Primera publicación el jueves, 10 de mayo de 2013, 23:34 en alemán en www.letztercountdown.org
En mi último artículo, El Fuerte Clamor, expliqué las dificultades que tenemos que afrontar como estudiantes de la profecía del tiempo de Dios. Mientras estábamos trabajando en la traducción, nos sorprendió un comunicado de la prensa científica. Ahí se demostró que había llegado el tiempo para darles a ustedes la última parte del mensaje de Orión. Durante mucho tiempo retenía la información porque no quise horrorizar a nadie. Yo sabía que Dios revelaría cuándo quería que sean informados.
A pesar de que este pequeño estudio bíblico saque sus conclusiones exclusivamente del conocimiento y de la fundación que Dios ya nos ha dado en el estudio de Orión, el mensaje que resulta es tan chocante y explosivo que muchos nuevamente nos llamarán alarmistas o intimidadores a pesar de que esto no es nuestra intención. Sólo estamos siguiendo la secuencia de los mensajes que Dios mismo dio en Apocalipsis y otros pasajes proféticos como Mateo 24. Ahora ya han sido confirmados por la política mundial, a través de los movimientos del Vaticano, así como por eventos naturales.
Los becerros de oro del adventismo
Hemos tocado los tres becerros de oro del adventismo, mientras que muchos lectores todavía no comprenden que los finales movimientos rápidos ya han comenzado. Al fin de esta serie de artículos acerca de la ira de Dios, muchos habrán aprendido a creerlo.
Vamos directamente en contra del becerro de oro del adventismo (y de las iglesias anteriormente protestantes) que no se debe fijar fechas, y, por lo tanto, según la opinión de muchos, nos elevamos por encima de Dios de una manera blasfema. Sin embargo, no fuimos nosotros los que pusieron las estrellas de la constelación de Orión en sus lugares, ni influíamos la trayectoria del sol y de la luna. Tampoco fuimos nosotros los que escribimos sobre el Orión y los días festivos y su determinación a través el sol y la luna en la Biblia apuntando a dos libros extra-bíblicos que debían ser descubiertos e investigados: el Libro de los Siete Sellos, y el Libro de los Siete Truenos. El primero estaba escrito por dentro y por fuera, pero sólo la parte exterior se conocía anteriormente. Las palabras que los Siete Truenos habían hablado ni siquiera fueron registradas por Juan. Hemos seguido los consejos que Dios puso en la Biblia, y por la búsqueda de Sus tesoros descubrimos una mina de oro y una mina de plata que pusieron de manifiesto los últimos mensajes de Dios para Su iglesia apóstata y reconocimos nuestra responsabilidad para entregar estos mensajes a ustedes. En el artículo Un Aviso Fraternal ya destacamos que esto no contradice las advertencias de Elena de White.
El segundo de los becerros de oro del adventismo es la opinión tantas veces repetida, de que la Iglesia permanecería hasta el fin y nunca se convertiría en Babilonia, y que la profecía de Elena de White al respecto estuviera incondicional. Sin embargo, la mensajera del Señor hace muchas declaraciones contrastantes como las siguientes:
Si en el gran corazón de la obra no se manifiesta la más seria vigilancia, la iglesia se corromperá como las iglesias de otras denominaciones.
Todos los que viven en Battle Creek [y hoy día forman parte de la Conferencia General] rendirán una terrible cuenta a Dios si toleran el pecado de algún otro hermano. Es alarmante que la indiferencia, el adormecimiento y la apatía hayan sido característicos de hombres que ocupan cargos de responsabilidad y que, constantemente aumenten el orgullo y la alarmante desconsideración de las advertencias del Espíritu de Dios. Las barreras que la palabra de Dios sitúa alrededor de Su pueblo están siendo derribadas. Los hombres que conocen el modo en que Dios guio a Su pueblo en el pasado, en lugar de buscar las antiguas sendas y defender nuestra posición como pueblo peculiar, han unido sus manos con el mundo [ecumenismo]. La característica más alarmante del caso es que no han sido escuchadas las voces de advertencias, de reprensiones y recomendaciones. Los ojos del pueblo de Dios parecen ciegos y la iglesia es arrastrada rápidamente por la corriente de la mundanalidad. {4T 512.3–513.1} [traducido]
El mundo no debe introducirse en la iglesia, y casarse con la iglesia, formando un vínculo de unidad. Por este medio la iglesia, llegará ciertamente a corromperse, y como se declara en el Apocalipsis, será “Albergue de todas aves sucias y aborrecibles”. [Apocalipsis 18:2 = Babilonia] {TM 269}
Desafortunadamente, hemos llegado hasta este punto como lo he mostrado en algunos artículos en la sección Tras Líneas Enemigas, especialmente en El Adventista Ecuménico. La parte organizada de la Iglesia Adventista se ha conectado con las otras iglesias del mundo y por lo tanto técnicamente ya se ha convertido en Babilonia. No importa si esto sucedió bajo el amparo de un estado sólo observador. Ella rechazó los mensajes de advertencia de Dios y se sometió a Roma. Las palabras de Ted Wilson contra el ecumenismo, que le gusta repetir frecuentemente, deberían haber sido seguidas por acciones antes de que la puerta de la gracia para la esa parte de la Iglesia se cerrara finalmente. Como la fe sin obras está muerta, así Ted Wilson y la Iglesia que le sigue son condenados sin obras.
