrá Jesús que enjugar muchas lágrimas cuando los redimidos lleguen el martes, el 1 de noviembre a las muchas aguas del mar de vidrio – del cual les hemos hablado tan frecuentemente – o exclamaremos a gran voz “¡Aleluya!” al unísono con ustedes y disfrutaremos del Cielo juntos? ¿Recibirán ustedes también el sello de Filadelfia – que la mayoría de ustedes sólo entenderá en el tiempo de la recolección de la cosecha – al igual que aquellos que creyeron el mensaje antes del 17/18 de octubre de 2015? O, ¿pertenecerán eventualmente a los que continúan tomando Mateo 24:36 fuera de contexto mientras que la evidencia se acumula cada vez más por todos lados?
La fiesta de las trompetas simboliza el clamor de medianoche de Guillermo Miller. El pregonó el anuncio del comienzo del juicio investigador de los muertos y de los vivos. Su clamor de medianoche estaba marcando el inicio del sendero a la Nebulosa de Orión, y el mensaje de Orión comenzó con un estudio de la primera visión de Elena G. de White:
Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el Espíritu Santo descendió sobre mí, y me pareció que me elevaba más y más, muy por encima del tenebroso mundo. Miré hacia la tierra para buscar al pueblo adventista, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: “Vuelve a mirar un poco más arriba.” Alcé los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el “clamor de media noche.” Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los pies de los caminantes para que no tropezaran.
Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual dimanaba una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!” Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 14.1–2}
Al final del sendero, se encuentra Jesús con Sus heridas en Orión y les llama a través de la voz del segundo Miller diciendo que la trompeta está lista para resonar desde las muchas aguas de la Nebulosa de Orión marcando el comienzo del juicio de la sentencia en la fiesta de las trompetas en la luna nueva del 1/2 de noviembre de 2016.
Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios señaló el tiempo, derramó sobre nosotros el Espíritu Santo, y nuestros semblantes se iluminaron refulgentemente con la gloria de Dios, como le sucedió a Moisés al bajar del Sinaí. {PE 14.2}
Con esto, el último artículo que recibirán de mi pluma, me despido, hasta que – ¡ojalá! – nos reunamos en la Ciudad Santa. Si tú mismo estarás allí y serás contado con la iglesia de Filadelfia lo puedes saber, si estudiaste este artículo, miras en el espejo y ves si en tu frente está escrita la sencilla oración de tres partes que resulta de resolver el enigma de Apocalipsis 3:12. ¿Encontraste el santo grial de la vida, y el gran sello de Dios con la ayuda de estos últimos cuatro artículos, antes del tiempo de la cosecha del buen trigo?
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12)