A lo largo de miles de páginas del Espíritu de Profecía, Elena de White advirtió a la iglesia que sólo podría tener éxito al permanecer fiel al consejo dado. De todas esas páginas, estas aves sucias y aborrecibles escogieron una sola cita, que se encuentra en un contexto completamente diferente. En 1893, el hermano Stanton recibió una respuesta de Elena de White a su acusación de que la Iglesia se hubiera convertido en Babilonia, mediante la formación de una estructura organizada. No estamos de acuerdo con esta clase de razonamiento. En cambio, siempre hemos advertido que la mundanalidad que entra en la iglesia y la conexión con el mundo a través del movimiento ecuménico la hacen Babilonia según Elena de White. Dios registraba el comienzo de este pecado a través de la estrella más brillante en Orión, Rigel, y por lo tanto dio una clara advertencia: ¡Vuélvete, antes de que sea demasiado tarde!
El tercer y peor becerro de oro es la avaricia de la Iglesia organizada. Ella presume de ser el único almacén donde los diezmos y ofrendas pueden ser entregados. Una vez más, utiliza el truco bien conocido de repetir las declaraciones de Elena de White que fueron sacadas de su contexto con el fin de consolidar su posición a expensas de otras declaraciones que provienen de la misma fuente y dicen qué debemos hacer cuando el liderazgo de la iglesia es infiel. Las tontas ovejas de la iglesia quienes no saben quién es su verdadero pastor, están siguiéndoles, tirando su dinero a los pies de Satanás para que pueda imprimir más deformados libros del Gran Conflicto. Ustedes deben saber lo que les sucederá si actúen de esa manera. Les quiero recomendar la lectura del primer capítulo del Libro de la Verdad de Becky Knoll, ya que contiene una elaboración extensa y, de hecho, verdadera de este tema dentro de la Iglesia Adventista. No puedo añadir mucho más a él: Capítulo 1 - G. Edward Reid, El Diezmo y el alfolí
El lema de los líderes de la Iglesia Adventista es: uno que toca estos tres becerros de oro del adventismo tiene que ser silenciado. De esta manera están siguiendo el ejemplo babilónico. El castigo por todos los pecados de la Iglesia contra los pocos fieles, que aún se encuentran en ella esperando que se llevara a cabo una limpieza, no puede ser retenido por más tiempo y será más horrible de lo que la mente humana más atrevida puede imaginarse.
Cuando los cuatro ángeles suelten
Esta serie de artículos mostrará lo que sucederá cuando la puerta de la misericordia se cierre para el mundo entero. La mayoría de la humanidad seguramente querrá escapar de la ira de Dios, pero esta será derramada incluso sobre la gran mayoría de los miembros de la Iglesia Adventista. Las líneas de tiempo de Daniel la han marcado para el 25 de octubre de 2015. Todos deben saber que su única salida es obedecer las instrucciones de Dios en los mensajes de los cuatro ángeles. La última advertencia poco antes del cierre de la puerta de la gracia es la fuerte sexta trompeta con los cuatro vientos recios. Será un último fuerte aviso que por un último corto tiempo ha comenzado, donde el arrepentimiento aún es posible.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. (Apocalipsis 9:15)
Cuando se desata estos cuatro ángeles, una tercera parte de la humanidad será afectada; ellos advierten con voz fuerte. La quinta, sexta, y séptima trompetas son descritas como “ayes” porque sus consecuencias serán terribles. Podemos ver que con creciente intensidad cada ay se vuelve peor. En la quinta trompeta, tenemos dolor, pero aún no hay muerte (lo cual en forma simbólica no significa que nadie morirá). En la sexta, tendremos que enfrentar la muerte de la tercera parte de la humanidad (lo cual, de nuevo, en forma simbólica, no quiere decir que instantáneamente una tercera parte de la humanidad morirá). Al sonido de la séptima y última trompeta, todo se habrá terminado para todo aquel que no se haya arrepentido (Entonces ya no habrá vuelta atrás). Volvamos a leer los eventos del principio de la sexta trompeta (el segundo ay) en todo su contexto.
El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto. El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. (Apocalipsis 9:12-15)
Estos versículos se refieren a la última advertencia antes del gran tiempo de angustia durante el cual las plagas van a caer. Su comienzo está marcado en Orión por la estrella Saiph, que apunta al año 2014 con un intervalo de tiempo del otoño de 2014 hasta el otoño de 2015. De tal manera, Saiph apunta no sólo al otoño de 2014 como el comienzo de la última fase del sellamiento de los 144.000, pero también al Día de Expiación, el Gran Sábado de octubre 24, 2015. En los artículos sobre las Sombras de los Sacrificios, calculábamos con la ayuda de la Biblia la duración del tiempo de las plagas de exactamente 372 días. Los primeros siete días de este periodo corresponden a cuando Noé fue encerrado en el arca antes de que cayera la lluvia. La puerta de la gracia se cerrará siete días antes de la caída de las plagas, y esto corresponde al 17/18 de octubre de 2015. En aquel día, el último de los 144.000 habrá sido sellado y Jesús habrá terminado Su intercesión y abandonará el Lugar Santísimo en el 24 de octubre de 2015.
Pero ¿qué es exactamente lo que va a suceder el 25 de octubre 2015? ¿Cómo debemos interpretar las plagas? ¿Qué va a causarlas? ¿De dónde van a venir?
Adventistas saben que “el altar de oro que estaba delante de Dios” es el altar del incienso, donde las oraciones de los santos ascienden a Jesús para que Él las llevara al Padre. Esta es una descripción de los servicios e instrumentos del santuario celestial. Así, Juan vio procesos relacionados con el cielo. El Único que puede hablar “entre los cuatro cuernos del altar de oro” es nuestro Señor Jesucristo. Él ordena al ángel de la sexta trompeta que desatase los otros cuatro ángeles. Esto significa que Jesús mismo determina cuándo la última advertencia comienza antes del cierre de la puerta de gracia, y sabemos que él lo hará antes que él deje caer el incensario de su servicio de intercesión. (Una vez más, vemos lo absurdo que es suponer que Jesús no conociera el tiempo, teniendo en cuenta que Él mismo dio esas revelaciones a Juan ya en el año 90 d.C.)
Fui arrebatada en visión al lugar santísimo, donde vi a Jesús intercediendo todavía por Israel. En la parte inferior de su ropaje, llevaba una campanilla y una granada. Entonces vi que Jesús no dejaría el lugar santísimo antes que estuviesen decididos todos los casos, ya para salvación, ya para destrucción, y que la ira de Dios no podía manifestarse mientras Jesús no hubiese concluido su obra en el lugar santísimo y dejado sus vestiduras sacerdotales, para revestirse de ropaje de venganza. Entonces Jesús saldrá de entre el Padre y los hombres, y Dios ya no callará, sino que derramará su ira sobre los que rechazaron su verdad. Vi que la cólera de las naciones, la ira de Dios y el tiempo de juzgar a los muertos, eran cosas separadas y distintas, que se seguían, una a otra. También vi que Miguel no se había levantado aún, y que el tiempo de angustia, cual no lo hubo nunca, no había comenzado todavía. Las naciones se están airando ahora, pero cuando nuestro Sumo Sacerdote termine su obra en el santuario, se levantará, se pondrá las vestiduras de venganza, y entonces se derramarán las siete postreras plagas. {PE 36}
Preste atención a cuan cerca antes que las copas de las plagas sean derramadas serán desatados los cuatro vientos. Elena G. de White lo ve como si estuviera pasando casi al mismo tiempo, pero sabemos que las trompetas son “advertencias mezcladas con misericordia,” por lo tanto el desate de los cuatro vientos no puede apuntar al comienzo de las plagas. Por esta razón ella dice “y entonces.” ¡Usted en realidad tiene que leer atentamente para no cometer una equivocación!
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que entonces caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que habíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían raernos de la tierra las plagas se detendrían. Se promulgó un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob. Entonces todos los santos clamaron en angustia de ánimo y fueron libertados por la voz de Dios. Los 144,000 triunfaron. Sus rostros quedaron iluminados por la gloria de Dios. Entonces se me mostró una hueste que aullaba de agonía. Sobre sus vestiduras estaba escrito en grandes caracteres: “Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.” Pregunté acerca de quiénes formaban esta hueste. El ángel me dijo: “Estos son los que una vez guardaron el sábado y lo abandonaron.” Los oí clamar en alta voz: “Creímos en tu venida, y la proclamamos con energía.” Y mientras hablaban, sus miradas caían sobre sus vestiduras, veían lo escrito y prorrumpían en llanto. Vi que habían bebido de las aguas profundas, y hollado el residuo con los pies pisoteado el sábado- y que por esto habían sido pesados en la balanza y hallados faltos. {PE 36,37}
Mostraremos en artículos futuros que, en el ciclo de juicio, hay también una sexta trompeta para los adventistas mismos. Por consiguiente, esta sección contiene una terrible advertencia para los adventistas nominales que una vez guardaron el sábado, pero lo abandonaron en el pequeño tiempo de angustia, porque nunca habían aprendido lo que significa ser fiel a los Mandamientos de Dios. Su devoción ya faltaba en respecto a guardar el mensaje pro-salud y no siguieron los consejos de la mensajera de Dios, por ejemplo, que debemos vivir en el campo. Ellos pensaban que aún podían prepararse de forma rápida cuando la ley dominical finalmente sucedió, pero ya era demasiado tarde. Ellos no tenían fundamento y sus casas fueron construidas sobre la arena. Cuando los primeros cuatro vientos en el pequeño tiempo de persecución comenzaron a soplar, ellos despreciaron la última advertencia, perdieron su equilibrio y fueron tragados por las arenas movedizas de su fe fugaz.
Nuestros ojos deben estar dirigidos hacia arriba, cuando vemos que las cosas comienzan a suceder, pero casi nadie sigue el consejo de Jesús al respecto. Nosotros, sí lo hacemos, porque sabemos que los versos del Apocalipsis apuntan sobre todo a los acontecimientos en el santuario celestial, que se encuentra en la Ciudad Santa en el espacio abierto en Orión: en la Nebulosa de Orión.
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. La atmósfera se partió, arrollándose hacia atrás, y entonces pudimos ver en Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios. Por aquel espacio abierto descenderá la santa ciudad de Dios. {PE 41}
Si seguimos leyendo esta sección, veremos que Elena de White nos muestra claramente la advertencia antes de las plagas no se originan solo en la tierra, sino que se trata de eventos que tienen su origen especialmente en el cielo o sea firmamento:
Vi que ahora se están conmoviendo las potestades de la tierra, y que los acontecimientos ocurren en orden. Guerras, rumores de guerra, espada, hambre y pestilencia conmueven primero las potestades de la tierra, y después la voz de Dios sacudirá el sol, la luna, las estrellas y también la tierra. Vi que la conmoción de las potencias europeas no es, como enseñan algunos, la conmoción de las potestades del cielo, sino la de las airadas naciones. {PE 41}
El propósito exacto de esta visión se declaró al comienzo de ella:
El 16 de diciembre de 1848, el Señor me dio una visión de la conmoción de las potestades del cielo. Vi que cuando el Señor dijo “cielo” al anunciar las señales indicadas por Mateo, Marcos y Lucas, quería decir el cielo, y cuando dijo “tierra” se refería a la tierra. Las potestades del cielo son el sol, la luna y las estrellas. Gobiernan en los cielos. Las potestades terrenas son las que gobiernan en la tierra. Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios. Entonces el sol, la luna y las estrellas se desquiciarán de su asiento. No se aniquilarán, sino que se conmoverán a la voz de Dios. {PE 41}
Esto habla con claridad acerca de los eventos que tienen que ver con las estrellas, el sol y la luna. Cuando en 2010, la voz de Dios desde Orión comenzó a predicar la cercanía de la venida de Jesús y en consecuencia del tiempo de las plagas, los adventistas deberían haber despertado ya desde mucho, porque han tenido todos estos preciosos tesoros en su posesión.
Por lo tanto, tenemos que buscar el rio Éufrates donde están atados los cuatro ángeles, en primer lugar, en el cielo en vez de solo en la tierra. La contraparte celestial del Éufrates es el río que emana del trono de Dios, el cual demostré en la diapositiva 165 de la presentación de Orión:
Imagen 1 – El río de fuego (diapositiva 165 de la presentación de Orión)
Es lógico que los cuatro ángeles que reciben la orden de liberar a los cuatro vientos del ángel de la sexta trompeta también deban estar ubicados en Orión. ¡Y ya los conocemos! Estos son los cuatro ángeles que representan las cicatrices de Jesús en Sus manos y pies y se conocen como las estrellas del hombro y de los pies de Orión. Estos cuatro serafines no sólo señalan fechas en el Santo Reloj, sino aún simbolizan el carácter de Jesús. Son los seres vivientes, el león, el becerro, el hombre y el águila, o sea las estrellas Saiph, Betelgeuse, Bellatrix y Rigel (ver la diapositiva 173).
Imagen 2 – Las cicatrices de Jesús (diapositiva 173 de la presentación de Orión)
El Éufrates celestial, en que están atados, es la “corriente purpurina que reconcilió al hombre con Dios.” Sólo Jesús tiene la autoridad de dar la orden de liberar a los cuatro ángeles de sus orillas.
La mano del gigante
El siguiente texto de la Biblia, que casi siempre se lee sólo superficialmente, nos dice que las plagas están asociadas a uno de los cuatro seres vivientes, y por lo tanto a una de las cuatro estrellas:
Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15:5-8)
Supongo que nunca han conectado este versículo con Orión, y por lo tanto no era posible para ustedes conocer la naturaleza de las siete últimas plagas. No entendieron que cuando Dios dijo “cielo”, quiso referirse al cielo, y de esta manera al sol, a la luna y a las estrellas.
Debemos averiguar cuál de las cuatro estrellas del hombro o de los pies de la constelación de Orión llenará las copas de los siete ángeles y así será la fuente de las siete plagas. El Espíritu de Profecía nos ayuda:
Luego vi que las siete postreras plagas iban a ser derramadas pronto sobre aquellos que no tienen refugio; y sin embargo el mundo las consideraba como si no tuvieran más importancia que otras tantas gotas de agua a punto de caer. Se me capacitó después para soportar el terrible espectáculo de las siete últimas plagas, la ira de Dios. Vi que esa ira era espantosa y terrible, y que si él extendiese la mano, o la levantase con ira, los habitantes del mundo serian como si nunca hubiesen existido, o sufrirían llagas incurables y plagas marchitadoras que caerían sobre ellos, y no hallarían liberación, sino que serían destruidos por ellas. El terror se apoderó de mí, y caí sobre mi rostro delante del ángel y le rogué que quitase ese espectáculo, que lo ocultase de mí, porque era demasiado espantoso. Entonces comprendí, como nunca antes, la importancia que tiene el escudriñar la Palabra de Dios cuidadosamente, para saber cómo escapar a las plagas que, según declara la Palabra, caerán sobre todos los impíos que adoren la bestia y su imagen, y reciban su marca en su frente y en sus manos. Me llenaba de gran asombro que hubiese quienes pudiesen transgredir la ley de Dios y pisotear su santo sábado, cuando estas violaciones han sido denunciadas con amenazas tan pavorosas. {PE 64,65}
Por favor, vuelva a revisar la Imagen 2. Allí tuvimos dos estrellas, en representación de las heridas de Jesús en Sus manos: Betelgeuse y Bellatrix. Si investigamos sus nombres árabes antiguos, nos encontramos con una sorpresa. Mientras que en árabe Bellatrix se llama Al Najid (el Conquistador) y no tiene nada que ver con una mano en cualquier idioma, el significativo de Betelgeuse es bastante claro:
El nombre de la estrella se deriva del árabe يد الجوزاء Yad al-Jauzā’, que significa “la mano de al-Jauzā’”, que es Orión…
En otras culturas encontramos también la referencia a la mano de “Orión”:
- al-Yad al-Yamīn / اليد اليمين (la mano derecha)
- Ied Algeuze (la mano de Orión)
Una vez más vemos cuán preciso Dios se expresa en Su Palabra. Era la mano derecha de Jesús que Él levantó para dar al pueblo adventista el mensaje pro-salud para evitar que el mundo y lo mundano entraran en la iglesia. Y es Su mano derecha que herirá al mundo con las plagas - este mundo que rechazó Su ayuda de una dieta sin carne y no se preparó para la vida en el cielo donde no habrá más muerte (incluso de los animales).
Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual dimanaba una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!” Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. {PE 14,15}
Me fue mostrado que la reforma de salud es una parte del mensaje del tercer ángel, y que está tan estrechamente relacionada con él como el brazo y la mano lo están con el cuerpo humano. 1T 486 (1867). {EUD 82}
Me han preguntado muchas veces si es importante que los mártires y los 144.000 siguiesen el mensaje pro-salud adventista, al menos respetando los principios básicos como abstenerse del consumo de carne, de las drogas (incluyendo la nicotina, té y café) y del alcohol. Aquí tienen la respuesta, y de hecho tienen que seguir inmediatamente a la luz que brilla en su camino si quieren salir victoriosos. No hay tiempo para seguir dudando. Si esto no es claro para ustedes al fin de esta serie de artículos, entonces no será necesario que continúen leyendo porque no serviría de nada. Sería un esfuerzo completamente inútil.
En este punto, me gustaría recordarles que Dios advierte a todos los que difaman los mensajes de Su Espíritu Santo y toman a la ligera el Hijo de Dios, que habla desde Orión:
El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Hebreos 10:28-31)
Presten atención a este texto:
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. (Hebreos 12:25-26)
Señales en los cielos
Debe haber señales en el cielo que nos muestran que algo está pasando en Orión. Debemos prestar especial atención a Betelgeuse cuando buscamos estas señales, ya que es la estrella que muestra el rasgo de carácter más importante de Jesús... ella corresponde con el becerro que fue inmolado, que representa Su sacrificio y Su sangre.
En primer lugar, llama la atención que Betelgeuse es una estrella gigante roja, por lo que es perfectamente apta para ilustrar el sacrificio. Apuntó a 1914, cuando hubo una disputa entre los hermanos seguidos por una división en dos facciones. Una grieta apareció en la Iglesia Adventista, y la separación la siguió. (No estoy hablando de la fundación de la Iglesia de Reforma, que no debería haber ocurrido, sino de la división por causa de los diferentes puntos de vista doctrinales.) De la misma manera, el Señor hará que ocurra de nuevo una separación. Esta vez será la separación entre Su pueblo y del pueblo de Satanás, y ella se completará antes del gran día de la ira:
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. (Apocalipsis 22:11)
La imaginería va más allá... El quinto sello habla especialmente de la sangre de los que dieron su testimonio por la Palabra de Dios:
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6:9-11)
Este sello siempre ha predicho su propia repetición. Dos tiempos de persecución especial por el testimonio de la Palabra de Dios nos muestran tanto la interpretación clásica con la época de la Reformación en Europa, así como el tiempo del Juicio de los Vivos, que culmina en el pequeño tiempo de angustia cuando, el Papa Francisco superará sus predecesores de la Edad Media en sus inquisiciones y torturas crueles. Como en la interpretación clásica, el quinto sello empezó con un gran mensaje de reforma que rápidamente condujo a la intensificación de persecución: esta vez era el Mensaje de Orión, que Jesús envió al principio de 2010, para que Su pueblo fuera librado de las falsas doctrinas que corrompen el pueblo adventista. En vez de aceptar el mensaje con gozo, los mensajeros sufrieron la más intensa persecución de parte de los hermanos, como ocurrió con los reformadores de edades anteriores. La matanza espiritual inicial de los hermanos en silenciar su testimonio del mensaje de Orión va a conducir a matanza física a través de diferentes niveles hacia el decreto de muerte.
¡La primera señal en el cielo a la que los adventistas debieron haber prestado atención fue el Mensaje de Orión mismo!
Por supuesto, aquí las almas de los muertos sólo hablan en forma simbólica. Desde el año 31 d.C., Jesús ha estado ministrando en el santuario celestial, y ahí es donde las “oraciones” de los muertos lleguen al altar. Así que debemos prestar atención a si existe o no una señal que comenzó en un periodo de hace unos 500 a 600 años durante la Reformación. Debe ser una señal que muestra que Jesús terminará Su intercesión en nuestro futuro próximo y se pondrá las ropas de Su venganza, lo que durante mucho tiempo había sido exigido.
El sexto sello clásico muestra algunas señales en el cielo (y en la tierra) que ya han sido decodificadas:
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. (Apocalipsis 6:12-13)
Encontramos la interpretación clásica, por ejemplo, en la Semilla de Mostaza [The Mustard Seed, traducido]:
EL GRAN TERREMOTO
Primero debemos preguntarnos cuándo sucede el sexto sello. Tiene que ser después de la Reformación, en el tiempo en que el imperio romano se acercaba a su fin. Durante este tiempo, hubo un excepcionalmente fuerte terremoto que se ha convertido históricamente conocido como “el terremoto de Lisboa”. Golpeó el 1 de noviembre de 1755. La ciudad se transformó en un campo de escombros por tres sucesivos terremotos. Hasta 90.000 personas perdieron la vida. El tsunami resultante rasgó sobre la costa occidental africana arrastrando completas caravanas al mar. Los temblores se sintieron con fuerza en el norte de África, Francia y Europa Central. La tierra no ha estado en reposo desde aquel entonces. El número y la intensidad de los terremotos siguen aumentando. El terremoto que provocó el desastre de Fukushima el 11 de marzo de 2011 tenía una magnitud de 9,0, una magnitud que no se había registrado jamás. El impacto del terremoto del 26 de diciembre de 2004 en Tailandia fue aún mayor, y cobró cientos de miles de víctimas por el tsunami resultante. Esto nos recuerda a las palabras del profeta Isaías en la Biblia: “Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.” Isa 24:20
OSCURECIMIENTO DEL SOL
Después del gran terremoto de Lisboa, el famoso “día oscuro” llegó el 19 de mayo de 1780, siguiendo la secuencia del sexto sello. Ese día, una extraña oscuridad se extendía sobre toda Nueva Inglaterra. El oscurecimiento se inició a las 10 de la mañana y duró hasta el medio de la noche siguiente. Hasta la fecha, la verdadera causa de este fenómeno es desconocida. Las estrellas se veían brillar, pero por la mañana tal oscuridad vino que el trabajo tenía que ser detenido, aunque el sol era visible todo el tiempo. La oscuridad de la noche siguiente fue la más profunda que se ha observado jamás. La luna apareció de un color de sangre roja, que nadie podía explicar.
LA LLUVIA DE ESTRELLAS DE 1833
El 13 de noviembre de 1833 hubo una gran lluvia de meteoros que superó en gran manera la grandeza de todas las apariencias anteriores de este tipo. El número de estrellas fugaces observadas esa noche se estima en alrededor de 500.000. Todo el cielo parecía una lluvia de fuego. Para la generación de aquel entonces, estos fenómenos naturales eran claros indicios de la inminente venida de Jesús. Llegaron en el mismo orden revelado a Juan en el sexto sello. Tal vez estas señales se repetirán de nuevo, aún de forma más impresionante, y en mayor medida cuando las potestades de los cielos serán conmovidas inmediatamente antes del regreso de Cristo. Jesús quiere que todos los que ansiosamente esperan Su venida estén lleno de esperanza por estas señales, como Lucas nos informa. “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Lucas 21:28
Sorprendentemente, ese hermano también ve la repetición esperada de este sello, pero sin tocar el tema del modelo de Jericó que descubrimos. En las diapositivas 101-106 de la presentación de Orión, hemos presentado la repetición del sexto sello y las señales que ya han sucedido desde el 11 de marzo de 2011, como el gran terremoto del este de Japón, el oscurecimiento del sol en julio de 2013 por medio de un gran agujero coronal que pareció devorar casi una cuarta parte de nuestro sol, y la tétrada de las lunas de sangre desde el 15 de abril de 2014. También apuntamos a la siguiente señal, la caída de las estrellas que tiene que suceder pronto. Esta representa el evento de las bolas de fuego que Elena G. de White vio en dos visiones diferentes.
Adventistas debieron haber prestado mejor atención a estas señales en el cielo, que son mencionadas como un conteo en el sexto sello. ¡De esa manera, ellos debieron haber aprendido de la historia que se repite!
(Anotación de agosto de 2016: Para obtener más información sobre el cumplimiento del sexto sello clásico, véase la adición al artículo La Historia se Repite, parte II. El cumplimento del sexto sello repetido es explicado en la adición al artículo Señales del Fin y las diapositivas 101-114 de la Presentación de Orión.)
Repetidamente se nos acusa de enseñar sin fundamentos bíblicos, Sin embargo, repetidas veces vemos que nuestros acusadores nunca se han esforzado en estudiar completamente nuestras explicaciones fundamentales como La Historia se Repite. Por supuesto, la presentación de PowerPoint de Orión no tiene espacio para miles de diapositivas explicativas, pero tiene vínculos as estudios más profundos. Lamentablemente, la presentación es tirada al fuego encendido por ellos mismos sin intención de probar las cosas. Ellos hacen lo mismo que el rey Joacim de Judá hizo con el rollo de Jeremías, (Capítulo 36) y lo quemó. Por lo tanto, el juicio en el Joacim de hoy recibirá una sentencia similar:
Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. (Jeremías 36:30)
Ted Wilson no tendrá ningún descendiente sobre el “trono” de la Conferencia General, y su cuerpo no va a ser enterrado. Las próximas elecciones estarían en 2015, pero la Conferencia General ya no existirá entonces.
Isaías nos dice lo que va a pasar con los desleales durante el milenio en la tierra mientras que los redimidos estarán disfrutando el reino del cielo:
Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. (Isaías 66:24)
Algo tiene que suceder que será tan terrible que la gente ni siquiera tiene tiempo para enterrar a sus muertos.
El autor de la Semilla de Mostaza, aunque sabio, comete unos pequeños errores navegando las aguas y explica que las otras partes del sexto (clásico) sello no se han cumplido todavía, y tienen que ser cumplidas en un futuro cercano. Por lo tanto, su afirmación solo es correcta para la repetición del sexto sello, que está ocurriendo en este momento. La razón es que las expectativas de los Milleritas para el gran día de la ira de Dios era el 22/23 de octubre de 1844 y el cielo que Hiram Edson vio abierto en ese día fue el primer cumplimiento (aunque incompleto) del clásico sexto sello. Solo podemos aplicar este texto a nosotros en la repetición del sexto sello en el día del juicio celestial, el cual es el séptimo día de Jericó.
Las palabras del sexto sello terminan con otros anuncios.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis 6:14-17)
Con estos versículos, nuestra mirada se dirige hacia el futuro. Llama nuestra atención a los acontecimientos que están por venir y van a pasar justo como los que ya se han cumplido. Inmediatamente antes y durante la segunda venida de Jesús, inimaginables fuerzas serán liberadas que removerán las montañas y las islas de sus lugares y los harán desaparecer. Esta es la primera vez que la ira de Dios y del Cordero se menciona, de la que la gente busca refugio. Se dan cuenta de que han hecho la elección equivocada y ahora se encuentran sin la protección de Su ira. Nadie puede sostenerse en pie delante de Dios, que no estará cubierto por la misericordia y la gracia del Cordero. La gracia por fin ha terminado, el arrepentimiento y la oración ya no ayudan. La decisión es final. La ira de Dios es derramada en toda su extensión sobre los que despreciaban la salvación que se les ofreció....
Por causa de que una parte del sexto sello ya se ha cumplido, la venida de nuestro Señor no puede tardar mucho. Esto nos debe mover a estudiar con entusiasmo la Palabra de Dios y prepararnos profundamente para ese día.
Esperamos un evento terrible en el final de la repetición del sexto sello, que pondrá en claro a la gente que la ira del Cordero, las plagas son ahora inminentes. ¿Qué causa que estas fuerzas inimaginables sean liberadas? ¿Qué va a remover las montañas y las islas de sus lugares? YouTube y la Internet están llenos de ideas de personas que no son adventistas del séptimo día, porque los adventistas ya ni siquiera creen que Jesús vendrá pronto, y por lo tanto estas cuestiones no son de interés para ellos. Tener muchas teorías diferentes, sin embargo, no hace que sea más fácil para asignar el evento correcto a la verdad bíblica. Sin embargo, ya hemos encontrado evidencia bíblica que indica que tiene algo que ver con la estrella Betelgeuse.
Jesús también nos dice en qué orden los eventos sucederán:
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá [agujero coronal de julio de 2013], y la luna no dará su resplandor [tétrada de las lunas de sangre desde el 15 de abril de 2014], y las estrellas caerán del cielo [¿bolas de fuego?], y las potencias de los cielos serán conmovidas [¿Betelgeuse?]. (Mateo 24:29)
Esto se refiere al pequeño tiempo de angustia, que habrá tenido lugar antes del tiempo de las plagas, y eso nos da más confianza que las primeras señales del sexto sello clásico se están repitiendo ahora poco antes del cierre del tiempo de gracia.
Las primeras cuatro plagas hablan acerca de un terrible castigo físico para la humanidad. Nos guían hacia las últimas tres plagas (Apocalipsis 16:10-21), las cuales hablan de la destrucción de Roma, la intención de llevar a cabo el decreto de muerte en contra de los guardadores del sábado, el terremoto cuando Jesús venga, y el granizo que entonces destruirá al resto de la humanidad. ¿Podemos atribuir todos los efectos físicos en la tierra y en la humanidad a una y a la misma causa?
En este punto, debo darles una advertencia. Estamos acostumbrados a leer los textos bíblicos que se han escrito miles de años atrás con desapego. Pensamos que durante mucho tiempo no había pasado nada, así que ahora tampoco va a pasar nada. Pedro nos advierte explícitamente de no pensar de esta manera:
...¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. (2 Pedro 3:4)
Sin embargo, debo advertir a los que se asustan fácilmente. Es una cosa leer sobre los escenarios apocalípticos de las plagas “habituales” en la Biblia, o sobre las teorías de la destrucción catastrófica que son frecuentemente publicados por la comunidad científica, en forma independiente de su relación con la realidad y el tiempo de los hechos reales, y es otra cosa, completamente diferente, enfrentarse con una fe firme a un inminente evento que realmente acabará con toda la vida conocida en este planeta y golpeará a uno mismo en un corto plazo de tiempo.
Ahora estamos ofreciéndoles la píldora roja de la verdad acerca de Betelgeuse. Quien quiera despertarse de su sueño y se siente lo suficientemente fuerte como para mirar a los ojos de un monstruo puede hacerlo con seguridad. El Señor está dando estas advertencias por una razón. Él quiere que ustedes se despierten por fin para ver la realidad de Su venida y enfrenten con valentía los acontecimientos terribles que tienen que venir anteriormente. Él no quiere que tengan miedo, Él quiere que ustedes estén listos para pasar por todo esto para demostrar vuestra gratitud por el sacrificio de Jesús con vuestro testimonio para Dios, por causa del amor que sienten por Él. La recompensa es Su protección en este evento. Sin embargo, ésta fue únicamente prometida a la iglesia de Filadelfia, la iglesia de los 144.000:
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. (Apocalipsis 3:10)
Los que prefieren seguir durmiendo, pueden quedarse con las píldoras azules, distribuidas (casi) sin costo alguno por las tres inmundas ranas croando con sus bocas grandes: Ted Wilson con su formación espiritual (el dragón), la Iglesia Adventista organizada junto con las otras iglesias caídas que anteriormente eran protestantes (el falso profeta), y el “humilde” Papa jesuita Francisco con su evangelio ecuménico para los pobres (la bestia).
Lo que sigue está todavía dirigido a la iglesia muerta de Sardis (la Iglesia Adventista) y a Laodicea (las iglesias protestantes en apostasía):
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. (Apocalipsis 3:3)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:15-20)